Docencia en la Contingencia tiene el propósito de reunir e intercambiar experiencias docentes y de formación durante la contingencia ocasionada por el COVID-19, como una forma de recuperar saberes y aprendizajes significativos que permitan afrontar los nuevos retos educativos.
Saucedo Monarque Luz Margarita
Grado: Licenciatura | Programa: Nutrición y ciencias de los alimentos/Matemáticas universitarias
Palafox Enrique A
Grado: Licenciatura | Programa: Licenciatura en Comunicación / Clases de Creatividad, Publicidad y Producción Publicitaria
Guevara Ramos Armando
Grado: Licenciatura | Programa: Departamento de Reflexión Interdisciplinaria Los Derechos Humanos en la Sociedad Actual
Torres Bermúdez Erick G, Iglesias Cerdeira Melisa, Díaz Huerta Alexa
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Industrial/Diseño de Sistemas Productivos
Saldaña Hernández Graciela y Sosa Rosas María Eugenia
Grado: Licenciatura | Programa: Administración de Empresas, Administración, Dirección de la empresa familiar e Introducción a los negocios
Alfonso Cruz Ramírez
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Química/Química General
González Enríquez Verónica Monserrat
Grado: Formación cocurricular | Programa: Coordinación de Creación y Reflexión Artística, Talleres Artísticos. Taller de Ballet (modalidad Ballet Health)
Rebolledo Claro A. Magali
Grado: Licenciatura | Programa: Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (Ciudad de México)/Teorías del Estado en la Licenciatura de Derecho, primer semestre.
Elizalde Castillo Ma. Alejandra, Avilés González Daniela, Barrera Maciel Laura, Buelna Del Castillo María Gisela, Cruz González Diana, Cruz López Rosa Martha, Luna Orozco Xchel
Grado: Posgrado | Programa: Maestría en Orientación Psicológica Internado I y II
Hernández Dávila Carlos Arturo y Jabbour Abboud Ginger
Grado: Licenciatura | Programa: Licenciatura en Comunicación Departamento de Reflexión Interdisciplinaria
Torres González María Fernanda, Rocha Jiménez Pamela Magdalena, Torres Bermúdez Erick Guillermo, Pérez Vicente Hugo Alexer
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Industrial/ Proyecto de investigación
Ramírez Bonilla Laura Camila, Amador Tardiff Gloria, Calderón Parra Isaac
Grado: Licenciatura | Programa: Licenciatura en Historia y Coordinación de Prácticas Profesionales/Prácticas Profesionales
Flores Jiménez Domingo Rogelio
Grado: Formación cocurricular | Programa: Talleres Artísticos/Escritura Creativa
Aveleyra Fernández Verónica, Ulloa Sigfrido, Ocaña Raquel, Machuca Adriana, Acosta Marcos, Hernández Liliana, Becerra Iris, Zulueta Otilia, Salazar Leobardo
Grado: Formación cocurricular | Programa: Coordinación de Creación y Reflexión Artística/Talleres Artísticos de Cerámica
Díaz Franco Edgar Cuauhtémoc
Grado: Licenciatura | Programa: Departamento de Psicología
Navarro Robles María Estela
Grado: Licenciatura | Programa: Departamento de Física y Matemáticas/Álgebra Lineal, Ecuaciones Diferenciales Parciales y Cálculo 3
Márquez Pérez Diego, Bailón Rodríguez Ximena, Garibay Requena Maria José, Gómez Martínez María José, Ruiz Shuayre Alejandra, Sánchez Olvera Paola, Sanchez Valdez Alondra Viridiana, Villegas Aguirre Itzel
Grado: Formación curricular | Programa: Danza moderna
Romero Lara Raúl
Grado: Licenciatura | Programa: Pedagogía
Morosini Erik B.
Grado: Formación cocurricular | Programa: Deportes y promoción de la salud
Muñoz Guerra Víctor Manuel
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Questa Alessandro
Grado: Licenciatura | Programa: Ciencias Políticas y Administración Pública
Rodríguez Udaeta Héctor Armando
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería en Alimentos
Llanes Briceño Omar Alejandro
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Industrial
Fons Molina María de Lourdes
Grado: Licenciatura y Maestría | Programa: Derecho
García González Andrés Alberto
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil
Balbuena Mejía Yoatzin
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño
Tepale Palma Georgina
Grado: Formación cocurricular | Programa: Dirección de Formación Ignaciana, Dirección General de Incidencia y Formación Ignacianas
Sánchez Vázquez José Javier
Grado: Licenciatura | Programa: Derecho
Rodríguez Horta Irma Susana
Grado: TSU / Licenciatura / Formación cocurricular | Programa: Software, Ingeniería industrial, Capacitador Brigthspace
Prado Serrano Ariel
Grado: Licenciatura | Programa: Psicología
Pérez de la Torre Nancy Mariana
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño industrial
Matabuena Peláez Ana María
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura, Diseños, Ingenierías
Del Moral Dávila Manuel
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Civil
Cabañas Osorio Alberto
Grado: Licenciatura / Maestría | Programa: Comunicación
Bazbaz Atri Aslán
Grado: Licenciatura | Programa: Administración
Ramírez Casillas Manuel
Grado: Formación cocurricular | Programa: Centro Internacional de Investigación de Economía Social Solidaria
Luévano-Rivas Óscar Abel
Grado: Licenciatura | Programa: Física y Matemáticas
Herrera Solís María C.
Grado: Licenciatura | Programa: Programa de Reflexión Universitaria
Davies Stocks Cheryl
Grado: Maestría | Programa: Psicología
Fritz Macías Heidi
Grado: Licenciatura | Programa: Pedagogía
González Lozada Emiliano
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño industrial
Tanimoto Licona Eduardo
Grado: Licenciatura | Programa: Departamento de Diseño Industrial
Ramírez Vera Raúl de Jesús
Grado: Licenciatura | Programa: Derecho
Morales Rosas Ana Laura
Grado: Licenciatura | Programa: Psicología
Dosal del Alizal Gibrán
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura
Salazar Ariadna, Miguel Eraña y Giovanni Figueroa
Grado: Licenciatura | Programa: Derecho
Perea y Román Francisco Carlos
Grado: Licenciatura | Programa: Letras
Espinosa Nohemí
Grado: Cocurricular | Programa: Coordinación de Creación y Reflexión Artística
Estrada Díaz Gabriela
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil
Rojas Hormigo Héctor Hugo
Grado: Licenciatura | Programa: Psicología
Montes Márquez Marocio, Adrián Mendoza Champion, Jorge Héctor Hernández Cruz, Marco Antonio Gómez Trujillo, David Rodríguez Rodríguez
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Aguilar Soto Jesús, Miguel Aguilar Soto, Emilio Aguilar Torres, Jorge Díaz Muñoz, Mario Fernando Espinosa Monroy, Leopoldo Gómez Contreras, Miguel Gómez Huerta, Alicia Mendoza Garduño, Darío Pacheco Rodríguez, Arturo Ramírez Sánchez
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Godínez Rebeca, David Ortiz, Blanca Serrano
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Andrade Arias Laura Pamela, Erik Armando Báez Morosin, Gonzalo Cabrera García, Karla Carrillo Agustín, Leticia Cavazos Garza, Ángel Alberto Flores Guerrero, Jonathan Alberto Ibarra Navarro, Gustavo Hugo Ortega Olín, Francisco Antonio Trazancos Rosales, Marco Polo Sánchez Santiago
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Morales Marcucci Juan Carlos
Grado: Licenciatura | Programa: Estudios Empresariales
Méndez Cota Gabriela
Grado: Licenciatura | Programa: Filosofía
Macías Vences Viviana
Grado: Licenciatura | Programa: Relaciones Internacionales, Estudios Empresariales
Velázquez Jiménez Arturo
Grado: Maestría | Programa: Mercadotecnia
Rodríguez Villar Gustavo
Grado: Licenciatura | Programa: Comunicación
Mejía Coba Jorge Francisco
Grado: Maestría | Programa: Ingeniería de Calidad
Medina Haro Yolanda
Grado: Licenciatura | Programa: Comunicación Oral y Escrita (COE)
Martínez Cervantes Luis Miguel, Karina Raya Díaz e Ignacio Santiago Prieto
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería
Martínez de la Fuente Giovanni
Grado: Licenciatura | Programa: Estudios Empresariales
Gómez Cynthia
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño
Chao Rebolledo Cimenna
Grado: Posgrado | Programa: Educación
Erdozáin Rivera Juan Carlos
Grado: | Programa:
González Cervantes Tonantzin
Grado: Licenciatura | Programa: Contaduría y Gestión Empresarial
Cuevas Miranda Ricardo
Grado: Licenciatura | Programa: Derecho
García Morales Susana del S.G.
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño Gráfico
De Gortari Ludlow Jimena
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil
Morales Muñoz Carmen, Bladimir Lombillo Rodríguez, Pedro Martínez Monroy, David Agustín Franco, Felipe Reyes Ortega
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Hernández Fabián Abraham Daniel
Grado: Licenciatura | Programa: Programa de Desarrollo Curricular y Evaluación
Wilford Nava Townsend José María
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil
Sánchez Soto Gil Armando
Grado: Licenciatura | Programa: Administración de Negocios Internacionales
Ramos Suárez María de Lourdes
Grado: Licenciatura | Programa: Física y Matemáticas ‖ Matemáticas aplicadas al diseño
Hernández Rubio Fabiola Jaqueline
Grado: Licenciatura | Programa: Física y Matemáticas
Melanie Slone
Grado: Cocurricular | Programa: Coordinación de Movilidad Estudiantil
Márquez Teresa
Grado: Posgrado | Programa: Ciencias Sociales y Políticas
Por Raúl Romero Lara
Grado: Licenciatura | Programa: Pedagogía
Pequeña charla sobre educación en línea sus características, herramientas y su uso pedagógico. Es un video que surge con la inquietud que tuvimos las y los docentes al inicio de la contingencia, la continuidad de las actividades administrativas, de gestión, investigación y docentes presentaron un reto en los primeros días, quizás hasta hoy en día lo siga siendo. Por ello, me percaté que en esta última, la docencia, los profesores teníamos un gran reto y con muchas opciones con base en nuestra experiencia, formación y perspectivas.
Por lo anterior, la intención de este video fue compartir mi experiencia en la educación en línea, desde el 2000 me incorporé en diferentes proyectos en esta modalidad y me he mantenido en ello en diferentes niveles y actividades. Esto indudablemente también lo apliqué para mi materia, un mensaje importante es no trasladar el diseño presencial a la modalidad en línea, es necesario considerar las características propias de cada modalidad. Esto nos lleva a revisar nuestra planeación para seleccionar recursos, actividades y formas de evaluar que sea eficiente, coherente y pertinente para atender la contingencia, con la finalidad de proponer un proceso de enseñanza y aprendizaje en donde la preocupación central sea cumplir los objetivos de la materia, su vinculación con el entorno y no, reitero, no preocuparnos por la cantidad de actividades, es decir, no ocuparnos de tener que cumplir con todo lo propuesto para el modelo presencial sino por el aprendizaje de los estudiantes.
Esto me permitió buscar actividades, aplicaciones que me permitieron proponer obtener respuestas en tiempo real de las actividades desarrolladas. y aprendí que se siempre se puede aprender a utilizar aplicaciones y actividades de forma innovadora, aquellas que creí tener dominadas me permití proponer usos diferentes a los ya probados.
Erik B. Morosini
Grado: Formación cocurricular | Programa: Deportes
1. El reto a enfrentar fue impartir un taller de una disciplina que requiere constante y minuciosa verificación del cuerpo del alumno, corrección acuciosa de la biomecánica del movimiento y, en muchos casos –previa autorización de parte del alumno- un suave contacto físico para que pueda sentir las zonas corporales que debe relajar, distender o abrir.
Otro reto consistió en sostener el interés del alumnado hacia una práctica corporal que, aun en la mejor de las situaciones y por sus características prácticas y metodológicas, resulta bastante ajena y, en gran parte de las ocasiones, tediosa si no se sabe mantener in vivo e in situ la atención momento a momento de parte de los participantes.
Mencionaría un reto más, el espacio de mi vivienda. Es sumamente reducido (aproximadamente, 2m x 1m) y en este espacio he tenido que implementar las sesiones vía videotransmisión.
2. Esta situación requirió, de mi parte, toda mi inventiva y mi conocimiento de la disciplina. Es innegable –y ampliamente apreciado por mí- que las pocas semanas que tuve de contacto con el alumnado dentro del Campus Universitario, sirvió para crear un rapport o relación armoniosa y comprensiva con ellos para que, de “viva voz” y, por experiencia personal, conocieran y comprendieran de las dificultades que esta disciplina presenta aun en la enseñanza presencial. (Lo mencionado en el punto 1). Considero que sin este elemento mencionado hubiera sido mucho más difícil conservar el interés de ellos en estos momentos.
Para darle solución al reto enfrentado he recurrido a los siguientes elementos de apoyo, en el orden que les fui dando lugar:
3. Aprendí y sigo aprendiendo –aunque en ocasiones no me siento del todo a gusto impartiendo la disciplina por no poder hacer correcciones con la meticulosidad que se requiere- que esta disciplina puede impartirse a través de este medio.
Antes de esta contingencia consideraba que los maestros que enseñaban Tai chi chuan por video estaban pecando de no poder corregir al alumno en el momento justo, es decir, antes de que este cree un mal hábito de movimiento, de hecho aún sigo creyendo esto. Sin embargo, esto me ha obligado a perfeccionar mi manera de “verbalizar” la enseñanza para que sea aún más precisa – tratando con esto de solventar la carencia del contacto físico. Además, en muchas ocasiones los alumnos se presentan en el “aula virtual” pero no se dejan ver en la pantalla y con ello, no es posible saber si están realizando bien el movimiento.
Sigo aprendiendo que es probable que este sea el medio (video) por el cual el taller de Tai chi chuan se impartirá en el futuro, también esto dependerá de que la Universidad conserve el interés de que esta disciplina siga dentro del currículo deportivo.
También, sigo aprendiendo que es probable que dentro del Campus Universitario las sesiones de Tai chi chuan se impartan a campo abierto – algo que en realidad es algo muy común en todo el mundo- o dentro de La Casa de Meditación siguiendo los protocolos de distancia amigable entre los alumnos. Ambas posibilidades son ampliamente viables.
Proyecto Morosini: https://www.youtube.com/channel/UCRCvgkVIK-3epaYSUtYBY_Q
Por Manuel Ramírez Casillas
Grado: Formación cocurricular | Programa: Centro Internacional de Investigación de Economía Social Solidaria
Ubicación del diplomado
El Centro Internacional de Investigación de Economía Social Solidaria (ESS) cuenta con un proyecto de fortalecimiento de capacidades dirigido a los miembros de diferentes organizaciones sociales y movimientos sociales de base que impulsan actividades socioeconómicas como son el ahorro, el consumo alternativo, la comercialización justa, entre otras.
El diplomado Economía Social Solidaria surge por una demanda de los movimientos sociales de base en nuestro país. Se ha desarrollado en dos formas: presencial, durante los años de 2017 y 2018, tanto en el Senado de la República como en la UAM-Azcapotzalco. Posteriormente en el 2019, se generó, bajo la modalidad virtual, el diplomado en ESS para América Latina y el Caribe. Ahora en 2020 se creó el diplomado Identidad cooperativa autogestiva, empresa social solidaria y economía social solidaria dirigido al Sindicato Mexicano de Electricistas y su Cooperativa LF del Centro (SME/LF del Centro).
El objetivo general de este diplomado es contribuir a la formación de capacidades de diversos proyectos y estrategias de creación y operación de entidades económicas o de reinserción laboral, desde la perspectiva del cooperativismo y la autogestión, para el fortalecimiento de la identidad, mejora de las condiciones de vida de sus integrantes y generación de una economía alternativa social solidaria.
Se trata de una experiencia piloto, pues, hasta este momento de dos sesiones, pues comenzamos el 6 de mayo del año en curso. Está dirigido a los miembros, socios y trabajadores, que ocupan cargos de dirección a nivel medio en la estructura de dirección del SME/LF del Centro. Lo cual le otorga un nivel intermedio muy importante para la implementación del diplomado.
En estas dos sesiones, la dinámica de trabajo se ha desarrollado fuere de la plataforma de la Dirección de Educación Continua (DEC), estamos a punto de entrar a la misma, pero por cuestiones de financiamiento no lo hemos logrado, esperamos que para julio o agosto ya esté resuelto este problema. En otro momento se podría haber conseguido financiamiento para que el diplomado ya estuviera en la plataforma de la DEC, pero como de todos es conocido, la situación económica no es muy buena en estos momentos.
Como alternativa, mientras se consiguen estos recursos, se optó, por realizar una experiencia piloto que permitiera avanzar en las posibles dinámicas, técnico-pedagógicas y de contenido, a las cuales nos podríamos enfrentar cuando el grupo ya esté inscrito y que seguramente será de entre 30 y 40 personas.
En este momento, el grupo piloto es de 10 personas, todos ellos, como ya se indicó miembros directivos de la estructura del SME/LF del Centro. Así que se generaron actividades a distancia utilizando la aplicación Zoom, afortunadamente se logró contar con la opción de tiempo indefinido.
La estructura del trabajo se definió de acuerdo con una secuencia didáctica, y, como experiencia piloto, se abordó el tema de los antecedentes históricos del SME/LF del Centro y como éstos han repercutido en su identidad como trabajadores y como cooperativistas.
Para ello se programaron actividades independientes como la de formar equipos y elaborar una línea del tiempo para responder a la pregunta: ¿Qué relación existe entre los acontecimientos históricos del SME en la construcción de la identidad cooperativista autogestiva? La respuesta a esta cuestión tendría que entregarse por escrito, bajo la modalidad de un reporte de trabajo de equipo. Para que, en la sesión de trabajo con el facilitador, se presentaran las líneas del tiempo respectivas y la respuesta, por equipos, a la pregunta planteada.
Por supuesto, se planteó que se tendría que entregar un producto, al término de la tercera sesión, que sería un informe de actividades que incorpore los elementos históricos con su identidad cooperativista y con el tema de su intervención en la cooperativa.
Estas actividades se respaldaron con lecturas y recuperación de documentos que el SME/LF del Centro sugirió y que se refiere a textos breves, las cuales se complementaron con las que se sugirieron en la secuencia didáctica por parte de los facilitadores de la UIA.
En las dos sesiones virtuales que hemos tenido, se han presentado avances de la línea del tiempo y se han presentado algunos esbozos de respuesta a la pregunta planteada. Son los primeros momentos de construcción colectiva, muy débiles, pero con un gran avance, en tanto que, en las sesiones, que ha durado cerca de dos horas, la participación de todos ellos ha sido muy activa, en tanto que es un tema que conocen. En donde ha habido debilidad es en las lecturas sugeridas como básicas, pues, no han hecho por todos y no al 100%.
2.Dificultades que se han presentado en este diplomado
3.Propuestas para la solución de las dificultades
4.Aprendizajes
Por María C. Herrera Solís
Grado: María C. Herrera Solís | Programa: Programa de Reflexión Universitaria
En breves líneas les comparto mi experiencia docente y de formación en estos momentos de contingencia por Covid-19. Esta situación que impone el permanecer en casa nos dio la oportunidad de revalorar el aprendizaje que puede ser significativo en la vida de mis estudiantes, teniendo presente que el reto principal de la modalidad de enseñanza en línea es no olvidar que primero somos “personas” y luego “puro conocimiento”.
A la primera pregunta ¿Cuál fue el reto a enfrentar? sigue ¿Cómo transformar una clase presencial de reflexión universitaria en una clase virtual?, ya que la interacción cercana y física entre profesores y alumnos es muy importante. Esto porque el cambio se produjo en un corto tiempo, de un día para otro, no hubo tiempo de comunicárselos cara a cara.
Así se presentó el primer reto de “un cambio de casa”, del que quiero comentar que primero me pregunté: ¿Y ahora cómo le voy a hacer?, tengo dos días para adecuar la materia presencial que impartía los martes y jueves de 9:00 a 11:00 de la mañana en el salón A106 a 23 alumnos de diferentes carreras y semestres inscritos conmigo con la materia “El hombre y su muerte”. Pues a reprogramar todo, y sin haber tenido la oportunidad de decirlo en persona, ya que la última vez que nos vimos físicamente fue el martes 17 de abril, con el tema: “Aproximaciones a la muerte provocada: Ecocidio”.
Habíamos programado para el 19 de abril una visita a la Biblioteca, donde nos mostrarían materiales históricos sobre el tema de la muerte, pero no se realizó porque la Ibero había avisado que las clases presenciales se suspendían del lunes 23 de marzo al viernes 3 de abril y éstas serían en la modalidad a distancia. Luego del lunes 6 al viernes 10 de abril era el periodo vacacional, continuando del lunes 13 al viernes 17 de abril las clases en la modalidad a distancia, y para el lunes 20 de abril el regreso a la modalidad presencial. Este fue el primer escenario, que no se concretó porque se prolongó el “Quédate en Casa”, por la contingencia sanitaria.
Entre sorpresa, incredulidad y desconcierto, había esperanza que esto fuera pasajero a pesar de que las autoridades mencionaban que quizá no se podría regresar en esas fechas, y ese nuevo escenario no estaba descartado, ya que las autoridades de Salud habían dicho que esta contingencia podría durar hasta 12 semanas.
¿Qué hice ante el reto? Empiezo a visualizar las diferentes opciones de impartir la clase de forma virtual, a distancia, por el cierre de las instalaciones de la Universidad Iberoamericana. Acudo a la DEAMET a buscar asesoría de cómo convertir una clase presencial en una de modalidad a distancia o virtual.
A partir de ahí, el trabajo con los alumnos se hizo de acuerdo con los directrices del esquema de clases en línea, que tengo en Brightspace (BS). Implemento una serie de actividades para estas fechas de contingencia sanitaria, con base en los temas de la guía de estudios que entregué a los alumnos al inicio del semestre. Realizo un video donde explico a los estudiantes la importancia de trabajar a la misma hora de clase, pero en la modalidad de BS. Continúo en contacto con ellos por medio de las herramientas de BS, correo electrónico y un chat que se creó con los integrantes del grupo. La instrucción fue seguir con las clases a distancia, de forma virtual, por lo que les pido continuar con nuestro programa y la entrega de tareas. Todo a través de la plataforma de BS, y que se mantengan atentos a los comunicados de la Universidad Iberoamericana sobre las acciones a seguir, y el modo de operar a distancia.
La respuesta por parte de los alumnos no ha sido la óptima. Sin embargo, uno de ellos se mostró solidario y me envió un correo donde textualmente me decía: “Gracias. Si de alguna manera puedo ayudar a que se realicen algunas actividades en línea debido al clima que impera, cuente conmigo. Saludos. Le agradecí su apoyo y seguí insistiendo a través de mensajes por medio de la plataforma y correos electrónicos personalizados. Hasta este momento 20 alumnos han cumplido con las primeras actividades y dos no han dado ninguna respuesta. En la segunda actividad solo se presentaron 18 de un total de 23 alumnos. He estado conectada por medio de la plataforma de BS en el horario de la clase, respondiendo a sus inquietudes y brindando retroalimentación de sus trabajos.
¿Qué aprendí de la experiencia?
Opté por aplicar una dinámica en clase que se llama “cambio de casa”, que consiste en que en al momento que digo la frase “cambio de casa” ellos se mueven del lugar donde estén sentados, bien pueden llevarse sus cosas o no, sin previo aviso, solo se da la indicación y ellos se cambian. El objetivo es que aprendan y revaloren que pueden ocurrir situaciones que no dependen de ellos y que muchas veces nos obligan movernos de un sitio a otro o salir de nuestra zona o lugar que hemos elegido para estar, y bueno hay que voltear a ver ahora quién está enfrente o a un lado de nosotros; cómo veo desde donde estoy sentado, qué puedo aprender de esto para enriquecer mi relación con los otros y aprovechar las oportunidades que se me dan para ampliar mi horizonte de conocimiento. Pues bien, esto fue lo que pasó Es lo que aprendí en este “un cambio de casa”.
El “un cambio de casa” significa que nada está definido, que construyes tu propio camino en cada momento. Agradezco que el no poder continuar una clase presencial en forma tradicional, me permitió conocer otra forma de enseñanza, y llevar a cabo la clase en esta modalidad a distancia, en la que resulta de trascendental importancia el apoyo de la tecnología.
Comparto el correo de una de mis alumnas, que me retroalimenta en esta situación que estamos viviendo, y me da respuesta a por qué no participo en dos foros diseñados para esta clase en estos momentos. A continuación, sus palabras.
“¡Hola Mary! Es un gusto saludarte, aunque sea a través de este medio. Te escribo por algunas cuestiones pendientes. Lo primero es mi participación en los foros, lo segundo es la reflexión sobre mi presentación, y lo último es un agradecimiento general.
Primero que nada, mi participación en los foros fue limitada por diversas razones, más que nada el hecho de que las fechas fueron conflictivas para mí. Yo estoy bien y mi familia también, pero fue más que nada una cuestión de mentalidad distraída, ya que fue una situación muy difícil para todos. Además, la cámara de mi computadora no funciona y simplemente realizando las otras actividades, los foros escaparon a mi memoria al ser algo nuevo. Sin embargo, grabaré este último video de reflexión final en mi celular y con gusto lo subiré a la plataforma.
Lo segundo, es mi reflexión final en mi presentación. No la puse ahí, pero creo que el mensaje final era que, a través del arte, el humano siempre ha expresado sus sentimientos y sus historias, entonces no hay mejor manera de expresar la muerte que a través del arte. Puede existir la crítica de que el arte que trata sobre muerte es sombrío y macabro, pero yo estoy en desacuerdo. Creo que cuando se expresa un sentimiento único de muerte a través del arte, el resultado es un arte muy bello. Puede ser melancólico, pero siempre tendrá una belleza detrás. Justamente ese equilibrio entre muerte, belleza, y arte, es lo que hace que en vida podemos incorporar la muerte.
Por último, ya que no podemos tener una clase de cierre, quería agradecerte por esta clase y todo el valioso aprendizaje que me dio. Próximamente subiré mi ensayo final y mi video final, pero quería un último contacto contigo para hacerte saber que esta clase me sirvió en muchos sentidos, e incluso con el tema de la pandemia pudimos tener buenas reflexiones sobre un tema que nunca dejará de ser relevante para los humanos. Me hubiera encantado poder presentar en el salón de clases frente a mis compañeros, e incluso cantar la canción que habíamos discutido. Me imaginé muchas veces el auditorio y yo cantando una canción que ayudara a la reflexión sobre la muerte, había pensado en "Gracias a la vida" de Mercedes Sosa. Aunque no fue posible, creo que por lo menos yo intenté sacarle el mejor provecho a esta clase que desde el principio fue cautivante. Claro que no es lo mismo tener clase en línea que estar ahí en el salón y hacer dinámicas y presentaciones, pero aun así quiero agradecer el poco tiempo que compartimos y hacerte saber lo mucho que me hizo pensar y reflexionar, que creo es el objetivo de la clase.
Muchísimas gracias por todo, un abrazo. […]”
Sí aprendí
Aprendí a lidiar con el impacto emocional que me produce esta contingencia por la pandemia de la enfermedad Covid-19 causada por el Coronavirus. Entiendo que también afectó igual a algunos de mis alumnos, según palabras de uno de ellos:
“Te quería contar la situación por la que estoy pasando… Como todos bien sabemos esta situación del Coronavirus está fuera de control y es algo que no se había visto antes, por lo que en mi familia nos vimos obligados a detener las líneas de producción, en las cuales fabricamos autobuses para pasajeros. Al tomar esta decisión tuvimos que buscar otros productos para no tener que vernos a obligados a cortar fuentes de trabajo. Por este motivo optamos por desarrollar 1 prototipo de ventilador asistente de respiración, 1 prototipo de cama mecánica abatible, 2 túneles y un arco sanitizante, entre otros productos, a un costo muy accesible… con dos motivos: salvar trabajos y aportar nuestro granito de arena… yo he estado involucrado en este proyecto 24/7, yo siendo los ojos de mi papá para que él no se exponga tanto y se ocupe de otros asuntos, y yo metiendo presión y revisando que se estén haciendo los avances debidos de cada prototipo en la fábrica. La verdad ha sido muy pesada y con muchas noches sin dormir. No me está dando la cabeza, ni el tiempo para la escuela en estos momentos porque le estoy dando prioridad a este asunto tan trágico, tan difícil y tan desgastante. Me he sentido tan tenso y sin tiempo que he pensado en dejar el semestre y ayudar al 100% para intentar salvar el negocio familiar y tratar de ayudar a la mayor cantidad de gente que se avecina…. En mi caso ya viví una cercana, el papá de mi tía murió en Madrid el Domingo pasado…”
La vida sigue
Sí, la vida sigue. Mientras podamos valorar y trasformar realidades inciertas en las clases, con un sentido y objetivo claros para “un cambio de casa”.
Es grande la responsabilidad que tenemos como maestros frente a alumnos tan especiales y capaces de construir sus vidas profesionales con las herramientas que les permitan afrontar los diferentes escenarios de “un cambio de casa”.
Vale la pena seguir preparándonos como docentes para estar a la altura de las actuales circunstancias frente a este mundo que ya no será el mismo, porque regresaremos, pero a una normalidad diferente. Y que ahora se pueden aprovechar las tecnologías para trasformar presentaciones para el aprendizaje, como lo muestra otro de mis alumnos.
¡Hola Mary! Decidí experimentar con otra plataforma, e hice la presentación en otra plataforma. El link para ver mi presentación es el siguiente.
https://view.genial.ly/5e94e471dee0d90e260611c2/presentation-genially-sin-titulo
Espero sea de tu agrado. Hay muchos elementos interactivos, como botones, para que explores toda la presentación. Son redondos y tienen el símbolo de un ojo o un +. También anexé videos. Estoy a tiempo todavía de los tres días previos acordados por el grupo para la fecha de presentación. Te mando un saludo y un abrazo en esta época de encierro. El documento que anexo (para poder realizar el envío, es una foto que yo tomé y edité.)
Quedo a tus órdenes.
En conclusión
“Un cambio de casa” nos permitió confirmar los alcances de las Tecnologías de la Información y la Comunicación para lograr un relativo éxito sobre el aprovechamiento y el aprendizaje en el trabajo académico virtual a distancia, desde las computadoras y los demás dispositivos a nuestro alcance en conjunto con el universo de aplicaciones disponibles.
Sin embargo, no debemos perder de vista que esta facilidad del cambio de clases presenciales a la modalidad a distancia o virtual es reciente. Apenas unos dos decenios atrás la enseñanza a distancia enfrentaba diversas complicaciones que hoy están superadas. El nuevo siglo aceleró la revolución tecnológica y continúa en una carrera sin freno. Pero esta modernización acelerada de las tecnologías tiene costos, y el más impactante es que nos vuelve cada día más dependientes de las tecnologías. Somos más vulnerables a un apagón tecnológico global por la disputa de mercados entre potencias, países y gigantescos corporativos.
Para terminar, el “un cambio de casa”, así como el “Quédate en Casa” y el “Home office” favorecieron el reencuentro de las familias en el mismo espacio, que estaba difuminado por el ajetreo cotidiano y las horas ocupadas entre el ir y el regresar del trabajo. Este reacercamiento en medio de la contingencia sanitaria por Covid-19 es efímero sin duda, porque una vez terminado este encierro temporal habremos de regresar a la añorada normalidad, que ya no será igual por quién sabe cuánto tiempo.
Pronto volveremos a estar juntos, docentes y alumnos, pero bajo una normalidad diferente en las aulas. No descartemos que regresar a las clases presenciales pudiera ser con sana distancia, cubre bocas y otros elementos y medidas sanitarias que den certeza de no exponer la salud de la comunidad universitaria. Confiemos, todo será para bien.
Por Óscar Abel Luévano-Rivas
Grado: Licenciatura | Programa: Física y Matemáticas
Resumen
La docencia durante la contingencia por SARS CoV2, en la Universidad Iberoamericana resultó en un periodo catártico para establecer nuevas dinámicas de enseñanza de materias afines a las matemáticas. Fue necesario una adaptación de las formas enseñar a través de video llamadas los conceptos matemáticos, de evaluar los aprendizajes y en general, de superar dificultades asociadas a una nueva dinámica de la educación.
Introducción
El 11 de marzo de 2020, la organización mundial de la salud declaró a la epidemia generada por el virus SARS CoV2 como pandemia. El martes 17 de marzo se suspenden las clases presenciales en la Universidad Iberoamericana (UIA), y como consecuencias las clases pasaron a ser sesiones en línea. Los métodos de docencia quedaron obsoletos, y fue evidente un cambio en las formas de enseñanza practicados hasta este momento; el pizarrón y los marcadores debían ser remplazados por aquellas que involucraban el uso directo de herramientas computacionales. Para llevar a cabo esta labor educativa se debió de dar importancia ahora a herramientas para dar clases en formato video, como Zoom o Teams; integrar la plataforma Brightspace (BrS), no solo el papel que fungía antes de la contingencia como herramienta adicional para enviar o recibir documentos, sino como la plataforma relacionada directamente con el proceso de realización de actividades grupales e individuales y también para su evaluación (i.e. exámenes). Se debió de tomar con más consideración el uso de material didáctico contenido en videos (i.e. YouTube) como soporte para agilizar varios de los temas, generando así nuestra Aula Inversa.
Por otro lado, se tuvieron que crear nuevos mecanismo y materiales didácticos que proporcionaran, no solo una nueva manera de enseñar el contenido de los temas, sino que fueran atractivos para los alumnos. Cabe señalar que lo anterior se vio favorecido por la impartición de webinears, cursos en línea, asesorías para generar contenido, enseñanza de recursos y herramientas por parte de la Dirección de Enseñanza y Aprendizaje Mediados por Tecnologías (DEAMeT) de la UIA. A pesar de estos cursos, las clases en línea relacionadas con la enseñanza de conceptos fisicomatemáticos resulto un reto, esto debido a que, sin una Tablet o escritura a mano alzada digital, se dificultaba la escritura del lenguaje matemático intrínseco en materias como Cálculo y Estructuras matemáticas. Ya que muchas de las herramientas son deficientes para escribirlo; en este aspecto más allá de los cursos dados por la UIA, el docente debió de adaptar herramientas adicionales en la labor de enseñanza de este tipo de materia. Valorando los aspectos positivos, estas nuevas clases facilitaron el uso de recursos audiovisuales y entornos gráficos que permitían solucionar y analizar los problemas; observando de una manera más visual los conceptos matemáticos (p.ej. trayectorias, perfiles de gráficas, rotación de figuras, límites, etc.), y ahondando en una mayor compresión y entendimiento de los temas. Por otro lado, los aspectos anímicos de las clases en línea resulta otro punto importante en la experiencia durante este periodo de contingencia, porque existe una nueva relación entre el profesor y sus alumnos (y entre ellos mismos); no es sólo ver en la pantalla el desarrollo de la clase, donde el profesor es la vía de información directa y los alumnos sólo reciben la información. La clase debe ser tal que experiencias frustrantes que terminen en un tutorial o podcast (la mayoría de los alumnos con los micrófonos cerrados, y cámaras apagadas), se conviertan en una interacción más cercana a una clase normal, pero introduciendo nuevas herramientas con la que los alumnos interaccionen más fomentando su aprendizaje autónomo. La experiencia demostró que, si existe un desgaste en el ánimo durante las clases en línea, los alumnos progresivamente se cansan ya que deben continuar con una exigencia académica diferente, y no tan personal. Es por ello por lo que el trabajo educativo es no sólo dar los temas en estos medios, sino modificar los patrones y requisitos de evaluación que se adapten mejor a las clases en línea.
En este trabajo, se presentan las experiencias reunidas al impartir las clases de Cálculo I y Taller y Estructuras Matemáticas para Arquitectura, durante el periodo de contingencia iniciado el 17 de marzo por la UIA, hasta la finalización del contrato de servidor profesional docente y, un día posterior, finalización del semestre Primavera 2020 (15 de mayo de 2020). En el documento se presentan cuáles fueron los retos y las experiencias aprendidas para impartir las clases virtuales a los estudiantes, el contacto para continuar con ellas, un nuevo entorno y las nuevas prácticas de enseñanza, la continuación con las asesorías, la participación en clases y fuera de ella mediante plataformas y finalmente, la evaluación de tareas y los exámenes, la calificación de parciales y final, y su retroalimentación.
Las nuevas clases
El inicio de las clases en línea se llevó a cabo de manera atropellada. El reto que se enfrentó fue iniciar sin una clara metodología y donde no se contaba con que herramienta realizar las videoconferencias, es decir como adaptarse. Estas primeras clases se realizaron mediante documentos que se subieron a BrS, donde se trató de emular notas como en un pizarrón presentando problemas resueltos (como lo ameritaba una clase Cálculo o de Estructuras matemáticas) y que los alumnos, tomando como base para resolver problemas debían enviar y que serían calificados (Ver Anexo 1.). Fue evidente que esta clase piloto, resulto ineficiente y desmotivadora y solo torno más frustrante la situación. Por otro lado, cuando se suspendieron las clases ya se tenían previsto evaluaciones parciales, y la dificultad era evidente, ¿cómo diseñar un examen en el cual no se pudieran copiar o usar la computadora que tenían a disposición para hacer el examen? Para resolver este inconveniente, se diseñó sobre BrS un cuestionario de 20 preguntas referentes a los temas bajo las siguientes características: (1) las preguntas debían tener respuestas múltiples; (2) su orden y sus respuestas deberían ser aleatorias a los alumnos; (3) se mostraría una pregunta a la vez y no se mostraría una vez contestada; (4) se tendría un tiempo fijo y (5) las preguntas serían diseñadas para que los alumnos les resultara mejor obtener en ellos la solución y no en buscar la respuesta en internet (Ver Anexo 2). El objetivo de lo anterior era evitar que los alumnos comunicaran las respuestas por mensajería instantánea o que pudieran usar aplicaciones de internet. Es imprescindible como la plataforma BrS, resulta una herramienta esencial para realizar estas evaluaciones, que en clases tradicionales hubiera sido un examen escrito. La facilidad para realizar este tipo de cuestionarios mostraba la viabilidad para hacer exámenes y para implementarlos en la evaluación, como se verá posteriormente, para hacer quizzes de retroalimentación. Después de la clase de prueba, y con un enfoque basado en el uso de herramientas tipo Zoom (videollamadas), se realizaron las clases en línea de manera más natural. Donde se convocaba a las clases mediante Noticias en la BrS. De antemano, se debía de estar seguro de que los alumnos contaran con la aplicación móvil para recibir la notificación del inicio de clases. Sin embargo, entre ellos mismos se comunicaban cuando ya estaban iniciando las clases, a través de aplicaciones de mensajería instantánea, según relataron. La asistencia de clase, en caso particular, se realizaba por medio de una imagen de pantalla de la aplicación que mostraba el nombre y matricula (requisito propuesto) de los asistentes a la videollamada (Ver Anexo 3), información que posteriormente se subía BrS en el rubro de asistencia. Esto evitaba perder tiempo en pasar lista mencionando los nombres.
En este formato de video clases, que asemejaba más una clase normal, se compartían con los alumnos una exposición de los temas teóricos mediante presentaciones o documentos con los que se hacían o complementaban notas de estudio. El reforzamiento de los conceptos se daba a través de la solución de los problemas, como amerita una clase de matemáticas, que requiere de un lenguaje de escritura que no es particularmente facilitado por un entorno digital. En vista de no contar con una Tablet que pudiera facilitar la escritura, ya que UIA no proporcionó alguna durante el periodo de contingencia, se trató adaptar el uso de celular para realizar esta tarea, hecho que fracaso debido a la limitante del tamaño de pantalla y la sensibilidad en los trazos de escritura, que no permitía en muchos casos una exposición clara la solución de un problema (Ver Anexo 4). Para afrontar esta problemática, se hizo uso de MathType (MT), con el que ya se tenía experiencias previas, una aplicación que de manera sencilla proporciona el uso rápido del teclado para escribir ecuaciones y que se usó en ambos cursos, el de Cálculo y de Estructuras Matemáticas. La interfaz de ese programa resulta lo suficiente practica para llevar una clase relativamente dinámica, ya que, al no ser de escritura de mano alzada, lo que aparece en la pantalla evita errores de escritura que puedan confundir a los alumnos. Y, además, puede ser guardado y usado posteriormente en la creación de notas que complementen las clases en línea, lo que ayuda al alumno a retomarlas para estudiar posteriormente (Ver Anexo 5). Esto hace que la atención de los alumnos se concentre en la metodología que puede aplicarse para resolver los problemas, mientras ellos también generan sus propias notas. La experiencia ganada usando MT resulto provechosa para explicar todos los temas incluidos en el curso de Cálculo I y de Estructuras matemáticas, ya que ofrecía una manera de escribir sistemática y clara como se resolvían los problemas vistos en clase o dejados de tareas, así como las dudas que los alumnos externaban. El aprendizaje se complementaba con el uso de graficas que se generaban en línea, así como las herramientas de anotación presentes en Zoom. Estos recursos mostraron su eficacia para mantener la atención de los Fig. 1. Ejemplo de pantalla que se muestra al alumno en una clase de Cálculo. alumnos en la clase, ya que se tenía en la pantalla que se compartía un referente matemático como lo es la solución de una ecuación y la gráfica de la función que servía para ejemplificar los conceptos (Ver Fig. 1). Esta es una de las ventajas más evidentes cuando se está dando una clase en línea, la practicidad de tener herramientas computacionales que apoyan las explicaciones de los temas. En general la dinámica de las clases en línea era que los alumnos veían y analizaban el parte teórico – practica de los temas y ellos preguntaban las dudas de la metodología a medida que se desarrollaba la clase. Es importante recalcar que la mayoría de los alumnos no mantenían prendida su cámara o micrófono, encendiendo este último sólo cuando querían preguntar o aportar algo en la clase, ya fueran dudas o comentarios de lo que veían en sus pantallas, limitando en gran medida las interacciones que podrían haber existido en un entorno de salón tradicional; más que un acuerdo fue algo que se dio naturalmente en clase, sin embargo cuando se daba la clase en línea siempre existió la presencia visual del profesor. Fue evidente que no todos los micrófonos y cámaras de los alumnos podían estar encendidos al mismo tiempo, las cámaras limitaban en veces los anchos de banda del internet que generaba el cortado, y por otro lado está la cuestión de privacidad, que implicaba que los alumnos expusieron al grupo un lugar privado, como lo es su por ejemplo su recamara. El uso del micrófono se limitó entre los alumnos por que se presentaban ruidos ajenos a la clase, que resultaban en distractores. Todo esto llevo a que, eventualmente las clases se dieran bajo estas circunstancias. Es importante mencionar que esto requiere de protocolos institucionales que le permitan al alumno saber cuáles son sus obligaciones y derechos antes, durante y después de una clase en línea. De los cuales se carecen o no se fue informado.
Evaluación de los aprendizajes
Las clases en línea se complementaban con las tradicionales tareas y actividades que fueron los rubros de evaluación establecidos en la pre-contingencia. Sin embargo, su revisión y su corrección se realizaron sobre la plataforma BrS; cabe señalara que antes de la contingencia el uso BrS ya se usaba para recibir las actividades que se dejaban en clase más no se usaba para recibir las tareas. Las tareas era un rubro que debía ser evaluado y por consiguiente requería de una calificación, para llevar a cabo esto se acordó en el grupo establecer la dinámica de subir la tarea en una fecha límite, se subía la solución de la tarea y los alumnos subían nuevamente su tarea revisada por ellos mismos. Esta dinámica apelaba a la autoevaluación, esta también era revisada para analizar si hicieron uso de herramientas que les facilitara la solución, evidenciando alguna deshonestidad académica esta era señalada también mediante la plataforma. Situaciones como las participaciones que existen en clase fueron remplazadas por pequeños cuestionarios que se formulaban en la plataforma BrS y comprendían una suerte de repasos pequeños que sólo estaban un tiempo limitado; en general con un carácter no obligatorio que ayudaba a mantener a los alumnos al tanto de los temas que se veían en clase como de un aprendizaje más autónomo. Con el objetivo de motivar el estudio independiente, en la etapa final del semestre algunos de los temas se dieron a partir de cuestionarios fundamentados en videos, por lo que los alumnos respondían estas preguntas basados en la visualización y análisis de estos.
Los exámenes, como se escribió con anterioridad, resultaron un reto ya que era necesario establecer dinámicas donde los alumnos mostraran sus conocimientos, y que se evitaran trampas académicas. Para abordar esta problemática, el BrS fue esencial, se generó una biblioteca de preguntas de diferente tipo que se usaron para realizar cuestionarios cuyas preguntas y respuestas fueran aleatorios lo que permitía individualizar los exámenes, evitando que los alumnos compartieran, ya sea las respuestas o las preguntas del examen. Empero, el hecho de que existía la posibilidad de herramientas que les permitirán resolver los cuestionamientos, el diseño de las preguntas se formular tal que les resultará más fácil, o en tiempo, que ellos responderían la pregunta con base en sus conocimientos más que buscarla en internet. Por lo tanto, se apeló a preguntas más conceptuales, esta biblioteca de preguntas fue una de las cuestiones más arduas de realizar, ya que se debía de tener una biblioteca amplia para que las preguntas fueran aleatorias. La biblioteca de preguntas se realizó de manera colaborativa con otro profesor. En el caso de las evaluaciones, se realizaban en la hora de clase y a cámara abierta, donde se prestaba atención a preguntas o dudas de los alumnos. El resultado de esta metodología para aplicar exámenes es muy similar a la que el Departamento de Matemáticas usa para aplicar exámenes departamentales, por lo que a los alumnos les pareció más natural. Con respecto a las asesorías, su impartición era básicamente la misma dinámica que la llevada a cabo en las clases, en este aspecto lo que se resalta fueron los canales de comunicación por parte del departamento para continuar con los horarios propuestos por el Teaching Loading, y donde los alumnos se comunicaban a través de correo electrónico o de mensajería instantánea de Hang Outs para establecer horarios aparte de los institucionales, para continuar con el mayor esfuerzo la labor educativa.
Impacto emocional y lecciones aprendidas
De las cuestiones que no pueden establecerse una metodología calara para afrontar la problemática en la contingencia es el aspecto emocional de las clases. Los alumnos mostraron siempre la disponibilidad en las clases, pero fue evidente un desgaste gradual en su estado anímico a medida que el semestre se acercaba a su fin. La participación y preguntas fueron reduciéndose, y lo que en un inicio era un grupo más dispuesto a participar a través de las videollamadas se llegó a una cotidianeidad. Algunos de los alumnos, por otro lado, mostraron una disminución en el rendimiento, llegando a un evidente cansancio al final del semestre. Esto se puedo deber a la manera en que los departamentos solicitaban la realización de actividades que, en un entorno de universidad tradicional, supondrían válida, pero que en la contingencia resultaban exhaustivas. El desgaste en la preparación de las clases en línea se notaba también como profesor. Las clases requerían de nuevas maneras de preparación, adaptarse a las nuevas herramientas, por lo que se tuvo que realizar un doble esfuerzo, no sólo para adaptarse a las maneras de enseñar, sino también de encontrar las fórmulas adecuadas para transmitir el conocimiento vía las videollamadas y utilizar plataformas tal que fueran atractivas para los alumnos. Esto ocasionó en algunos momentos un sentimiento de ansiedad y frustración, aunado con un progresivo cansancio. Factores externos incrementaban este sentir, particularmente la incertidumbre laboral y familiar. Pero hay que recalcar que esto también ayudo a mostrar resiliencia y la capacidad que tenemos para afrontar nuevos retos y adaptarnos a situaciones adversas para anteponernos por nuestra labor educativa y nuestro compromiso con la UIA. Esta situación significo un cambio en varios aspectos en el paradigma de la docencia durante la contingencia. Fue un periodo de aprendizaje que dejara marcado las formas en las que se puede impartir una clase. Hay que señalar que estas herramientas digitales para la enseñanza existían previamente, pero es evidente que no todos les daban por demás importancia. La contingencia fue una catarsis que se puede aprovechar y sacar beneficio en aras de mejorar nuestros métodos de enseñanza. En el futuro próximo y el regreso a una nueva normalidad, todo lo aprendido en las herramientas computacionales aprendidas en este periodo de tiempo, compartirán junto con las clases tradicionales una nueva dinámica de enseñanza que sirva de parteaguas para promover y difundir el conocimiento más allá de las aulas físicas y nos permite migrar a una universidad privada más abierta e inclusiva.
Por Cheryl Davies Stocks
Grado: Maestría | Programa: Psicología
Entrando en la décima semana de confinamiento, respondo a la petición de la Universidad Iberoamericana de compartir mis experiencias personales durante este periodo. Mis reflexiones al respeto son conceptualmente diferentes, pero están estrechamente vinculadas con los fenómenos emocionales y conductuales que se están experimentando en este momento. Abarcan ideas y pensamientos con respeto al trabajo clínico psicológico y como el trabajo clínico posterior al confinamiento puede verse enriquecido por la experiencia.
Aclaro desde un inicio que no pretendo escribir un artículo académico con las referencias, notas de pie y bibliografía correspondientes. Me explayo con fundamento teórico mínimo, la metodología estricta no existe, no hay recopilación ni discusión de datos y las conclusiones se las elabora el propio lector. Ofrezco, más bien, una colección de pensamientos e ideas que se me han ido formulado en el transcurso de esta experiencia. Al parecer, el confinamiento está llegando paulatinamente a su fin y me permito compartir unas observaciones posteriores al evento de mis percepciones de lo que nos ha pasado a nivel personal, familiar, social y global.
La pandemia nos invadió de forma repentina e inesperada. No había tiempo para prepararnos. De un día para otro recibimos instrucciones de “quedarnos en casa” y, al presentarse la necesidad urgente de salir a la calle, las instrucciones incluían la toma de precauciones estrictas de higiene y protección. El contacto social fue minimizado y cualquier actividad fuera de la casa, de repente, fue fuertemente restringida. Nuestras vidas cambiaron. Nadie jamás había confrontado semejantes circunstancias.
El impacto inicial ante la pandemia y las limitaciones en nuestras vidas cotidianas me hizo pensar en el proceso terapéutico de la terapia familiar. Al inicio del trabajo terapéutico sistémico se identifica el lazo de retroalimentación negativa existente en la dinámica familiar. Esto se refiere a las cadenas de acción-reacción-acción que rigen en cualquier sistema – funcional o disfuncional. Las reglas implícitas y subyacentes de interacción y conducta, los roles de cada individuo, los subsistemas y los limites son todos factores esenciales para el mantenimiento de la homeostasis sistémica-familiar. Todos se exploran para formar hipótesis sobre la manera en que los elementos sistémicos contribuyen, primero como disparador de la conducta problemática y, segundo, en su mantenimiento. Enfatizo aquí que, por muy “disfuncional” que sea el sistema familiar, el lazo de retroalimentación negativa proporciona constancia, predictibilidad y un estatus quo definidor. Posterior a la identificación del estatus quo el terapeuta familiar decide la manera de procurar interrumpir la cadena de acción-reacción-acción. “Mete cuña” para detener la cadena y provocar una “crisis” en la cual todas las conductas, interacciones etc. anteriores habituales están sacudidas y la constancia bien conocida experimenta cambios sísmicos. Como consecuencia, y aludiendo a las propuestas de la Teoría General de Sistemas (von Bertallafy 1901-1972), la familia/sistema, manifiesta un lazo de retroalimentación positiva dentro de la cual muchas de las cadenas de acción-reacción-acción habituales están suspendidas. El resultado es un estado de confusión, angustia, aprehensión, y profunda preocupación. El estatus quo rutinario esta interrumpido. El siguiente paso en el proceso terapéutico es apoyar al sistema familiar a sobrellevar la crisis, en hacer ajustes ante una situación novedosa, ayudar a los miembros de la familia a activar o explorar recursos ya existentes y, finalmente, establecer un nuevo lazo de retroalimentación negativo donde la conducta problemática asume un papel menos central.
La razón de este preámbulo es sugerir que, a raíz de la apariencia repentina y brusca de la pandemia y su impacto en la vida personal, familiar y social, estamos experimentando nuestros propios lazos de retroalimentación positivo. Alguien o algo nos “metió cuña” en nuestras vidas cotidianas habituales. Nos ha sacudido. Entramos “en crisis”. Todo cambio. Nada es igual. Relatos personales y anécdotas sustentan los problemas emocionales provocados por esta crisis y la interrupción del estatus quo: angustia, incertidumbre, preocupación, enojo. ¡Como terapeuta familiar, me doy la impresión de que estoy viviendo “en carne propia” lo que llevo años instigando en las familias que piden ayuda psicológica!
Nuestro confinamiento forzado está entrando en su tercer mes. De alguna forma el trauma inicial ya paso y estamos entrando en una época de “nueva normalidad”. Se están estableciendo nuevas normas de trabajo, interacción social y conciencia cívica. Se puede concluir que, poco a poco se está emergiendo un nuevo lazo de retroalimentación negativo, un nuevo estatus quo. Con fundamentos en el proceso terapéutico familiar, se puede proponer que todos los elementos en las cadenas de acción-reacción-acción han experimentado cambios y ajustes significativos. Se han desaparecido o se han intensificado los patrones habituales en las interacciones familiares, los roles de cada uno y las reglas sistémicas anteriores. Ejemplos de estos ajustes varían desde los mundanos: el uso de la computadora familiar, el control remoto de la televisión, las tareas domésticas y las reglas de cercanía - distanciamiento, hasta los más trascendentes referentes al “home office” las clases escolares en línea y el convivio familiar. La intensidad resultante de vivir en familia, sin la oportunidad de escaparse, es una elevación del tono emocional que afecta a cada eslabón en las cadenas de interacción del sistema familiar. La pregunta ahora es si estos ajustes inevitables están permitiendo el establecimiento de un nuevo lazo de retroalimentación negativo satisfactorio y enriquecedor para el funcionamiento sistémico y cada uno de miembros de la familia. ¿Cómo es la “nueva normalidad” de la familia mexicana? ¿Funciona igual o ya se han logrado pequeños ajustes que van a dar una nueva percepción del funcionamiento familiar? (Se ha hablado en la prensa y los medios sociales del incremento en la violencia familiar durante este periodo. Faltan estudios cuantitativos todavía, y es un tema que va más allá de los propósitos del presente trabajo).
En el segundo apartado del artículo se hace referencia al manejo del estrés. Anécdotas abundan de la ansiedad provocada por el confinamiento repentino. Se escuchan preocupaciones profundas con respeto a la salud, la amenaza del contagio, el empleo, los recursos económicos, la educación de los niños y el futuro y abundan las especulaciones sobre cuanto durara la pandemia y en qué momento podremos salir de nuevo y retomar nuestras vidas “normales”. Una discusión de la angustia experimentada se fundamenta en la teoría de estrés propuesta por Hans Seyle (1907-1982). El Síndrome de Adaptación General propuesto por Seyle integra elementos psicológicos y fisiológicos. Postula que cualquier amenaza al bienestar del organismo conduce a una respuesta orgánica de tres fases. La primera fase, “Alarma”, implica una activación del sistema nervioso simpático. Se inunda el organismo de cortisol y adrenalina para confrontar la amenaza o el peligro inmediato (la respuesta de “luchar o huir”). Todos experimentamos esta sobrecarga fisiológica al inicio del confinamiento. Muchos han hablado de la inquietud, la intranquilidad, la interrupción en los patrones de sueño, los cambios en los habito alimenticios etc. Son ejemplos de la reacción ante la alarma repentina: nos pegó de forma dramática el lazo de retroalimentación positivo, la crisis nos impactó.
La segunda fase es la “Resistencia”. En este periodo el sistema nervioso parasimpático regresa a niveles aparentemente normales y el organismo parece calmado. Sin embargo, se nota que la glucosa, los niveles de cortisol y adrenalina mantienen niveles elevados. El sujeto sufre de palpitaciones, presión sanguínea elevada, niveles glucosa fuera de rangos normales y otras tendencias orgánicas relacionadas con el nerviosismo. El cuerpo se mantiene en una situación de alerta elevada. Propongo que esta segunda fase describe el momento cuando la población empezó a darse cuenta y entender la magnitud de la pandemia y los efectos severos y profundos que iba tener en su vida cotidiana. Se vio la necesidad de cambiar radicalmente o hasta eliminar las rutinas laborales, las rutinas en la educación y el cuidado de los niños, celebraciones y eventos sociales, proyectos a futuro, planes para viajar. El mundo había cambiado drásticamente y nadie podía ofrecer una indicación de cuando iba a acabar la emergencia. Se empiezan a realizar los ajustes conductuales necesarios, pero con sentimientos subyacentes y constantes de preocupación, desesperación, confusión, frustración y enojo. Asimismo, la fase se caracteriza por una vulnerabilidad ante cualquier estresor adicional que puede provocar una recaída o aumento en la tensión.
Seyle propone una tercera fase, el Agotamiento. Mi opinión es que es la fase en la cual nos encontramos en este momento. La mayoría de la población lleva casi tres meses de aislamiento. Se ha ajustado a las nuevas normas laborales, la familia ha adquirido su nueva rutina y se está hablando con cada vez mayor frecuencia de la apertura y la liberación de nuestro “encarcelamiento”. Los datos presentados indican que la pandemia está cobrando menos fuerza y que “pronto” se podrá regresar a una vida normal. Reina todavía la confusión y la preocupación del contagio potencial permanente y, al nivel gubernamental e institucional, los pasos hacia la liberación no son claros. Sin embargo, el mensaje es que tarde o temprano regresaremos a nuestras vidas en libertad. Opino que el agotamiento descrito por Seyle en esta fase final, tiene uno de dos posibles desenlaces, uno negativo y el segundo, positivo. El negativo abarca la posibilidad de que el organismo ya agoto sus recursos naturales en su lucha en contra del estresor y se vuelve vulnerable ante la enfermedad (no necesariamente relacionada con el covid-19). Aquí se puede incluir los problemas orgánicos cardiovasculares y problemas gastrointestinales. Sera interesante explorar la incidencia de estas condiciones post-pandemia. El agotamiento también se manifiesta a nivel psicológico-emocional. Se presenta una actitud de resignación ante el estresor prolongado que puede resultar en un estado de desamparo aprendido (Seligman, 1993), un estado en el cual el individuo empieza a creer que es incapaz de cambiar o controlar su situación y, como resultado, deja de hacer cualquier intento hacia una mejoría aun cuando se presenta la oportunidad. Tanto la apatía y la depresión como los ataques de ira son síntomas característicos de esta condición. Es alentador y significativo que, a nivel social, se ofrecen gran número de recursos a los cuales los ciudadanos pueden recurrir si ya agotaron sus estrategias para confrontar su crisis existencial.
El desenlace positivo del agotamiento presenta un cuadro muy distinto. Opino que, en vez de resignarse, el individuo ha logrado cierta reconciliación ante la situación. Reconoce que es una situación desagradable y muy preocupante, pero es pasajera. Demuestra una actitud optimista y ha activada de forma loable sus capacidades de reestructurar. En una palabra: Demuestra la Resiliencia. Espina dorsal de la Psicología Positiva, la resiliencia se define como la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y de adaptarse a situaciones inesperadas e inusuales. Se demuestra mediante una actitud constructiva y proactiva y es característica de las personas y familias que han logrado establecer un nuevo nivel de funcionamiento que les proporciona cierto nivel de satisfacción y bienestar a pesar de las enormes inquietudes, preocupaciones, aburrición y desafíos inherentes en la pandemia. De igual manera, estudios e investigaciones post-confinamiento nos proporcionaran datos y conclusiones que o corroboraran o refutaran esta hipótesis.
Como nota final personal, cuando reanudamos nuestras vidas, una pregunta esencial en mi trabajo terapéutico futuro será lo siguiente: “¿Cómo pasaste tus semanas de confinamiento involuntario?” La respuesta será interesante. Quizás, en lugar de descripciones detalladas de la desesperación, aburrimiento y la sensación de descontrol, hablaremos de los ajustes minuciosos y constructivos que se lograron para hacer la situación menos fastidiosa y de las fortalezas no-reconocidas que demostró el cliente en su aislamiento. Se dará la oportunidad de aplaudir y subrayar estos logros con el objetivo terapéutico de reactivarlos y aprovecharlos de nuevo para confrontar la situación problemática por la cual la persona acude a terapia. Sera una herramienta terapéutica muy valiosa recordar a la persona que su conducta, sus recursos personales y la forma en que respondió a la crisis comprueban que no es tan débil ni tan desamparada como pensaba.
Por Heidi Fritz Macías
Grado: Licenciatura | Programa: Pedagogía
La experiencia vivida durante la contingencia epidemiológica tiene un carácter especial por tratarse de un curso iniciado con únicamente dos estudiantes en lista y para realizarse “por asesoría” y terminar con una sola estudiante de forma remota; por eso lo considero distinto a lo que comúnmente sucede con otros grupos más numerosos en la Ibero.
Iniciando el semestre se negoció con las alumnas y la coordinación respectiva una modalidad semi-presencial, de manera que los lunes nos reuniéramos las tres para el intercambio de ideas y puntos de vista llevando a cabo sesiones participativas y activas para abordar los distintos contenidos previamente revisados. Los días jueves trabajaríamos a través de la plataforma de Brightspace con videos, lecturas, investigaciones, entrevistas y diversos materiales para presentarse en pareja durante las sesiones presenciales favoreciendo la creatividad y el pensamiento crítico en los procesos de aprendizaje presenciales.
Establecer este breve contexto en el que inician las clases facilitará el desarrollo del texto que da paso a las respuestas de las tres preguntas que motivaron este ejercicio consistente en compartir experiencias docentes ante el momento histórico que experimentamos y que ha brindado oportunidades únicas para todos con situaciones muy particulares y en muchos casos extraordinarias para cada persona.
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
El reto consistió en la adaptación inmediata a la modalidad virtual principalmente de las actividades pensadas con antelación al inicio del semestre para realizarse en espacios reales y puesta en práctica de los conocimientos teóricos adquiridos.
Lo primero fue contactar a las estudiantes y conocer cómo se encontraban y la situación personal y familiar de ellas. En estos momentos, sabiendo que la alumna estaba con una situación emocional estable nos pudimos enfocar a establecer acuerdos para la nueva dinámica de las clases, manteniendo el horario y el esquema de evaluación. Los ajustes vendrían en la parte práctica de la planeación. Obviamente los objetivos de aprendizaje se mantendrían sin cambio al reconocer que eran viables y alcanzables. El ajuste estaba precisamente en la conducción del curso y las aportaciones de las alumnas. Lo primero que noté durante el proceso de adecuación fue la ausencia de respuesta de una de las alumnas; por ningún medio logré tener comunicación con ella, así que di aviso a la coordinación para que investigaran sus circunstancias y que era evidente su baja de la materia. La otra alumna, siempre entusiasta y comprometida, asumió su posición de alumna única; lo que implicaba una desventaja tanto afectiva como de falta de intercambio experiencial entre pares. Entre los nuevos acuerdos fueron el que yo iba a actuar colaborativamente con ella en el desarrollo de la práctica profesional.
A la hora se iniciar las videoclases, una vez compartido por la plataforma de Brightspace la información de continuar vía zoom, aparecieron las deficiencias de mi persona ante la falta de conocimientos sobre herramientas de enseñanza dinámicas y adecuadas para la modalidad e-leraning. Maravillosamente la DEAMeT inició una serie pertinente y variada de webinars para docentes, así que estuve inscrita y continúo aprendiendo con cada uno de ellos distintas opciones y diversidad de recursos disponibles.
Así quedando una estudiante y yo como compañeras del aula virtual seguimos trabajando en el diseño y elaboración de un instrumento de evaluación útil para la comunidad de Capletic.
¿Qué hice ante ese reto?
Cada sesión se inició con preguntas acerca de los sentimientos y experiencias personales y familiares. Siempre me encontré con una cara alegre y sonriente. Entonces adopté un rol para fungir tanto como facilitadora como parte del equipo en pareja para la realización de la etapa programada para realizar una práctica profesional en la que se pusieran en acción los conceptos y procesos visto durante la etapa teórica. Así la contingencia nos había llevado a la transformación del plan original consistente en brindar un curso-taller al personal que colabora en las dos cafeterías de Capeltic en la Ibero para adaptarnos a la contra-propuesta de ellos. La contrapropuesta implicaba diseñar y elaborar un instrumento de evaluación que pudiera dar cuenta de dos aspectos en sus colaboradores: el crecimiento personal de cada uno de ellos y su nivel de formación para una adecuada realización de su trabajo. No hubo posibilidad de recabar insumos de datos para desarrollar un producto a la medida, pero sí algo general que fuera de utilidad.
No consideré justo que la alumna tuviera ella sola la responsabilidad en la realización de este proyecto, así que participé con ella rebotando ideas y trabajando colaborativamente en el desarrollo del producto a entregar. Aquí apareció una nueva incógnita: ¿cómo ser juez y parte de un proyecto? Cuando sentí que perdía objetividad para poder brindar una adecuada retroalimentación del producto final y aún más complicado otorgarle una calificación justa se me ocurrió recurrir tanto a una colega, como a la coordinadora para obtener una visión y retroalimentación objetiva y con una mirada fresca de esta entrega.
Así fue como se pudo contribuir a tener una visión más amplia y darle un toque de mejora al producto, el cual fue enviado para su utilización en Capeltic, quienes lo agradecieron y quedaron interesados en seguir trabajando colaborativamente con otros alumnos de Pedagogía y/o Psicología más adelante.
¿Qué aprendí de la experiencia?
Las sesiones se convirtieron en un diálogo sobre investigación actual, recapitulación de temas previamente vistos, la consideración de diversos puntos de vita y la práctica de los nuevos aprendizajes relacionados con el uso de Genially, Padlet, Mentimeter y Kahoot, lo que enriqueció el trabajo y lo hizo más divertido. Aprendí que un docente siempre se beneficia de las experiencias en cada una de sus vivencias docentes, pero que se puede y se requiere ser flexible y horizontal para sacar adelante el propósito de aplicar a la práctica los conocimientos construidos activa y participativamente; que motivándome pude contagiar motivación en los otro; que pueden suceder vicisitudes en cada momento pero que hay que tenert como faro de referencia siempre el bienestar y desarrollo de cada alumno.
Aprendí cuantas herramientas existen y lo dinámica que puede ser una sesión virtual. Estuve participando en varios seminarios para obtener más información de estrategias docente adecuadas para enfrentar situaciones diversas y prepararme para el curso de verano. Conocí el medidor emocional para identificar en qué condiciones de estado de ánimo se encuentran mis estudiantes. A partir de ahora utilizaré esta herramienta que sirve para favorecer la transformación de emociones por medio de nuevas elecciones hacia estados más agradables que faciliten concentración y el mismo interés por el aprendizaje.
El programa de educación emocional Ruler fue creado por el Centro para la Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale. Su fundador es doctor Marc Brackett, quien lo describió a detalle y lo recomendó para los docentes fue el Dr. John Pellitteri durante un seminario muy interesante y útil y de ahí desarrollé búsquedas para profundizar más en el tema. Lo muestro aquí como un recurso que estaré ocupando durante el verano para apoyar a quienes lo puedan requerir. Este medidor emocional explica en qué posición se encuentra alguien y como puede elegir moverse en este “tablero” hacia un mayor estado de bienestar.
En la vida sucede igual, el camino se va haciendo en la medida que se da cada paso, el camino previsto puede sufrir cambios diversos y eso brinda nuevas experiencias y la posibilidad de tener una mente más abierta. En este caso ampliar el uso de la tecnología para el aprendizaje, pero más allá de ello el contribuir a que el alumno se sienta apoyado y motivado en desarrollar sus intereses, sus ideas y que su esfuerzo tenga una feliz consecución. Eso es lo valioso de la experiencia.
Las transiciones requieren un proceso y tiempo de adaptación, también de una actitud abierta y optimista y cuando no lo hay se genera estrés donde se pierde la alegría por la novedad y por la vida.
Aprovecho este espacio para agradecer el valioso apoyo que la Ibero nos ha brindado a través de sus distintas instancias como son la DEAMeT con tantos y variados webinars, el Departamento de Educación con sus seminarios quincenales y guías para transitar al aula virtual, la documentación de los diversos apoyos didácticos, encuestas y resultados compartidos por la DSFI, Recursos Humanos por sus cápsulas de aliento y el apoyo contante de la vicerrectoría y a cada uno de los miembros de esta maravillosa institución que es nuestra Ibero.
Referencia
Pellitteri, J., Stern, R., Shelton, C. & Muller-Ackerman, B. (2006). Emotionally Intelligent School Counseling. Ney York: Routledge.
Por Emiliano González Lozada
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño industrial
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Tengo cuarenta y tres años, y los últimos doce he sido docente en la IBERO CDMX; por mi edad podría caer en el error de creer que el reto más complejo alrededor de transformar mi clase para que fuera cien por ciento funcional a distancia, era aprender a usar cabalmente las nuevas herramientas tecnológicas, tanto las públicas como las internas de nuestra universidad, pero no fue así. Descubrí que una de las razones que me convierten en buen profesor (lo dicen mis propios alumnos, no yo) es que me preocupo por saber si mis alumnos están “bien”. Parte de mi rutina en clase es ver sus caras, su actitud, su postura, su ropa, sus apuntes, como conviven entre ellos, y con todo eso tratar de entender cómo se sienten; gracias a fijarme en estas cosas he ayudado a alumnos en situaciones más allá de los problemas normales de la materia, para mí a veces es más importante descubrir que una alumna está triste y que probablemente tiene problemas personales serios, que ver si entrega todas sus tareas a tiempo.
Y esto se pierde con la virtualidad, los alumnos y también nosotros, ponemos nuestra mejor cara ante la cámara, y al final, regresamos a nuestras preocupaciones que no queremos compartir frente a la pantalla, se hace muy difícil como maestro saber cómo se sienten nuestros alumnos viéndolos a distancia, más allá de si entregan a tiempo sus deberes.
Solucionar este problema es el reto más grande para mí.
¿Qué hice ante ese reto?
Recordé mis sesiones con el psicólogo cuando era niño y su metodología: la primera parte de la sesión era escucharla y que ella me escuchara, posteriormente me dejaba dibujar y jugar, y al final me daba una tarjetita con las anotaciones de lo que habíamos hecho en la sesión para que mis padres y yo la pudiéramos leer y recordar cuando quisiéramos.
A ello le sumé la metodología de educación continua a distancia para docentes de nuestra universidad, en donde cada día se suben sesiones, siempre hay un foro abierto para dudas y se tiene una fecha límite para cumplir con lo que se pide. Es importante subrayar que la clase a distancia en vivo, como se aplicó a los estudiantes en este final de semestre no es una metodología que se utiliza en la educación a distancia para docentes, es algo nuevo.
Mi metodología fue grabar con antelación cada sesión, abrí una página en YouTube (anexo un link a una de las sesiones) , y programaba que el video se activara a la hora de mi clase, gracias a esto me ahorré todo el tiempo que se pierde cuando se da la clase en vivo ( TEAMS, ZOOM, MEET) por problemas técnicos como: pérdida de señal, de audio, de video, alumnos que llegan tarde o no llegan, problemas de conectividad, etcétera, errores que rompen la clase y crean distracción en los alumnos y el maestro mismo. También gracias a que mi clase queda grabada, los alumnos (y yo) pueden revisar la sesión cuántas veces quieran, se convierte en un apunte digital. Al final concentro la otra sección de mi clase para que quien tenga dudas o quiera platicar conmigo se acerque, lo hago en una sesión grupal y también les doy permiso de comunicarse de forma privada, y aunque no se soluciona por completo el problema del que hablo en este escrito, si se recupera un poco lo perdido y sentí que volví a tener una comunicación personal con algunos de mis alumnos.
¿Qué aprendí de la experiencia?
Como todos, creo que aprendimos que las clases virtuales y a distancia llegaron para quedarse, que debemos trabajar muchísimo para que tengan el mismo nivel de alto desempeño que las clases presenciales, y más en una universidad privada donde lo otorgado a nivel docente siempre será puesto en balance con la colegiatura. Aprendí que hay clases que podrían darse de forma virtual siempre sin problemas y que hay clases que simplemente nunca se podrá, que facultades como la de Diseño (con las carreras de diseño industrial, gráfico, de moda, interactivo y textil) no pueden ser virtuales al cien por ciento hoy ni nunca.
Aprendí que la IBERO llevaba muchos años preparando a sus docentes, administrativos y alumnos en servicios virtuales y fue gracias a eso que esta situación tan surreal no nos atrapó desarmados, lo que nos hubiera llevado a un problema a nivel organizacional y docente en verdad desastroso. De antemano sé que nos falta mucho por aprender, pero creo que vamos en buen camino, estoy seguro de que saldremos fortalecidos y estos tiempos nos ayudarán a redoblar los esfuerzos en la educación virtual para las nuevas generaciones de maestros, administrativos y alumnos.
Por Eduardo Tanimoto Licona
Grado: Licenciatura | Programa: Departamento de Diseño Industrial
El modelo tradicional de exposición en el que nos podemos situar en el frente del salón, visualizando a todos los alumnos, sentir esa proximidad de calor humano, con un movimiento constante y un pizarrón de apoyo, repentinamente se esfumó, la cotidianidad de un proceso que hemos repetido durante varios años, aun incorporando algunas variantes que los avances tecnológicos nos permiten, no deja de tener una base sólida que la presencia nos da. De la convivencia a una distancia necesaria fue un cambio abrupto y primer obstáculo que habría que librar en esos primeros días de contingencia.
La segunda tarea era construir un ambiente de concentración y confianza en un periodo disruptivo, apoyándonos en herramientas virtuales y una estricta convicción de salir adelante, esto se podía crear en base a la creatividad.
Al inicio fue reflexionar sobre una base de informaciones precedentes para formular soluciones.
El tiempo y duración del resguardo era y sigue siendo incierto, por lo que habría que reestructurar un plan de trabajo establecido previamente al inicio del semestre.
Se eliminó un proyecto corto para darle importancia a una entrega final sólida y completa.
Existen varios ejercicios que podemos aplicar, sin embargo, las técnicas pueden no ser idóneas, el conjunto de conocimientos y asociaciones de ideas crean el resultado que deseamos. Tener las herramientas necesarias en el momento justo nos permite resolver el problema de una forma adecuada. Habría que acotar en tiempo y poner a trabajar nuestra imaginación para incorporar elementos poco comunes.
La duración y distancia para adquirir materiales para la construcción de prototipos eran mucho más largas que las que acostumbrábamos, esto por la necesidad de pedirlos a compañías de venta en línea y su envío por paquetería.
La educación en línea no es algo nuevo, surge a partir de un diálogo didáctico, el cual está mediado por la participación del docente y el estudiante, quienes se ubican en un espacio físico diferente y usan como medio para comunicarse las nuevas herramientas tecnológicas para que su aprender sea de forma flexible, independiente y colaborativa. (García Aretio, 2001). En el 2002 la UNESCO estableció iniciativas que apoyaban el aprendizaje abierto y a distancia, por medio de una novedosa herramienta llamada internet.
Las múltiples plataformas de comunicación digital nos permitieron escoger la que a nuestro parecer sería la más adecuada, en un principio la dificultad radicaba en el tiempo insuficiente para la inducción.
La universidad por su parte nos dio apoyo desde el inicio de la contingencia, ofreciéndonos varias opciones de comunicación digital y cursos de capacitación, a través de la Dirección de Enseñanza y Aprendizaje Mediados por Tecnologías. Por medio de ellos pudimos extender la duración de sesiones en la plataforma más popular que es Zoom, de 40 minutos al tiempo de duración completo de clase, que en mi caso es de 3 horas.
El trabajo se multiplicó, ya que al estar en contacto permanente con los alumnos por aplicaciones de sus dispositivos las dudas eran a todas horas. En clase las asesorías se volvieron mucho más largas y difícilmente se acababa en el tiempo destinado a la materia. La recompensa fue el dar retroalimentaciones muy completas y como resultado entregas finales bastante buenas manteniendo el nivel de calidad académica que se ha tenido en clases presenciales.
El apoyo que se les dio a los alumnos no finalizó en la enseñanza, sino que era de constante empuje anímico, comprendiendo la etapa por la que están pasando. No solo su vida social cuartada tan importante a esas edades, sino de probables problemas familiares.
En cuanto a las clases implemente asesorías personalizadas, apertura a preguntas a todas horas y elaboré videos explicativos de algunas técnicas de bocetaje.
El reto fue superado con creces y la satisfacción es grande, esta situación que nos agobia fuera completamente de contexto nos trae grandes enseñanzas. La educación a distancia es bastante viable manteniendo alto nivel de calidad, la comunicación es más amplia, la atención del alumno es mayor y por lo tanto las dudas se resuelven con mayor eficiencia, la creatividad explicativa por parte del alumno se desarrolla en gran medida y los ejemplos digitales se tienen de manera inmediata.
Finalizando, es necesario tener estrategias para casos de emergencia por fenómenos como el que vivimos, establecer programas de educación a distancia y constante capacitación tecnológica. Hay que estar preparados para todo, esperando de corazón que esto no se vuelva a repetir.
Por Raúl de Jesús Ramírez Vera
Grado: Licenciatura | Programa: Derecho
“De qué sirve el precio en la mano del necio
para comprar sabiduría, no teniendo entendimiento?”
Proverbios 17:16
Salomón.
¿CUÁL FUE EL RETO A ENFRENTAR?
El principal reto que enfrente como docente, es el lograr concientizar a los alumnos de la situación que estamos viviendo, evitar que el pánico los sacara del enfoque, que nos actualizáramos en los diversos medios tecnológicos para que las sesiones cumplieran con el propósito que buscamos en la transmisión del conocimiento, pero en este caso en particular concientizar a los alumnos de la importancia de su participación, tanto en la investigación, como en el proceso reflexivo y objetivo de las diversas corrientes del pensamiento, desde el origen del Covid 19, su efecto (en todos los ámbitos) y el nuevo orden mundial.
¿QUÉ HICE ANTE ESTE RETO?
Lo primero que hice es visualizar la situación como se estaba presentando en el mundo, documentarme acerca del tema y las medidas emitidas por mi coordinación, y así establecer las necesarias para poder adaptarme al cambio del proceso de enseñanza aprendizaje que de carácter presencial se convirtió en uno de forma virtual.
Para estar actualizado, en cuanto al uso de las diversas plataformas y recursos electrónicos, pues fue necesario tomar tutoriales y cursos que de manera práctica fueron impartiendo en la universidad. Tales como el uso de Brightspace, de las sesiones grupales en Team o en Zoom, la forma de realizar exámenes en línea, la búsqueda de la información en la Biblioteca virtual, en fin, muchas cosas que se relacionan con la transmisión del conocimiento por vías electrónicas.
Se establecieron medidas inmediatas para que los alumnos no perdieran ni una clase, hasta en el caso de los alumnos que por desconocimiento técnico perdieron una sesión, se les repuso con la intención de que no fueran afectados por la contingencia.
De igual forma promoví la participación activa de los alumnos, aplicando el sistema del aula invertida, en donde ellos compartieran parte de los temas que fueron acordados y que debían de investigar en casa, enriquecido con las aportaciones de cada uno y la explicación docente, hizo que cada sesión fuera interesante y con un enfoque más crítico y reflexivo.
¿QUÉ APRENDÍ DE LA EXPERIENCIA?
La experiencia que estamos viviendo como sociedad a nivel mundial, me dejó grandes aspectos reflexivos, así como habilidades tecnológicas y de investigación virtual que me funcionan y funcionarán en un futuro en el proceso enseñanza aprendizaje jurídico.
A) COMO REFLEXIÓN:
B) COMO APRENDIZAJE DOCENTE Y/O ACTUALIZACIÓN TECNOLÓGICA.
Por Ana Laura Morales Rosas
Grado: Licenciatura | Programa: Psicología
Todo empezó como un sueño, primero escuchamos las noticias de lo que esta pandemia estaba haciendo en otras partes del mundo, parecía lejano a nosotros, impersonal. Pero finalmente nos alcanzó, marzo fue el mes en dónde nos dimos cuenta de que no éramos inmunes ni inalcanzables.
Fue así como fuimos informados que tendríamos que continuar nuestra labor docente a distancia, después del día de descanso del 16 de marzo. La coordinadora de prácticas del Departamento de Psicología nos estuvo informando en días previos lo que podría suceder, este contacto fue vital para bajar nuestra ansiedad e incertidumbre acerca de qué haríamos para enfrentar el nuevo reto de trabajar a distancia.
Este grupo que se formó en Whatsapp fue una fuente de apoyo constante entre los supervisores. Ahí nos recomendaron utilizar la plataforma de Zoom, la cual yo no conocía. El reto en ese momento fue informarme cómo se utiliza y avisarles a mis alumnos que a partir del 17 de marzo nos conectaríamos a través de dicha plataforma. Afortunadamente yo siempre abro un chat de mis grupos en Whatsapp para estar informados, en donde pongo ciertos lineamientos de uso, esto me ayudo a mantenerme en constante comunicación con mis alumnos.
Lo primero que tuve que hacer, fue familiarizarme con esta plataforma y su uso, incluso practiqué con mi hija, para que ella se conectara y yo “practicara” como sería dar clases de esta nueva forma, fue divertido e interesante, finalmente, logré sentirme segura para poder iniciar esta nueva etapa en mi experiencia docente: clases en línea.
Al principio fue un poco complicado, porque no conocíamos bien la plataforma, luego nos sacaba a los 40 minutos, por lo que opte por comprar un plan mensual para poder tener clases ininterrumpidas, lo cual mejoro bastante. También tuve que mejorar la calidad del Internet en mi casa, pues también mi hija está trabajando desde casa, por lo que tuve que adquirir una red nube para aumentar mi Internet.
La segunda semana, fluyó mucho mejor, tenía dos grupos: uno de 9 a 11 y otro de 11 a 13 hrs. Procuraba terminar 15 minutos antes la clase para que todos tuviéramos tiempo de despejarnos de la pantalla, antes de iniciar la siguiente clase, eso funcionó muy bien.
Procuraba preguntarles al inicio de clases en lo que se conectaban todos los alumnos, cómo se iban sintiendo en las clases virtuales, que situaciones les costaba más trabajo, y cuales se les hacían más fáciles, como una forma de ir observando cómo se iban sintiendo.
Después empezaron a mandar memes o videos de clases en línea, y eso ayudaba a que nos burláramos de nosotros mismos y nos riéramos un rato. Sin embargo, el 31 de Marzo, que se mandó el comunicado de que el semestre terminaría en línea, creo que los ánimos empezaron a decaer, se sintieron muy frustrados, sobre todo mi grupo de práctica pues ya no podrían regresar a terminar la intervención que estábamos realizando en un asilo.
En ese momento fue preciso darles mucha contención, y alentarlos a que no se adelantarán ni fueran fatalistas, que fuéramos día a día sorteando las cosas que se nos presentaban. Eso lxs tranquilizó bastante, y se sintieron apoyadxs. El chat de grupo, por momentos se cambió a chat personal en donde tenía que atender las necesidades individuales de algunos alumnos, sin embargo, he de decir, que no pesó hacerlo y lo hacía con gusto, aunque sé que quizá debí poner más límites en este aspecto.
Podría decir, que el regreso de las vacaciones de semana santa, fue un parte aguas en la motivación de los alumnos, de entrada observe en una materia, que muchos ya no prendían su cámara, en mi grupo de práctica, tuve una alumna solamente que no lo hacía, por lo que después de la primera clase posterior a semana santa, los inste a que prendieran su cámara, y les explique de la importancia de mantener una rutina, como la que tenían cuando iban a clases, levantarse, bañarse, desayunar, etc. Y conectarse en un lugar libre de distracciones. Por lo que les pedí que tuvieran sus cámaras encendidas, porque yo podía mantener contacto con ellos al estarlos observando.
Esto ayudó mucho, pues todos accedieron a hacerlo. Paralelo a esto, fue muy importante, continuar el sondeo de cómo se iban sintiendo, lo que me hizo seguir implementando estrategias para mantener su motivación y atención.
Algunas de las estrategias, que normalmente hago de manera de presencial, fue necesario adaptarlas a lo virtual; por ejemplo en ocasiones les pido que por equipos expongan partes de la lectura, que siempre les dejo para la siguiente clase, en esta ocasión lo que les pedí fue que por equipos, expusieran esa parte, lo que significó que tenían que ponerse de acuerdo entre ellos, fuera del tiempo de clase; asi mismo, se les pidió realizaran infografías de ciertos temas para exponer delante del grupo.
En ocasiones utilicé juegos como Kahoot, Jopardy, serpientes y escaleras, en donde les hacía preguntas del tema revisado, a veces de manera individual, en otras de manera grupal, en donde les ofrecía algún tipo de premio (décimas en algún trabajo) lo que los mantenía atentos y entretenidos. Esto fue muy divertido y gratificante, para la mayoría de los alumnos y en especial para mí.
Hicimos discusión de casos y lecturas, lo que me importaba, era mantener a la mayor parte de los alumnos participando, cuando alguno no lo hacía, en ocasiones les preguntaba directamente a los alumnos que menos participaban.
Al irse acercando el final de semestre, la carga de trabajo empezó a incrementarse, lo que obviamente, generó gran ansiedad y estrés en los alumnos, quienes solicitaron algunos cambios en las entregas de trabajos. En este punto, fue de vital importancia ser flexible pero firme, es decir, tratar de hacer pequeños cambios: si era entrega individual, ahora sería grupal, y la fecha de entrega de alguna tarea.
Considera que esto los hizo sentir entendidos y en general respondieron bien, a las exigencias propias de fin de semestre. Incluso podría afirmar que su cumplimiento y desempeño mejoro en los dos grupos, todos entregaron sus trabajos vía mail en tiempo y forma, se procuró devolverles la retroalimentación de sus trabajos, lo más pronto posible, también vía mail. Lo anterior ayudaba a que sintieran que lo que estaban haciendo era visto y retroalimentado, por lo que podían hacer los cambios pertinentes antes de las entregas finales.
Les pedí pudieran darme una retroalimentación (que siempre hago al final del semestre) pues es una manera de ir mejorando mis cursos pues me han dado buenas sugerencias que he implementado. Algunos no me la devolvieron, pero la mayoría de los alumnos, se tomó el tiempo de darme una retroalimentación.
Al final del semestre, se hizo una reunión grupal, normalmente suelo hacer una dinámica de cierre, que se hizo con sus limitaciones, les agradecí su participación pese a la dificultad que para todos estaba siendo el confinamiento. Finalmente, fui dándole uno a uno su calificación, les hice el desglose de los porcentajes planteados al inicio de semestre y se los proyectaba en Zoom y se los explicaba. Al final les daba una pequeña retroalimentación y les agradecía su participación.
¿Qué aprendí de esta experiencia?, pues que en esta vida nuestras “certezas” no dependen de nosotros, que tenemos que adaptarnos rápidamente a los cambios que se nos presentan y nos obligan a seguir con nuestra vida cotidiana, haciéndola en este caso de manera diferente.
También aprendí que llevar una rutina es indispensable en el confinamiento para darle una estructura a tú vida, diferente a la que llevabas cuando salías a trabajar. Que la colaboración de todos es indispensable, incluso en mi propia familia, fue importante implementar, espacios y tiempos para todos, así como respeto a sus necesidades.
Que es importante estar sondeando los sentimientos y emociones de mis alumnos, preguntarles cómo se van sintiendo, eso fue clave para que se sintieran cómodos y comprendidos por la profesora.
Y evidentemente que tengo que seguir capacitándome en lo tecnológico pues lo tuve que improvisar, y evidentemente existen muchas herramientas que me serían de utilidad en cursos en línea.
Agradezco también que esta situación de contingencia me hizo darme cuenta, que tengo una buena capacidad de adaptación, que tomo las cosas con calma, y que eso generó tranquilidad tanto a mis alumnos como a mi familia, y que también he ganado cosas con esta pandemia, como: estar con mi familia y poder platicar, jugar, divertirnos, cocinar, cosas que no hacíamos en nuestra rutina anterior.
ANEXOS:
1. JUEGO DE SERPIENTES Y ESCALERAS: Se proyectó esta imagen en el grupo, se hicieron equipos, que elegían alguna imagen. Se hacían preguntas relativas al tema discutido, que, si contestaban bien, se lanzaba un dado virtual y avanzaban hasta llegar a la meta.
2. JOPARDY: Al igual que el anterior se hacían equipos que tenían que elegir una cantidad y se les hacía una pregunta.
3. VIDEO PRÁCTICA: Este video lo proyecte al grupo el último día de clases, para dar cierre al curso y la práctica.
Por Gibrán Dosal del Alizal
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura
PROYECTOS II
Breve ubicación y caracterización de la materia:
Para el correcto proceso de enseñanza- aprendizaje, la Licenciatura en Arquitectura está estructurada en 7 ciclos o áreas: Proyectos, Construcción, Expresión, Diseño Asistido por Computadora, Diseño Ambiental y Teoría e Historia.
La materia de PROYECTOS II se ubica en un área cuya finalidad es desarrollar en el alumno sobre todo capacidad de síntesis para resolver de manera eficaz y eficiente los problemas espaciales complejos que conlleva el habitar humano, por medio de la movilización de los recursos de todas las demás áreas del conocimiento planteadas dentro de la estructura curricular. De lo anterior se deriva que esta materia constata en gran medida si el desarrollo de las competencias tanto genéricas de la Universidad como específicas de la profesión se están cumpliendo a cabalidad.
La acción de proyectar requiere invariablemente una estructura de pensamiento complejo y sistémico, en el que el problema a resolver tiene que ser abordado como un sistema recursivo comprendido dentro de estructuras sistémicas mayores (entorno, ecosistema, marco legal etc.) y a la vez contiene sistemas menores (instalaciones, estructura, función, estética… usuarios, etc.) y simultaneo, es decir, no se presenta como realidades separadas sino como una sola entidad con distintos ámbitos de exploración y solución.
De cierto modo podemos decir que los siete ciclos en su totalidad son reflejo del necesario enfoque reduccionista para llegar afondo en cada ámbito del conocimiento, pero el Área de Proyectos es la praxis del enfoque holista, sin el cual no podemos dar respuesta pertinente a las problemáticas complejas que se nos presentan.
El lenguaje para dar solución a dichas problemáticas es oral, es escrito, es matemático y geométrico, es plástico (texturas, colores, etc.) es gráfico (se requiere del dibujo como herramienta de comunicación básica) y tridimensional; maquetas ya sean físicas o virtuales para comprobar (laboratorio y taller) si nuestros supuestos de diseño son correctos.
Ninguno de estos lenguajes puede ser operado a cabalidad si el alumno no desarrolla correctamente la habilidad de proyectar, es decir, crear una imagen intangible y plasmarla materialmente con el uso de diversas técnicas de expresión y comunicarlas de manera asertiva por medio de los lenguajes arriba mencionados.
La acción de proyectar visualizando la potencial solución al problema es la semilla, es la palabra, es la idea, es la imagen primaria que surge en la mente del creativo. Es UNIDIMENSIONAL.
La acción de proyectar plasmando en conceptos gráficos o escritos, en apuntes perspectivos o en planos dichas soluciones, es dar paso a lo BIDIMENSIONAL. Aquí el proyectar también es diseñar (llevar al máximo detalle aquello inicialmente visualizado).
La acción de proyectar elevando volúmenes exploratorios y definitorios (maquetas de proceso y finales) que corresponden fielmente a lo plasmado en los planos a detalle, es el paso previo para impactar el entorno por medio de la construcción (concreción de la idea) alcanzando así la TRIDIMENSIONALIDAD.
Se podría decir pues, que proyectar es el camino que sigue lo creativo para transitar de lo etéreo a lo concreto, a lo situado, a aquello que ya pertenece a un lugar.
La materia de PROYECTOS II aborda como eje principal precisamente ese lugar donde la arquitectura existe físicamente y se le denomina SITIO. Proyectos I aborda los aspectos sobre el ¿qué? y el ¿cómo? de manera muy básica, mientras que PROYECTOS II aborda el ¿dónde?
De ahí que la materia se estructura en tres tiempos: a) Análisis de Sitio, b) Plan Maestro (ambas fases contemplan trabajo en equipo) y c) Proyecto individual.
La CONTINGENCIA POR COVID 19 nos alcanza cuando inicia la etapa de proyecto individual donde tenemos que empezar a dar seguimiento puntual a cada alumno.
Respecto a las preguntas eje de este documento se puede decir lo siguiente:
¿CUÁL FUE EL RETO A ENFRENTAR?
El primer gran reto fue subdividir el mismo en los retos que derivan de las condiciones cambiantes a las que nos enfrentamos de manera intempestiva.
Decir intempestivo cuando meses antes observábamos lo que ocurría en Asia o en Europa siempre sintiendo lejana esta situación, es para nosotros, lo más honesto.
Dichos retos fueron:
1.- Evitar la interrupción del curso y mantener el ritmo que se llevaba.
2.- Conocer y manejar las herramientas y plataformas digitales eligiendo aquella que más conviniera de acuerdo con los objetivos de la materia.
3.- Mantener en la medida de lo posible los alcances de la materia apegándonos a lo previsto en el programa.
4.- Mantener a los alumnos entusiasmados y comprometidos con su propio aprendizaje.
5.- Dedicar de manera equitativa tiempos de corrección y asesoría a todos los alumnos por igual y a la vez dar seguimiento puntual a aquellos que en algún momento presentaron rezago.
6.- Transitar del rol tradicional del docente al de facilitador/formador por medio del empoderamiento del alumno, fomentando en él el desarrollo de gestión de sus recursos y asunción de sus capacidades.
¿QUÉ HICE ANTE ESE RETO?
Todas las acciones descritas fueron desarrolladas tanto por mi mancuerna docente como por un servidor, en algunos casos el primer paso lo dio ella y en otros fui yo, al final trabajamos de manera coordinada, sincrónica, sinérgica y cohesionada a la distancia.
1.- Evitar la interrupción del curso y mantener el ritmo que se llevaba.
Actuar rápidamente comprendiendo que no podíamos ceder espacio al desconcierto. De esa manera, una vez que se nos avisa durante el puente de marzo que tentativamente ya no regresarían los alumnos a las aulas durante la semana del 16 al 20 de marzo, el miércoles 18 damos nuestra primera clase en línea, logrando esto gracias al total apoyo del área de informática de la Universidad, en sí, el apoyo y seguimiento por parte de ellos fue presencial en mi cubículo, no retirándose sino hasta que la plataforma TEAMS ya tuviera activos y en línea a todos los alumnos de nuestro grupo.
En esa sesión se explicó que todo continuaba de acuerdo con lo previsto. La ventaja fue que ellos se encontraban en etapa de investigación de casos análogos a sus proyectos propuestos en la etapa anterior, lo cual facilitó que ellos no bajaran el ritmo.
Venía semana santa, iniciaban las correcciones individuales, de acuerdo con la descripción de la materia, proyectos es una clase teórico práctica, revisar proyecto es intervenir el plano o dar indicaciones puntuales de manera gráfica por parte del profesor. La modalidad a distancia hizo que las sesiones, si bien empezaban en punto, terminarán en ocasiones hasta tres horas después para poder revisar a todos. Lo anterior hizo que los alumnos propusieran (solicitaran asesorías de nuestra parte durante la semana de vacaciones).
El ritmo general se mantuvo durante el resto del semestre, con la salvedad de que, para evitar someter a estrés innecesario a los alumnos, se les permitió dedicar prácticamente el 100% del tiempo a otras materias la semana previa al fin de semestre, con la finalidad de que pudieran centrarse en nuestra materia la última semana cuya fecha de entrega se programó para el 13 de mayo.
2.- Conocer y manejar las herramientas y plataformas digitales eligiendo aquella que más conviniera de acuerdo con los objetivos de la materia.
Este reto vino de la mano del anterior, en este punto se recalca nuevamente el apoyo ofrecido por informática, con computadora en mano apoyaron en todo para entender las Plataformas TEAMS y ZOOM, decantándonos por la primera.
Operativamente, esta plataforma carece de una herramienta que permita dibujar a la distancia sobre las imágenes que los alumnos comparten en sus carpetas, sin embargo, ofrece un candado de seguridad muy importante.
Esta deficiencia se sustituyó con dibujos hechos a mano, sacando fotografías con el celular, mandando esa imagen al correo y una vez ya ahí, se compartía pantalla con los alumnos.
Este proceso es el que entre otras cosas alargó las sesiones. Pero a los alumnos les quedaba claro el mensaje que queríamos mandar.
Respecto a ZOOM también la conocimos y aprendimos a manejarla al ser la opción de otros cursos y materias que tomamos o impartimos en esta etapa, en ella si se puede trazar en pantalla, pero optamos por mantenernos en TEAMS dada la situación de las licencias de ZOOM y límite de tiempo que maneja la Universidad con esta plataforma.
Se empezó con el manejo experimental entre docentes de otra herramienta llamada Concept Board, sin embargo, no se implementó durante el semestre.
Otras herramientas empleadas con éxito fueron Google Earth, base de datos INEGI, etc.
3.- Mantener en la medida de lo posible los alcances de la materia apegándonos a lo previsto en el programa.
Mantener los alcances es sin duda uno de los retos más fuertes al que nos enfrentamos, no sólo por los aspectos técnicos y operativos que se presentaron, sino por los aspectos emocionales que sin duda han afectado de distintas maneras el desempaño de todos, la incertidumbre, el desconcierto, el estrés de cada hogar, es algo que definitivamente podría haber impactado de manera negativa el resultado del semestre.
Nosotros, al estar conscientes de ello, mostramos sutil empatía, paciencia, pero sobre todo entendimos que teníamos que estar al frente dando un ejemplo de resiliencia, compromiso y entrega que los alumnos tenían que percibir intuitivamente. Hubo un caso donde se le solicitó a un alumno relajarse, distraerse y dejar pendiente por un día completo el trabajo de la materia. Estando todos presentes en línea, se les explicó que hay que amar lo que uno hace, que cuando el entorno se presenta adverso, la creatividad puede ser trinchera y para ello debe uno experimentar paz interior.
Lo que permitió en gran medida cumplir los alcances fue que cada uno gestionó sus tiempos y sus estados internos, siempre atendiendo a la cita en clase, teniendo como resultado un clima ameno, respetuoso y con un nivel de asistencias prácticamente del 100%
Respecto a la maqueta, al estar cerradas las tiendas de materiales, ellos mismos se adelantaron se hicieron de lo necesario. Si bien la realización fue no tan limpia como si se hubiera llevado en taller, los alcances mostrados fueron realmente buenos.
Respecto a las fechas y alcances generales podemos decir que se lograron de manera general y satisfactoria.
4.- Mantener a los alumnos entusiasmados y comprometidos con su propio aprendizaje.
Aquí el fomento de la búsqueda de excelencia en la propia persona en aras del servicio a los demás fue un factor fundamental, así mismo la reafirmación de la vocación con amor descrito anteriormente ayudó mucho en este aspecto.
Así mismo los alumnos constataron que sus profesores son felices impartiendo clase, tratando de enseñar y divirtiéndose en el proceso, sobre todo algo que les ayuda, es constatar que si su profesor no domina algún tema sobre el que se le cuestiona, éste lo admite y se compromete a investigar para dar respuesta, mostrándole así al alumno que el proceso de aprendizaje es un continuo a través de toda la vida.
5.- Dedicar de manera equitativa tiempos de corrección y asesoría a todos los alumnos por igual y a la vez dar seguimiento puntual a aquellos que en algún momento presentaron rezago.
Este aspecto fue complicado, dadas las personalidades de los alumnos, algunos se repliegan, otros dan un paso al frente.
Si bien llevamos el registro de todas las correcciones, también es un hecho que este aspecto no se cumplió en su totalidad, podemos decir que hay alumnos que recibieron el doble de atención que otros, eso no significa que se haya desatendido a nadie, pero si sumamos las horas de asesoría extra clase, definitivamente si es un aspecto que se tendrá que mejorar.
Posiblemente poner un cronometro para revisiones forzándonos a nosotros como docente a administrar nuestros 180 minutos de clase también sea un ejemplo de gestión que nosotros tratamos de enseñar a los alumnos. Así mismo trabajar en los límites que debemos imponer a alumnos muy demandantes.
6.- Transitar del rol tradicional del docente al de facilitador/formador por medio del empoderamiento del alumno, fomentando en él el desarrollo de gestión de sus recursos y asunción de sus capacidades.
Se acompañó a los alumnos en el proceso, se les instó a creer en ellos, se les explicó que de alguna manera debido al aislamiento ahora más que nunca el balón estaba en su cancha, siempre hubo el compromiso de ellos, si por alguna causa el desempeño en equipo o individual bajaba, sólo se les instaba a portarse a la altura de ellos mismos. Acto seguido la situación se corregía. Se les recordaba que la Biblioteca FXC daba servicio a la distancia, que tenían fuentes diversas y que era su responsabilidad convertir la información en conocimiento aplicado.
En este sentido los resultados fueron enteramente satisfactorios.
¿QUÉ APRENDÍ DE LA EXPERIENCIA?
Aprendimos que se puede ser flexible, adaptable, que los caminos pueden variar, pero Roma se mantiene en su sitio.
Proyecto, perspectivas y fotografías: Rodrigo Jiménez. 2do.Semestre Licenciatura en Arquitectura
Proyecto e imágenes: Gonzalo Sales 2do.Semestre Licenciatura en Arquitectura.
Proyecto y fotografía: Anna Paola González 2do. Semestre Licenciatura en Arquitectura.
Por José Javier Sánchez Vázquez
Grado: Licenciatura | Programa: Derecho
Desde hace 25 años me desempeño como Profesor de Asignatura en el Departamento de Derecho impartiendo actualmente la materia de DERECHO DEL TRABAJO I, a alumnos de carreras disímbolas a Derecho, tengo alumnos que están cursando desde el tercero hasta el octavo semestre de las carreras de Administraciones y Contaduría, principalmente.
Esta nueva experiencia, en lo personal, ha sido muy enriquecedora, me permitió mantenerme actualizado en todos las aplicaciones e instrumentos electrónicos, aunque una de las razones de mi éxito en esta experiencia, es debido a que, nunca he permitido que las cortinas de imposibilidades que despliega la edad intervengan o me impidan el conocimiento de los adelantos tecnológicos; el estar en forma constante sobre la tecnología me permite entender y comprender a mis alumnos con mucha mas sencillez, hablar su mismo idioma y poder colocarme en un nivel donde el joven se siente confortable y con confianza.
¿Cuál fue el reto al enfrentar?
¿Qué hice ante ese reto?
Trataré de dar respuesta a estas dos interrogantes ya que explicando cuál fue el reto a enfrentar ira incluida en la respuesta lo que hice para solucionar ese reto.
Tanto para mis alumnos como para mí esta experiencia fue nueva, en una informal y rápida evaluación diagnóstica, nos percatamos que ninguno del grupo había tenido una experiencia parecida, aunque debo advertir que, en lo personal, mi experiencia no iba más allá de cursos en línea mejor conocidos como MOOCs, que había y estaba cursando para formación académica.
El primer reto fue encontrar la aplicación idónea para la impartición de mi materia, la oportuna y competente información de las aplicaciones a utilizar que nos estaba proporcionando la Ibero, me estaba dando oportunidad de elegir la más apta para mí, y así lo hice, escogí la aplicación TEAMS DE MICROSOFT, la probé por días con mis familiares a distancia, mediante ensayo y error aprendí su uso y sacarle el mejor provecho, con una facilidad increíble ya que al venir de la Ibero propiamente la carga de mis grupos con nombres número de alumno y otros datos de clase ya se encontraban cargados en la aplicación.
Al ponerme en contacto con mis alumnos, desde el primer día me di cuenta que tenía una asistencia del 100%, y lo aproveché para sensibilizarlos acerca de esta situación que estábamos viviendo, utilicé todos mis conocimientos para estimularlos y hacerlos concebir diferente esta situación, los trucos mentales pueden ser muy útiles para ayudarnos a reconducir nuestros pensamientos y poder así minimizar el estrés y reducir los efectos negativos que este tiene no solo en nuestra salud mental sino también física. Categorizar nuestros sentimientos es uno de los más efectivos trucos mentales que se pueden usar cuando nos encontramos emocionalmente afectados.
Vimos algunas de las muchas maneras en que nuestra mente puede distorsionar la realidad de lo que ocurre; repensarlo y darle un enfoque más positivo a aquello que nos estresa no es un solo truco mental ya que esto extingue las emociones negativas que surgen de las luchas del centro de la amígdala, uno de los propósitos más significativo que hicimos es el compromiso que cuando salgamos de esta pandemia, saldremos a la vida como mejores seres humanos, más incluyentes, más comprensivos, más humanos y con más respeto a la dignidad humana.
Durante las subsecuentes clases lo que traté de hacer fue el mantener su atención a lo máximo haciendo más atractiva e interesante mis clases, el crear un ambiente de identificación y pertenencia se da solamente tratando de hacerlo en forma intuitiva, las metáforas, el humor y una buena edición de video pueden ser un buen camino para crear una óptima experiencia de aprendizaje.
Al iniciar mis clases me conectaba 5 minutos antes de la hora, me di cuenta que desde el segundo día al conectarme ya había varios alumnos esperando conectarse, a la hora que debía iniciarse mi clases ya estaban conectados todos, sin ausentes, (aunque no podría decir que eran realmente mis alumnos u otra persona utilizando el nombre de mi alumno, yo percibía, sentía, que eran realmente mis alumnos) su participación era extraordinaria rebasando mis expectativas, su nivel de aprendizaje se elevó ya que a cada evaluación parcial que hacia lanzando preguntas al aire, invariablemente tenia mas de dos respondiendo, aplico lo aprendido a muchos casos prácticos en clases presenciales, pocos son los que participan, por pena o poca atención, sin embargo, en línea estaban todos atentos y deseosos de participar, en forma definitiva el nivel de aprendizaje se elevó y como consecuencia se elevaron las calificaciones en general.
La evaluaciones que practico durante el semestre son varias, invariablemente en cada clase cierro esta, haciendo un resumen de lo visto y haciendo una evaluación diagnóstica con base a preguntas para darme cuenta el nivel de entendimiento de la clase, invariablemente siempre destacan los alumnos más atentos y adelantados en responder, pero en esta ocasión eran casi todos o la mayoría, los que deseaban responder y lo hacían; al término de cada tema, igualmente, hago un resumen resaltando lo más importante del tema y hago una evaluación diagnóstica nuevamente para darme cuenta de su aprendizaje, tuve la respuesta entusiasta de la gran mayoría respondiendo.
Durante el semestre cada seis semanas de enseñanza y agotados ciertos temas, aplico dos exámenes parciales no acumulativos, consistentes en la solución de tres casos prácticos aplicando lo aprendido durante ese tiempo; al final del semestre el examen final, que radica en la entrega de un trabajo académico individual que consiste en una opinión crítica obedeciendo todo el protocolo de los trabajos académicos, sobre el capítulo de “Derechos y Obligaciones de los Patrones y los Trabajadores”, este trabajo lo deben desarrollar durante el último mes de clases, y por último, al final del semestre y habiendo agotado el programa, aplico el examen final que consiste en la solución de tres casos prácticos aplicando todo lo aprendido durante el semestre.
Las evaluaciones parciales de cada seis semanas son evaluaciones formativas y las utilizo para monitorizar el progreso del aprendizaje y así poder proporcionarles realimentación a cada uno sobre sus logros y oportunidades de mejora; el trabajo académico individual que entregan y el examen final, componen una evaluación sumativa, ya que está compuesta por la suma de valoraciones efectuadas durante el semestre y la empleo para determinar el grado con que fueron alcanzados los objetivos de la instrucción e igualmente la utilizo para otorgar calificaciones y certificar sus competencias.
En esta ocasión, no alteré ni modifiqué la forma de evaluar, los casos prácticos se los ponía en pantalla el día del examen y tenían una hora para hacerme llegar sus respuestas de solución a mi correo electrónico, el trabajo académico individual, igualmente, me lo enviaron a mi correo.
De acuerdo con mi experiencia los trabajos académicos rebasaron mis expectativas, las reglas para esos trabajos son: Tamaño carta, Arial 12 puntos, 1.5 entrerrenglón, justificado, mínimo 5 cuartillas. Normalmente en clases presenciales y ya por experiencia quien realiza el trabajo con seriedad y dedicación, invariablemente me entregan entre 7 y 9 cuartillas; en esta ocasión, quizás por estar enclaustrados, me entregaron trabajos entre 9 y 11 cuartillas, con una extensa bibliografía de consulta, sin excepciones.
Los tres casos prácticos para el examen final, los seleccioné y elaboré de tal forma que las soluciones no eran posible copiarlas, sino que, aún consultando los apuntes, tendrían que saber cómo aplicarlo a cada caso. Al inicio de clase les proyecté en pantalla los tres casos prácticos que estuvieron a la vista durante más 30 minutos, al término de la primera hora debían enviar las respuestas a mi correo, Las respuestas me sorprendieron, antes de cumplirse los primeros 40 minutos ya habían enviado sus respuestas todos, la calificación de todos se vieron incrementadas y es la primera vez en mi vida de académico que, tengo varios dieces y nueves como mayoría de calificaciones, un 7 y seis 8, en 32 alumnos. (dos grupos de 16 c/u).
En resumen:
El principal reto que enfrenté fue encontrar la aplicación adecuada para impartir mis clases, la excepcional ayuda de la Ibero para esas herramientas me facilitó todo para afrontar ese desafío.
Otro reto, siendo mis clases en su mayor tiempo magisteriales, era captar la atención de mis alumnos durante dos horas, que sabemos perfectamente que tratar de mantener la atención en una pantalla por dos horas, simplemente es imposible; eso lo solucioné tratando de hacer atractiva e interesante mis clases con diapositivas atrayentes e inyectando mas ánimo a mis expresiones y lenguaje corporal, eso lo logré haciendo meditación durante 15 o 20 minutos antes de la hora de mi clase para proyectar ánimo y entusiasmo. Al aparecer yo en pantalla procuré dar imagen de cuidado y limpieza, con un fondo de una simple pared de madera sin ningún adorno que pudiera distraer y lo que ya he explicado antes.
El siguiente reto fue el tratar de que mis alumnos permanecieran frente a la pantalla durante las casi dos horas de clases, no tengo parámetros para determinarsi eran ellos o simplemente dejaban a la pantalla hablando sin su presencia, lo que puedo determinar con precisión es que al hacer preguntas invariablemente participaban la mayoría y al dirigirme a alguien en específico, invariablemente me respondía, lo que me da la idea de que estaban pendientes.
¿Qué aprendí de esa experiencia?
El mayor aprendizaje es que aun siendo un hombre de 79 años esta situación me hizo darme cuenta de que, no estoy atrasado en el uso de herramientas electrónicas, que ha servido el que me mantenga actualizado en el uso de las tecnologías más avanzadas y así me mantendré hasta el final, no descarto en ningún momento actualizarme y enfrentarme a nuevos retos tecnológicos, sigo aprendiendo y sigo vigente en cursos y MOOCs.
Otra enseñanza en esta contingencia ha sido el percatarme de la facilidad que tengo para integrar un grupo con afiliación, identificación y pertenencia, cualidades que hacen que el grupo consiga, más fácilmente sus objetivos a los que los dirige uno como maestro.
Otro aprendizaje ha sido, reflexionar sobre mi capacidad para despertar ánimos y estimular a la juventud, prender el ánimo y despertarles el deseo de un esfuerzo mayor para alcanzar sus metas, a través de alabar sus virtudes y espolear su autoestima, sacando lo mejor de cada uno.
Agradezco la oportunidad y espero que esta experiencia pueda servir a alguien.
Mil gracias y quedo atento a sus amables comentarios.
Por Georgina Tepale Palma
Grado: Formación cocurricular | Programa: Dirección de Formación Ignaciana, Dirección General de Incidencia y Formación Ignacianas
Presentación
La Dirección de Formación Ignaciana (DFI) impulsa la formación del estudiantado en sus dimensiones física, emocional, espiritual, estética y de participación social a través del trabajo colaborativo, para lograr un desarrollo armónico de la persona, la construcción de la comunidad y el compromiso social universitario.
En la DFI entendemos por formación al proceso planificado, regulado, sistemático y progresivo de acompañamiento a las y los estudiantes para fomentar experiencias que promuevan el autoconocimiento, la reflexión, el discernimiento, la compasión y la toma de decisiones orientadas hacia acciones personales y colectivas que contribuyan a la transformación de una sociedad más justa, equitativa, democrática, pacífica y sustentable.
Las coordinaciones que conforman a la DFI son:
Aislamiento frente a la pandemia
Ante las disposiciones universitarias de suspender todas las actividades presenciales en el campus a partir de la tercera semana de marzo, evidentemente también se suspendieron las clases físico- recreativas, entrenamientos de equipos representativos, talleres artísticos, asambleas de grupos estudiantiles, acciones de voluntariado, sesiones de formación del Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL); así como los servicios psicoeducativos (asesoría psicológica, asistencia al aprendizaje y orientación vocacional), todas las actividades presenciales.
Al inicio de esta pausa, el equipo de coordinaciones y dirección nos encontramos frente a las siguientes interrogantes:
¿Cómo darles continuidad a las actividades extracurriculares?
¿Cómo podemos responder como Dirección de Formación Ignaciana ante las y los profesores, instructores, entrenadores y personal de los equipos de trabajo?
¿Cuáles serán las condiciones que enfrentarán las y los estudiantes en su casa?
En las primeras semanas, una vez que establecimos los canales para la comunicación a distancia, nos dimos cuenta de que no solo debíamos mantener las clases artísticas y deportivas, sino que era necesario abrir la mayor oferta posible de actividades y servicios, justamente por la pandemia y las implicaciones que traería. Revisamos reportes de otros países donde había empezado antes el confinamiento y supimos del miedo que generaba en la población a contagiarse del virus, de la incertidumbre por saber si había manera de continuar con sus estudios o trabajo, de las altas y bajas en la convivencia familiar y, sobre todo, que vendrían dificultades económicas para la mayoría.
Ajustarse a las nuevas condiciones
Una vez que se confirmó la noticia de que nos esperaban varias semanas de confinamiento en casa, se diseñó el programa Fortalecimiento de la salud física, emocional y espiritual de la comunidad universitaria, con el objetivo principal de ofrecer a estudiantes y la comunidad en general, actividades que les dotaran de herramientas emocionales y personales para afrontar las condiciones de aislamiento social, el estudio a distancia y, en algunos casos, el contagio de COVID- 19 en familiares y amigos cercanos.
Cada coordinación hizo los ajustes necesarios y se ofrecieron rutinas de ejercicios para la activación física en casa, videos de entrenamiento para los equipos representativos, ejercicios individuales y grupales para expresar y compartir sentimientos, grupos de meditación y clases de talleres artísticos (ver Anexo 1).
La reflexión en el camino
Con el paso de los días y en una vez instaladas las actividades académicas a distancia, las y los alumnos se encontraron ante una avalancha de trabajos, lecturas, clases por videoconferencia y fechas de entrega de sus materias. Para conocer con más detalle la situación, se pidió a tres coordinaciones que realizaran un sondeo entre el estudiantado con el que mantenían contacto del que destaca lo siguiente:
En las clases extracurriculares, fue notorio que las y los estudiantes preguntaran a sus profesores o entrenadores cómo iba su día, empezaban a conversar sobre otros temas, buscando no únicamente tener una clase y una comunicación unidireccional, sino una interacción entre personas. Buscaban el rostro, el saludo o la sonrisa, señales de que había alguien conocido detrás de la pantalla que también se alegraba de verle. Como cuando se encontraban en el gimnasio o el salón de danza, semanas antes del confinamiento.
Retomar el acompañamiento
Entonces se planteó la necesidad de reconfigurar la propuesta inicial del programa de Fortalecimiento de la salud física, emocional y espiritual de la comunidad universitaria, y fue así que las y los profesores, entrenadores, instructores, se dieron a la tarea de encontrar herramientas y recursos tecnológicos para lograr una mayor interacción a distancia con el estudiantado.
Tal como señala la cura personalis, se encontró la manera de cuidar y orientar a las personas, de valorar su experiencia y centrar la atención en las características individuales. Se había escuchado lo que requerían y demandaban, encontrarse nuevamente en un espacio de confianza para reconocer su interioridad y expresar los pensamientos y sentimientos que se habían acumulado durante esas semanas y en esos espacios, continuaban sintiéndose acompañados.
Los aprendizajes detrás de las pantallas
Gracias al esfuerzo y compromiso de los equipos de las actividades extracurriculares, de acompañamiento espiritual y a grupos estudiantiles y de los psicólogos especialistas, se ha logrado sostener la oferta de clases y servicios psicoeducativos de la DFI durante este período.
Durante estas semanas se han desarrollado las siguientes experiencias:
La Pedagogía Ignaciana nos invita a reconocer las experiencias vitales de los estudiantes al sentir y experimentar el mundo y que esos saberes, socialmente construidos sean el punto de partida de cualquier proceso de enseñanza (Granados s/f, citado en Loredo, 2018).
La formación integral de las y los jóvenes requiere entornos que propicien la reflexión para que esas experiencias doten de sentido el momento vital por el que atraviesan.
Esta crisis de salud pone de manifiesto la importancia del pensamiento ignaciano que sugiere atender “las circunstancias de tiempos, de lugares y de personas”, las y los integrantes de las coordinaciones de la DFI han aportado sus experiencias, afectos y recursos personales respondiendo a los retos de manera creativa, comprometida y siempre al servicio de la comunidad universitaria.
REFERENCIAS
LOREDO, J. coord. (2018). “Pedagogía Ignaciana y currículo”. Universidad Iberoamericana, Puebla. México. Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús (AUSJAL).
ANEXO 1
PROGRAMA DE LA DFI, PARA LA PROMOCIÓN DE LA SALUD FÍSICA, PSICOLÓGICA Y ESPIRITUAL DE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA (Reporte del 23 de marzo al 14 de mayo de 2020).
Salud física
Salud Psicológica
Salud espiritual
Grupos estudiantiles
Reporte elaborado por Lic. Arcelia Castillo (Asistente de la DGFII).
Por Irma Susana Rodríguez Horta
Grado: TSU / Licenciatura / Formación cocurricular | Programa: Software, Ingeniería industrial, Capacitador Brigthspace
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Impartí dos materias, una en TSU (Administración de Proyectos) y otra en Licenciatura materia de Ingeniería Industrial (Laboratorio de Ingeniería en Instalaciones Eléctricas).
Al inicio de la contingencia me encontré frente a tres situaciones diferentes:
Los retos:
¿Qué hice ante ese reto?
¿Qué aprendí de la experiencia?
Aprendí que puedo ser sensible y empática con mis alumnos como ellos lo necesitan en una situación adversa como la que enfrentamos, encontré que puedo generar confianza, siendo paciente, abierta y escuchando. Con mis compañeros aprendí que todos aprendemos y necesitamos de todos y que es muy importante trabajar en comunidad.
Evidencias
Algunos Chats particulares o en equipo, generados a través de Teams, fuera de horario de clase, para responder dudas de clase y actividades.
Cuando utilicé pizarrón auxiliar para explicar la teoría y les compartí fotos en BS.
La organización de mi curso en BS:
Mi centro de calificaciones en BS, siempre actualizado y retroalimentado.
Al finalizar semestre acostumbro solicitar a mis alumnos me regalen respuestas a las siguientes preguntas:
En esta ocasión, me di a la tarea de responderlas yo también y compartirlas con ellos.
Por Ariel Prado Serrano
Grado: Licenciatura | Programa: Psicología
Una de las tendencias actuales de las competencias docentes consiste en el desarrollo del trabajo en equipo entendido como “Trabajar en coordinación con otros según acuerdos y metas establecidas para lograr un objetivo compartido” que implica un esfuerzo de concertación para llegar a metas comunes, formas de trabajo y mecanismos para regular el trabajo, que no es estar reunidos en un espacio, en un mismo momento; es compartir ideales, formas de trabajo e intereses, es contar con un propósito común al que cada uno aporta saberes, vivencias, experiencias etc.
Trabajar en equipo supone identificar las fortalezas y debilidades del conjunto y no sólo de las partes y buscar mecanismos para mejorar continuamente la dinámica que se da entre las personas que lo conforman, pero es difícil conceptualizar “equipo” en una imagen como esta:
¿Cuáles son los principales retos durante la contingencia?
Los principales retos respecto al trabajo en equipo deben ser abordados desde diferentes perspectivas siendo evidente la necesidad de una la ruptura de las barreras cognitivo generacionales, a saber, el conocimiento de las diferentes plataformas tecnológicas tan habituales para millenials como ajenas a muchos de los nacidos con anterioridad o bien sin relación directa a las tecnologías de informática y computación, cuyo propósito es facilitar la adquisición de conceptos con o sin contingencias. Parte del reto de la docencia en línea para implementar trabajo en equipo, estando todos aislados pero siempre junto a una computadora, implica un esfuerzo extra para la adaptación, planeación y práctica didáctica del docente y la organización, ejecución y asimilación de contenidos del alumno, dadas las particularidades de ubicación en un espacio frente a una computadora acompañado de una soledad paradójica y personal, contrastante, que rompe intimidad, silencio, y provoca mayor desinhibición al no haber caras que opinen o juzguen, marco en el que se presenta un fenómeno patente en los equipos de trabajo presenciales y virtuales que son igual de susceptibles a tener problemas de comunicación y al igual que estos, la falta de confianza puede surgir en ambos escenarios de trabajo sumado a la falta de compromiso que aparece cuando no existe una motivación suficiente o identificación con el equipo cuyos integrantes son parte de una realidad virtual, sumándose a otra problemática considerando que una docencia efectiva, es afectiva, pero ¿como integrar este aspecto tan básico y trascendente si existe una limitación relativa de la interacción entre las partes del proceso docente mediada a través de una computadora?
¿Qué hice ante estos retos?
Las nuevas plataformas tecnológicas son sin duda un medio de comunicación y difusión de contenidos, con un alcance mayor de lo que nunca se habría podido imaginar en comparación con los anteriores, y son un campo de gran importancia en la educación, pues se caracteriza, por un lado, por su alto nivel de libertad y participación (casi cualquiera puede participar y es muy fácil publicar de forma gratuita cualquier cosa) y, por otro, es una herramienta cuyo dominio en su uso es inversa a la relación profesor–estudiante tradicional. Ante el desconocimiento de la tecnología para educación por internet, fue prioritario, una inmersión activa, constante, total y hasta dramática en contra del tiempo, concerniente a la utilización de dichas herramientas tecnológicas mediante la consulta de tutoriales por cierto, también en línea.
Respecto a la implementación del trabajo en equipo a distancia el reto fue conceptualizarse en un grupo sin compañeros físicos o presenciales, sin profesor y con una pantalla y teclado al frente con el genuino surgimiento de preguntas como ¿quién esta ahí? ¿con quien estoy? para lo cual fue pertinente evaluar ciertas habilidades comunicativas de los alumnos y encontrar líderes de acción, quienes pudiesen transmitir ideas complejas de forma organizada y, al mismo tiempo, absorber y sintetizar información, situación en que es pertinente realizar retroalimentación constante para exponer dudas procedimentales, que fue realizado con menor frecuencia de la deseada, determinando falta de confianza para lo que fue importante tener una visión clara del trabajo en equipo para ayudar a crear canales de identificación entre los alumnos capaces de darle sentido y motivacional a los proyectos de trabajo, haciéndose patente lo más difícil, la vigencia de las relaciones interpersonales a través de una computadora, nunca antes así mediadas y que se desarrollo de manera parcial utilizando un poco de humor, espacios en línea con más privacidad e inclusive la creación de chats de discusión con objeto de promover la verbalización, dudas y miedos surgidos ante la escasa y confusa información de la problemática sanitaria y la ausencia de perspectivas tanto académicas como personales del alumnado convirtiendo esta herramienta en un espacio virtual de contención seguramente con alcances menores a una intervención presencial.
¿Qué aprendí de la experiencia?
La dinámica de grupos es fundamental dado que el hombre es por naturaleza social y, de hecho vive, en sociedad por lo que la educación no puede estar completa sin el estudio en este campo; es así como la metodología de aprendizaje activo se constituye en equipo como vehículo fundamental de acercamiento que permite la adecuación del proceso de formación, esta vez a distancia por internet, no debiéndose olvidar que los alumnos de esta modalidad en línea por la contingencia, deben adquirir las mismas competencias que sus compañeros en etapas presenciales, por lo que es fundamental proponer actividades en las que puedan desarrollar esta capacidad para trabajar junto a sus iguales, y es que en la educación presencial resulta “fácil” potenciar el trabajo en equipo mediante la propuesta de trabajos en grupo, sin embargo, en la educación online cuesta incluir trabajos de esta tipología porque los alumnos no se encuentran físicamente en el mismo espacio.
Ademas de la utilizacion técnica, procedimental de las de plataformas en educacion, algunas consideraciones para el buen funcionamiento del trabajo en equipo a distancia por internet son: encontrar lideres de accion activos y cooperativos entre alumnos, que comparten cierto grado de organización y fomentan la participación del resto del equipo, sin crear dependencias y de igual manera el ejercicio debe mostrar resultados, en tanto que contenido y proceso tienen que estar completamente integrados.
El docente no solo debe tener claridad sobre el concepto de trabajo en equipo, sino también, una vez comprendido, lo debe proyectar a sus estudiantes de manera sencilla y clara, apoyándose en el concepto de que el hombre es un ser social y por tal motivo el aprendizaje depende en gran parte del prójimo, porque a través de él logra la comunicación, el intercambio de ideas, y la construcción de conocimiento
En esta situación de contingencia más que nunca fue importante fomentar el aprendizaje de forma autónoma y realizar trabajo en equipo, planificar su propio trabajo, participar en la toma de decisiones sobre el proceso y sobre las tareas, asignando roles específicos, desarrollar las destrezas comunicativas (argumentar, proponer e interpretar) y habilidades interpersonales basando el logro de estos objetivos principalmente en un aprendizaje activo.
Finalmente enfatizando que las interacciones afectivas maestro-alumno tienen repercusiones en las experiencias de formación de los estudiantes, ya sea en el aprendizaje o desarrollo integral de cada individuo, es válido inferir que las actitudes de los estudiantes y de los docentes así como sus sentimientos y creencias, pueden encontrar un medio de expresión a través de internet, lo cual los motiva a incorporar durante el aprendizaje, intereses y experiencias personales, mas su efectividad desde el punto de vista cualitativo, aun debe explorarse dado que está lejos de ser entendida.
El proceso docente antes y después de esta pandemia, generará preguntas y adquirirá matices nunca antes conocidos en todas las esferas del quehacer humano, no siendo el proceso docente ajeno a ello por lo que, siempre será muy importante recordar una frase de José Vasconcelos: “Nadie sabe de lo que es capaz, hasta que no ha enfrentado la adversidad”Y es en el aprendizaje de esta capacidad en la adversidad que los maestros y alumnos deberemos explorar y re plantear en la labor docente.
Por Nancy Mariana Pérez de la Torre
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño industrial
El reto.
Soy Mariana y soy profesor en la licenciatura de Diseño Industrial. La asignatura que imparto, Diseño de posicionamiento, es de carácter teórico. El principal reto en este cierre de semestre, Primavera 2020, fue desarrollar una práctica de campo en la que los estudiantes pudieran proponer una segmentación de mercado con base en una investigación etnográfica realizada por ellos mismos. Las aportaciones teóricas del curso son conocimientos de sociología, antropología, economía política, psicología, biología y mercadotecnia para estudiantes de sexto semestre de licenciatura (seriada con Diseño y contexto). Al inicio del semestre, de forma presencial, se habían realizado dinámicas y lecturas para abonar al diseño con algo de sociología, psicología y biología. Era el turno de la antropología; una disciplina que se distingue por un método para acercarse a la cultura. La práctica de campo, tenía el objetivo de enseñar a los estudiantes cómo hacer etnografía. ¿Cómo llevar a los estudiantes a conocer un sistema de valores distinto al propio sin salir de casa?
Qué hice ante ese reto.
Los docentes estamos constantemente buscando nuevas soluciones para brindar una educación de calidad y valores a las nuevas generaciones. La cuarentena cortó de tajo las dinámicas presenciales obligándonos a sacar el máximo provecho de los recursos digitales que la universidad pone a nuestra disposición. Sin duda, el espacio donde más encuentro valor es la biblioteca y ahí estaban las respuestas para construir una empatía entre los estudiantes y comunidades ajenas a ellos. Las primeras dos semanas fueron complicadas. Fue evidente al terminar la primera, que no bastaría con correos y Brightspace para brindarles a los estudiantes el acompañamiento, liderazgo y motivación que requieren para compartir a cambio un poco de su atención e interés. Uno de los problemas enfrentado fue aprovechar lo más posible los medios de comunicación disponibles para construir en conjunto un espacio de aprendizaje.
El primer paso fue pedir a cada alumno delimitar un ámbito de observación. ¿Qué quieres conocer? ¿Qué te interesa investigar? ¿Hay algún nicho con el que quieras ceder el ímpetu “de todo lo que ya conoces” para conocer otra vez, desde una nueva perspectiva? Empleando el concepto de “tribus urbanas” y la Guía para la clasificación de datos culturales de Murdock (Palerm 1989), invité a los estudiantes a elaborar un guión, trazando así el rumbo de su proceso de investigación. El Guión de Campo sería la estructura para observación participante a distancia, por un periodo de dos semanas. ¿El objetivo? Crear una segmentación de mercado y desarrollar una propuesta de productos dirigida a ella. Los alumnos estaban interesados en conocer a los influencers, a los que hacen mucho ejercicio, a los que comen bien, a los que han alcanzado la espiritualidad a través de rituales o yoga y a los que han encontrado a su media naranja en una mascota. Después de navegar por el mar de información virtual, encallaron en la Biblioteca Francisco Xavier Clavijero, el faro de los recursos electrónicos atraía a los viajeros y les guardaba a salvo en un solo lugar. A través de WGSN, durante el horario de clase, observamos tendencias a nivel global que mostraban estilos de vida, rutinas, ambientes, nuevos materiales, colores y texturas. Utilizamos Teams para conectarnos como grupo y compartíamos pantalla para entrar en la mirada de los otros, aunque fuera por unos instantes. Las herramientas digitales lograron crear una simbiosis entre escuchar al otro hablar y verlo pensar: ¡Al mismo tiempo!
El siguiente paso fue elegir aliados: los estudiantes hicieron equipos y comenzaron a trabajar en su proyecto final. ¿El objetivo? Identificar el concepto de tribus urbanas y hacer una propuesta de diseño dirigida a una de ellas. A través de la observación de la cultura a nivel global, los equipos aterrizaron qué parte de lo observado a nivel local, tenía la suficiente fuerza para fundamentar una propuesta de valor ante una esfera de consumo más amplia. Al terminar la práctica de campo, la orientación del proyecto final era cualitativa y cuantitativa. La etnografía había dado lo suyo; en cuanto a datos específicos de personas que viven su identidad a su manera, con sus rutinas. La plataforma de WGSN nos había dado ojos para ver más allá de nuestra ventana; considerando segmentos de mercado sustanciales.
¿Qué aprendí de este reto?
El día que escuché a los estudiantes presentar sus proyectos finales aprendí que a pesar de la incertidumbre, que todos sentimos en alguna parte del proceso, habíamos compartido una nueva forma de conectar con los demás y co-‐aprender. El aprendizaje a distancia fue forzado y súbito. No había más opción que brindarle nuestra atención a aquello que nos mantenía unidos: la comunidad universitaria, la disciplina (en este caso Diseño Industrial), la asignatura Diseño de posicionamiento; con sus objetivos. Este reto nos recordó que todos creemos en la Universidad Iberoamericana, como casa de estudios. Todos hoy sabemos que estamos ahí para compartir, aprender, conocer y recoger aquellas herramientas que nos permitirán ser mejores personas y mejores profesionales. Visibilizar los estilos de vida fue como mirar en las historias de los demás. La experiencia aportó una nueva mirada a los espacios más íntimos y sutiles de la cultura: el hogar, la vivienda, el espacio propio, “el lugar de escritorio” en casa, home office.
En resumen, los aprendizajes logrados se reflejaron en el diseño de nuevos conceptos de marca para segmentos de mercado globales, acotados localmente. El método de investigación etnográfica brindó una estructura sólida para la sistematización de experiencias de trabajo de campo y análisis de datos. Los estudiantes de diseño, aprendieron una nueva forma de “ir a la escuela” y la docente aprendió a ser maestra nuevamente. Las tendencias de consumo están cambiando; hay quienes invierten en materiales inteligentes, otros que buscan certificaciones de sustentabilidad y quienes quieren fitness en casa. La cultura material que nos rodea está cambiando también y estamos cambiando nosotros, nuestras rutinas, nuestra educación y nuestra vida.
Por Ana María Matabuena Peláez
Grado: Licenciatura | Programas: Arquitectura, Diseños, Ingenierías
Surge la contingencia COVID-19, 16 de marzo del 2020, se suspende las clases presenciales (en las universidades), y nos informan que los cursos seguirán a distancia.
¡OH DIOS! no tengo ningún correo de mis alumnos
4 universidades, 10 grupos, 6 materias más de 150 alumnos ¿Cómo me voy a comunicar con ellos?
La primera semana se fue en conseguir correos electrónicos (en algunos casos no fue fácil), recibir lineamientos de cómo debería trabajar en cada una de las universidades y capacitarme en los recursos de TEAMS y Zoom y retomar Moodle y Brightspace para poder utilizarlos con mis alumnos, conseguí asesorías de todas estas plataformas.
¿Cómo voy a dar y/o hacerles llegar mis clases?
Ese fin de semana empecé a preparar material para trabajar con mis estudiantes.
Cabe mencionar que cada App o plataforma la empecé a usar en cada universidad, de acuerdo a las necesidades y sugerencias de ellas.
Así use los recursos:
Mis clases son talleres donde trabajan los alumnos realizando láminas y maquetas que se evalúan cada sesión, esta forma de trabajo no debería de variar ante la contingencia (para no hacer tanto cambio) y mantener la continuidad en la planeación académica de cada curso. ¿Cómo adaptar esa forma de trabajo?
Donde, en el salón hay explicación, exposición en el pizarrón y ejemplos físicos sobre el tema y el ejercicio a realizar durante la clase.
¿Cómo pasar de sesiones de 2, 3 y 4 horas (donde doy la clase y los alumnos trabajan en el restirador) a on line?
Para desarrollar los temas y dar las exposiciones, me di a la tarea de elaborar material con diferentes recursos de apoyo para mis estudiantes, donde les explicaría claramente lo que debían de hacer, como lo tenían que hacer y presentar (enviarme). Les informé que ahora la comunicación sería remota por medio de las plataformas y de videoconferencias que nos ayudarían a comunicarnos para resolver dudas.
¿Cómo lo hice?
Con presentaciones de PowerPoint y videos para variarles las explicaciones (estrategias para cada tema), primero filmándome en un pizarrón antes de que cerraran las universidades y luego en mi casa (sin pizarrón) y aprendiendo en el camino a subir los videos a YouTube (cabe aclarar que el internet de mi casa no me lo permitía, por lo que tuve que ampliar la capacidad de este de 3 a 125 megas para lograrlo).
¿Cómo organizar las sesiones con el uso de las plataformas y/o recursos?
La forma que lo organicé fue usando videoconferencias de treinta minutos a la hora de clase (Zoom o TEAMS) para resolver dudas del material de trabajo que debían desarrollar en esa clase que les había enviado previamente. En algunos casos les ofrecí abrir otra videoconferencia dentro del tiempo de clase, para resolverles otras dudas mientras resolvían los ejercicios. ¿Cómo evaluar a los alumnos? ahora…
Pues tendría que ser por medio de fotografías (foto de su lámina y de su maqueta), así que les pedí a mis alumnos que realizaran el ejercicio que les enviaba (documentando su proceso de elaboración por medio de fotografías y lo armaran en una presentación para enviar, en cada universidad según la plataforma) para que yo pudiera revisar sus trabajos, evaluarlos y retroalimentarlos. En algunos casos y para algunas materias les envíe formatos para que trabajaran con ellos para enviar sus trabajos.
¿Cómo organizar mis curso para lograr los objetivos y el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes que se desean promover?
Trabajé con la secuencia didáctica; Introducción y nueva información (presentación), motivación (videoconferencia) desarrollo (ejercicio), aplicación (material), síntesis (presentación formato para envío), consolidación (retroalimentación).
Se puso en marcha todo lo anterior para sacar adelante el semestre, se llevaron a cabo evaluaciones parciales y finales.
El aprendizaje que me llevo de esta experiencia: mirar: miré a mis alumnos con ojos más empáticos pues estábamos viviendo TODOS una situación inédita que tendríamos que sacar adelante juntos, ellos respondieron (casi todos) de la mejor manera posible con compromiso y disposición.
Esta forma de enseñanza aprendizaje que en este momento fue una emergencia pude ser una GRAN OPORTUNIDAD para el futuro de llevar adelante los cursos blendlearning una parte presencial y una parte en línea que ayude al alumno a aprender por su cuenta y refuerce el aprendizaje de la parte presencial de la materia.
El trabajo del profesor tiene que ser muy comprometido, con respecto a la preparación de los cursos (materiales y estrategias), retos creativos para el logro de aprendizajes significativos y la comunicación con los alumnos para la retroalimentación, esta forma da la oportunidad a alumnos y profesores de prepararse y mejorar el uso de las tecnologías (Matabuena, 2011).
“Tomar un curso en línea es aceptar la invitación de abrirse a una nueva forma de aprendizaje y una nueva forma de comunicación y relación maestro-alumno” (Bejar, 2020:36).
Este compromiso que adquieren los alumnos y los maestros tuvo que surgir en cuestión de días a pesar de los pesares. Para que el blendlerning funcione el rol del alumno y profesor debe ser
Quiero resaltar que ahora más que nunca le encontré un gran uso a las plataformas especialmente Brigthspace, me facilitó la interface comunicación con mis alumnos, ya que en un mismo espacio les podía mandar noticias, invitar a la videoconferencia, enviar el material, recibir sus trabajos, retroalimentar y muy importante guardar toda la evidencia
Link: https://youtu.be/uqM0RhLZwys
Links:
https://youtu.be/poWxat5l6AY
https://youtu.be/neqLc3qJ7_8
https://youtu.be/eDa2dr4Aef0
Referencias
Béjar-López,M.O. (2015) El curso en línea: un encuentro virtual entre maestros y alumnos. Revista Mexicana de Orientación Educativa. Vol. XII número 29. julio-diciembre. México.
Matabuena-Peláez, A:M. (2011) Aula virtual para la materia de Geometría II que se imparte en la licenciatura de arquitectura en la licenciatura de arquitectura de la Universidad Iberoamericana. Tesis de maestría. UNID. México
Por Manuel Del Moral Dávila
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Civil
Introducción
Para esta extraordinaria convocatoria “Docencia en la Contingencia” donde se invita a compartir las experiencias vinculadas a la contingencia relacionada con el COVID-19 de diferentes académicos para aprender a afrontar los nuevos retos educativos tuve dos experiencias que en mi desarrollo académico considero dignas de aportar, lo que sucedió en la materia de Gerencia de Operaciones en Ingeniería Civil y lo sucedido en la materia de Seminario de Proyectos en Ingeniería Civil.
Particularmente, me siento orgulloso de la segunda, Seminario de Proyectos en Ingeniería Civil, por lo que colocaré para esta participación, debido a su relevancia y su dificultad.
Seminario de Proyectos en Ingeniería Civil
La materia es relevante en la estructura curricular de la licenciatura de Ingeniería Civil y en la experiencia del alumno. Explico a continuación la complejidad e importancia de la materia en el ejercicio de formación de nuestros estudiantes:
El curso está dirigido a estudiantes de la Licenciatura en Ingeniería Civil y está ubicado en el octavo semestre del plan de estudios; al ser una ASE3, es necesario que, en esta materia de síntesis, los alumnos integren toda la gama de conocimientos que han recibido a lo largo de su trayectoria académica en búsqueda de desarrollar un proyecto de innovación y emprendimiento que resuelva algún tema relacionado a la práctica de la industria.
La materia tiene sentido ante los retos que tiene la práctica profesional a la que hoy se enfrentan, donde ya sea a través de su participación en una organización o desarrollando su propio proyecto, los estudiantes están buscando ser agentes de cambio construyendo soluciones a la sociedad, emprendiendo proyectos que inciden en la profesión y en la comunidad.
Estos ejercicios de investigación les exige hacer una búsqueda y evaluación profunda sobre ciertos temas como son: estudios de mercado para valorar la magnitud de la problemática, conocimiento de la industria, entrevistas con expertos y usuarios, desarrollo de nuevas tecnologías, análisis de los marcos regulatorios, conocimientos de empresas innovadoras, uso y desarrollo de nuevas tecnologías.
La materia utiliza como hilos conductores del curso, las teorías de planeación estratégica y herramientas como los 12 Desafíos Globales de Singularity University, la metodología Design Thinking de la empresa IDEO, el Business Model Canvas de Alexander Osterwalder, desarrollo de prototipos físicos y tecnológicos.
Los estudiantes que egresan se llevan tres aspectos que son fundamentales en el objetivo de la materia y del plan de estudios y que les empodera hacia su futuro:
Los logros más importantes están relacionados con que los alumnos empiezan a pensar en emprendimiento, dentro y fuera de una empresa, como una opción de vida, como forma de cambiar a la sociedad y hacer más competitivas a las empresas, promoviendo una industria que mejore la calidad de vida de las personas. Así mismo, los estudiantes se vuelven profundamente conscientes de los problemas de la sociedad y reconocen que el diseño de las soluciones debe centrarse en las personas y sus requerimientos, para lograr con ello, mejores condiciones de vida. La materia construye un profesional ético y responsable con su entorno.
El cierre de la materia es frente a sinodales expertos que evalúan con ojos nuevos el desarrollo del emprendimiento y los estudiantes deberán tener la capacidad para desarrollar y presentar una propuesta que resuelva una situación de la industria, así como defender su propuesta frente a ciertos cuestionamientos de los expertos.
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
En los últimos días de febrero, empezamos ver el tema de la contingencia como algo serio y que venía creciendo en diferentes países, pero, aunque esperábamos que llegara, nunca identificamos la magnitud del tema y el impacto que tendría en nuestras vidas hacia el futuro y, quizás, aun no lo sabemos con claridad. Se empezaba a vislumbrar la posibilidad de que parte del semestre, un par de semanas, sería a distancia, pero fue mucho más.
El terminar esta materia con sesiones académicas a distancia significaba poner en riesgo el correcto cierre de la misma y afectar la experiencia para los estudiantes, un aspecto que, para mí, era particularmente crítico ya que representaba el cierre de su experiencia académica en la Universidad Iberoamericana. Me parecía que no podía suceder como un evento más y que no viviéramos la materia con el sentido con el que fue diseñada.
El objetivo fundamental era que los alumnos no perdieran la oportunidad de tener una vivencia integral dentro de esta materia ya que representaba el cierre de su desarrollo profesional.
El sentido no era solo no perder el contacto, sino construir realmente una relación cercana y de compromiso mutuo, que les creara un ejercicio memorable para sus vidas… y puedo pensar que así fue, incluso, para sus familias.
¿Qué hice ante ese reto?
La primera acción cuando se suspendieron las clases presenciales fue comunicarme con los estudiantes a través de la plataforma Brightspace, donde les decía, dentro de un mensaje, que yo iba a estar cerca y que, a pesar de este momento, íbamos a construir una relación cercana para concluir el curso acorde al esfuerzo desarrollado hasta ese momento.
A partir de ahí, tuvimos clase en tiempo y forma todas las sesiones correspondientes al curso a través de la plataforma Zoom y manejamos los entregables del proyecto a través de la plataforma Brightspace donde cada proyecto recibía una retroalimentación sobre la misma plataforma. Una de las preocupaciones que tenía es que los estudiantes no perdieran la motivación y el sentido de su vida académica y personal durante ese tiempo de aislamiento social.
Era fundamental provocar que ellos se preparan para cada sesión en ‘modo clase’, algo que se convirtió para nosotros en la frase clave de inicio para que estuvieran preparados, vestidos y dispuestos a como si estuvieran en el salón de clases y con sus cámaras encendidas para seguir en absoluta concentración a lo que iba a suceder en la sesión. La concentración y compromiso debía ser total.
Busqué que mis sesiones se convirtieran, dentro de un ambiente de respeto, en un espacio abierto para discutir las características de los proyectos que estaban por desarrollar, donde los mismos compañeros del grupo provocaban ideas para los proyectos de los otros equipos. Se convirtió en un emocionante taller de ideas a distancia.
Para soportar los aprendizajes y las metodologías, invitamos en tres sesiones diferentes a emprendedores egresados de la licenciatura en Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana para que tuvieran ese contacto provocando un sentido de relación directa con los estudiantes y reconociendo en ellos, los atributos necesarios para generar un emprendimiento exitoso. Los emprendedores que asistieron con nosotros a través de la plataforma Zoom son: el Mtro. Mario Reynoso Jiménez, el Dr. Rodrigo Valladares Linares y el Mtro. Nathan Shabot Marcos. Cada uno de ellos ofreció su experiencia en su emprendimiento e historia profesional y personal. Los tres, con personalidades distintas, ofrecieron para nuestros estudiantes el sentido de que emprender está en sus manos y no se necesita ser un personaje extraordinario, sino ‘solamente’ pasión.
Desde la concepción de la asignatura, esta materia concluye en un ejercicio frente a sinodales expertos donde los estudiantes defienden sus proyectos con base en una presentación y con justificación técnica y de negocio, cabe decir que los sinodales expertos no conocen a los estudiantes ni a los proyectos, lo que les permite competir en un ambiente de absoluta justicia. Para este proyecto, cuando lo realizamos en las instalaciones de la Ibero, invitamos a los papás bajo dos intenciones, hacerles partícipes de una experiencia académica y producir un enorme orgullo de reconocer el crecimiento profesional de sus hijos.
En esta ocasión, al no poder hacer este ejercicio de manera presencial, lo hicimos nuevamente bajo la plataforma de Zoom donde pudimos concluir el ejercicio de la materia de manera extraordinaria, gracias a nuestros sinodales expertos y el desarrollo de nuestros estudiantes. Ese día, el ‘modo clase’ incluía para todos los estudiantes y para mí, traje y corbata. Participó el Director del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil y el Coordinador de la Licenciatura.
Lo interesante es que este evento, siempre lo concluimos con las familias presentes en un auditorio de la Universidad, pero en esta ocasión las familias nos acompañaron en un gran número, mayor al que hemos tenido en la mayor asistencia en la Ibero. La presencia en promedio, a lo largo de la sesión completa a distancia fue de 60 personas para este ejercicio académico. El número de estudiantes era de 13 alumnos, más la conexión de los 4 sinodales y la mía nos hacer ver que tuvimos una constante de 42 invitados, donde había más de una persona por conexión. Asistieron padres, hermanos, abuelos, amigos, compañeros y egresados de nuestra carrera. Todo un evento… y un gozo.
Hago una especial mención a mis cuatro sinodales que han acompañado el desarrollo de este esfuerzo desde el principio. Ing. Nathan Shabot Marcos, Mtro. Carlos Pérez Gil Chávez, Mtro. Jesús Iglesias Jiménez y el Dr. Rodrigo Valladares Linares. Agradezco, por siempre, su amor a la Ibero y su emoción por participar, esta vez en particular, a distancia.
¿Qué aprendí de la experiencia?
Esta experiencia me dejó una gama de aprendizajes personales y académicos que me acompañarán el resto de mi vida. Quizá lo más importante y, esa es precisamente la razón por la que decidí participar en esta convocatoria para compartir mi experiencia, fue la de reencontrarme con mi vocación académica a través de la observación del profundo interés y motivación de los estudiantes por la materia, del nivel de compromiso mostrado y la evolución de los aprendizajes de la materia. Sentí que, por supuesto, vale la pena. Pude ver en ellos el sentido de agradecimiento de acompañarlos en este momento diferente.
Tenía claridad que mis clases, como las de todos mis compañeros profesores, representaban una ventana a un mundo exterior tan necesario para ellos.
El segundo aspecto que para mí fue relevante es el creer profundamente en la educación a distancia como un mecanismo de aprendizaje válido que permite crecimiento profesional y calidez personal. El ver a la educación a distancia como un aliado de lo que yo creo, está por venir. Se que tengo una gran cantidad de áreas de oportunidad y potencial de desarrollo en temas como actividades asincrónicas y modelos de gamificación pero lo observo como un esquema que no demerita la propuesta de valor de los estudios universitarios.
El tercer aspecto es que se pueden construir experiencias exitosas y de cercano seguimiento aun a la distancia. A través de las plataformas electrónicas, la distancia se evapora.
Hoy, después de esta experiencia y entendiendo el curso de Verano como un acontecimiento próximo me quedo con la reflexión de ¿Qué aprendí de este nuevo modelo que me hará mejor en el viejo nuevo modelo para cuando termine esta etapa en mi vida?
Presento algunas imágenes del evento final de Seminario de Proyectos
Por Alberto Cabañas Osorio
Grado: Licenciatura / Maestría | Programa: Comunicación
Presentación
El presente texto es una crónica del tránsito abrupto de la experiencia docente presencial a una docencia remota y su acoplamiento en los nuevos medios informáticos, con las adecuaciones específicas para un curso sobre puesta en escena y trabajo actoral. El trabajo expone el cambio drástico de un día para otro, de una clase a otra y sus adecuaciones de estrategias didácticas, de reorganización de los objetivos y dinámicas del curso en la asignatura Laboratorio de Comunicación Escénica para los alumnos de la Licenciatura en Comunicación del cuarto semestre. Se exponen las experiencias docentes y de alumnos en el día y la semana de los cambios, situaciones y acciones didácticas que se replicaron en los grupos de las asignaturas de Dirección de Actores de la Maestría en cine, de Cuerpo, Imagen y Representación de la Maestría en Comunicación y de la asignatura Comunicación Aplicada (Comunicación Escénica para la titulación en la Licenciatura en Comunicación. Estos fueron cambios y experiencias en la dinámica docente-alumno, clase presencial-remota, que rescatamos también como experiencia humana.
La experiencia implicó la reestructuración de la asignatura, pero también emociones, sensaciones, retos y aprendizajes novedosos; aspectos que integraron los resultados finales del cambio presencial al remoto. Un reto y una experiencia que trajo consigo la pandemia del COVID-19 en el periodo primavera 2020. El texto, refiere ese proceso que vivencial, del que suscribe (profesor) y mis alumnos, específicamente con el grupo de Comunicación Escénica. En este contexto, es que considero que el formato de crónica que se expone, recoger y sintetizar, algunos aspectos vividos y no solo los ajustes a las estrategias pedagógicas y didácticas para los cursos impartidos, sino también, recoger algo de la experiencia humana: emociones, sensaciones, sentimientos, ideas y momentos, que considero, atravesaron las estrategias y los resultados finales en el cambio de la educación presencial a una remota. En este contexto, es que la experiencia se presenta bajo un formato de crónica en el cual quedan plasmados lo mismo algo de la experiencia vivencial del profesor y alumnos, así como la experiencia en el cambio didáctico y pedagógico hubo que implementar rápidamente. Así mismo, el trabajo pretende reflejar, algo o mucho de las formas de enfrentar dicha experiencia y los aprendizajes que de ella surgieron, desde los ajustes al programa y su acoplamiento remoto, siguiendo las solicitudes institucionales de la Universidad iberoamericana.
El último día
¡El cambio fue abrupto! ¡Nos tomó por sorpresa a todos! Parecía un día normal en la Ibero: sol, estudiantes, jóvenes ansiosos de un futuro lleno de ilusiones, de fe y esperanza como cualquier día. Fue el viernes 6 de marzo a las 13:00 horas, día en el que me correspondía impartir clase de Laboratorio de Comunicación Escénica a 12 estudiantes de cuarto semestre de la carrera de Comunicación. De pronto, el Director del Departamento de Comunicación Dr. Manuel Alejandro Guerrero, nos convocó a una reunión extraordinaria a los coordinadores de subsistemas para discutir las acciones urgentes a seguir, dados los acontecimientos que comenzaban a registrarse en China y en Europa. El COVID-19, hacia su invisible aparición en la escena mundial como una nueva enfermedad y amenaza insospechada para los seres humanos. Su aparición del virus en los cuerpos de hombres y mujeres de ambos continentes nos dejaban perplejos. Las imágenes de la televisión y medios alternativos, comenzaban a recorrer el mundo a una velocidad vertiginosa, pero también comenzaban a llenarnos de escalofríos la piel, de incertidumbre y nuevos temores que nunc habíamos experimentado. El Covid emergía en la escena pública como un enemigo sigiloso y silencioso que comenzaba su expansión y colonización devorando los cuerpos como su territorio y en el mundo como su meta, dejando a su paso muerte, desolación, tristeza, dolor, sufrimiento, y lo que era peor, una total incertidumbre de hasta dónde llegaría lo que comenzábamos a vivir y veíamos como amenaza latente de muerte para todos y cada uno de nosotros. Nadie de los que ahí estábamos presentes en la reunión, tenía una respuesta coherente de lo que estaba sucediendo y de lo que teníamos que hacer, todos teníamos cara de porqué, en qué consistía, qué pasó; y peor aún: el virus nos llenaba el cuerpo y el alma de una total incertidumbre, como una pesadilla que nos cambiaba en un instante, la expresión del rostro a todos.
Con toda esa incertidumbre a cuestas, el rostro desencajado y una total preocupación de lo que estaba sucediendo y de lo debería hacer en ese momento con mis alumnos, me preguntaba de manera silenciosa, mientras caminaba hacia el aula: cómo informarles, cómo trasmitir un problema que nos involucraba a todos y más aún, cómo continuar con nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje en una asignatura tan física, emotiva y de contacto como es la comunicación escénica, la puesta en escena, el teatro, etc.; y más aún que debería terminar en un espacio físico y frente a un público. En mi interior comenzaba a configurarse un nuevo reto al cual nunca me había enfrentado como artista escénico, coreógrafo, docente y como persona. Y ese nuevo reto consistía en acompañar a mis estudiantes en este tránsito aún inconmensurable. Un reto en principio tenía que compartir con mis alumnos, que esperaban sentir confianza y un rumbo claro ante lo que estaba sucediendo. Cambios y decisiones que había que tomar en ese instante, que nos delineara a todos un camino y una certeza de hacia donde nos dirigíamos en medio de un: no sabemos lo que estaba pasando. Fue entonces que decidí tomarme diez minutos antes de llegar a salón de clase, a fin de saber exactamente lo que debía decir y trasmitir a mis alumnos, a esos jóvenes que esperan con ansias una vida y un futuro. Fue en esa breve reflexión que tomé en cuenta que lo verdaderamente importante y lo realmente relevante, era darles confianza, seguridad y la certeza de que debíamos continuar, seguir adelante y sacar nuestro curso aún con todas las adversidades que se nos presentaran.
Al regresar al salón de clase con mis alumnos sentí la insistencia de sus silencios y miradas de interrogación. Mi primera expresión frente a ellos fue: cambiamos a plan B, han aparecido una serie de acontecimientos que en este momento por los que atravesamos, nos obligan a migrar urgentemente hacia nuevas estrategias para desarrollar nuestro curso. No sabemos con precisión nada, solo que en este momento tenemos que comenzar a tomar acuerdos para modificar nuestro curso hasta que no sepamos que sucederá oficialmente. En ese momento decidí hacer un círculo con mis alumnos, a fin de cerrar filas e integrarme con ellos de manera más cercana. Modificar el espacio físico hacia una igualdad de circunstancias de vida y preguntarles a cada una y uno de ellos de lo que pensaban al respecto y si tenían sugerencias par continuar con nuestros objetivos planteados para el curso en común acuerdo; además de las que yo les había comenzado a plantear para dar continuidad al proceso enseñanza-aprendizaje sin ninguna interrupción. El reto estaba en frente, era el de modificar las formas de trabajo físico y presencial a trabajo de investigación y en plataformas digitales, con la continuidad requerida, el replanteamiento de los objetivos, las formas de participación y evaluación a fin de concluir de manera satisfactoria con un curso que no habíamos pensado de forma remota sino de forma presencial y frente a un público espectador, tal y como se trabaja el teatro.
El cambio radical consistía en observar y dar respuesta casi de manera inmediata a los problemas que nos enfrentábamos con la información a distancia y su recepción individual y grupal, así mismo, el cómo dar seguimiento a la asignatura y a los procesos individuales de cada estudiante, a los procesos creativos, de diseño escenográfico, de sonido, ensayos, trazo escénico, creación de personajes, etc. como parte de los elementos sustanciales de la comunicación escénica; y sin desatender los intereses personales y profesionales de cada estudiante, tal y como se los había expuesto al principio del curso. En fin, el reto estaba en frente, decidimos ya no concluir la clase, como la veníamos realizando, para comenzar a integrar el grupo en dispositivos móviles y nuevos soportes y plataformas de contacto como wasapee, correo electrónico oficial de la Ibero y el personal, así como plataformas que conocíamos y a las cuales teníamos acceso como Skype, zoom y otras, a fin de comenzar a delinear los canales por los cuales mantendríamos la comunicación en lo subsecuente. Hasta cuándo, era claro que cualquier fecha que dijera sería especulativa, nadie lo sabía con certeza hasta cuándo y cómo regresaríamos a las queridas aulas de la Ibero. La única certeza que teníamos en ese momento, era que no teníamos certezas. Así que, en ese momento comenzamos a diversificar el trabajo individual y las tareas a distancia, las investigaciones personalizadas y la continuidad de las clases. En ese instante decidimos la primera fecha de nuestro primer encuentro, las actividades que realizaríamos y los avances que cada uno de ellos debía presentar de manera individual al grupo, a partir del primer día de clase a distancia. Nos preparábamos para dar el paso de docencia presencial a docencia remota, pero también de una era a otra.
El fin de una clase como el fin de una era y principio de otra
Una vez tomados los primeros acuerdos y con mesurado optimismo de lo que teníamos que hacer y cómo hacerlo, sentí que en ese momento me estaba despidiendo físicamente de mis alumnos, sin saber hasta cuándo los volvería a ver de manera presencial y bajo que circunstancias. Frente a esas miradas y esos rostros frescos, bellos e incrédulos, en medio de breves silencios y comentarios entrecortados que sintetizaban la incertidumbre de todos y un porvenir distinto aún sin un rostro definido les pedí su atención un momento. Fue entonces que decidí, antes de que abandonáramos el espacio de clase, darles un fuerte abrazo con mis palabras y expresarles lo que en ese momento me estremecía y estrujaba el interior. Sin pensarlo tanto me dirigí a ellos y les dije lo que me salía del alma, dada mi experiencia de vida. Les dije con voz cálida y pausada, mirándolos uno a uno: … que “la vida no es lo que pensamos de ella, sino lo que se nos presenta en forma de vida, y lo más importante, que la inteligencia intelectual y emocional de un ser humano, está en cómo resolvemos y enfrentamos eso que se nos presenta como vida.” Sin más, cada una y uno de ellas y ellos me brido una mirada limpia y clara como el sol de ese día y, casi a coro me ofrecieron una sonrisa y un gracias de manera gentil. Uno a uno se fue saliendo del salón de clase entre murmullos, comentarios en voz baja, unos de aliento y otros de sorpresa, y los más rijosos hacían bromas al estilo mexicano, ironías sobre el coronabicho, chistes que parecían menguar lo que intuíamos y nos negábamos a revelar como incertidumbre. Había comenzado un cambio de docencia presencial a docencia remota en el que estábamos involucrados todos. Tal vez, de manera insólita y drástica por la circunstancia que enfrentábamos y nos empujaba, sin hacer conciencia de ello, a un cambio hacia nuevos paradigmas en la educación y diversos ámbitos de la vida como la conocíamos hasta entonces. Como sí el COVID-19, con su llegada, nos obligara dramáticamente a dar el paso, aún incierto de una era a otra.
Cambio de docencia presencial a docencia remota: primavera 2020
Del 20 de marzo al 8 de mayo: Ajustes al temario: objetivos, plataformas y actividades concretas para la educación a distancia
Asignatura: Laboratorio de Comunicación Escénica
En conclusión
El cambio que vivimos, aunque abrupto fue sumamente enriquecedor. Al principio, parecía una aventura, un nuevo viaje a un futuro presente. Como sí juntos comenzáramos a escribir historias del presente, en virtud de que todos nos vimos obligados a incrementar nuestras habilidades informáticas, intercambiar experiencias, entrar a nuestras casas de manera remota. Las sesiones vía videollmadas nos comprometían a estar con toda la atención requerida por el compromiso que sentíamos, era de suma importancia sacar adelante por nosotros, por la Ibero y porque esa era nuestra mentalidad frente a los retos. Cada uno de los alumnos estableció sus propias metas y objetivos de aprendizaje, lo reajustó y replanteó respecto a lo planteado al inicio del cuero. Y tal vez, lo más importante de toda esta experiencia del cambio de docencia presencial a remota, fue y es, el paso abrupto que nos implicó dar, así mismo, que pudimos humanizar los dispositivos informáticos hacia objetivos y valores acordes con la educación, la formación de seres humanos y el uso útil de las pantallas. Lo que un día fue alejar a los seres humanos que estaban cerca con los celulares y las computadoras, se había convertido en acercamiento y humanismo informático en la relación docente-alumno y enseñanza- aprendizaje.
Por Aslán Bazbaz Atri
Grado: Licenciatura | Programa: Administración
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Hubo varios:
¿Qué hice ante este reto?
¿Qué aprendí de la experiencia?
Por Yoatzin Balbuena Mejía
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño
Se habla de la pandemia como la emergencia de un nuevo sistema mundo, porque se trata de un hecho social total, que impacta a todas las naciones y a todos los niveles socioeconómicos de las distintas sociedades; modifica las relaciones sociales y afecta a la totalidad de los actores y de las instituciones. La clave es que aunque supone un hecho global, sus consecuencias locales son las que revelan qué somos como especie y como proyecto humano, ya que desigualdad es el gran concepto de nuestros días y trastoca nuestras nociones de sociedad. Van a cambiar las formas de relacionarnos con la familia, el trabajo y el Estado porque han estado cambiando siempre, nadie puede negar que no somos los mismos que en 1950. Ni siquiera somos los mismos que en 1980. Los cambios son las oportunidades más grandes de repensar y reconsiderar el rumbo de nuestras acciones.
Digo lo anterior, porque preguntarnos por la educación online es preguntarnos por una parte de ese sistema mundo que está cambiando radicalmente y donde ahora cabe la incógnita, ¿cómo queremos que la educación coadyuve a cambiar el mundo? ¿qué ha funcionado de la educación hasta ahora y qué definitivamente tiene que cambiar? El mundo que tenemos hoy es el resultado de la producción y reproducción del conocimiento que hemos ido construyendo, ¿nos gusta el mundo que hemos construido? La educación online posibilita que la pregunta no sólo se quede en ¿cómo adaptamos el modelo educativo de toda la vida al entorno online?, porque no sólo la educación está cambiando, está cambiando el sistema mundo.
En este sentido, hay dos ejemplos en el mundo que han cambiado hacia modelos educativos diferentes, centrados en prioridades distintas a las del sistema educativo occidental más estandarizado; son el modelo Waldorf y el escandinavo. Ambos modelos coinciden en que la educación es el proceso de fortalecimiento de la autoestima, el pensamiento crítico y la autonomía y es una actividad estimulada, acompañada y guiada por los profesores, quienes ven como parte del proceso de enseñanza aprendizaje la construcción de un entorno de confianza. Importan en los profesores las habilidades sociales y personales. Estos modelos responden a la primera etapa educativa, la primaria. Esa es la razón por la que enfatizan que los niños felices aprenden más, niños relajados y con derecho a equivocarse, no temen preguntar y orientan las clases según sus intereses. Las tareas son personalizadas, así que dos niños pueden tener tareas distintas, según sus capacidades. Dos cosas más resaltan y se comparten en estos dos modelos, la importancia de los idiomas y el aprendizaje y desarrollo de habilidades musicales y artísticas. Además han apuntado a la reducción de horas de clase.
Basada en el movimiento de la antroposofía de Rudolph Steiner, la pedagogía Waldorf se centra en aspectos fundamentales como qué aprender, cuándo y cómo, preparando integralmente a los niños para vivir en plena armonía.
Ambos métodos ponen el acento en el alumno, pero también en la formación continua de los profesores, quienes se deben mantener actualizados, pero no solo en materia de conocimiento, sino también de los intereses de los alumnos. También son modelos que acercan las relaciones de las familias al trabajo escolar. Los hacen copartícipes.
Personalmente me he sentido inspirada por estos vuelcos que está teniendo la educación en el norte de Europa, porque responde a inquietudes personales con respecto al trabajo dentro del salón de clases físico y virtual. En diferentes contextos donde he dado clases, siempre termino preguntándome ¿fue una experiencia significativa? y me ha pasado de todo, así que considero que la docencia es una actividad de tiempo completo, que implica el constante encuentro con las didácticas que aparecen en el cotidiano y que después se convierten en metodologías de enseñanza, es más, considero que todo nuestro estudio cotidiano sobre temas de interés público y personal, desembocan en las clases. Nuestras lecturas, la música que escuchamos, nuestras convicciones sociales, todo ello se convierte en material apareciendo en nuestras palabras frente a los alumnos. De ello me he dado cuenta ahora con más detalle, porque he elaborado varios tutoriales, en algunos aparezco y en otros no, pero en los primeros me he podido dar cuenta de todo, mis miles de muletillas al hablar, mi manera de formular sentencias de verdad, mi insistencia en el conocimiento que pregunta. Algunas de esas autoescopias han sido agradables, otras, francamente me han hecho repensar todas mis consideraciones sobre el mundo, porque me veo en los videos y reflexiono, ¿cuándo adopté esa filosofía de la imagen? y la respuesta la encuentro en los avances en el terreno de la didáctica.
La didáctica no sólo es la creación de actividades para que los alumnos resuelvan problemas, es una ciencia que estudia las interacciones entre los alumnos, el maestro y las actividades de estudio. Las actividades de estudio no necesariamente son creadas por el maestro, pero éste las elige, las analiza, genera expectativas y las plantea a los estudiantes. Me he dedicado a generar actividades que se vuelvan retos, para que los alumnos sobre todo adquieran satisfacción creativa, es decir, que sientan la chispa de la creación visual, esa que a unos nos mantiene todo el tiempo generando e investigando sobre artistas que generan e innovan con su particular mirada. Me ha interesado también propiciar un ambiente de libertad creativa, es decir, que los alumnos sientan que pueden hacer lo que imaginen y que el verdadero reto es forzar esa imaginación a que aterrice a través de argumentos y prácticas de dominio técnico.
Con las instalaciones de la universidad, la infraestructura solventa la posibilidad de que esta libertad creativa prospere y que la satisfacción de la creación visual ocurra constantemente, porque los equipos fotográficos con los que cuenta la universidad ponen a todos los alumnos en igualdad de condiciones. Ellos sólo deben preocuparse por desarrollar su capital intelectual. La didáctica en estas condiciones se vuelve una sinergia entre una institución que respalda con el entorno ideal y un profesor que pone el cuerpo para desarrollar actividades que reten continuamente a los alumnos. Además, la universidad como dispositivo de regulación y clasificación de los cuerpos ubica a los alumnos en un tiempo y espacio que les fomenta la concentración y ello coadyuva en la exitosa resolución de los problemas planteados en clase. Ir a la universidad físicamente ordena las nociones didácticas como si se tratara de un entorno hecho especialmente para ellas. Le dice tanto a alumnos como a profesores que se encuentran en un territorio con objetivos claros.
Derivado de lo anterior, la didáctica desarrollada en la universidad estaría dando todas las condiciones para que los alumnos procesen en cada materia un potencial creativo y útil para responder a las necesidades profesionales del día a día. Tendrían también que darle al alumno las vías para construir seguridad en sí mismo, para que se enfrente al mundo de afuera de la universidad y sobre todo tendrían que darle al alumno la posibilidad de transformar su entorno cercano para mejorar las condiciones de su contexto, porque ha aprendido a crear cosas nuevas, con las mejores condiciones posibles. Ir a la universidad físicamente es mantener la creencia de que la resolución de los problemas sociales se está incentivando desde los “laboratorios” de profesionales dentro de los salones de clase.
Pero ¿qué pasa cuando al alumno se le priva de la infraestructura y las condiciones materiales de su aprendizaje? ¿qué queda? ¿en qué se sostiene su posibilidad resolutiva de problemas? Son preguntas que han aparecido recientemente porque la pandemia del COVID19 nos ha obligado a resolver ese problema. En especial vi con agrado que la universidad en ningún momento se preguntó sobre la viabilidad del sistema educativo aún sin la infraestructura, sólo se mudó a las plataformas de conectividad y comenzó lo que ahora hemos estado llamando la adaptación educativa al sistema online.
Este suceso vino acompañado de una avalancha de otras miles de opciones educativas que se subieron a la ola de la virtualidad como herramienta de aprendizaje en el confinamiento. También brillaron con particular resplandor las propuestas educativas que ya de por sí estaban trabajando con un sistema online. En cosa de dos meses vimos ante nuestros ojos desplegarse un conjunto de fuerzas que requirieron alimentar de potencia todos los servidores del mundo para soportar el tráfico actual en la web. La transmisión de conocimiento en línea se volvió un paradigma del tiempo útil, independientemente de quienes lo usen o no, lo importante ha sido llenar de ofertas la red. De pronto, la educación universitaria compite con la educación fast track que ofrecen cursos cortos para aprender a hacer casi cualquier cosa. Yo soy una entusiasta y consumidora de contenidos académicos de congresos y encuentros, así que puedo experimentar la emoción de acercarme a contenidos antes encriptados por las distancias y las fronteras del lenguaje, ahora accesibles y muchos de ellos traducidos o dispuestos como documentos en video a los que se puede volver una y otra vez. Y ha sido al observar a otros muchos académicos que me he dado cuenta de que aún sin la infraestructura es posible obtener aquello que sólo los cuerpos pueden brindar: la pasión por lo que se crea, por lo que se piensa, por lo que se construye. La pasión y el entusiasmo son elementos que no dependen de la infraestructura, dependen del compromiso que cada profesional tiene con su materia de trabajo.
La pasión por la construcción de conocimiento es una idea romántica si no se problematiza. Se puede entender también como una energía alta y una creencia de que lo que hacemos contribuye a la construcción de un mundo más justo. Pero si no tenemos estas consideraciones sobre el propio oficio, difícilmente le daremos la importancia que planteo, a la pasión. La pasión es también la única que permite que nos levantemos todos los días con una sonrisa en la cara, a pesar de las adversidades y los obstáculos, tenemos un objetivo claro, como profesores y tenemos algo que decirle a un grupo de personas que se están formando.
En el entorno físico, la pasión se percibe en el cuerpo, es en la manera de transmitir las palabras y plantear las actividades, que los alumnos se dan cuenta de si estamos enseñando algo en lo que creemos o algo en lo que ni nosotros tenemos ya confianza. En el entorno virtual, esa pasión se percibe por una pantalla y aunque pareciera que es infinita la distancia que separa a los cuerpos, la cercanía se da por la voluntad de estar y sostener un proyecto que sobre todo tiene que demostrar su utilidad en relación a la sociedad en la que vivimos. Más que nunca, los contenidos cobraron importancia, se tornaron el todo. ¿Qué aprender, cuándo y cómo? Se tornaron preguntas vigentes nuevamente. Porque aunque la universidad tiene un qué muy bien definido (programa de estudios), el cuándo y cómo se tornó un enigma para la propia institución. Lo resolvimos entre todos y con nuestros propios recursos, acondicionamos espacios de trabajo en casa para los videos tutoriales, algunos alimentamos de más megas nuestra banda de fibra óptica, aprendimos a manejar programas de videoconferencias educativas y además estamos tratando de investigar cuáles son las particularidades de este formato de enseñanza-aprendizaje. Yo a la par participo en un curso en línea con un maestro al que admiro muchísimo, lo cual me ha ayudado para verme a mi misma como alumna en este entorno.
Con la pandemia, se revelaron las desigualdades no sólo en los alumnos, quienes confiaron en que por el pago de su colegiatura tendrían las mejores condiciones para formarse, también se volvieron visibles las desigualdades entre profesores, no sólo de condiciones materiales, sino de pensamientos generacionales y también de habilidades tecnológicas. A pesar de todo ello, hemos podido domesticar el nuevo formato, nos hemos dado cuenta que los medios de transmisión de conocimiento son importantes y generan diferencias, pero que es el conocimiento el que está en juego, lo que realmente debe permanecer accesible para todos. La tecnología termina por ser un problema a resolverse, pero el proceso de construcción de conocimiento es el verdadero magma que debe seguir trabajándose.
Todo ello nos ha capacitado para dejar la parte técnica a un lado y volver a poner la atención en lo importante: ¿qué estamos enseñando? Y allí radica para mi el principal reto de la educación online. Pensar nuevamente los contenidos para poder generar los materiales didácticos que den soporte a esos contenidos. En ese sentido uno de los materiales que más he usado para comprender conjuntamente con los alumnos son los cuestionarios. Constantemente los abordo con preguntas sobre la utilidad de lo visto en clase y siempre hay opiniones diversas, eso da un parámetro de acción constante. Durante las clases presenciales casi nunca apliqué cuestionarios, confié siempre en mi percepción dentro del salón de clases.
La experiencia ha arrojado algo que ya hemos estado trabajando en la universidad y tiene que ver con la desaparición constante de las fronteras disciplinares del trabajo creativo, el auge de la interdisciplina y la transdisciplina se hace más latente en el trabajo a distancia porque los alumnos no tienen un edificio que les indique que están en un departamento o en otro, por el contrario, pueden estar viendo un videotutorial, mientras escuchan un podcast y están bajando un software creativo. Esta posibilidad multitarea también ayuda a entender el nuevo ordenamiento cerebral de la información, donde prácticamente todo está compartimentado en círculos que se encuentran. Probablemente la universidad deba remodelarse y crear multidepartamentos académicos sin fronteras.
Otro elemento a destacar en las clases a distancia, es que se percibe que el mundo como funciona actualmente, no funciona bien. Las desigualdades sociales son tales y de tal magnitud, que ignorarlas nos haría trabajar para un grupo de gente realmente muy reducido. Los alumnos están preocupados por el estado actual del mundo porque la pandemia del COVID19 no ha discriminado en afectaciones a todos los niveles socioeconómicos. Esta situación los hace empáticos con la realidad social porque son parte de ella. La relación de confianza ha crecido con la distancia física. Hoy no todo está dado por hecho, la energía está puesta en dar lo mejor posible, pero pienso que una vez nos acostumbremos a este formato, podrá pasar de nuevo que se vuelva común. Pero por ahora la novedad es una relación empática y amable más allá de los contenidos, una causa común, una situación que atañe y altera a todos. Aquí de nuevo la pasión se vuelve importante, como fuente de inspiración de una persona cercana, que escogió una carrera, que en esta situación compleja encuentra asidero y posibilidades del ejercicio de sus saberes.
Educación de fotografía a distancia
El conocimiento fotográfico es un conocimiento situado en el presente, parte de la construcción de un conocimiento dinámico. Desde su origen, la fotografía no ha hecho otra cosa que cambiar y modificarse y modificarnos. Porque habrá que recordar que la relación entre los humanos y la tecnología es en ambos sentidos: cada vez que alguien utiliza una tecnología, es utilizado por ella. Y la fotografía es la reina en ese sentido.
Un estudio fotográfico como el de la universidad nos hace pensar que la fotografía es una actividad posible, fácil, donde lo más importante es tener ideas grandes para producir imágenes grandes. Lo demás lo hará el equipo. El laboratorio de computadoras también genera la impresión de que toda post producción es posible y que la práctica devendrá en el dominio de la técnica. Y es verdad que las instalaciones fotográficas de la Ibero han contribuido al crecimiento de la calidad de la enseñanza, pero no ha sido lo único que ha estado en juego.
A mi entender, el reto de la enseñanza de la fotografía hoy recae en la construcción de una inteligencia fotográfica y ésta se representa por la educación crítica de la mirada. Una idea amplia de la imagen y sus repercusiones sociales, económicas y políticas ayuda a construir imágenes que se convierten en dispositivos de pensamiento, donde el reto es resolver problemas abstractos, como llevar al cuerpo un concepto dejando a un lado la literalidad. La mirada también aporta una noción cultural de cómo estamos determinados por la forma en que fuimos educados y en ese sentido, la mirada es también una responsabilidad. Los mensajes visuales que estamos ayudando a construir en el estudio fotográfico están llenos de consideraciones éticas y políticas, pero a los alumnos les ha costado trabajo relacionar estos campos de acción de la imagen. Mucho de la educación fotográfica radica en acercar las relaciones que la fotografía mantiene con otros aspectos de la vida.
Los dispositivos son para la fotografía lo que el lenguaje al habla, son herramientas comunicativas y van de lo más abstracto a lo más figurativo, donde la calidad de la imagen no es más que su relación con la realidad, se asemeja en mayor o menor medida a ella. Los dispositivos hoy se siguen dividiendo en los fáciles y los difíciles, pero ambos están hechos para ser dominados. La enseñanza de los dispositivos por otra parte es propicia para ser guiada a distancia. Como lo importante es el manejo de una mecánica, el conocimiento técnico se comparte bastante bien a través de tutoriales. Lo que siempre deja duda si llegó o no, es la conceptualización, la argumentación y el sentido de por qué estamos haciendo las cosas.
Las videollamadas son también una posibilidad interesante para el trabajo de 1 a 1. Algo que pasa en mis clases de post producción es que me acerco continuamente a los lugares de cada alumno para ayudarlos de forma personal, incluso hago una demostración en su propia imagen y con ello, saben que es posible hacer lo que les estoy pidiendo. Pues con las videollamadas pasa igual, incluso considero que el método del aula invertida es perfecto para ser trabajado a distancia. Darme cuenta de ello también fue significativo porque ahora distingo tres posibilidades dentro de la enseñanza fotográfica: la primera es aquella que es teórica, que proviene de libros, artículos que dan contexto y soporte bibliográfico a lo que enseñamos, eso me parece que es un campo excelente para hacerse a distancia. La segunda es la que compete al uso de los dispositivos, también es factible resolverla a distancia porque las técnicas se basan en demostraciones, por ello los tutoriales son idóneos, los alumnos vuelven a ellos cada vez que lo necesitan y nosotros como profesores no repetimos cada vez que le surge la misma duda a un alumno
Lo que necesitan constantemente es acompañamiento, que veamos sus avances y que podamos ser estrictos en los detalles representa un estímulo de seriedad para ellos. Se dan cuenta de que no pueden hacer un gran trabajo si subestiman este formato de acción. Por esa misma razón pienso que no es suficiente con hacer videotutoriales, es vital el acompañamiento en vivo y éste puede hacerse como videollamada, compartiendo pantallas.
La tercera posibilidad de la enseñanza es la producción en sí, es decir, la presencia del profesor mientras se realizan las imágenes, no mientras se planean o se retocan digitalmente, sino mientras se disparan las cámaras. Me parece que la presencia y el acompañamiento del profesor en la etapa de la producción es insustituible. Sea que trabajen con el súper equipo de la universidad o que trabajen con sus teléfonos, me parece que este momento es mucho más trascendental si está siendo acompañado en tiempo real.
Si no hay un estudio fotográfico que sigue físicamente la producción fotográfica, podemos considerar la imagen producida por dispositivos móviles como una vía que necesita complejizarse. Hoy hay miles de aplicaciones y aditamentos diseñados para los teléfonos, además de que la industria celular no ha dejado de revolucionar las cámaras de los celulares, al contrario, la inteligencia artificial ha ganado terreno en la correspondencia de datos vitales con datos visuales, como lo que ocurre actualmente en China y la vigilancia a través de los teléfonos. En ese sentido ha sido relevante darle una nueva importancia al manejo de aplicaciones de captura y edición, además de los simuladores, porque a través de ellos y sus funciones con otros softwares se puede guiar un procedimiento a distancia. Otra forma de enfrentar el desfase que implicaría no contar con el equipo de la Ibero es con la producción de imágenes híbrida, es decir, la captura en resoluciones no tan óptimas, procesadas por herramientas profesionales, o fotografías capturadas profesionalmente y procesadas de forma más automatizada basada en aplicaciones.
Volver a los fundamentos fotográficos ha sido también un bastión que le ha dado rumbo a la educación fotográfica a distancia. Ha sido interesante cómo sin la participación en la producción de las imágenes, una fortaleza es contar con mucha literatura sobre códigos visuales, encuadre y composición que aunque no se abordan dogmáticamente, sí dan luz a los alumnos, por lo menos hasta que se sueltan y comienzan a componer y a encuadrar con una mirada propia y entrenada. Personalmente, aunque veía temas de encuadre y composición en fotografía para moda, lo hacía a través de una clase teórica con apuntes en el pizarrón y diapositivas en una presentación y después hacíamos las demostraciones pertinentes mientras se estaban produciendo las imágenes. El no estar con los alumnos durante la producción de imágenes nos hace requerir apoyos de otros tipos y apelar a conocimientos construidos en la historia del arte, se vuelve funcional y estimulante.
Para cerrar este ensayo, me gustaría resumir que la enseñanza en fotografía hoy es multiplataforma, transdisciplinaria y apela a una construcción consciente de la mirada para fomentar un tipo de inteligencia caracterizada por su complejidad. La conciencia de la mirada ayuda a que los alumnos busquen hacer imágenes cada vez más interesantes, que hablan de algo y comunican con intención una serie de ideas materializadas visualmente. El medio para lograrlo es igualmente importante, pero allí entra el pensamiento crítico, que nos conduce por el cuestionamiento, más que por la aceptación. Lo anterior lo comento porque nos ayuda a entender las tendencias crecientes en la fotografía de moda de hacerse de forma cruda y desenfadada, apelando a valores de post producción distintos a la superproducción que había reinado en los pasados años.
Buenas prácticas
Considero buenas prácticas aquellas actividades que implementé y que pude contrastar con las opiniones de los alumnos. Esta es una lista de aquellas que considero fundamentales:
El modelo híbrido de la educación considera que hay elementos que pueden cambiar y formularse para ser compartidos en línea, pero hay otros elementos insustituibles y que necesitan la presencia. La enseñanza de la fotografía no es una enseñanza técnica nada más, buscamos más que eso en la producción de imágenes. Me parece que el acompañamiento es fundamental, pero puede encontrar múltiples formas ocurrir.
Por García González Andrés Alberto
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil, Taller de Construcción Sustentable y Estructuras Complejas
Hoy, en 2020, el año en que la naturaleza ha tenido la oportunidad de ser fortalecida por el confinamiento mundial generado por Covid19, los modelos educativos enfrentan un paradigma, quizás cargado de positividad, que podría regir las futuras pautas de educación.
Mundialmente, ante la imposibilidad de coincidir en tiempo y espacio, se acogió y principalmente se ensayó, la educación virtual como la solución para la trasmisión de conocimiento. Desde el taller de construcción, aportamos experiencias y estrategias del desafío que asumimos en este ejercicio.
Las competencias alcanzadas en el actual ejercicio complementan la investigación previa sobre Laboratorios de Construcción Virtual, donde cubrimos el estudio introductorio sobre cómo las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han innovado e incorporado herramientas de enseñanza para el estudio de las disciplinas que componen los programas académicos de la industria AEC, arquitectura, ingeniería y construcción; permitiéndonos testificar que, con ajustes tecnológicos y adaptaciones del usuario, el modelo educativo con interacción virtual funciona para un taller de estas características.
¿Cómo facilitar el desarrollo de habilidades digitales para aplicar los conocimientos previos en construcción, al elaborar una maqueta virtual de la edificación?
Los retos del docente consistieron en elaborar videos instructivos acerca del flujo de trabajo para operar los comandos de Revit, la plataforma de modelado de construcción BIM de la compañía Autodesk, para ensayar la tesis, de que, al utilizar plataformas de aula virtual,reproducir scremcast videos y explicar los procesos demostrados, se simulan los efectos del modelo educativo presencial alcanzado a: facilitar la labor de ilustrar el procedimiento para abordar la solución de ejercicios de modelado de instalaciones arquitectónicas y sanitarias 3D MEP; y a interactuar con el alumno durante este proceso para efectuar las correcciones propias de taller.
El colaborador elaboró una programación de ejercicios que respondían a la cronológica de los videos tutoriales explicados al alumnado, de tal manera que, al ser ejercitados, surgieran las dudas y problemáticas particulares de cada proyecto, que fueron resueltas en estos turnos.
Así se comprobó que las herramientas que permitan complementar y trasladar a un entorno digital o virtual, la realización y análisis de las prácticas experimentales del aula presencial, permiten también implantar la interactividad digital remota y encauzar al alumno a la correcta ejecución del modelo de la edificación, comprendiendo simultáneamente los conceptos teóricos básicos de construcción aprendidos en talleres anteriores.
La comprobación de la tesis enfrentó problemas provenientes de agentes externos para el desarrollo remoto del taller, particularmente referidos con la variable tiempo. La contingencia actual y otros factores influyeron en la congestión de actividades, lo que evitó que la totalidad del cuórum corrigiera en la sección de mitad de semana, hecho que sí se produjo en la del comienzo de la semana, ya que se favorecieron con más tiempo para ello.
El docente concluyó que la metodología del video tutorial es válida como medio de difusión del conocimiento y aprendió que la interactividad digital remota, en cuanto a este mismo parámetro, es igual de eficiente que la presencial, si se cumple una programación para proporcionarla.
Que la constancia para acceder a esos momentos personalizados de interactividad digital remota, condujo a soluciones que contuvieron los contenidos planteados en la guía de estudio. Los alumnos manifestaron que los contenidos fueron asimilados y que contar con el respaldo de los tutoriales fue de gran ayuda, supliendo en parte lo presencial.
Finalmente, cabe invitar a los desarrolladores de las plataformas de aula virtual, que igualmente estuvieron sometidas a un ensayo global, a la mejora tecnológica de las mismas. Particularmente para tratar de proporcionar mejoras en la seguridad, o candados, para que los exámenes sean presentados individualmente, de manera que reflejen objetivamente que el alumno es quien lo presenta, sin interactuar o con ayuda de persona.
De todo, experiencias positivas, que ahora el colaborador espera proyectar buscando cautivar la atención de los alumnos al diseñar tutoriales enfocados a promover la necesidad de acudir a la interactividad digital remota.
Por lo tanto, con estos comentarios, los estudiantes y el colaborador finalizaron este ejercicio, con la esperanza de una mejora continua ante las futuras demandas y los cambios en el modelo educativo.
Ante la expectativa, estamos y nos despedimos, al pendiente.
Taller de Construcción Sustentable y Estructuras Complejas.
Por Alessandro Questa
Grado: Licenciatura | Programa: Ciencias Políticas y Administración Pública
Antecedentes de la materia
Técnicas de Investigación Social (TIS) es una materia fundamental en la formación de profesionistas en cualquier ciencia social. Sin técnica no hay conocimiento, sólo hay opinión. En ella, como seguramente suponemos, nuestros estudiantes aprenden a entablar estrategias de contacto, registro, evaluación y apreciación por las diferentes realidades de las personas que los rodean y a quienes, en alguna medida, pretenden entender. Es una materia enfocada al análisis cualitativo de grupos sociales. Ya sea desde la sociología, la ciencia política, la historia o la antropología social, ésta es una materia técnica, de mucha observación y diálogo, pero también de inevitables choques con la otredad, con el privilegio asumido, las convicciones recibidas, la desigualdad (de clase, de credo, de género, de ideología) y con la frustración de no poder acercarse tan fácilmente a mundos distintos.
Usualmente, ésta es una materia en la cual quienes llegan con demasiadas certezas padecen más que quienes llegan con menos. Durante la primera mitad de este curso proveo a mis estudiantes con un horizonte político y filosófico, posicionando la relevancia de las ciencias sociales para, luego, mostrar ciertos instrumentos metodológicos a modo de “caja de herramientas”. Ésta es una parte reflexiva, que los lleva a cuestionar cómo es que asumimos que sabemos algo sobre alguien, cómo es que podemos acercarnos y distinguir nuestras propias limitaciones y predeterminaciones; éste es un viaje “hacia dentro”. La segunda parte del curso, la más divertida, los lleva al lado opuesto, “hacia fuera”. Se centra en que los estudiantes desarrollen y utilicen estas herramientas vistas con anterioridad y las prueben en otros. Aquí lo que importa es ¡experimentar! Diseñan instrumentos en proyectos por equipos, interactúan con diversos grupos de personas, se reúnen para hacer análisis y presentan sus resultados al final del semestre. Suele ser muy emocionante y satisfactorio. Fue entonces que llegó la contingencia del Covid-19.
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
El primer reto por enfrentar fue mi propia frustración, mi desaliento. A esto se sumó el miedo y la desazón del momento. ¿Cómo evaluar ahora? ¿Qué se puede hacer desde el encierro doméstico? ¿Cómo “sacarlos de la Ibero” justo cuando más que nunca se encuentran “dentro de sus burbujas”?
¿Qué hice ante este reto?
Me puse a pensar en la ducha. Pensé en qué significa estar lejos, de pronto, de todo aquello que te es tan familiar a un tiempo en que no estás de vacaciones ni en algún tipo de retiro voluntario. Pensé entonces en todos esos presos políticos y escritores que encontraron en sus mundos de ideas la ruta para no sólo sobrevivir sino trascender al encierro forzado de sus cuerpos. Pensé también en esos capitanes de navío y esos monjes medievales quienes en dejaron un testimonio a la distancia -desde los camarotes flotantes de una nave o las celdas del monasterio amurallado- de los eventos terribles que observaban “afuera” de su espacio (la guerra, la peste, la hambruna, la ceguera). Pensé después en mi propia formación como antropólogo social y en cómo, cuando me he descubierto en campo -más de cien veces- sin entender nada de lo que pasa, he recurrido a consignarlo en un diario de campo. Ésta es tal vez la herramienta por excelencia del etnógrafo que hace investigación inmersiva y de largo aliento en cualquier comunidad humana. Ahí es que se vierten preguntas sin respuesta, reflexiones tangenciales, emociones embotelladas, referencias y perplejidades que luego, con suerte, pueden consultarse en casa dándole vueltas al cuaderno diciendo “¿y esto qué dice?”. En efecto, como cualquier antropólogo sabe, el secreto del diario de campo no yace en su capacidad de recolección de datos. Mañosamente, su gran potencial está en que se hace, justamente, diario. Es en el modesto registro de nuestras actividades cotidianas que quedan asentadas nuestras constantes frustraciones aparejadas por nuestras más profundas revelaciones. En otras palabras, es en donde queda el registro de nuestra existencia compartida. Así, llegué a preguntarme: ¿qué haría yo si hubiera sucedido esta pandemia mientras estaba “en campo”? ¿Quién es pues el otro a quien observo en una cuarentena? Por otra parte, ¿Qué constituye mi “normalidad”? Es decir ¿qué queda de mi mundo cuando dejo de tener acceso a la mayoría de sus espacios y estímulos? Y, ¿qué pasa con el tiempo, con la cotidianidad acuosa propia de la reclusión?
Toda proporción guardada, claro está, pero estas primeras preguntas, apenas formándose en mi cabeza, se las expresé a mis estudiantes con una idea: hagamos en simultáneo una bitácora personal (un registro de la vida propia -que siempre nos parece tan anodina, tan poco interesante- en un periodo excepcional) y un seguimiento diario en charlas de video con otr@ compañer@ de clase (que se asumen como equivalentes pero que no los son tanto). Durante cuatro semanas entregarían cada uno sus bitácoras personales, así como semanalmente también sus interacciones con compañer@s de clase que cambiarían cada semana de acuerdo con un sistema de permutación que diseñé en casa y que esquivaba el aglutinamiento de grupos de amistad previos.
Les ofrecí una garantía a cambio: confidencialidad total para que pudieran expresarse en completa libertad. Y lo hicieron.
¿Qué pasó?
Como sabemos, hay una inesperada intimidad en las relaciones digitales a distancia. Los entornos hasta entonces privados se vuelven inevitablemente pistas para “leer” la posición social, estilo de vida, hábitos y cultura material de quien se encuentra del otro lado. Esta intimidad colateral funcionó a favor de las relaciones entre estudiantes quienes tuvieron acceso a las vidas de otros y respondieron al mismo tiempo a diferentes preguntas de alguien “como ellos”, obligándoles a tomar distancia de la normalidad asumida en sus vidas, sensibilizándolos a las dificultades de los demás, evidenciando esa combinación entre similitud y diferencia tan típica del trabajo cualitativo en ciencias sociales.
Desde la primera semana hubo resultados prometedores. Con diversos niveles de éxito, hubo estudiantes que ofrecieron descripciones etnográficas de los hábitos alimenticios en sus hogares, temas de sobre mesa y rutinas diarias. Otros, construyeron líneas del tiempo y calendarizaron sus actividades recurrentes encontrando patrones y comparando diferencias con otros. Las bitácoras evolucionaron de meros registros de actividades a espacios de reflexión o bien de desahogo ante la incertidumbre de la reclusión. En su seguimiento de compañer@s hubo mejores resultados. Estudiantes que no se conocían (siendo una clase de 2do semestre y muchos no se tratan todavía como amig@s) reconocieron sus inesperadas similitudes. Amistades previas se descubrieron en momentos de confidencia o de debate. A través de sus registros diarios fueron apareciendo y desarrollándose los personajes en sus vidas (sus padres y hermanos, sus novios, sus mascotas), así como sus procedimientos y sus nuevas rutinas. Lo extraño de los demás -como nos encanta decir- se volvió casi familiar, mientras que lo familiar se podía observar como algo un poco extraño. Nuestras sesiones en línea se transformaron en reflexiones colectivas sobre cómo tal o cual método funciona mejor o sobre cómo una interacción puede guiarse en ciertos momentos con el fin de obtener información o entender mejor algún proceso.
Mientras pasaban las semanas y se llenaban las bitácoras, de esa colección de estudiantes que veía antes emergió un grupo de compañer@s quienes, desde Mérida, Cuernavaca, Cocoyoc, Morelia, Comitán, San Luis de la Paz y la Ciudad de México, se mantenían atentos a los desarrollos de la emergencia de salud mientras aplicaban algunas de sus técnicas de investigación y formaban lazos entre sí.
Hacia el final del semestre cada estudiante realizó un video aplicando metodologías de investigación social (grupos focales, entrevistas semi—dirigidas, historias de vida, flaneurismo, entre otras), en algunos casos de forma ingeniosa y propositiva. Hicieron suyas las herramientas del curso.
¿Qué aprendí de esta experiencia?
Que dar clase en línea es muy difícil. Sin embargo, para esta materia en particular, no es imposible. Incluso confinados a espacios domésticos, viviendo momentos de una enorme incertidumbre global, dependiendo de la utilización de herramientas digitales, las relaciones humanas prevalecen y se pueden estudiar. La distancia física y el confinamiento no limitan nuestra capacidad de sentir curiosidad, empatía o creatividad. Espero que esta pequeña experiencia, vivida por un grupo de menos de veinte personas, pueda sumarse a muchas otras vividas en nuestra universidad este semestre para fortalecernos y reconocer nuestras posibilidades de docencia.
Por Víctor Manuel Muñoz Guerra
Grado: Cocurricular | Programa: Actividades deportivas, RX entrenamiento en suspensión
1.- ¿CUÁL FUE EL RETO A ENFRENTAR?
1.1 El reto más grande fue, que la mayoría mis alumnos no contaban con un aparato de TRX para poder seguir la clase.
1.2 El segundo reto fue, que mis alumnos con TRX no tenían un espacio adecuado para poder trabajar con él.
1.3 Mi reto personal fue, arreglar un buen lugar para poder trabajar con el aparato.
1.4 Otro problema fue, que la óptica de mi celular y laptop no cubrían completamente el espacio de trabajo.
1.5 Mi último problema fue, que el audio no se escuchaba por quedar alejado de la laptop.
2.- ¿CÓMO RESOLVÍ TODOS LOS PROBLEMAS ANTERIORES?
2.1 Tuve que hacer un vídeo ilustrativo para que mis alumnos pudieran construir su propio aparato con medios y elementos fáciles de conseguir y económicos.
Video que tuvo mucho éxito porque les permitió incorporar a las restricciones por el Covid 19 y a todo este confinamiento un método probado y eficiente que les permite entrenar desde casa.
2.2 Se les dio ideas de cómo instalar el aparato de TRX en diversos lugares, fáciles de montar como puertas, estructuras metálicas, travesaños, ramas de árboles.
2.3 El principal reto personal fue: acondicionar un patio trasero como zona de trabajo desde pintar, escombrar, arreglar plantas y por último montar un tubo para poder colgar el aparato de TRX, trabajo que llevó 4 días completos. Al final dejaré imágenes.
2.4 También ya con el espacio adecuado me di cuenta que la óptica del celular y de la laptop no alcanzaban a cubrir completo el espacio y me cortaban la cabeza o los pies por lo cual tuve que conectar a la computadora una cámara con gran angular y un tripie.
2.5 Problemas de audio: al estar alejado de la laptop y de la cámara el audio era muy débil y con muchas interferencias como eco y demás por lo cual tuve que optar por abrir en la misma sesión el celular y utilizarlo con audífonos como micrófono y con esto pude resolver el problema.
CONCLUSIÓN
Fue todo un reto pasar de las clases presenciales a las clases virtuales, reto que nos agarró a todos sin preparación previa para afrontarlo teniendo que analizar mis recursos, así como los de mis alumnos y de ahí tomar decisiones y un plan de acción para poder continuar de la mejor manera posible.
Siempre tomando en cuenta la motivación y haciendo ver a todos mis alumnos que mente sana en cuerpo sano y que por lo que estamos pasando no es más que otro reto temporal como tantos a los que la humanidad ha vencido y que nos lleva a sacar lo mejor de nosotros para enfrentar esta pandemia.
Y lo que he aprendido de la experiencia es que la única constante es el cambio y a mantenerme flexible y abierto ante esto.
Por Héctor Armando Rodríguez Udaeta
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería en Alimentos
Los docentes continuamente escuchábamos que, en nuestra era, los medios digitales, los teléfonos celulares y las redes sociales, estaban transformando nuestras vidas, los trabajos, la comunicación y la forma de aprender. [1] Nos dábamos cuenta que la tecnología, había propiciado cambios incesantes, veloces y retadores, sin imaginarnos que estos cambios revuelarían la vida universitaria de forma inmediata al declararse una contingencia que cambiaría la vida de todos.
De la noche a la mañana, se nos invitó a cubrir programas y a generar aprendizaje con sesiones completamente virtuales, desarrollando herramientas digitales que probablemente no habíamos probado, y que debían enriquecer las experiencias de aprendizaje de los y las estudiantes, fuera del Campus.
De inmediato los académicos empezamos a imaginar cómo hacerlo y a diseñar una restructuración sobre la forma de impartir los planes de estudio. Requeríamos estar interconectados con los alumnos las mismas horas de clases presenciales y si bien ya teníamos algunas estrategias didácticas incorporadas a nuestra mediación cognitiva, hacerlo en línea, presentó un enorme desafío.
Muchos de nosotros empezamos a formarnos de manera auto didacta en lo que habíamos escuchado como plataformas con video y para compartir información, como lo son: Zoom, Teams, Hangouts, Facetime, Webex, Discord, Skype, etc., para descubrir la mejor forma de acercarnos a los alumnos de forma grupal.
La Universidad brindó algunos tutoriales, pero en menos de una semana, llegó el día y se comenzó a combatir el mito de la brecha entre “los nativos digitales y los inmigrantes digitales”.
Yo sabía que tenemos alumnos con la capacidad de desaprender un hábito -el de estudiar sólo en las aulas de la Universidad-, y reaprender una nueva forma de intercambiar conocimientos. Los tenía a ellos, y al confiar en sus recursos, solo tenía que sembrar el interés continuo por todo lo que pudieran aprender y no sólo para acreditar el semestre o tener una calificación.
En lo particular me encontré con la gran satisfacción de que los alumnos y las alumnas estaban igual de comprometidos que sus profesores, sin embargo, había una duda en mí, aunque éstos últimos estaban aparentemente conectados, desconocía si realmente estaban presentes, partiendo de que dominan el arte de hacer varias cosas a la vez (multitasking) y argumentaban que no querían prender sus cámaras en las computadoras porque “no se encontraban arreglados o arregladas”.
Siendo flexible, acepté su argumento, sin embargo, pensé que tenía que idear una forma en que los temas que yo impartiera no tuvieran “ceguera por inatención”, o no despertaran el interés de los alumnos.
La ceguera por inatención es un fenómeno presente en todo lo que hacemos como individuos o como equipo y condiciona el modo en que apreciamos nuestras instituciones, aulas y trabajo. Yo lo sabía y quise aprovechar de manera efectiva los puntos ciegos que estaba descubriendo y buscar mejores oportunidades para lograr con éxito mis objetivos curriculares.
El ser humano tiene vista selectiva y aunque tenemos canales auditivos de aprendizaje, decidí buscar una forma para que colegiadamente, alumnos y profesor, intercambiáramos conocimientos, experiencias y aprendizajes, viéndonos las expresiones faciales y corporales, escuchando y sintiendo los factores psicoemocionales que estaban presentes en todos.
Las actividades en diferentes ámbitos como el social, de la casa, familiares o laborales, estarían implícitas a la misma hora de clase, en la vida de los estudiantes. Con abrir su computadora o teléfono inteligente, les aparecería toda la world wide web en sus manos: whats app´s, correos electrónicos, invitaciones a webinars, recetas de cocina, ejercicios físicos y meditaciones en línea, fotografías en Instagram o Facebook que esperan un Like, etc.
El enfoque es un elemento vital e importante, los maestros tenemos que hacer lo conveniente para “ser elegidos y preferenciados”, ante tanta demanda digital; en lo particular, le di énfasis a estrategias como el aula invertida, las ponencias, el aprendizaje basado en proyectos, el panel de expertos, el debate, etc. que permitirían que los participantes a la clase se centraran en el conocimiento y experiencias de sus compañeros y en lo que les tenían que enseñar o decir y yo como uno más reforzando su aprendizaje.
Combatí el tema de las cámaras cerradas, informándoles que debían venir “vestidos con carácter de Nutriólogos y Nutriólogas”, con bata puesta y bien arreglados, para llevar a cabo sus presentaciones, fundamentar sus investigaciones y hacer propuestas de valor al mundo de los Alimentos. En otras ocasiones, se permitía “la ausencia en cámara”.
Hay demasiado que ver, escuchar y entender; por lo tanto, solicité también trípticos, videos y/o infografías para acompañar a los alumnos a sintetizar, a desarrollar un pensamiento analítico y crítico, además de centrarlos en su área de conocimiento y evitar tanta distracción con las noticias tristes y alarmantes de los medios nacionales e internacionales.
De esta forma pensé lograr, el que los alumnos dieran relevancia al estudio, al conocimiento y aprendizaje significativo, ya que ellos deben considerarlo como lo más valioso de su vida profesional y personal.
Me queda claro que cuando un docente pone vocación, pasión, empeño y trabajo, los alumnos responden de forma extraordinaria. Las sesiones en línea tuvieron un 100% de asistencia, participación continua y mucho aprendizaje, según lo relataron las mismas alumnas y alumnos en sus testimonios escritos posteriores al fin de curso.
¡Hay mucho por hacer, iniciando por asegurar que todos en casa tengamos la conectividad necesaria y mejores herramientas digitales para aprovecharlas en la academia mixta –sesiones en línea y presenciales- ¡El mundo digital está insertado en el mundo académico!
¡El día llegó donde nos dimos cuenta de que usar las herramientas del siglo XX para los deberes del siglo XXI no es suficiente! Las palabras internet y web simbolizan nuestra nueva realidad.
Lo anterior no es cuestión de edad o generación, la neurociencia contemporánea nos demuestra que ninguna parte del cerebro es tan estática como se pensaba; que el cerebro aprende constantemente y que el “software mental” del ser humano se actualiza todo el tiempo. Los docentes lo estamos demostrando al afrontar los cambios de esta Pandemia global, con resiliencia y psicología positiva.
Los alumnos y alumnas al principio manifestaron que preferían las clases presenciales, sin embargo, al transcurrir los días, se fueron adaptando adecuadamente y trabajando de forma fluida. Estoy convencido que rediseñando las herramientas que usamos, los cerebros de maestros y alumnos se seguirán adaptando y ajustando.
Considero que hay mucho que trabajar en las aulas virtuales para que los seres racionales y afectivos que somos, aprendamos a contemplar la realidad de manera individual y colectiva, pudiendo así, ver el mundo de posibilidades que se tienen enfrente. Cualquier experiencia disruptiva se volverá un comportamiento aprendido a causa de la repetición que hagamos de la misma.
Estamos obligados a analizar ahora aspectos en los que normalmente no nos deteníamos para continuar descubriendo todas las herramientas digitales que seguirán enriqueciendo la vida académica. En las Universidades las clases presenciales y/o virtuales tendrán en mente palabras como: tecnología, contexto, multiculturalidad, multidisciplinariedad, globalización e innovación.
Para tener éxito en esta nueva era es necesario reconocer nuestros patrones actuales para seguirlos “rompiendo” y posteriormente poder observar lo que no habíamos visto antes, y buscar estar a la vanguardia de lo que el siglo XXI nos ofrece o demanda. Por ejemplo: El utilizar dentro de las clases el crowdsourcing que se refiere a que los alumnos pidan opinión para resolver una idea o problema a través de medios digitales y se lleve a cabo un gran foro de discusión al respecto, pistas sonoras, insignias para desafíos, instrumentos para interactuar como interconexiones, equipos globales, colaboraciones masivas, etc.
Requerimos además algo de humildad, imaginación y creatividad para cuestionarnos y reformular nuestros hábitos docentes, para reconocer nuestras actuales limitaciones y transformarnos con la propia ayuda de la tecnología; sabiendo que detrás de un equipo de tecnología de punta, siempre se requerirá de un mediador cognitivo y afectivo que sea efectivo para acompañar a los demás a discernir, motivar, provocar y gozar el conocimiento que el mundo presenta.
La enseñanza y el proceso de evaluación son procesos interactivos muy complicados y requieren de comprensión, objetividad y empatía. Un Maestro, jamás será sustituido si éste no pierde su humanismo y se encarga de escuchar las necesidades de su alumno o alumna, de forma integral y verlos como el más grande de sus retos. La forma irá cambiando, pero la esencia nunca.
¡El verdadero día llegó y todos estamos aprendiendo!
Por Omar Alejandro Llanes Briceño
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Industrial
Soy Omar Alejandro Llanes Briceño, soy profesor de Ingeniería Industrial para la materia de Creatividad y Transformación de las Organizaciones.
Estudié una maestría en sensibilización educación, había dado varias clases espejo con Colombia y Ecuador, había estado tratando de hacer clases a distancia, pero esta contingencia me ayudó a cambiar mi enfoque:
Trataba de adaptar mi clase (que se daba en un salón) a un medio a distancia. ---------@-------------Diseñar la clase para su entorno (su casa) con los recursos que tiene el estudiante en su casa.
Yo y el contenido ser el foco de atención -------- @ ----------Su trabajo, su dinámica y su proceso de aprendizaje como foco de atención.
El contenido racional ----------- @ -------la experiencia emocional y racional a partir de la experiencia.
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Falta de atención por parte de mis estudiantes
¿Qué hice ante ese reto?
Presenté videos realizados por mí
Generar actividades en cápsulas de no más de 10 minutos.
Exposiciones con un nuevo formato (Ejemplo: me disfracé como si estuviera en la playa y puse el fondo de Zoom de playa, a partir de ese tema abordé el tema de la clase, y a la siguiente puse un vídeo de un lugar frío y al siguiente de Egipto)
Demostraciones con objetos (Prototipos) que ellos podían construir en su casa.
Dinámicas en la que los propios estudiantes indican quién toma la dirección de la clase.
Diseño de dinámicas en las que se pueden incluir todos los participantes en acción simultáneamente. (Drive, Trello, pizarrones).
Usar los recursos físicos que ellos tienen en sus casas (que estamos limitados en un salón de clase).
¿Qué aprendí de la experiencia?
Formalizar mis videos.
Segmentar mis contenidos en 10 minutos (5 pláticas cada semana) me ayudó a aumentar el nivel/calidad de los contenidos de mi materia.
Usar el espacio que ellos tienen, sus herramientas, sus recursos físicos. Permitir que ellos los busquen y los propongan en lugar de que yo sea el único que propone y dirige.
Las herramientas colaborativas y visuales pueden permitir una mayor integración e implicación de los estudiantes del grupo.
La clase en línea puede ser mucho más dinámica, eficiente y divertida que las clases presenciales.
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Sensación de lejanía y aislamiento (no podía saber si me estaban prestando atención, si les agradaba o no la clase)
¿Qué hice ante ese reto?
Hay que pedir que todos prendieran la cámara.
Incluí el entorno del propio estudiante (sus espacios), jugamos con objetos que ellos tenían a la mano y que les son significativos a ellos, fomentando la inclusión y la tolerancia. Objetos que nos fueron útiles para explorar el tema de la clase.
Dar 5 minutos al final de la clase para ver qué nos funcionaba o no.
¿Qué aprendí de la experiencia?
La clase a distancia puede incluso prestarse a una mayor intimidad con los estudiantes y generar vínculos mucho más profundos que los que se logran en las clases presenciales.
En lugar de un programa rígido, nos permitimos atender las inquietudes y necesidades personales.
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Supervisión de los trabajos realizados y criterios de evaluación con nuevos parámetros.
¿Qué hice ante ese reto?
Encontré herramientas colaborativas en las que yo podía ver cómo se hacía el trabajo en tiempo real (Drive) por lo que mis observaciones eran en tiempo real, lo que permitió una retroalimentación más potente y una mayor asimilación del contenido.
¿Qué aprendí de la experiencia?
La clase a distancia permite una realimentación en tiempo real que no se puede igualar en el modo presencial.
El registro de los trabajos realizados, esto facilita la generación de portafolios de evidencias por parte de los estudiantes.
Por María de Lourdes Fons Molina
Grado: Licenciatura y Maestría | Programa: Derecho
Tengo más de 20 años como docente a nivel licenciatura y maestría, amo profundamente mi profesión, ya que me enriquece mucho y me ha mantenido joven de espíritu al obligarme a actualizarme constantemente.
Soy Abogada, egresada orgullosamente de la Ibero, mi alma mater con quien me siento profundamente comprometida e identificada. Después de tener a mis tres hijos, decidí volver a trabajar y encontré que dando clases en la universidad tenía yo la suficiente flexibilidad para mantenerme activa profesionalmente y desempeñarme como mamá y ama de casa sin mayor problema, pero jamás pensé que duraría más de 20 años en esta profesión que es la docencia, la cual me ha llenado de satisfacciones personales y profesionales y no cambiaría por nada ya que simplemente me fascina.
A principios del siglo dar clases era totalmente presencial, sin demasiado apoyo tecnológico, los alumnos no se distraían tanto y por mi parte me exigía mucho el tener agilidad y dinamismo en la clase para poder captar su atención; conforme fueron introduciéndose nuevas tecnologías, y aplicándose a la vida y a la educación continua, ya no tenía que esforzarme por mantener una disciplina en la clase , sino por tratar de que no se distrajeran con sus dispositivos electrónicos, lo cual me obligó a mejor tomarlos como aliados y decidí adaptarme rápidamente a ellas, tomé cursos para poder dar presentaciones en Power Point, luego en Blackboard , Brightspace, así como en la plataforma CANVAS, esto hace como 7 años, fue así como comencé entonces a dar clases en línea y semi presenciales, además de que se me hizo muy práctico respaldar todas mis clases presenciales al poner el material del curso como apoyo en las plataformas, después ahí mismo recibía los trabajos, y el año pasado empecé a realizar los exámenes en línea también.
Mi experiencia, es que dedicas mucho tiempo en preparar todo el material, la búsqueda del mismo, la realización de actividades, los lineamientos de trabajos, realizar porcentajes para los exámenes y subir todas las preguntas, etc., pero una vez que lo tienes, la vida se te simplifica enormemente, ya que sólo revisas, retroalimentas y tienes el respaldo de las actividades y calificaciones, por lo que les da mucha certeza a los alumnos y a ti, ya que no hay pie para “negociaciones” de puntos extras o de yo sí te entregue la actividad…, todo queda desde el primer día de clases constatado en la plataforma.
Así comencé este semestre de primavera 2020, con tres materias de derecho para alumnos de otras licenciaturas, ya que como tengo un MBA; manejo muy bien el lenguaje empresarial y me es fácil transmitirles los conocimientos jurídicos en su “idioma”, las materias son: Entorno Legal de los Negocios y Marco Legal y Ético de la Mercadotecnia; comenzamos a trabajar y todo iba bien con las clases. Ya llevábamos un poco más de la mitad del curso, cuando sucedió esta situación surrealista que nos ha cambiado la vida…
Al yo tener desde un inicio todo en la plataforma, es decir porcentajes, presentaciones y trabajos y exámenes, no me costó tanto trabajo el cambiar de clases presenciales a totalmente en línea, pero sí tuve que actualizar el curso para poder seguir avanzando y que mis alumnos tuvieran actividades, lecturas, videos, trabajos etc., semanales, por lo que tuve que ponerme a realizar todo eso en un plazo de una semana. Ya que me dio terror contraer el virus pues mi hija es médico, y trabaja en hospitales. Mi temor era que si algo me pasaba no podía dejar a los alumnos volando, sin terminar el curso y sin sus calificaciones, por lo que rápidamente me puse a trabajar, con el mayor cuidado y esmero para que quedara en el mes de marzo todo en la plataforma y ya no tuviéramos ninguna complicación en caso de que algo más sucediera o que yo no pudiera terminar el curso, y así alguien pudiera sustituirme en caso de que me hubiera pasado algo.
Desde el principio del semestre, siempre realizo un chat en WhatsApp con los alumnos de cada clase, y por ese medio les indiqué cómo íbamos a seguir trabajando, y desde la primera semana de contingencia empezaron a subir al 100% sus actividades y a realizar sus evaluaciones.
Extraño mucho las clases presenciales ya que la interacción con los alumnos me hace aprender y crecer como persona, y siento que les puedo transmitir mejor una formación integral ya que una de las materias es de Ética, pero creo que se cumplió plenamente el curso y que los alumnos efectivamente obtuvieron el conocimiento esperado ya que todos pusimos de nuestra parte.
La madurez, entrega y compromiso que demostraron ellos me sorprendió, ya que se adaptaron inmediatamente y su respuesta fue muy positiva.
Desde que empecé a dar clases en línea, he pensado que la tendencia en la educación va hacia allá, pero jamás me imaginé que tan rápidamente se iba a dar este cambio. Que no iba a ser algo drástico sino paulatino.
Mi mayor deseo es que nunca se acaben las clases presenciales, pero estoy segura, que, si todos los profesores estamos preparados desde el inicio de curso para poder adaptarnos de forma eficiente y eficaz a los cambios del mundo, así como los alumnos nos demostraron que están preparados para hacerlo, no vamos a perder jamás esta batalla.
Me siento muy orgullosa y comprometida con los jóvenes de México y principalmente con los alumnos de la Ibero, que son seres humanos íntegros, responsables y con un amor enorme por su universidad y país.
Por Ariadna Salazar, Miguel Eraña y Giovanni Figueroa
Grado: Licenciatura | Programa: Derecho
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Sin duda, la situación extraordinaria a la que entró la Universidad y casi en simultáneo todo el país (dado el confinamiento general recomendado por la COVID-19), atrajo en su conjunto desafíos y problemáticas que afectaron a la población mexicana en múltiples direcciones y, en específico, al claustro profesoral universitario de Santa Fe.
El principal reto era contar sólo con una semana para la traslación urgente de clases presenciales a clases digitales. Situación de la cual se derivaron otras de igual importancia, que si vale aquí una alegoría para explicarla se trataba de subirse a un tren en marcha, apenas con lo puesto y sin dilaciones.
A pesar de la intensidad de los sucesos y las urgencias resultantes, en el caso de los tres profesores que relatamos aquí nuestras experiencias observamos que no estábamos sólos y si muy bien acompañados por la Universidad y su personal ejecutivo. De ahí que no dudamos en apuntarnos a las clases Brightspace, imprimir o recabar el material que se nos compartía para retroalimentar nuestra renovada función y, en suma, recoger con apremio todo lo necesario durante los últimos minutos de presencia en la Universidad.
De alguna manera, la situación se asimilaba a prepararse con inmediatez a una travesía laboral (y en cada caso, familiar y personal) hasta cierto punto desconocida, en medio de un ambiente extraño que provenía principalmente de las alarmantes noticias de Europa y Asia sobre las consecuencias catastróficas de la pandemia.
Tal vez por ello coincidimos en que, en nuestras primeras clases de inserción digital inescapable, un sello repetitivo fue el de dar largas explicaciones para tranquilizar al alumnado, en tanto que se percibió de inmediato que nacía un vínculo muy importante (entre alumnos y el profesorado) gracias al contacto visual directo en pantallas: de pronto nos sentimos más cercanos. Situación que inclusive, permitía detectar dificultades del entorno de cada estudiante (los ejemplos van desde apreciar las diferencias o complicaciones de acceso a medios digitales, hasta detectar padecimientos (in)directos con la pandemia en sus entornos familiares).
¿Qué hicimos ante ese reto?
Reforzar las vías de comunicación con el grupo para asegurarnos de que todos pudiéramos estar conectados para impartir la clase en la plataforma Zoom. Afortunadamente con anterioridad a la pandemia, ya usábamos la plataforma de Brightspace para subir información, lecturas, revisiones y fue a través del grupo de Whatsapp de clase que enviábamos avisos que fueran muy importantes.
Otro reto importante fue cambiar la modalidad de exámenes y las actividades. Los exámenes orales se convirtieron en orales-virtuales, y los exámenes escritos, se aplicaron en línea, para ello tuvimos que acudir urgentemente a los cursos de la UIA para aprender a elaborarlos, tomar todos los consejos de los capacitadores para asegurarnos de que iba a salir todo bien, aunado a ello, el equipo de apoyo de la plataforma Brightspace estuvo muy atento por si se presentaba alguna incidencia en la evaluación final.
En cuanto a la transición de modalidades de actividades y ejercicios, también se tuvo que acudir a herramientas como Kahoot, ejercicios de control de lecturas, uso de audios, videos, documentales guías de apoyo con el fin de tener una participación más activa. Nuestro reto más importante fue mantener al grupo activo, aprendiendo, pero también disfrutando.
Al final, tanto el alumnado como el profesorado estuvimos sometidos a la incertidumbre del confinamiento, pero había que transmitirles a los alumnos confianza y dominio de la nueva situación a la que nos estábamos enfrentando. Y estoy convencida de que supimos sacar lo mejor de este reto, de la mejor manera posible nos unimos docentes y grupos.
¿Qué aprendí de la experiencia?
Hay muchas cosas que aprendimos en esta modalidad de clases virtuales. Pero las que más destacamos es la empatía que desarrollamos con nuestros estudiantes, pues en estos momentos de crisis sanitaria, era importante estar atentos a cómo estaban emocionalmente y si ellos y sus familiares estaban bien de salud.
Otro aprendizaje importante fue potenciar el uso de las tecnologías tanto para el desarrollo de cada clase como para las evaluaciones correspondientes.
Y además, de muchos estudiantes aprendimos que tienen mucha disposición para enriquecer los temas abordados y propiciar un debate sano.
Por Francisco Carlos Perea y Román
Grado: Licenciatura | Programa: Letras
Comunicación Oral y Escrita (COE). Dos grupos, 15 + 15 = 30 inscritos, 29 mujeres y un solo hombre, todos de entre 18 y 20 años de edad, con la sola excepción de una alumna de 40 años; todos, de segundo semestre de la Licenciatura en Psicología, con excepción de una alumna de segundo semestre de Historia.
¿Cuál fue el reto por enfrentar?
Mi habitual forma de trabajo docente en la Ibero CDMX: en mi Guía de Estudios del Profesor (‘GEP’, 9 páginas) + Calendario (11 páginas), este semestre de primavera 2020 constó de 30 sesiones, que yo, en mi Calendario, las tenía programadas de la manera siguiente: una tras otra, numeradas desde la 1 hasta la 30; fecha tras fecha, desde el martes 14 enero 2020 hasta el martes 5 mayo 2020 –día de comunicación de calificaciones a alumnos–; cada una, con su(s) correspondiente(s) tema(s) vertebral(es): ‘I. Conciencia lingüística’; ‘II. Lectura crítica’; ‘III. Escritura’; y ‘IV. Expresión oral’. Y cada página de este Calendario, con las tres columnas de rigor: Sesión/Fecha/Tema, Porcentajes Detallados, y Descripción de Las Actividades. Así de bien planeadas suelen estar mis sesiones de clase; de modo que, como puede suponerse, una sola de ellas no impartida genera el funesto efecto dominó; no se diga lo que causa la irrupción de toda una contingencia de salud con sus medidas de aislamiento.
Mi guía de estudios señala siempre la siguiente ponderación: 20% de la calificación final para exposiciones orales; 20% para exámenes parciales escritos; 40% para tres textos principales, uno expositivo y dos argumentativos; y 20% para el examen final.
Conforme a mi guía de estudios, ya había yo dado paso en clases, con buen éxito, a nueve (17%) de las diez (20%) exposiciones orales programadas; sólo faltó sin remedio hacer una, la última (3%), que significó un perjuicio no mayor.
De acuerdo igualmente con mi guía de estudios, ya había yo aplicado uno tras otro los cinco exámenes parciales escritos programados, sobre ortografía y redacción, cada uno con valor de 4%, 20% en total. (Por cierto que a tales exámenes una alumna los juzgó terroríficos, debido a la intensidad que para ella tuvo ese conjunto de cinco sesiones ligadas.)
A causa del coronavirus, el martes 17 de marzo la Universidad suspendió las clases presenciales. Esto ocurrió en la sesión 19 de 30, habiéndose impartido en aulas el 63% del semestre y faltando por solventar 11 fechas útiles del mismo, el 37%.
¿Qué hice ante ese reto?
Dado que, como acabo de señalarlo, el curso en su mayor parte, 63%, había sido ya desarrollado en salones, mi Calendario de 11 precisas páginas pudo continuar con su eficaz acción de guía, pero ahora como un segundo recurso a fin de trabajar la súbita y obligada modalidad a distancia.
Mis dos grupos quedaron dañados por la pandemia del Covid-19. El faltante de 37% de fechas del período escolar consistía en elaborar dos de los tres trabajos escritos complejos del curso. El primero (resumen: un texto expositivo, hasta 10% de la calificación final) ya lo había yo asesorado muy bien en salones, de suerte que los treinta inscritos: las 29 alumnas más el alumno, cumplieron con la fecha de entrega y me lo remitieron por vía electrónica tal como lo teníamos programado, en la sesión 19 de 30, el martes 17 de marzo, justamente el día de la suspensión de las actividades presenciales. Así que los otros dos trabajos grandes (argumentativos ambos: Comentario crítico y ensayo, cada uno con valor de hasta 15% de la calificación final) tenían que ser hechos a distancia. Es lo que quedaba pendiente. Además de, claro está, el último factor de evaluación: el Examen final (con valor de hasta 20%). Así pues, dos trabajos escritos esenciales y el examen final constituían nuestro desafío, teniendo que operar a distancia.
Lo que hice fue lo que sigue: las dos mejores alumnas de mi par de grupos accedieron a desempeñarse como enlaces informativos entre profesor y estudiantes; cada una de ellas estaría transmitiendo todas mis indicaciones a sus respectivas compañeras de grupo. Así ocurrió, y ellas representaron un activo humano inapreciable en la presente contingencia. (Estas dos alumnas aventajadas que prestaron un servicio clave de enlace son: Yéssica Anahí García Valle, […] y Michelle Marie Hakim Dávila […]. Pongo aquí sus nombres para así destacar especialmente su gran valía o mérito a lo largo de las 11 sesiones de trabajo a distancia.)
Durante los cincuenta días naturales –incluidas las vacaciones de Semana Santa, 6 a 10 de abril– de actividad no presencial, me serví del correo electrónico, recurso a la mano sencillo y utilísimo, en ocasiones no suficientemente ponderado, alabado o elogiado por sus cualidades.
Por esa vía tan eficaz, a mis dos enlaces informativos les enviaba comunicados, especificaciones, indicaciones, avisos, instrucciones, que ellas dos hacían llegar a sus correspondientes compañeras de grupo.
De mis alumnas recibía yo en mi bandeja electrónica de entrada sus preguntas o dudas referentes a los dos trabajos restantes por elaborar, primero el comentario crítico y luego el ensayo. Yo les daba mis respuestas o sugerencias al respecto, o les señalaba cosas precisas por corregir antes de la entrega definitiva de los trabajos. Cuando éstos llegaban finalmente a mi PC en las fechas de entrega programadas, los abría, los revisaba, les daba el último toque o mano, los calificaba y los reenviaba ya pulidos a sus remitentes; los mejores de entre todos esos trabajos los apartaba yo como posibles evidencias para la Coordinación de Habilidades Verbales, de mi Departamento de Letras.
Tocante al Examen Final, que evalúa el alcance de los objetivos del curso tanto como la comunicación escrita de los alumnos y su asertividad, les remití previamente, por conducto de mis enlaces informativos, un comunicado con trece precisas indicaciones acerca de la índole del examen como cierre del período académico. Este último factor de evaluación, el número 25 en mi habitual hoja tabular tamaño doble carta o ‘sábana’: Suma y compendio de todas las evaluaciones: 25, y entregable por vía electrónica a más tardar a las doce de la noche del jueves 30 de abril, arrojó los siguientes resultados, respecto de su ‘techo’ de calificación de 20%: promedio de un grupo de 15 alumnas, 17.7%; promedio del otro grupo, de 14 alumnas y un alumno, 18%. Buenos frutos dio el examen final.
En lo que hace a las Calificaciones finales en ésta mi materia COE de primavera 2020, cumplí rigurosamente con mi Calendario y las comuniqué a los dos grupos –por conducto de Michelle Hakim y Yéssica Anahí– el martes 5 de mayo de 2020. Los promedios finales de mis grupos los considero altos, satisfactorios o muy positivos: 92.4%, 9.1 decimal el del primero; y 92.5%, 9.2 decimal el del segundo.
Sólo hice llamadas telefónicas claves a un par de alumnas. No participé en ninguna videoconferencia o plataforma tecnológica. Los aprendizajes en mi materia los evalué exactamente según mi guía de estudios y mi calendario del curso. No tuve que lidiar con impactos emocionales por la contingencia. No enfrenté problemas ni presenciales ni a distancia; no tuve entonces que buscar las formas de encararlos.
Los aprendizajes obtenidos se reflejan en el siguiente y último apartado de esta experiencia por compartir.
¿Qué aprendí de la experiencia?
Todos somos sanos hasta que enfermamos. Tenemos que vigilar muy bien nuestra salud y tomar medidas preventivas contra el contagio del Covid-19.
Se disfruta en gran manera, mucho, la impartición de una clase presencial en una universidad tan querible y querida como la Ibero Ciudad de México. Duele, por consiguiente, tener que operar a distancia. Y duele también porque una asignatura como COE se ocupa en desarrollar, en los alumnos, las cuatro habilidades lingüísticas: escuchar, hablar, leer y escribir, destrezas que deben adquirirse o practicarse o vivirse en un recinto académico, no por separado.
Es una materia tanto teórica como práctica de composición de textos académicos que debe ayudar a los estudiantes a cursar sus estudios universitarios y a prepararse para escribir en sus profesiones; conduce al alumno a redactar textos expositivos y argumentativos, logrando tres productos finales. De ahí que el profesor tenga que estar dándole al alumno orientación y retroalimentación continuas, empleando para ello los tres tipos de evaluación que ha: diagnóstica, sumativa y formativa.
Encima, COE atiende a la dimensión de formación profesional, que significa, entre otras cosas: desarrollar las facultades intelectuales y morales del alumno, debiendo enseñarle antes la urbanidad y el idioma. Y debiendo enseñarle asimismo a saber estar en el aula; a estudiar con observancia de las indicaciones de sus profesores, sin pereza y sin quejarse de las cargas académicas; a apreciar las fuentes de información; a documentar trabajos y presentarlos por escrito; a trabajar en equipo; a ser asertivo; a valorar las relaciones humanas y la motivación; a manejarse con inteligencia emocional; a apoyar a los compañeros; y a siempre dar más –el Magis ignaciano–. Todo eso valoral, técnico y presencial que COE atiende… ¡¿cómo enseñarlo a distancia?!
Empero, en trance de trabajar desde lejos o apartadamente, resulta práctico, muy útil, provechoso, el e-mail, el correo electrónico.
Mis estudiantes.
Fueron muy buenos estos dos grupos que tuve en primavera 2020. A los 15 + 15 = 30 inscritos en las listas de Servicios Escolares, 29 mujeres y un único varón, les agradecí mucho su presencia y su paciencia en el salón a lo largo de las clases presenciales; luego, su disposición –intención y capacidad– para funcionar eficazmente junto conmigo por la vía del correo electrónico, admirable recurso gracias al cual logramos buen éxito en nuestra asignatura. Cada quien atendió su tarea, a la par que las indicaciones tanto de las autoridades de la Universidad como del profesor. Y sé que varias estudiantes se ayudaron de modo recíproco. Antes de eso, desde el martes 17 de marzo, primer día de la emergencia por el Covid-19, todas mostraron una justa, responsable, solidaria actitud ante las medidas de aislamiento. Estas tan buenas alumnas, que son incluso mejores personas; que, además, hasta cierto punto pueden trabajar por cuenta propia, constituyeron mi activo humano inestimable como profesor en esta crisis de salud pública que obligó al aislamiento a lo largo de las últimas once fechas útiles del curso –durante el 37% del mismo–. Por eso, al presente documento le he puesto el título de Estudiantes cabales; porque lo fueron en este período escolar Ibero.
Cierro ésta mi colaboración para la revista DIDAC, de la Universidad, con unas líneas muy puestas en razón que la alumna Sofía Gurza, de 20 años de edad, del segundo semestre de Psicología, quien obtuvo 9-NUEVE de calificación en la materia, quiso exteriorizar en su examen final:
“Me dio mucho coraje que no pudiéramos continuar con nuestras clases en el salón debido a la pandemia del coronavirus, dado que lo importante de este curso era seguir aprendiendo presencialmente.”
Por Nohemí Espinosa
Grado: Cocurricular | Programa: Coordinación de Creación y Reflexión Artística
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Sobre la interrupción del proceso y sus efectos emocionales en las y los estudiantes:
A principios de marzo del 2020, el Taller de Clown estaba conformado por un grupo pequeño de estudiantes, pero consolidado y constante. Antes del paro de las actividades académicas presenciales a consecuencia de la contingencia por la pandemia, nos encontrábamos en la fase final de un proceso de montaje artístico para participar en el 13vo. Encuentro Cultural Ibero Torreón. Realizábamos un pequeño espectáculo en colaboración con los talleres de Pintura y Danza Aérea. El ánimo del grupo crecía conforme se acercaba la fecha del Encuentro. Tuvimos que parar el proceso (ensayos, diseño de vestuario, realización de la utilería, etc.) para comenzar la cuarentena de un día a otro. Había enojo, desánimo e incertidumbre en el grupo por la casi segura cancelación del Encuentro y más adelante, por el estado de emergencia de salud mundial.
Sobre el cambio repentino de clases presenciales a virtuales y el uso de aplicaciones:
Comenzamos nuestras clases no presenciales a través de la aplicación de Zoom. Nos topamos con dificultades con la aplicación: límite de tiempo de 40 minutos, algunos de nuestros dispositivos tecnológicos no estaban adaptados para el funcionamiento de la aplicación, otros tenían mala conexión de internet, aparecieron algunos problemas con la imagen y el audio.
Esta nueva forma de comunicación a distancia genera dispersión de la atención en las y los estudiantes, y cansancio al pasar muchas horas frente a la computadora. Aunado a que comparten el espacio de trabajo con la familia, lo que genera obstáculos para la buena comunicación y reduce su concentración: ruido, poca luz, poco espacio para moverse e interrupciones.
En el inicio de nuestras clases en línea se integraron nuevas participantes, eso fue bueno para el taller, pero hubo un poco de dificultad para integrarlas: timidez en el grupo y la dificultad para conocerse bien a través de un medio virtual.
Sobre el desarrollo de la clase y procesos de aprendizaje a distancia:
Una de las dificultades más grandes que presentamos fue la imposibilidad de realizar más del 60% de las actividades planificadas para la clase, por la pérdida de las siguientes condiciones: perdida del contacto visual y corporal, del ritmo del juego y los ejercicios escénicos, del trabajo grupal o en pareja habitual de la escena, de la retroalimentación en presente con el espectador y lo que conlleva de adaptación por parte del que actúa. Se fracturó el trabajo de seguimiento del proceso de cada estudiante. Se perdieron elementos de ubicación y dimensión del espacio. Como profesora no puedo observar y guiar con la misma claridad de antes, los detalles sobre la ejecución de la técnica del estudiante. Deserción de algunos estudiantes. Dificultad de algunas y algunos estudiantes para conectarse en periodos de examen.
¿Qué hice ante este reto?
Sobre la interrupción del proceso y sus efectos emocionales en las y los estudiantes:
Comencé mi primera clase en línea abriendo un espacio de diálogo y escucha de las y los estudiantes. Este especio se hizo esencial para cada sesión, en él pueden desahogar algunas preocupaciones y mantener, de una manera diferente, momentos de convivencia y relajación extra-clase. Platicamos sobre temas relacionados a sus preocupaciones sobre la cancelación del evento de Encuentro Cultural Ibero Torreón y de la presentación artística de Clown en dicho evento. Algunos compartieron su desánimo y confusión ante los cambios generados por la cuarentena, tanto en las actividades de la escuela, como en su casa. El humor festivo del Clown con el que trabajamos en clase reconforta el cuerpo y el alma, despeja la mente de las preocupaciones y abre paso a la reflexión. Hice adecuaciones al ritmo de las primeras clases, sin presiones para las y los estudiantes, con una duración máxima de 1 hora y media, ideal para mantener su atención y rendimiento.
Sobre el cambio repentino de clases presenciales a virtuales y el uso de aplicaciones:
Para mantener la integración del grupo y poderles informar oportunamente los cambios en las clases, se mantuvo la comunicación constante vía WhatsApp y funcionó. Las dificultades del manejo de la tecnología por la falta familiaridad con ésta (Zoom y Teams propiamente) fue resuelto poco a poco, gracias a la asesoría y estrecha comunicación que mantuvo conmigo la Coordinación de Creación y Reflexión Artística (CCRA), así como a las recomendaciones y consejos de mis compañeros profesoras y profesores de los otros talleres artísticos.
Sobre el desarrollo de la clase y procesos de aprendizaje a distancia:
Diseñé y llevé a cabo en clase juegos y dinámicas que ayudan a crear el ambiente idóneo para la creatividad. Crean un estado de atención y capacidad de respuesta inmediata del estudiante, al mismo tiempo que se divierten: Juegos de improvisación, de narración colectiva, ejercicios con objetos, etc. Fue importante recordar el valor del respeto en la clase y del uso del humor a conciencia, a favor de la comunidad, con fines positivos; sin violentar ni atacar a nadie. Poco a poco el estudiantado y yo, fuimos adaptando nuestra área de trabajo en casa, libre de obstáculos para poder movernos en los ejercicios que así lo requieren; adaptamos la iluminación y el audio a las necesidades de la clase; y logramos organizar lo mejor posible, los horarios de trabajo en casa para poder conectarnos a la clase sin ruidos ni distracciones. Revisé y adapté (para poder ser desarrolladas en línea), de todas las actividades y contenidos que formaban parte de la planeación de clase y que fueron diseñados para realizarse presencialmente. Realicé en video muestras de la ejecución de ejercicios técnicos de comedia visual como guía para las y los estudiantes. Diseñé nuevos ejercicios. Incorporé al programa temas sobre historia y origen del Clown y cuestiones técnicas de la comedia física que se utilizan en pantalla (cine y T.V.), y que no estaban contempladas en la planeación anterior. Direccioné las actividades escénicas para que las y los estudiantes las aprovechen como medio de expresión y reflexión sobre los temas de la actualidad que les preocupan.
Estos son algunos de las actividades que incluí a la clase:
A la par de las clases en línea, realicé algunas cápsulas para las redes sociales de la CCRA, invitando a la comunidad a realizar algunos ejercicios de gesto y expresión humorística. Hubo participación de gente de la comunidad de la Ibero y de gente externa a la Ibero. El Taller de Clown ha conseguido estimular a las y los estudiantes a tratar los temas emocionales y trágicos que actualmente acontecen en el mundo y nos afectan directamente, desde el humor, lo cual permite que reconozcamos la magnitud del problema, que enfoquemos nuestro pensamiento en la búsqueda de posibles soluciones más que estancarnos en el infortunio y la negatividad que inmoviliza.
¿Qué aprendí de la experiencia? Las y los estudiantes cuentan con muchas herramientas y conocimientos tecnológicos que los ayudaron a adaptarse de manera rápida. Aprovecharon y aplicaron sus herramientas para el trabajo creativo dentro del taller. Vivir esta experiencia como docente me ha enseñado que, hoy más que nunca, debemos crear comunidad. Afortunadamente los lazos entre profesores, personal de UIA y estudiantes, se han hecho más estrechos, y es gracias a ello que hemos resuelto muchos problemas mucho más rápido y nuestro ánimo por mejorar nuestras clases en línea cada día, se mantiene vivo. Estudiantes y profesores nos alejamos del espacio de nuestra escuela, interrumpimos procesos y conocimientos importantes, perdimos el contacto directo con nuestra comunidad; pero estamos en un proceso de adaptación que nos da experiencia y conocimientos igual de importantes. Creció nuestra paciencia, nuestra escucha, nuestra tolerancia, nuestra capacidad de crear comunidad, de resolver problemas y de reflexionar. Ejercicios hechos en casa por las y los estudiantes del taller de Clown:Video realizado por la profesora para mostrar a las y los estudiantes, un ejercicio de comedia visual:
Por Gabriela Estrada Díaz
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil
Durante los estudios en arquitectura se realizan muchas actividades en equipo y en exteriores. Para los arquitectos es fundamental salir de las aulas y observar, para aprender, del espacio exterior, del ambiente natural, construido y social, con los que interactúan sus propuestas arquitectónicas. Resultaba entonces muy extraño para estudiantes y profesores pensar en privarse del intercambio de ideas en torno al objeto de diseño -la maqueta, el plano, el croquis. Estamos acostumbrados a tocar el objeto, a cortar el papel, a dibujar sobre él para proponer cambios, a levantar la maqueta, verla a distancia y desde diferentes ángulos. Ya no lo podríamos hacer. En cuanto a los equipos de trabajo, son la forma principal de organización en una buena parte de los cursos, pues son una preparación para las condiciones de trabajo en el medio laboral, donde la interdisciplina y el trabajo en equipo son consustanciales al ejercicio de la profesión. Durante el confinamiento, el equipo de trabajo transformó su dinámica, pues la comunicación a distancia obligó a replantear las formas de interactuar y realizar ejercicios académicos entre varios estudiantes.
La cotidianeidad de los cursos fue muy variable, en función de los objetivos de cada materia. Hay muchas estrategias desarrolladas por profesores y estudiantes que aún estamos recopilando y compartiendo para aprender cuáles son las más adecuadas para el aprendizaje a distancia según el perfil de cada asignatura. Lo que es un hecho, es que en todas las asignaturas se siguió trabajando, y se siguieron produciendo trabajos de excelente calidad que permitían alcanzar los objetivos de aprendizaje. Esos trabajos por la mayor parte, no se pueden tocar, son digitales en su totalidad o al menos parcialmente, pues los estudiantes podían producir un objeto o hacer un dibujo sobre papel, pero debían enviarlo en versión digital a sus profesores. La producción de trabajos adecuados al aprendizaje de la arquitectura continuó, en solitario, y por la mayor parte, sólo en formato digital.
No es una sorpresa el dominio que tienen los estudiantes de las herramientas digitales, pues son parte toral de su formación, pero es posible que hayan debido recurrir a ellas en mucho mayor medida que de costumbre y sobre todo, en formas más creativas, pues casi todo el trabajo analógico tuvo que ser sustituido por el digital. Un estudiante que debía normalmente pasar por el formato digital para cumplir en una o dos asignaturas, ahora lo hizo en cinco o seis diferentes.
Durante el confinamiento los estudiantes podían mostrar a sus compañeros de grupo el resultado de su trabajo a través de las clases grupales, compartiendo brevemente su pantalla durante las videollamadas. Pero por razones de tiempo, de calidad de la conexión, e incluso del tamaño de la pantalla del dispositivo de cada uno, los trabajos mostrados no podían apreciarse plenamente. Como profesores, pudimos constatar la gran calidad de las entregas digitales cuando descargamos los archivos y los revisamos con detenimiento, por lo que sabemos el trabajo que requirió la producción de cada entrega digital. Sin embargo, todo ese trabajo tenía prácticamente sólo un emisor y sólo un receptor. Nadie podía apreciar la entrega en su totalidad salvo el que enviaba el archivo, y el que lo recibía, esto es, el estudiante y su profesor. La impresión de un trabajo solitario -que de facto sí se producía en solitario- corría el riesgo de incrementarse al no poder mostrarlo a una audiencia más amplia.
En la licenciatura en arquitectura solemos realizar una exposición de los trabajos finales del semestre, de todas las materias y de todos los niveles. El día de la exposición, podemos ver las maquetas, planos, objetos experimentales, e incluso algunos digitales, que se produjeron durante el semestre. Aprendemos unos de otros, recuperamos experiencias, compartimos tips y secretos para llegar a los resultados mostrados. Para los profesores es muy enriquecedor debatir con los colegas sobre la pertinencia y alcances de cada ejercicio. Para los estudiantes, además de un alivio, es también un motivo de orgullo ver su trabajo expuesto y comentado por pares y mentores. En este semestre de contingencia, no pudimos hacer esa exposición, pero quisimos aprovechar las redes sociales que usamos intensamente en la licenciatura para difundir información y comunicarse con la comunidad, para dar salida a una abundante producción de ejercicios que, ventajosamente, ya estaba en formato digital.
Con estos antecedentes y circunstancias, toma forma la idea de organizar la EXPO-VIRTUAL de la licenciatura en arquitectura. Hacia el final del semestre se convocó a todos los alumnos a enviar a las cuentas de la licenciatura en Facebook e Instagram (@ArquitecturaIBERO y @arqibero respectivamente) hasta tres imágenes digitales de sus trabajos finales, de todas las materias que desearan.
Por el número de estudiantes de la licenciatura, y por las áreas de conocimiento en que ésta se organiza, la EXPO-VIRTUAL se desarrolló durante toda la semana del 18 al 22 de mayo, presentando las imágenes a través de stories que se dedicaban cada día a una de las áreas de conocimiento: Construcción, Diseño Asistido por Computadora, Proyectos, Historia y Teoría que se unió a Geometría y Expresión, y Diseño Ambiental. En continuo, las stories hacían desfilar las imágenes con el nombre de la materia y la cuenta de redes del estudiante. Cada día había más de un centenar de imágenes diferentes.
Por supuesto, el alcance potencial de las stories era mucho mayor que los estudiantes que enviaron sus imágenes, pues estuvieron a la vista de cualquier seguidor de las redes sociales de la licenciatura. Los estudiantes pudieron taggear a sus amigos, darle like y otras muestras de aprecio para felicitar a sus compañeros. Como profesores, pudimos ver muchos trabajos más que los que hicieron los alumnos de nuestro grupo.
Se trató de un ejercicio efímero, pero enriquecedor. Pudimos dar a conocer el trabajo realizado durante el semestre, apreciar la calidad de los productos que son capaces de producir nuestros alumnos, y confirmar diversidad de habilidades y conocimientos que adquieren durante sus estudios.
La EXPO-VIRTUAL buscaba no sólo reemplazar a la exposición habitual sino, sobre todo, hacer que cada estudiante pudiera apreciar el conjunto de la producción de cientos de estudiantes trabajando cada uno en solitario. Al visitarla se cae en la cuenta de que, en realidad, ninguno estuvo solo, la comunidad seguía sacando adelante el semestre, persiguiendo los objetivos de aprendizaje y alcanzándolos con nuevos medios y con diferentes estrategias de enseñanza. Si hubo un fin más trascendente de la EXPO-VIRTUAL, y que espero realmente se haya alcanzado, es el de reforzar el sentido de comunidad a través de visibilizar que, con dificultades en lo individual y haciendo de la adversidad un campo fértil para la creatividad, seguíamos unidos, contribuyendo con la aportación de cada uno, a la búsqueda de la excelencia académica en la licenciatura en Arquitectura.
Por Héctor Hugo Rojas Hormigo
Grado: Licenciatura | Programa: Psicología
Me considero un profesor con habilidades docentes por arriba del promedio, con experiencia suficiente para cumplir con los objetivos del semestre y producir experiencias significativas. He librado muchas situaciones difíciles, como la mayor parte del conjunto de docentes de nuestra Universidad, lo que me ha permitido mantenerme durante 27 años como profesor. Sin embargo, la pandemia me puso a prueba desde varios puntos de vista: el técnico, el interpersonal e incluso el físico.
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Soy una persona acostumbrada a tener un contacto humano con sus estudiantes. Es decir: les miro a los ojos, les hablo por su nombre, estoy revisando constantemente sus reacciones para cotejar si tengo contacto con ellos y, por supuesto, para saber si los mensajes del que esto escribe son bien comprendidos. Todo ello se vería eliminado ante la posibilidad de tener el contacto por medio de una computadora. Aquí radicó mi reto: en la falta de retroalimentación inmediata que como profesor proporciono y recibo por medio de la comunicación no verbal de quienes integran mis grupos.
Cabe destacar que fui una persona resistente a usar este tipo de medios en los cursos que suelo dar de manera particular fuera de la Universidad. A pesar de que hubo solicitudes de varias personas por dar cursos a distancia, específicamente en la plataforma Zoom, mi respuesta fue negativa, invitándoles a asistir a las sesiones en forma presencial.
¿Qué hice ante este reto?
De repente, se da el aviso de que tendríamos que continuar (y posteriormente concluir) el curso de manera virtual. El primer reto fue aprender a usar la plataforma e identificar las diferentes opciones que ofrece. Usé Zoom por consejo de Rita Castillo, compañera profesora de la Universidad, después de haber intentado con Microsoft Teams y enfrentarme con largos tutoriales que me hicieron desistir de manera casi inmediata ante la premura.
Lo primero que hice con mis estudiantes el primer día en línea fue decirles que se trataba de una situación completamente diferente a la cual nos teníamos que adaptar por el bien de nuestra salud (vale decir, de nuestra vida), anunciándoles que pondría todo mi esfuerzo para que el curso llegara a buen término y, de vuelta, les solicitaba su compromiso, ante el cual la mayoría respondió de manera muy positiva. Acto seguido, les mencioné que habría que hacer algunos cambios en la manera de impartir el curso, ante los cuales les pedí su comprensión y flexibilidad. Al estar las materias del área de Evaluación Psicológica basadas en los casos que mis estudiantes aplican, habría un giro importante al tener que proporcionarles yo los casos para trabajar. Les indiqué que en el período de clases en línea y, dadas las circunstancias, podrían presentarse condiciones personales difíciles; me puse a sus órdenes para poder hablar de dichas situaciones si así lo consideraban necesario. Para ello, hice algo que en circunstancias normales nunca habría hecho, darles mi número telefónico para que se comunicaran vía Whatsapp para cuestiones académicas y, en caso necesario, personales. También les di la opción de hacer un grupo de Whatsapp, así como la posibilidad de incluirme si así lo consideraban necesario (un grupo de los tres que impartí en Primavera 2020 lo consideró viable).
Luego vino el reto de impartir la clase. La variabilidad en las diversas redes de Internet hacía que de repente se hiciera muy difícil la comunicación. Mi aprendizaje sobre la marcha hacía que cada vez fuera menos difícil, tornándose a una relación amable con la plataforma que me permitía contactar con mis grupos. Dediqué períodos importantes del día para aprender a usar Zoom, de tal forma que ahora soy un usuario competente.
Procuraba que cada clase durara hora y media con el objetivo de darles la sesión lo más completa posible en cuanto a tiempo y contenido, y también para procurarme un descanso entre clase y clase. Al terminar las tres clases una tras de otra, terminaba yo cansado, al grado de requerir una siesta después de haber terminado; la exigencia física era alta, nunca me había cansado tanto dando clase. Puse manos a la obra: dormía por lo menos siete horas el día anterior, desayunaba bien y durante la clase tenía a la mano café y agua suficientes, reabasteciendo en cada uno de los módulos.
Al no poder encontrarme con la mirada de mis estudiantes de manera directa e intentando concentrarme, gran parte de las primeras clases las impartía con los ojos cerrados cuando tenía que concentrarme en mis dichos, así como para recordar de memoria algún material. En uno de mis grupos notaron mi esfuerzo, de manera tal que resolvieron como acuerdo tácito el no hacer intervenciones que implicaran la repetición del material que ya se había revisado: se preguntaban entre ellas en el grupo de Whatsapp, hecho que agradecí profundamente. También se formulaban cuestionamientos por medio del chat de Zoom, de tal manera que algunas personas que no se expresaban verbalmente de manera presencial tenían la oportunidad de hacerlo por escrito, y la aprovecharon.
La evaluación fue otro reto, ya que como trabajo final solicito un gran resumen del caso que cada estudiante realiza sobre la persona a la que atendieron. Así que ahora hice un solo caso para todas las personas, trabajaron por parejas (algo sin precedentes en mi práctica, y que valoraron muy positivamente, al permitir retroalimentarse entre sí), usando la utilidad de “grupos pequeños” de Zoom.
Al final, el saldo fue exitoso, obteniendo buenos comentarios por parte de mis estudiantes y valorando lo aprendido durante el semestre.
¿Qué aprendí de la experiencia?
Por Marocio Montes Márquez, Adrián Mendoza Champion, Jorge Héctor Hernández Cruz, Marco Antonio Gómez Trujillo y David Rodríguez Rodríguez
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Introducción
La Coordinación de Deportes y Promoción de la Salud, ante esta situación del Covid-19, estuvo atento a las indicaciones oficiales para saber cuáles serían las acciones por desarrollar. Al comprender que todo se iría en línea nos dimos a la tarea de comunicar a las y los instructoras/es así como a las y los entrenadores que era muy importante el que se diera continuidad a todas las actividades físicas que se estaban llevando a cabo, solo que ahora en línea. A partir del primer día -17 de marzo de 2020- en donde ya el alumnado no fue a la universidad, solo 2 maestros continuaron sin parar sus actividades en línea. Sin embargo, las ideas fluctuaban entre videos grabados, videoconferencias o programas de entrenamiento enviados por WhatsApp. En ese momento, la Coordinación de Deportes, tomó la decisión de que todas las actividades deportivas debían darse vía Zoom como canal principal. El reto ante el uso de la tecnología fue lo primero con los que nos enfrentamos la mayoría; sin embargo, prevaleció una actitud positiva ante el reto, por lo que gracias al apoyo de la Coordinadora de Actividades Físico Recreativas, quien fue la que apoyó en todo momento al personal de deportes, se logró comprender el uso de la videoconferencia Zoom; así como la atención directa de parte de ella para todo el público que escribía con todo tipo de dudas a Deportes@ibero.mx. Con esto, se pasaron todas las actividades deportivas presenciales en línea, excepto los torneos internos por razones obvias.
Las Actividades Físico-Recreativas, los entrenamientos de los Equipos Representativos, así como la guía de los instructores del gimnasio de pesas, se transmitieron por diversos canales, entre estos: YouTube, la página Facebook de Deportes Ibero, así como la página oficial de la Ibero. Por otro lado, el uso de Teams es una herramienta con la que algunos docentes han dado el paso para mejorar sus esquemas de trabajo.
Este gran reto, ha sido llevado por toda la Coordinación de Deportes, así como por el personal de instrucción deportiva quienes han mostrado: Consciencia ante la situación actual y saber que la actividad física es primordial en estos momentos de confinamiento. Han sido Competentes al enfrentar el reto tecnológico siendo para muchos un tema que no conocían. Creativos al transferir sus clases a espacios reducidos nunca utilizados y adaptarse a poco o nulo material de su actividad. Comprometidos con su alumnado, con la universidad, así como con ellos mismos para continuar con sus clases. Compasivos con quienes ha sufrido pérdidas de familiares, así como con quienes muestran situaciones emocionales nunca antes vividas. Y, finalmente Contemplativos en la acción al estarse preguntando, al igual que todos y todas con el futuro incierto que vivimos con de esta situación.
La Coordinación de Deportes tiene un compromiso fuerte de seguir atendiendo a toda la comunidad universitaria a través de sus actividades físicas, así como con personas externas, familiares o amigos quienes quieran sumarse a estos entrenamientos. Coordinamos 5 grupos para que escribieran sus experiencias directas, y sean compartidas a la comunidad iberoamericana, de tal forma que les dejamos estos escritos.
Atentamente;
Dr. Oscar Mendiola Cruz
Coordinador de Deportes y Promoción de la Salud
1.- Cual fue el reto a enfrentar?
Encontramos diversos retos a enfrentar durante esta contingencia
2.- Qué hacer ante este reto?
3.- Que aprendí de esta experiencia?
Por Jesús Aguilar Soto, Miguel Aguilar Soto, Emilio Aguilar Torres, Jorge Díaz Muñoz, Mario Fernando Espinosa Monroy, Leopoldo Gómez Contreras, Miguel Gómez Huerta, Alicia Mendoza Garduño, Darío Pacheco Rodríguez y Arturo Ramírez Sánchez
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Introducción
La Coordinación de Deportes y Promoción de la Salud, ante esta situación del Covid-19, estuvo atento a las indicaciones oficiales para saber cuáles serían las acciones por desarrollar. Al comprender que todo se iría en línea nos dimos a la tarea de comunicar a las y los instructoras/es así como a las y los entrenadores que era muy importante el que se diera continuidad a todas las actividades físicas que se estaban llevando a cabo, solo que ahora en línea. A partir del primer día -17 de marzo de 2020- en donde ya el alumnado no fue a la universidad, solo 2 maestros continuaron sin parar sus actividades en línea. Sin embargo, las ideas fluctuaban entre videos grabados, videoconferencias o programas de entrenamiento enviados por WhatsApp. En ese momento, la Coordinación de Deportes, tomó la decisión de que todas las actividades deportivas debían darse vía Zoom como canal principal. El reto ante el uso de la tecnología fue lo primero con los que nos enfrentamos la mayoría; sin embargo, prevaleció una actitud positiva ante el reto, por lo que gracias al apoyo de la Coordinadora de Actividades Físico Recreativas, quien fue la que apoyó en todo momento al personal de deportes, se logró comprender el uso de la videoconferencia Zoom; así como la atención directa de parte de ella para todo el público que escribía con todo tipo de dudas a Deportes@ibero.mx. Con esto, se pasaron todas las actividades deportivas presenciales en línea, excepto los torneos internos por razones obvias.
Las Actividades Físico-Recreativas, los entrenamientos de los Equipos Representativos, así como la guía de los instructores del gimnasio de pesas, se transmitieron por diversos canales, entre estos: YouTube, la página Facebook de Deportes Ibero, así como la página oficial de la Ibero. Por otro lado, el uso de Teams es una herramienta con la que algunos docentes han dado el paso para mejorar sus esquemas de trabajo.
Este gran reto, ha sido llevado por toda la Coordinación de Deportes, así como por el personal de instrucción deportiva quienes han mostrado: Consciencia ante la situación actual y saber que la actividad física es primordial en estos momentos de confinamiento. Han sido Competentes al enfrentar el reto tecnológico siendo para muchos un tema que no conocían. Creativos al transferir sus clases a espacios reducidos nunca utilizados y adaptarse a poco o nulo material de su actividad. Comprometidos con su alumnado, con la universidad, así como con ellos mismos para continuar con sus clases. Compasivos con quienes ha sufrido pérdidas de familiares, así como con quienes muestran situaciones emocionales nunca antes vividas. Y, finalmente Contemplativos en la acción al estarse preguntando, al igual que todos y todas con el futuro incierto que vivimos con de esta situación.
La Coordinación de Deportes tiene un compromiso fuerte de seguir atendiendo a toda la comunidad universitaria a través de sus actividades físicas, así como con personas externas, familiares o amigos quienes quieran sumarse a estos entrenamientos. Coordinamos 5 grupos para que escribieran sus experiencias directas, y sean compartidas a la comunidad iberoamericana, de tal forma que les dejamos estos escritos.
Atentamente;
Dr. Oscar Mendiola Cruz
Coordinador de Deportes y Promoción de la Salud
En estos tiempos de contingencia sanitaria, se nos presentan situaciones, retos, eventualidades, etc. Para mantenernos comunicados y activos con nuestros alumnos y comunidad en general que no conocíamos, Es sin duda una situación única y singular, sin embargo, también es una oportunidad para recurrir a nuestra iniciativa, imaginación, creatividad, paciencia y comprensión hacia algo que se presenta y no se puede cambiar.
Los retos que se nos presentaron a mis compañeros y a mí son los siguientes:
Ante estos retos surgieron varias soluciones e ideas que resultaron interesantes, a continuación, se describen las acciones que mis compañeros y yo utilizamos:
Mediante estas acciones que se aplicaron en las clases, tuvimos un importante aprendizaje, además de lograr un acercamiento con los diferentes alumnos que se conectaron a las clases en línea:
Esta experiencia nos dio la oportunidad de reflexionar acerca de cómo afrontar una situación externa y fuera de nuestro control, además de adaptarnos a ella. Así como aprender a comunicarnos de una manera a distancia, no menos importante, utilizando herramientas virtuales y saber de la importancia de la comunicación personal, Así como valorar la convivencia diaria con respeto y tolerancia. También aprendimos la importancia de la salud personal y de la comunidad para tener una convivencia en armonía.
Por Rebeca Godínez, David Ortiz y Blanca Serrano
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Introducción
La Coordinación de Deportes y Promoción de la Salud, ante esta situación del Covid-19, estuvo atento a las indicaciones oficiales para saber cuáles serían las acciones por desarrollar. Al comprender que todo se iría en línea nos dimos a la tarea de comunicar a las y los instructoras/es así como a las y los entrenadores que era muy importante el que se diera continuidad a todas las actividades físicas que se estaban llevando a cabo, solo que ahora en línea. A partir del primer día -17 de marzo de 2020- en donde ya el alumnado no fue a la universidad, solo 2 maestros continuaron sin parar sus actividades en línea. Sin embargo, las ideas fluctuaban entre videos grabados, videoconferencias o programas de entrenamiento enviados por WhatsApp. En ese momento, la Coordinación de Deportes, tomó la decisión de que todas las actividades deportivas debían darse vía Zoom como canal principal. El reto ante el uso de la tecnología fue lo primero con los que nos enfrentamos la mayoría; sin embargo, prevaleció una actitud positiva ante el reto, por lo que gracias al apoyo de la Coordinadora de Actividades Físico Recreativas, quien fue la que apoyó en todo momento al personal de deportes, se logró comprender el uso de la videoconferencia Zoom; así como la atención directa de parte de ella para todo el público que escribía con todo tipo de dudas a Deportes@ibero.mx. Con esto, se pasaron todas las actividades deportivas presenciales en línea, excepto los torneos internos por razones obvias.
Las Actividades Físico-Recreativas, los entrenamientos de los Equipos Representativos, así como la guía de los instructores del gimnasio de pesas, se transmitieron por diversos canales, entre estos: YouTube, la página Facebook de Deportes Ibero, así como la página oficial de la Ibero. Por otro lado, el uso de Teams es una herramienta con la que algunos docentes han dado el paso para mejorar sus esquemas de trabajo.
Este gran reto, ha sido llevado por toda la Coordinación de Deportes, así como por el personal de instrucción deportiva quienes han mostrado: Consciencia ante la situación actual y saber que la actividad física es primordial en estos momentos de confinamiento. Han sido Competentes al enfrentar el reto tecnológico siendo para muchos un tema que no conocían. Creativos al transferir sus clases a espacios reducidos nunca utilizados y adaptarse a poco o nulo material de su actividad. Comprometidos con su alumnado, con la universidad, así como con ellos mismos para continuar con sus clases. Compasivos con quienes ha sufrido pérdidas de familiares, así como con quienes muestran situaciones emocionales nunca antes vividas. Y, finalmente Contemplativos en la acción al estarse preguntando, al igual que todos y todas con el futuro incierto que vivimos con de esta situación.
La Coordinación de Deportes tiene un compromiso fuerte de seguir atendiendo a toda la comunidad universitaria a través de sus actividades físicas, así como con personas externas, familiares o amigos quienes quieran sumarse a estos entrenamientos. Coordinamos 5 grupos para que escribieran sus experiencias directas, y sean compartidas a la comunidad iberoamericana, de tal forma que les dejamos estos escritos.
Atentamente;
Dr. Oscar Mendiola Cruz
Coordinador de Deportes y Promoción de la Salud
1- Cuál fue el reto a enfrentar?
Blanca Serrano (Zumba y Pilates): aprender a usar zoom, ya que no cuento con el material necesario para poder trabajar; para mí dar clases virtuales no ha sido tan difícil y motivar a los alumnos tampoco ellos entran a la sesión de clase por placer les gusta y por eso están ahí. Mis movimientos y mi voz los guían cuando hay que hacer movimientos intensos de resistencia les indicó y los animó los reto que se deleiten con la clase.
Rebeca Godínez (Spinning y Pilates): para mí el principal reto fue el cómo vincular la tecnología para darle a los alumnos una experiencia como si fuera presencial; escuchando mi voz claramente, teniendo una imagen clara y nítida en cada clase.
David Ortiz (Cross Fit): el reto más importante al que me enfrente es encontrar la manera correcta para motivar a mis alumnos y a las personas que quisieran unirse a nuestras sesiones de entrenamiento. En algunos entrenamientos tengo a personas con su cámara y micrófono apagado por lo que es difícil saber si se está logrando una comunicación adecuada o se está entendiendo la manera correcta de hacer los ejercicios.
Otro reto al que nos vamos adaptando es al espacio y material que se necesita para realizar los entrenamientos, algunos alumnos cuentan con algo de material para poder entrenar, pero otros no por lo adaptamos los entrenamientos para que los puedan realizar. Sin embargo, algunos alumnos piensan que al no cargar barras o mancuernas no están entrenando de manera adecuada.
2.- Que hice antes del reto?
Blanca Serrano (Zumba y Pilates): familiarizarme con zoom primordial investigando y con tutoriales tener un lugar espacioso y con luz para dar las clases checar la música que se escuchará al dar la clase mirar de qué color vestiré para tener contraste con el color de la habitación y no me pierdan de vista me pongo en diferentes ángulos para que vean lo que hago y trato de mirarlos para corregir y cada día es mejor.
Rebeca Godínez (Spinning y Pilates): afortunadamente para mí el haber estudiado la maestría en línea fue algo que me dio a conocer muchas herramientas y plataformas tecnológicas que, ahora en esta situación estamos utilizando; así que, sólo estoy poniendo en práctica lo ya aprendido.
David Ortiz (Cross Fit): publicar los entrenamientos semanales y enviárselos a mis alumnos para ir preparando el material necesario.
Decirles a mis alumnos que inviten a sus amigos o conocidos para que se puedan unir a los entrenamientos. Explicarles que no era necesario pertenecer algún horario de entrenamiento presencial y decirles lo importante que es realizar un poco de actividad física todos los días.
Les pido que prendan su cámara para poder presentarnos y enseñarles haciendo yo los ejercicios como es la manera correcta de realizarlos. Les sugiero que cualquier duda que tengan me lo hagan saber. Si veo que algún ejercicio lo están haciendo mal los estoy corrigiendo y hablándoles para motivarlos.
Con respecto al espacio suficiente para entrenar y material ya se adaptaron los entrenamientos para que se puedan realizar con material que tenemos en casa y en un espacio muy pequeño. Les explique que no es necesario un equipo de gimnasio para poder realizar entrenamientos de manera adecuada.
3.- Qué aprendí de la experiencia?
Blanca Serrano (Zumba y Pilates): en realidad cada día sigo aprendiendo tenemos ese gran poder de adaptación y eso hace que sea más sencillo nuestro día a día para llevar a nuestros alumnos estas clases virtuales hasta donde estén me doy cuenta de que amo lo que hago: ¡enseñar! Y que lleguen todas nuestras clases a la comunidad Iberoamericana para seguir adelante con esta.
Rebeca Godínez (Spinning y Pilates): principalmente el manejo de grupo y conflictos a distancia, a despertar los sentidos de mis alumnos sin estar cerca de ellos para que entiendan las emociones y sensaciones necesarias para nuestra actividad.
David Ortiz (Cross Fit): lo más importante que me dejan como aprendizaje estos retos es el siempre tener confianza para enfrentar las adversidades. Con una buena comunicación no siempre será necesario tener cerca a una persona para enseñarle. Gracias a la tecnología podemos seguir enseñando y entrenando para apoyar a las personas que lo necesiten.
Pude ver que el Crossfit se adapta muy bien para realizarse en casa, con botellas de jabón o garrafones de agua se logra hacer un entrenamiento completo.
Por Laura Pamela Andrade Arias, Erik Armando Báez Morosini, Gonzalo Cabrera García, Karla Carrillo Agustín, Leticia Cavazos Garza, Ángel Alberto Flores Guerrero, Jonathan Alberto Ibarra Navarro, Gustavo Hugo Ortega Olín, Francisco Antonio Trazancos Rosales y Marco Polo Sánchez Santiago
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Introducción
La Coordinación de Deportes y Promoción de la Salud, ante esta situación del Covid-19, estuvo atento a las indicaciones oficiales para saber cuáles serían las acciones por desarrollar. Al comprender que todo se iría en línea nos dimos a la tarea de comunicar a las y los instructoras/es así como a las y los entrenadores que era muy importante el que se diera continuidad a todas las actividades físicas que se estaban llevando a cabo, solo que ahora en línea. A partir del primer día -17 de marzo de 2020- en donde ya el alumnado no fue a la universidad, solo 2 maestros continuaron sin parar sus actividades en línea. Sin embargo, las ideas fluctuaban entre videos grabados, videoconferencias o programas de entrenamiento enviados por WhatsApp. En ese momento, la Coordinación de Deportes, tomó la decisión de que todas las actividades deportivas debían darse vía Zoom como canal principal. El reto ante el uso de la tecnología fue lo primero con los que nos enfrentamos la mayoría; sin embargo, prevaleció una actitud positiva ante el reto, por lo que gracias al apoyo de la Coordinadora de Actividades Físico Recreativas, quien fue la que apoyó en todo momento al personal de deportes, se logró comprender el uso de la videoconferencia Zoom; así como la atención directa de parte de ella para todo el público que escribía con todo tipo de dudas a Deportes@ibero.mx. Con esto, se pasaron todas las actividades deportivas presenciales en línea, excepto los torneos internos por razones obvias.
Las Actividades Físico-Recreativas, los entrenamientos de los Equipos Representativos, así como la guía de los instructores del gimnasio de pesas, se transmitieron por diversos canales, entre estos: YouTube, la página Facebook de Deportes Ibero, así como la página oficial de la Ibero. Por otro lado, el uso de Teams es una herramienta con la que algunos docentes han dado el paso para mejorar sus esquemas de trabajo.
Este gran reto, ha sido llevado por toda la Coordinación de Deportes, así como por el personal de instrucción deportiva quienes han mostrado: Consciencia ante la situación actual y saber que la actividad física es primordial en estos momentos de confinamiento. Han sido Competentes al enfrentar el reto tecnológico siendo para muchos un tema que no conocían. Creativos al transferir sus clases a espacios reducidos nunca utilizados y adaptarse a poco o nulo material de su actividad. Comprometidos con su alumnado, con la universidad, así como con ellos mismos para continuar con sus clases. Compasivos con quienes ha sufrido pérdidas de familiares, así como con quienes muestran situaciones emocionales nunca antes vividas. Y, finalmente Contemplativos en la acción al estarse preguntando, al igual que todos y todas con el futuro incierto que vivimos con de esta situación.
La Coordinación de Deportes tiene un compromiso fuerte de seguir atendiendo a toda la comunidad universitaria a través de sus actividades físicas, así como con personas externas, familiares o amigos quienes quieran sumarse a estos entrenamientos. Coordinamos 5 grupos para que escribieran sus experiencias directas, y sean compartidas a la comunidad iberoamericana, de tal forma que les dejamos estos escritos.
Atentamente;
Dr. Oscar Mendiola Cruz
Coordinador de Deportes y Promoción de la Salud
Propósito: reunir e intercambiar experiencias docentes y de formación durante la contingencia ocasionada por el COVID-19, como una forma de recuperar saberes y aprendizajes significativos que nos ayuden a afrontar los nuevos retos educativos.
Cursos en modalidad a distancia: experiencia docente en general, problemas enfrentados, formas de encararlos y aprendizajes obtenidos.
Experiencia de los profesores de Artes Marciales, Box, Tai chi y Yoga
Coordinación de Deportes y Clases Físico-Recreativas
Andrade Arias Laura Pamela-Yoga Flow / Pilates
Báez Morosini Erik Armando-Tai chi chuan
Cabrera García Gonzalo-Hatha Yoga
Carrillo Agustín Karla-Iyengar Yoga
Cavazos Garza Leticia-Kundalini Yoga
Flores Guerrero Ángel Alberto-Taebo / HIIT
Ibarra Navarro Jonathan Alberto-Gimnasia
Ortega Olín Gustavo Hugo-Acondicionamiento físico
Trazancos Rosales Francisco Antonio-Box / Kick boxing / Capoeira
Sánchez Santiago Marco Polo-Kendo
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
¿Qué hice ante ese reto?
¿Qué aprendí de la experiencia?
Algunos comentarios de participantes en las sesiones:
Por Juan Carlos Morales Marcucci
Grado: Licenciatura | Programa: Estudios Empresariales
EL RETO: adaptarse o morir!!
En 20 años de docencia en varias universidades (17 de esos años en la Ibero) mi experiencia docente en materias a distancia se reducía a unas cuantas materias semi presenciales impartidas en el Instituto Superior Intercultural Ayuuk –ISIA que en su momento – hace más de diez años – era principalmente por correo electrónico.
A principios de marzo de 2020, en cuanto se empezó a vislumbrar la pandemia, fue obvio para mi que ante una posible cuarentena no tenía la preparación para continuar con mi labor docente de una manera efectiva y eficiente, ya que aparte de unas cuantas actividades de Brightspace (subir contenido, postear noticias, hacer exámenes en línea, y utilizar el centro de calificaciones) nunca había llevado a cabo clases a distancia.
LA SOLUCIÓN:
Fue muy clara: tomar todos los cursos posibles ofrecidos por la DEAMeT de la Universidad Iberoamericana; así dio inicio la aventura. Antes del cierre de la universidad, el 19 de marzo tomé un curso presencial de refuerzo de Brightspace, y subsecuentemente tomé siete webinars. A todo esto, el 23 de marzo retomé mis clase, habiéndome previamente capacitado de manera auto didacta en el uso de Zoom.
Me quedó muy claro que la comunicación efectiva con los alumnos, particularmente en estas circunstancias, iba a ser vital; procedí a postear noticias en Brightspace en cada uno de mis grupos referente a cómo conectarnos todos a Zoom, dándoles el código de las primeras sesiones (antes que la Ibero nos ofreciera la herramienta de manera institucional). También les solicité que me añadieran al grupo de Whatsapp de cada salón, lo cual resultó muy provechoso…los alumnos se sintieron acompañados a lo largo de todo el resto del semestre para incluso solicitar apoyo en dudas de la universidad, problemas con otros profesores, particularmente los alumnos de primer semestre de los dos grupos de Introducción a la Vida Universitaria. Así que mi estrategia docente y de comunicación quedó establecida con el uso de Brightspace, Whatsapp y Zoom.
Curiosamente, continué con mis clases casi como si estuviéramos en el salón de clases donde siempre hago que los alumnos colaboren con la lectura de las presentaciones; hicimos las mismas tareas, los mismos ejercicios, los mismos trabajos finales en las materias de IVU, de hecho, no alteré en lo más mínimo ni el método ni los porcentajes de evaluación entregado al principio del semestre. Si procuré hacer actividades que le sumaran dinamismo a las clases de Zoom (que más que clases eran reuniones). Por ejemplo, puse en práctica lo recién aprendido en uno de los webinars tomados, de aula invertida. El resultado fue un éxito rotundo; los alumnos reportaron después de la experiencia que les había parecido novedoso, les gustó que se llevó a cabo durante el período de clase, no fuera de ella, les pareció muy dinámico (participaron TODOS los alumnos inscritos y todos hicieron su presentación en equipo, lo que les permitió aprender de una manera rápida el contenido propio y el contenido de las presentaciones de sus compañeros, y a mi como profesor me pareció muy útil porque esa actividad reforzó el trabajo por competencias. En la materia de Fundamentos de Mercadotecnia hicimos también un juego-ejercicio de marcas y logos en línea llamado “Logo Quiz”.
Una variación interesante que llevé a cabo en los grupos de Fundamentos de Mercadotecnia y en Taller de Negocios Internacionales, para aprovechar la oportunidad de aprendizaje significativo relacionado tanto con su campo profesional como con las competencias genéricas fue convertir el trabajo final en ambas materias en contenido para inscribirse y participar en grupos en el concurso iniciativa de Alibaba Get Global Challenge llamada Atomic88.com “mediante la creación de soluciones digitales que apoyaran a negocios, individuos e instituciones que hubieran sido impactados por la pandemia. Estas soluciones no necesariamente tenían que ver con atender el problema del virus y de su propagación, sino con atender los efectos negativos que se están generando a partir de la cuarentena, como son la crisis económica, las pérdidas en el sector de servicios o atender la salud mental. El concurso se trata de crear soluciones para quienes han sido afectados”(1). La creatividad de los alumnos Ibero, nada sorpresiva para mi, no tuvo límites y dos de los diez equipos de mis dos salones pasaron a la segunda ronda a nivel nacional, escogidos dentro de varios cientos de equipos participantes en México.
Otra herramienta de mucha ayuda resultó el grupo de Whatsapp de profesores de Mercadotecnia, donde nos hemos podido mantener en contacto en tiempo real no solo con el coordinador de la carrera, sino también intercambiar experiencias, conocimientos y aspectos cotidianos de la pandemia y de la vida, con varias decenas de profesores.
APRENDIZAJE DE LA EXPERIENCIA:
Desde el punto de vista técnico-docente, me parece que cubrí perfectamente mis objetivos. Mis alumnos terminaron contentos e incluso llegaron a comentar que hubo profesores que se limitaron a enviar y recibir tareas por correo electrónico sin siquiera intentar dar clases. Entiendo perfectamente el miedo generacional hacia las nuevas tecnologías, pero entiendo también que la actividad por la que se nos contrata y se nos paga es el impartir clases; las circunstancias llamaban a adaptarse o a morir en el intento: una solución necesaria tanto por razones éticas como por resiliencia. Me queda claro que la Universidad Iberoamericana tiene que mantener la excelencia docente que nos caracteriza irrelevantemente del método en que se impartan las materias.
Desde el punto de vista humano-docente me quedó claro que los alumnos, a pesar de ser nativos digitales y dominar la tecnología también padecían de miedo y estrés situacional. Me dio la impresión que todos ellos estaban muy sensibles y hasta afectuosos y agradecidos del esfuerzo realizado en su favor. Me queda la duda si todos nuestros alumnos, particularmente los del programa “Si quieres puedes”, tuvieron acceso a una computadora con conexión a Internet.
En lo personal estoy muy agradecido con la Universidad Iberoamericana, con la DEAMeT (mis respetos por la enorme labor realizada de manera tan profesional) y con las distintas coordinaciones del Departamento de Estudios Empresariales por siempre mantenernos informados de la situación, por correo electrónico, Whatsapp y por reuniones vía Zoom.
(1) www.ibero.mx consultado 23 de abril de 2020
Por Gabriela Méndez Cota
Grado: Licenciatura | Programa: Filosofía
Antecedentes: Síntesis Filosófica I
La filosofía es un tipo de escritura y como tal comporta técnicas de investigación, métodos de argumentación y recursos estilísticos apropiados para los contextos específicos en los que se despliega. Adquirir destrezas en la escritura filosófica resulta fundamental para concluir con éxito los estudios de licenciatura y para demostrar capacidad académica en procesos de selección a nivel posgrado. Tal es el objetivo de formación de los cursos de Síntesis Filosófica I y II, que corresponden a los últimos semestres de la Licenciatura en Filosofía.
En otoño de 2019 acepté impartir el curso de Síntesis Filosófica I, pues me interesaba plantear como un problema de filosofía práctica el hecho de que (por misteriosas razones de escala institucional) las y los estudiantes de la Licenciatura en Filosofía ya no escriben ni defienden una tesis.
Para quien que escribió una tesis de licenciatura titulada “La filosofía y el impacto existencial de las tecnologías”, y que encontró, gracias a ese primer esfuerzo, una vocación para la investigación crítica en Humanidades, y en particular para explorar las dimensiones filosóficas, éticas, políticas y existenciales de las diversas tecnologías de la escritura, el hecho de que los estudiantes de Filosofía no transiten ya por la experiencia decisiva de escribir una tesis resulta en extremo inquietante.
A partir de esa inquietud, me propuse diseñar el curso de Síntesis Filosófica I como un espacio no sólo de escritura académica sino también de pedagogía crítica asociado a mi proyecto “Filosofía de la práctica editorial: acceso abierto y diversidad en perspectiva crítica” (DINV, 2019-2021) [2].
Síntesis Filosófica I consistió en una introducción a la escritura filosófica a partir de la historia material y cultural de la escritura alfabética, pasando por sus géneros convencionales y sus estrategias retóricas, y llegando hasta su potencial de intervención crítica en la actualidad a través de prácticas novedosas de colaboración, como lo son los procesos editoriales independientes en el mundo digital, y que son relevantes para nosotros en la medida en que están animados por encendidos debates filosóficos en torno al significado de la autoría, los discursos de la propiedad intelectual, la co-optación capitalista del acceso abierto, la injusticia epistémica derivada de la geopolítica del conocimiento, y el imaginario “pirata” de los movimientos que, alrededor del mundo, luchan por la cultura libre.
Desde el principio, Síntesis Filosófica I tuvo un pie en el aula y otro pie en Internet. El temario, los textos y el calendario detallado de sesiones se concentraron en un espacio de trabajo, o más precisamente una “wiki”, dentro de la plataforma pbworks. He usado los servicios gratuitos de esta plataforma durante más de cinco años, tras participar en dos proyectos de la editorial académica independiente Open Humanities Press [3]. Los “Libros Líquidos” de OHP son una serie de libros digitales de carácter experimental que se publican en pbworks bajo principios de edición abierta y contenidos gratuitos. Cualquiera (que se registre en la plataforma) tiene la libertad de anotarlos, etiquetarlos, aumentarlos, reformatearlos, remezclarlos y reutilizarlos, porque este es, precisamente, su propósito. Como el proyecto relacionado de “Libros Vivientes”, los Libros Líquidos representan un nuevo modelo de publicación sustentable y de bajo costo, así como un esfuerzo de repensar filosóficamente los modelos precedentes y en pro de la ciencia abierta, la educación abierta, los datos abiertos y las multiliteracidades.
Con este espíritu, desde 2013 cada uno de mis cursos se ha desarrollado como un proyecto editorial en el que mis estudiantes participan como escritoras y escritores en formación activa. Así fue también en Síntesis Filosófica I. Paralelamente a las sesiones presenciales, las y los estudiantes fungían como usuarios y editores de una versión líquida del calendario de sesiones, donde podían apreciarse los cambios y las adaptaciones que iba sufriendo el temario original (alojado ahí mismo en PDF), dejando siempre constancia de sus actividades, sus entregas individuales y su participación en las reflexiones colectivas que se fomentaban en clase.
Foto de la wiki
Hacia el final del semestre, dediqué tres sesiones del curso a un Taller de Edición Digital impartido por algunos de mis colaboradores en el proyecto investigación “Filosofía de la práctica editorial”. Mel, Perro Tuerto y Pucho son egresados de carreras de Filosofía que encontraron un nicho de desarrollo profesional en el mundo de la edición, pero que operan ahí no simplemente como “prestadores de servicios profesionales”, sino como creadores y emprendedores críticos que contribuyen a sostener espacios auto-gestivos de resistencia político-cultural, entre ellos el célebre hackerspace denominado Rancho Electrónico [4]. El Taller de Edición Digital I tuvo como objetivo familiarizar a las y los estudiantes con los procesos de edición y cuidado editorial como una dimensión a menudo invisibilizada del trabajo intelectual, y en la que está en juego un conjunto de luchas sociales de largo alcance en torno a la producción y la reproducción cultural. Las y los estudiantes tuvieron oportunidad de dialogar con miembros de comunidades críticas externas a la universidad, y de aprender de ellos nuevos lenguajes, plataformas y herramientas de edición desarrolladas con software libre. El resultado del Taller fue una serie de dosiers editados por los estudiantes, producidos en cinco formatos distintos y alojados en un repositorio virtual:
Algunas dificultades que se presentaron en el curso de Síntesis Filosófica 1 tuvieron que ver con la novedad que aparentemente supuso para los estudiantes la orientación experimental del curso, mientras que otras dificultades tuvieron que ver con contratiempos técnicos que surgieron en el taller de edición digital. Algunos estudiantes necesitaron varias semanas para captar la imbricación esencial entre escritura, tecnología y filosofía a través de su propia experiencia de investigación y entrenamiento en escritura académica. Al respecto, mi hipótesis ha sido durante mucho tiempo que existe una metafísica anti-tecnológica en la filosofía que repercute de modos muy concretos en la transmisión de los saberes filosóficos. Por otro lado, las primeras actividades del taller de edición digital fueron complicadas porque los talleristas invitados operan con software y hardware, así como con lenguajes y marcos epistémicos que son distintos de los habituales en la Licenciatura en Filosofía. Hubo que instalar un sistema operativo en las computadoras de los estudiantes, y hubo que desinstalarlo después porque ralentizaba e incluso sobrecalentaba las máquinas de algunos de ellos. Hubo que aprender a introducir comandos en una terminal remota e invertir largas horas en crear carpetas, subcarpetas, directorios coordinadamente, esperando pacientemente y ayudando a cada estudiante que se quedaba atrás por alguna falla técnica. O avanzaban todos, o no avanzaba nadie. Gracias a la paciencia y las excepcionales destrezas técnicas y pedagógicas de mis colaboradores, sorteamos las dificultades y mantuvimos una atmósfera de paz y confianza que resultó en una auténtica comunidad de aprendizaje, capaz de refrendar sus vínculos al tiempo que abraza la incertidumbre para dar lugar a lo nuevo.
El resultado final del curso fue un repositorio en acceso abierto a una serie de “dosiers” compilados y comentados por los estudiantes en torno a los temas de sus futuras investigaciones, en preparación de lo que se convertiría en su artículo académico durante el Seminario de Síntesis Filosófica II, curso que accedí a impartir en Primavera 2020 por una sensación de que algo había que concluir.
El año de la pandemia
En Primavera 2020, el curso de Síntesis Filosófica II tuvo como objetivo concretar las experiencias del semestre anterior guiando a las y los alumnos en las etapas de redacción, edición, envío y dictaminación de un artículo de investigación académica. Además de acotar, elaborar y editar el trabajo previo aplicando las convenciones de la escritura académica tal y como éstas son empleadas en revistas científicas de reconocido prestigio, el curso de Síntesis Filosófica II dedicó el último mes a retomar el Taller de Edición Digital, en esta ocasión a través de un acercamiento a los procesos de cuidado editorial como procesos esenciales para la filosofía, es decir, como formas de escritura por derecho propio, así como un acercamiento a las infraestructuras técnicas que son objeto de crítica e intervención creativa en el seno de las comunidades “hacktivistas”.
Aunque este aspecto del curso no fue evaluado por los revisores anónimos de cada uno de los artículos cuya producción sí era el objetivo principal de la materia, mi apuesta principal como docente del curso siguió siendo por la experimentación y la reflexión en torno al trabajo invisible, el trabajo de cuidado y el mantenimiento de las infraestructuras materiales, técnicas y precarias de la escritura que pasa por “Filosofía”, es decir, que se imagina ideológicamente como el producto genial de autores individuales, autores que trabajan solos, que son los dueños únicos de sus ideas, y que ocupan lugares de jerarquía en virtud de la apropiación y explotación de lo que en realidad es un proceso encarnado, social y cooperativo. La dimensión performativa de esta apuesta filosófica, ética y política, por vía de la enseñanza de la escritura académica, se había estado preparando desde Otoño 2019 en Síntesis Filosófica I, y la irrupción del coronavirus no hizo sino constatar los beneficios de cultivar la integración de comunidades de aprendizaje en torno a la escritura colaborativa y la edición digital.
El 13 de marzo fue mi último día de trabajo presencial en la IBERO. De manera preventiva no volví el 18 de marzo, pues había viajado recientemente a España a un funeral. No obstante, mi trabajo docente a distancia empezó ese mismo día, y pronto se reveló como una intensificación de las dinámicas de revisión de textos y acompañamiento personalizado que son propias de un curso de investigación y escritura académica para una decena de estudiantes. Hubo que cancelar un coloquio con colaboradoras externas que había programado para finales de marzo sobre “Plagio: ¿falta académica o subjetiva?”, pero por fortuna no hubo que cancelar la nueva emisión del Taller de Edición Digital. Las aproximadamente 15 horas dedicadas al taller, que se realizó via Jitsi durante los horarios de clase, fueron quizá las horas más felices del semestre de Primavera 2020.
[Fotos del TED 2020]
¿Cuáles fueron los problemas que enfrenté como docente debido a la irrupción del coronavirus? ¿Cómo los encaré? ¿Qué aprendizajes obtuve? No me resulta fácil responder a las preguntas tal y como están planteadas. Mi balance final es tan positivo que ya no recuerdo la dificultad real de impartir un curso que, increíblemente, sustituye el acompañamiento que tradicionalmente otorgaba un Director de Tesis a cada uno de sus Tesistas de Licenciatura. Ya se me olvidó el enojo y la inquietud que me causó el aviso institucional de que, debido a la pandemia, los estudiantes tendrían la libertad de darse de baja tardíamente sin ninguna consecuencia. El trabajo de acompañar procesos de escritura depende de una delicada función simbólica que fácilmente echan por tierra las respuestas basadas solamente en el cálculo económico a la emergencia sanitaria. Sentí un alivio enorme al observar que las y los alumnos al final de cuentas se acercaron y se hicieron más presentes en la fase “a distancia” de Síntesis Filosófica II. Ello pudo deberse a que tenían menos distracciones, y a que la mayoría de ellos contaba con las herramientas y las habilidades necesarias para transitar a esa fase de un modo terso y casi “natural”. Sin embargo me gusta pensar que se acercaron y se unieron porque quisieron y tuvieron la confianza de hacerlo. De manera que no tuve que “encarar” nada ni obtener un “aprendizaje”. Lo que obtuve fue una experiencia compartida de escritura, y estoy segura de que fue una experiencia significativa para todas y todos los que participamos en ella.
Considerada como un acto individual, a menudo ombliguista y heorico, la escritura es algo que genera toda clase de conflictos y resistencias sintomáticas durante la formación universitaria y durante toda la vida para la gran mayoría de las personas, especialmente profesoras y profesores universitarios que en las últimas décadas se han visto sometidos al régimen neoliberal de publicar o perecer. Sin embargo la escritura –en un sentido mucho más amplio y diverso del que permite imaginar el formato de artículo académico e incluso de una tesis –es la única forma de sobrevivencia para quienes se dedican al pensamiento filosófico. Cuando digo “sobrevivencia” no me refiero (solamente) a un trabajo remunerado, sino sobre todo al trabajo de pensar. Escribir es pensar, y el pensamiento es (si acaso) una relación, jamás garantizada, con lo otro, con otros. La pandemia nos coloca delante la vieja dificultad de pensar, y quizá esa dificultad es un regalo y no un enemigo a encarar. Finalmente, quizá la recepción de un regalo no es algo que se pueda enseñar ni aprender, excepto de maneras tentativas por la vía de la edición abierta y la publicación experimental.
El resultado final del curso de Síntesis Filosófica II es un repositorio abierto que contiene los artículos de investigación elaborados por los participantes, en cinco formatos distintos:
https://programando-libreros.gitlab.io/talleres/taller-ibero-2020a/
En la última sesión de Síntesis Filosófica, el grupo redactó colaborativamente un testimonio-manifiesto sobre la edición abierta como “filosofía pirata”, cuyo texto puede encontrarse y editarse en:
https://pad.riseup.net/p/sintesisfilosoficaprocesual-keep
https://filosofiadelapracticaeditorial.net/dossiers-de-sintesis-filosofica/
[1] Materia de séptimo semestre de la Licenciatura en Filosofía
[2] https://filosofiadelapracticaeditorial.net/
[3] http://www.openhumanitiespress.org/books/series/liquid-books/
[4] https://ranchoelectronico.org/quienes-somos/
Por Viviana Macías Vences
Grado: Licenciatura | Programa: Relaciones Internacionales, Estudios Empresariales
A Javier Riojas Rodríguez, maestro y amigo.
INTRODUCCIÓN
Viernes 13 de marzo un grupo de profesores en EDUIA comentábamos: “nuestros alumnos recibían comunicaciones en sus redes sociales acerca de instalaciones en campus como el Tecnológico de Monterrey y Universidad Anáhuac que habían suspendido clases a partir del martes 17 de marzo”. El ambiente era de especulación y entre maestros y maestras disertábamos sobre el tema. Entre ese viernes y el lunes 16, llegó por las redes sociales el comunicado, era oficial; la Universidad Iberoamericana se cerraba a partir del martes 17 a las clases presenciales y se retomaría el semestre en una modalidad virtual.
A maestrxs y alumnxs se nos solicitaba permanecer atentos a la información en días posteriores. Primero fue la semana del 17 al 20 de marzo, de capacitación presencial para prepararnos para la migración a modo virtual. Empezaba a prevalecer un sentido de in-certeza.
Durante este semestre Primavera 2020, impartí dos clases a tres grupos: Desarrollo sustentable en las empresas en la Coordinación de Estudios Empresariales, grupo B y C; e Introducción al estudio del medio ambiente en la Coordinación de Estudios Internacionales; esta última la impartí a la muerte de su titular a principios de febrero de este año.
EL RETO A ENFRENTAR
No fue uno, sino tres retos a enfrentar en una misma materia: el primero a la muerte de Javier en la clase número seis del semestre, la migración a modo virtual de los 3 grupos y la reorganización de ambas materias.
El comportamiento de cada grupo es distinto, se asemeja a un conjunto de seres vivos que caminan en una sola dirección pero de manera individualizada. Reconocen y saben que estarán juntos por un tiempo y en un espacio definido y en contingencia este espacio definido se volvió indefinido y permaneció de otra manera el tiempo ya conocido.
Otra característica del reto, la vertiginosidad con la que llegó; ocupando tiempos y espacios inapropiados o en el mejor de los casos improvisados. No se trataba de un simple cambio de escenario para el desarrollo de un “performance”; fue continuar con la obra desde la ignorancia, la soledad y la inexperiencia. El espacio tridimensional se convirtió en uno plano y gris, colgado a una conexión inalámbrica de señal de internet con intensidad intermitente.
Tener y retener la atención de los alumnxs no fue asunto menor; ellos estaban temerosos, inquietos, y ávidos de preguntas técnicas, de funcionamientos, de desempeño. Los maestrxs nos convertimos en expertos en software, hardware, uso de Wifi, energía eléctrica y señal de los celulares. En la construcción del aula virtual hubo que construirles espacios físicos virtuales, afectivos, sociales, apropiados para el aprendizaje y el confort. Un espacio que se asemejara al recuerdo que tenía del salón de clases, donde de una manera u otra se sentían seguros, se sentían contenidos en ese espació que el maestrx controlaba.
El reto de identificar a los alumnxs por sus voces y ya no por sus caras, no fue menor. El privarnos de la información que da la actitud, la expresión, la mirada personal fue quitarnos una fuente importante de información para la construcción del día día de la clase.
¿QUÉ HICE?
Reconstruí la materia. Reconstruirme como maestra, reinventar la fluidez de la clase y armarme de paciencia y dejar de juzgar sí la herramienta estaba o no siendo útil para el aprendizaje.
Nos enfrentamos a un contexto similar a uno de guerra, a un confinamiento motivado a inhibir el contagio del enemigo invisible por todos los sentidos. Casas, cuartos de dormir, terrazas, jardines; se convirtieron en trincheras de estudios. Escuchar a mis alumnxs antes del inicio de la clase fue vital. Incluso construí una especie de planeador de lo que iba o ocurrir durante la clase en intervalos de media hora; cada actividad que realizaría tenía un objetivo y un tiempo, así como una exigencia de mi parte a pedirles que prendieran sus cámaras.
No fueron pocas la veces que guardé silencio por un rato (10 minutos aproximadamente) mientras los escuchaba hablar de sus inquietudes entre ellos, esto parecía relajarlos, algo así como darles un tiempo de la clase para ellos.
Hice a mis alumnxs participes de la toma de decisiones sobre los cambios en el temario y en la forma de calificaciones. Quité los exámenes y convertí cada clase en una entregable, a veces lo hacían en clase, otras veces como tarea. Construí cuestionarios escritos en cuestionarios orales.
Tome 6 cursos para capacitarme en manejo de las herramientas de Bright Space y de aula virtual; a veces sorprendía a los alumnxs con dinámicas lúdicas; me funcionó bien vincular los temas de mi clase con la realidad de la Pandemia que estábamos viviendo.
Dediqué muchas horas a leer lo que ellxs me entregaban y a darles de manera constante retroalimentación, abrí un espacio en Bright Space donde publicaba material que nada tenía que ver con las clases, por ejemplo, actividades en línea, recomendaciones de libros, videos de chistes blancos; y de este material también comentábamos asuntos de la realidad que nos estaba tocando vivir juntos durante clase.
Instauré reglas claras de cómo, cuándo y dónde entregar las tareas, aunque también fui flexible. La comunicación fuera de la clase la establecimos por mail y este yo lo revisaba cada 24 horas para darles respuesta. Procuré responder a todas sus preguntas y dudas, aun cuando solo fuera para referirlos a revisar el contenido en Bright Space.
QUE APRENDÍ DE LA EXPERIENCIA
Mis conocimientos en hardware y software, así como de herramientas tecnológicas y sitios de internet para la docencia se vieron muy favorecidos. Comprendí la lógica con la que está diseñado Bright Space. Tuve la oportunidad de conocer ambas herramientas de foros virtuales, Zoom y Teams.
Mejoré mi capacidad de escuchar la pantalla de mi computadora, me volví más empática con los sentimientos de los jóvenes, intensifiqué mi capacidad de relacionar eventos. Renové mis conocimientos como internacionalista y logré una comprensión más profunda de la complejidad de los sistemas ambientales, sociales, económicos y políticos. Reafirmé la convicción de la importancia de los temas ambientales para la agenda educativa. Incremente mi sentido de la resiliencia y su práctica cotidiana.
Comprendí el concepto de ser un “guía” en la docencia. Lo agotador que es estar en clase virtual imaginando que no lo es. Repasé mis emociones, frustraciones y mis capacidades de aprender “cosas” nuevas.
Asimilé que el equipo de cómputo con el que cuento en casa es insuficiente para las clases a distancia, que la docencia en espacio interactivo es mucho más enriquecedora para el aprendizaje.
Finalmente, que mi mentor y amigo Javier, estaría satisfecho que conduje a sus alumnxs a buen término y que según la encuesta elegirán el tema ambiental como eje de su carrera profesional.
Esta imagen fue la despedida de mi grupo de Introducción al estudio del medio ambiente acompañado de un texto que describía mi intención de fabricarles personificadores para ayudar con su identificación, ya que había llegado 6 semanas tarde.
Por Arturo Velázquez Jiménez
Grado: Maestría | Programa: Mercadotecnia
I.- ¿CUÁL FUE EL RETO A ENFRENTAR?
La situación extraordinaria generada por la Pandemia del COVID 19, me enfrentó al reto de pasar de una práctica de la docencia presencial, del trabajo individual y de equipo entre los estudiantes, a dar un giro radical en la forma de impartir la materia.
Transitar del formato de enseñanza-aprendizaje presencial de interacción permanente entre los mismos estudiantes y el profesor, nos permite escuchar sus voces y reconocer su lenguaje corporal ante lo expuesto por sus compañeras/os o a mis intervenciones, y ahora la situación nos obligaba a aprender a reconocernos en una pantalla, con la limitante de que un par de estudiantes del grupo no tenían en su computadora la cámara para proyectar su imagen. El reto implícito en la comunicación de enseñanza remota y a distancia, impide valorar todas las expresiones de azoro, admiración, enojo; en otras palabras las emociones y sentimientos que forman parte de la energética para los aprendizajes significativos que dejan huella, no sólo en la memoria de las personas sino que hacen del aprendizaje una motivación para la aplicación de los conocimientos en situaciones del ejercicio profesional.
En la impartición de mi materia utilizo la metodología de la pedagogía crítica, que consiste en la reflexión para el análisis y discusión de lecturas paradigmáticas basadas en bibliografía de autores clásicos sobre los temas que sirven de fundamento; para posteriormente analizar y debatir los dilemas planteados en una diversidad de casos prácticos con base en las lecturas teóricas y las exposiciones del profesor que permiten identificar y analizar escenarios con sus correspondientes propuestas de soluciones alternativas u opcionales. Esta dinámica de trabajo colaborativo y participativo en equipos, de formato abierto y flexible que estimula la creatividad e imaginación se ve seriamente afectada en un esquema de trabajo virtual y a distancia.
La metodología de estudio de casos está basada en el análisis, discusión y propuestas de solución a problemas o imaginar situaciones emergentes, las cuales son presentadas en reuniones plenarias por parte de quienes integramos el grupo: docente y estudiantes; requiere de una comunicación de escucha profunda y registro de las diversas opiniones, independientemente de esperar los turnos que pide una video conferencia en formato ZOOM.
El llevar a cabo esta dinámica mediante el uso de videoconferencias limita la necesaria comunicación verbal y corporal; así como la interacción y discusiones espontaneas en la participación individual ante las expectativas, dudas o cuestionamientos de las y los compañeros, ya que se realiza un trabajo individual y posteriormente de pequeños equipos de estudiantes que se presentan a la totalidad del grupo sus trabajos; de tal manera que el cuestionar, discutir y debatir permiten encontrar diversas soluciones a las distintas propuestas de las problemáticas de los casos prácticos presentados.
Los casos prácticos son el material o el insumo principal de mi materia Mercadotecnia Internacional; case studies están basados en la metodología utilizada en los programas de posgrado en administración en diversas instituciones de educación superior y en la medida en que el estudiantado son personas que ya trabajan o están cercanas a ejercer la profesión, considero que esta estrategia pedagógica es adecuada y pertinente porque confronta al estudiantado con las experiencias propias así como de lo que han experimentado otras empresas a nivel local, nacional, regional o internacional.
Los estudios de casos son de la vida práctica profesional, de la vida real; que no tienen una solución única, el análisis y la discusión en el grupo es lo que ofrece alternativas para diversas soluciones, en donde la base es la comunicación para debatir las diferentes opciones en la solución de problemas o en los cuestionamientos que lleven a resultados basados en una ética humanista de beneficio a las personas que pueden ser vulneradas, manipuladas o enajenadas cuando se trata de mercadotecnia cuyo valor ha sido desde una perspectiva del consumo, pasar a una mercadotécnica con enfoque social, sostenible y sustentable que permita tomar en cuenta el bienestar y la justicia social. En el caso de hacerlo vía videoconferencias por zoom, limita el tipo de exposición de las diferentes opiniones. En las clases presenciales cuando el estudiantado está interesado e involucrado en la discusión de la problemática del tema y sus dilemas no toman en cuenta el tiempo e incluso se que siguen debatiendo fuera de las aulas; lo que la limitante de la videoconferencia es el tiempo y la imposibilidad de seguir reflexionando después de la clase.
El análisis en grupo permite buscar alternativas y diversas opiniones fundamento de esta estrategia pedagógica y esquema de trabajo requiere de un involucramiento que va más allá de una pantalla.
II.- ¿QUÉ ACCIONES REALICÉ ANTE ESTE RETO?
Las primeras acciones que acordé, como una forma de corresponsabilidad y respeto a la libertad de pensamiento, participación y expresión, con el grupo fueron las siguientes:
III.- ¿QUÉ APRENDIZAJE TUVE?
El instrumentar el manejo de las nuevas tecnologías para afrontar la situación de confinamiento y como una alternativa complementaria que enriquece los procesos educativos.
Buscar materiales como artículos que estuvieran en forma digital, así como videos sobre las temáticas del curso. Hay que tomar en cuenta que se requiere digitalizar algunos de los acervos de la Biblioteca de la Ibero.
Preparar para las videoconferencias los materiales para su presentación: ya fuera en power point, con mapas mentales.
Tener presente la distribución del tiempo para la exposición de lo relevante de la materia y la equidad de las participaciones de cada integrante del grupo; tomando en cuenta seguir motivando al estudiantado ante esta nueva modalidad remota.
Por Gustavo Rodríguez Villar
Grado: Licenciatura | Programa: Comunicación
Hola.
Soy Gustavo Rodríguez.
Imparto la materia de Introducción a la Producción de Televisión, en la Carrera de Comunicación. Este evento de la Pandemia, nos agarró desprevenido a todos.
Antes
Como todas las historias, esta empieza un poco antes del 17 de Marzo. Desde el inicio del semestre, fue un “Curso Especial”.
En esta ocasión nos tocó trabajar bajo circunstancias extraordinarias, en una primaria instancia, por cuestiones de remodelación, nos avisaron que no tendríamos foro ni estudio de Televisión, algo que se necesita para enseñar Televisión.
No teníamos espacio físico, pero sí equipo técnico. Y por otro lado sólo fueron tres alumnos los inscritos al curso.
De igual forma, basado en experiencias previas, hemos desarrollado una página web, donde los alumnos pueden consultar apuntes y revisar sus actividades, esto, junto con elaborar al inicio del curso un sistema de comunicación establecido en un grupo de la red social (WhatsApp, en este caso) nos permitió una vía de comunicación personal y documental donde podíamos estar comunicados dentro y fuera de los tiempos de la clase.
Preparamos nuestro curso para esta circunstancia e incluimos en el temario un nuevo concepto: la RESILIENCIA.
En esta materia, intentamos preparar al alumno sobre los diferentes elementos que se encontrarán en su desarrollo profesional, no sólo trabajamos con equipo, también con personal, a veces hay actividades en las que chocan los caracteres de los alumnos, y en algunas ocasiones se desbordan los sentimientos y si no se contralan a tiempo, no se cumplen los objetivos.
Para esto procuramos estar atentos en las actividades que se van desarrollando.
Debo comentar que también fui muy afortunado, ya que desde el inicio el empuje y decisión de estos alumnos, (dos chicos y una chica) me llevaba a complementar mejor mis clases. No les importaba jalar cables, equipo y cámaras, y llevarlos a su lugar de grabación, aparte de organizar las diferentes actividades (a algunos alumnos no les llama mucho la atención “ensuciarse”).
Los integrantes fueron:
M: alumna de sexto semestre, quien desde el inicio expresó su interés en la producción de Televisión.
D: alumno de octavo semestre que estudia la especialidad de Audio, y ya ha trabajado en la televisión, con nociones de la Edición.
C: alumno de intercambio, proveniente de Guatemala, con mucho interés en lo audiovisual.
Fue necesario reorientar el temario y programar menos actividades, pero haciendo énfasis en la organización y preparación de éstas.
Antes de la contingencia, durante enero y febrero, pudimos hacer actividades de iluminación, camarografía, edición, audio y montaje del equipo de grabación.
También pudimos realizar dos actividades: grabación de una entrevista y grabación de un musical.
Y nos quedamos en la preparación de nuestra tercera actividad: el noticiero.
Durante
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Y un buen día de marzo, después de varios comunicados nacionales e internacionales acerca de una supuesta epidemia surgida en China, nuestras clases se vieron Interrumpidas… y todo cambió.
Se dieron varios retos, los cuales debieron de solucionarse.
Reto 1.- La organización:
Se nos informó acerca de la suspensión de clases, el día en que ya no nos presentamos, supuestamente íbamos a hacer un ensayo.
La comunicación con la coordinación del subsistema de televisión fue constante. Entre el coordinador y la academia docente se plantearon acciones y estrategias para que todos los cursos siguieran su programa de la mejor forma posible.
Reto 2.- La forma de enseñanza-aprendizaje:
Se establecieron las plataformas y cambios de actividades para las diferentes materias, dependiendo de la perspectiva de cada profesor.
De igual forma, la Universidad, en una actitud que reconozco como invaluable, se dedicaron, primero a informar y luego a formar. La Ibero cuenta con equipo y herramientas de primera generación, algunas poco explotadas. Desde hace algún tiempo, la Ibero ha tenido una herramienta digital muy útil, como apoyo a las materias que impartimos, y en su momento como plataforma de información, impartición de contenidos y de evaluación, me refiero a la Plataforma Brightspace.
En la Ibero cuentan con un departamento, que solamente los puedo comparar como bomberos en incendio forestal. Este departamento DEAMeT, se ha dedicado incansablemente a apoyar y a orientar al personal docente en este momento de emergencia.
Tengo como costumbre tomar uno o dos cursos de este departamento por semestre. Ellos me enseñaron a usar Brightspace, y me enseñaron que las redes sociales pueden servir con fines didácticos, y nos han estado apoyando en el uso de herramientas tecnológicas.
Reto 3.- La aplicación del método a distancia:
En nuestra materia nos dedicamos a repasar y a preparar la actividad pendiente, con el supuesto de que pronto regresaríamos a clases.
Esta nueva forma de llevar la clase, incluyo enlaces vía streaming, con el uso de la aplicación conocida como ZOOM.
Del trabajo en foro, pasamos al trabajo en casa. Los alumnos se separaron físicamente. Unos nos quedamos en Ciudad de México, otro se regresó a Guatemala, y otro se fue con su familia a la fronteriza ciudad de Tijuana.
Del trabajo con equipo profesional, se pasó a trabajar con el equipo semi-profesional y doméstico de los alumnos, con sus cámaras fotográficas, teléfonos y computadoras personales.
De los programas de edición especializados, pasamos a los propios de los diferentes equipos a nuestro alcance.
De los actores y talentos profesionales que nos apoyaron, se pasó a los familiares y a los propios alumnos como conductores.
Las primeras semanas nos dedicamos a repasar y a preparar las actividades que quedaron pendientes.
Las videoconferencias demostraron ser efectivas, no sólo para el proceso de la docencia, sino para reforzar el sentimiento de grupo que ya se había formado.
Aquí empezó el trabajo conjunto de plantear y responder dudas, traducirlas a las posibilidades existentes y a veces de repetirla.
Reto 4.- De la evaluación:
Una característica es de la materia es de que es preponderantemente práctica.
Planteamos y resolvimos llevar a cabo actividades y reportes prácticos en donde se demostrarían los conocimientos adquiridos en la materia.
¿Qué hicimos ante todo esto?
Mi experiencia en la producción y como jefe de familia me ha enseñado que quienes dependen de ti también dependen de tu actuar. Si te falta consistencia, la producción, o la clase se empieza a desmoronar.
Muy a pesar de lo difícil de esos días, yo seguí laborando y seguí desempeñando mis actividades habituales de producción.
Creo que fue importante marcar y mantener un rumbo, y como parte de las actividades de resiliencia, tomamos un nuevo lema: EL ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR.
Bajo ese nuevo término marcamos las actividades acerca de cómo deben de ser y de cómo las vamos a solucionar.
Nos seguimos apoyando con la página web de la materia, y ahí tuvimos las guías, actividades y textos referentes a la materia.
En cada clase virtual, por Videoconferencia, tratamos los temas concernientes, y nos dedicábamos a resolver un problema a la vez. Generalmente usábamos Zoom, pero en alguna ocasión usamos nuestro teléfono con la aplicación de la videoconferencia de WhatsApp (éramos pocos y la aplicación lo permitió).
Se repartieron las actividades y colaboraron entre sí, ocupando las herramientas existentes. Ocupamos la plataforma Brightspace de la Ibero, y creamos un salón-espejo, en Google Classroom, donde si había un problema, teníamos a Google Classroom como protección.
¿Qué aprendimos de la experiencia?
Afortunadamente pudimos terminar el curso semestral. Abarcamos la totalidad del programa auxiliar que se planteó. Los alumnos expresaron satisfacción en la forma en que se desempeñaron las actividades.
Pero hay que estar consientes en que esto no ha terminado. Aún falta mucho, y la situación de reconstrucción no está planteada.
Hoy, todos dependemos de todos.
Ninguno de nosotros es igual a lo que éramos antes de la Pandemia. Hace falta aportar a la lucha de ésta.
En fin, es lo que podemos comentar sobre nuestra experiencia, en la que menciono, cambió nuestras vidas.
Por Jorge Francisco Mejía Coba
Grado: Maestría | Programa: Ingeniería de Calidad
Por Yolanda Medina Haro
Grado: Licenciatura | Programa: Comunicación Oral y Escrita (COE)
La contingencia se dejó venir como un alud y, ante tal hecho, podríamos habernos sentido abandonados a nuestra suerte. De pronto, teníamos la responsabilidad de sacar adelante a un grupo de jóvenes tan sorprendidos como nosotros, sin haber tenido un aviso, una garantía de encontrar un refugio seguro para ellos y para nosotros los maestros. De lunes a martes, nos habíamos convertido en maestros… a distancia; de lunes a martes, ya no volveríamos al salón de clase; no podríamos terminar las frases que podían haber quedado inconclusas en la clase presencial última. Última, aún no lo sabíamos pero, muy pronto, lo intuímos y lo comprobamos. Así, sin un espacio temporal de acomodamiento, nuestra realidad tanto laboral como personal había cambiado. La única cuestión que flotaba en el ambiente era la necesidad urgente de poner en práctica la tolerancia a la frustración. La ironía se hacía patente; en el examen diagnóstico de mis nuevos alumnos, al inicio del semestre, tenían que elegir un tema para escribir al respecto; uno de ellos era “La tolerancia a la frustración”. A dos meses y medio de distancia, yo tenía que redactar ese texto con hechos y demostrar que la letra, la palabra resiliencia debe salir del papel y cobrar vida.
El panorama aparentemente sombrío se despejó de inmediato; sí teníamos con quien contar; sí había respuesta a nuestro asombro, a nuestra aparente orfandad. Las autoridades universitarias mostraron un completo dominio de la situación que se venía encima; ahí estaba la numerosa oferta de cursos; los asesores disponibles a cualquier hora; los coordinadores, orientándonos y solidarizándose con nuestras emociones. No estábamos solos ni, mucho menos, extraviados.
Ese sentimiento de orfandad fue fugaz y lo sustituyó un hecho contundente: la preparación previa de los programas de estudio de cada una de las materias que impartíamos. Estábamos preparados; yo diría que muy bien preparados. El fondo lo teníamos; había que adecuar la forma y para ello también contábamos con las herramientas que nos ofrecía la institución. Así como nos estaban respondiendo a nosotros, teníamos que responder a nuestros pupilos.
No hubo tregua; el vienes 13 de marzo yo impartí mi última clase presencial y el miércoles 18 del mismo mes ya estaba en contacto con mis alumnos vía Brightspace para dar instrucciones sobre el tema que nos correspondía abordar. Yo había estado empleando esta plataforma durante todo el semestre, de modo que mis alumnos no sintieron ningún cambio. Por otra parte, el curso es fundamentalmente práctico, se trata del (Taller) de Comunicación Oral y Escrita que tiene una parte teórica y otra -la más importante y amplia- práctica. Para cuando inició la contingencia, el confinamiento, yo ya había dado las bases teóricas para la realización de los productos finales que ocuparían a los estudiantes el resto el semestre.
Mientras continuábamos con el trabajo ya organizado previamente, yo tomaba los cursos para implementar las clases virtuales (zoom), lo cual implicó que estuviera ocupada la mayor parte del día.
El contacto con mis alumnos pasó de Bs a zoom; más bien, se complementaron. La plataforma de Bs resultó ser un excelente recurso para la entrega de los trabajos y la revisión de los mismos de una manera exhaustiva. Los comentarios a cada uno de los textos, las observaciones al margen de los mismos, las sugerencias para corregir las realicé concienzudamente, con el fin de conducir a mis alumnos a la autocorrección.
Puedo decir que esta última estrategia fue de un valor excepcional. Cada texto debía ser corregido por el autor del mismo, con base en las observaciones recibidas de mi parte; esto, obviamente, duplicó mi trabajo pero dio excelentes resultados. Debo aclarar que al autocorregir el escrito -síntesis, persuasion map, ensayo, comentario crítico, proyecto- no se modificó la calificación original del mismo; se trató de evaluaciones formativas que crearon en los alumnos la concienciación de sus errores y la correspondiente corrección de los mismos. El resultado final fue el aprendizaje; es decir, autoaprendizaje, segunda herramienta fundamental en este proceso.
Hay un aspecto que debí aprender a manejar también. Ademas de Bs y de zoom, yo proporcioné a mis alumnos un correo personal para emergencias. No se recibían trabajos por ese medio; se trataba únicamente de un medio de comunicación personal. Por él, me fui enterando de la condición emocional de algunos de los estudiantes. Hubo quienes sí resintieron la nueva situación, la cual vino a alterar su ritmo de vida, su seguridad, su confianza. Esto me colocó -como a todos- en una situación delicada, pues había que ser firme para restituirles esa seguridad, por un lado, y no caer en la compasión o manipulación, por otro. Los casos que se me presentaron los resolví con flexibilidad en las fechas de entrega; con entrevistas individuales vía zoom, para aclarar dudas y echarlos a andar de nuevo. Afortunadamente, la táctica dio resultado. Todos los que se encontraban sumidos en la desorientación reencontraron el camino y, lo más importante, no abusaron de mi tolerancia, sino que correspondieron cumpliendo con creces con sus entregas.
Uno de los principios que rigen mi quehacer docente es la personalización de la enseñanza; procuro dar atención individual a cada uno de los estudiantes; me aboco a descubrir sus fortalezas y sus debilidades; estructuro mis programas de acuerdo a los diferentes perfiles que se congregan en mis grupos -literatos, filósofos, historiadoras del arte, psicólogos, historiadores, arquitectos, financieros, abogados, sí, todos ellos en el mismo curso-, de modo que, en la medida de lo posible, cada especialidad logre sus objetivos en relación con la materia. Esto lo he hecho siempre y, durante la contingencia, redoblé el esfuerzo. Las entrevistas individuales fueron muy fructíferas y pude emplear más tiempo en ellas. Hubo quienes hicieron autocorrecciones permanentemente, sin darse por vencidos y yo también revisé una y otra vez hasta que se daba la comprensión y el aprendizaje. Esta es una de las ventajas de poder organizar el tiempo sin restricciones, por ejemplo, sin los traslados o las horas ahorcadas entre una y otra clase.
El uso de la tecnología no ha sido mi prioridad; en cuanto me vi frente al reto de emplearla como herramienta de enseñanza, la asumí, cosa que agradecieron mis alumnos. Aún tengo que seguir aprendiendo; de hecho, ya me inscribí en un nuevo webinar, pues quiero prepararme mejor para el semestre de Otoño.
¿Qué aprendí? Aprendí que somos seres en constante evolución; seres que nunca estamos terminados, sino que día a día nos vamos construyendo, perfeccionando. Reafirmé mis valores y los hice patentes, más que nunca, con mis alumnos: el respeto, la confianza, el compromiso, la trascendencia de nuestros actos, la fe. Nunca descansé ni me quejé de las nuevas exigencias que la circunstancia demandaba y demandará. Me sentí apoyada y correspondida; cansada y exigida, pero retribuida por la respuesta de mis jóvenes estudiantes.
Se habla mucho de que, después del confinamiento, el mundo va a ser diferente. No lo sé; lo que me queda claro es que yo he empezado a ser diferente y que tengo una enorme vocación docente sin importar el cómo o el dónde. Estoy convencida de que esta prueba, si recibimos una calificación positiva, no debe envanecernos; solamente hicimos lo que nos correspondía. Debe, en cambio, comprometernos más porque en nuestras manos está la formación de quienes tenemos la fortuna de llamar “alumnos” y, vaya, que es un reto.
Por Luis Miguel Martínez Cervantes, Karina Raya Díaz e Ignacio Santiago Prieto
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería
Relatamos algunas experiencias que resultan del reto de una migración súbita de cursos de ingeniería que contemplan el uso de laboratorio o taller para el desarrollo de competencias indispensables en la formación de ingenieros. La carencia de recursos materiales requirió la sustitución de los artefactos físicos por virtuales. Comenzamos por identificar la importancia de la experiencia práctica en la formación de ingenieros para después describir el diseño e implementación de modelos emergentes para cumplir con las metas y objetivos de los cursos que estaban en proceso, al inicio de la emergencia sanitaria que implicó el confinamiento masivo y la continuación de la labor docente en un modelo a distancia mediado por TICs.
1. Introducción
A partir de marzo de 2020, comenzaron en México las acciones para la mitigación de la propagación de la pandemia de la COVID-19, particularmente las acciones sanitarias relacionadas con el distanciamiento social. A partir de entonces se escalaron las medidas de emergencia sanitaria que resultaron en que el 31 de marzo de 2020, se emitiera un decreto para la suspensión de actividades no esenciales (DOF 2020). Por su parte la Universidad Iberoamericana en Tijuana, indicó a través de un comunicado con el eslogan “#LaIberoSeQuedaEnCasa”, que a partir del 20 de marzo de 2020 se suspendían todas las actividades de docencia en formato presencial y continuarían en un modo remoto a través de plataformas digitales (Universidad Iberoamericana Tijuana, 2020). Esto implicó diversos retos a los docentes y alumnos para concluir satisfactoriamente el semestre de Primavera de 2020. Particularmente, la docencia de la ingeniería se enfrentó a los retos propios de la enseñanza-aprendizaje de materias cuya naturaleza es eminentemente práctica.
Rugarcía (2000) ha resaltado la importancia de la experiencia práctica en la formación de ingenieros, mientras que Martínez y Van der Mersch (2002), también discuten la relación de la pedagogía ignaciana y la formación de ingenieros a través de la experiencia en el laboratorio o taller. Esto nos permite apreciar en perspectiva la relevancia de la práctica y experimentación en el laboratorio en la formación de futuros ingenieros. En una visión, es indispensable e irrenunciable la experiencia práctica en la formación de ingenieros, debido a que este tipo de trabajo académico favorece que el alumno obtenga una mayor experiencia, capacidad de solución de problemas y de adaptación.
Por otra parte, la experiencia práctica en el aprendizaje de la ingeniería -como se puede apreciar en los planes de estudio de la Universidad Iberoamericana- es fundamental para cumplir con las características del perfil de egreso. De esta forma más del 50% de las materias de los planes de estudio ideales de los programas de ingeniería, requieren de un número de créditos académicos a obtenerse mediante la experiencia práctica en los laboratorios. El programa de Ingeniería Transicional (en la Unidad de Estudios Especializados en Tijuana, BC), dada su orientación requiere aún más de estos recursos pedagógicos, el cual a partir del periodo académico de Primavera de 2020, se complementó en los laboratorios recién rediseñados del campus en Playas de Tijuana. En comparación otras instituciones en Tijuana como la UABC (Universidad Autónoma de Baja California) el plan de estudios de ingeniería sólo tiene 33% de horas de laboratorio respecto al total obligatorio o en la UTT (Universidad Tecnológica de Tijuana) el porcentaje es aproximadamente 38%.
2. Los retos de la educación de la ingeniería en tiempos de la pandemia
La mayoría de los docentes de ingeniería hemos afrontado diversos retos -previos a la pandemia- por la limitación de recursos en los laboratorios para implementar un modelo pedagógico apropiado para la formación de ingenieros. Estos retos se acentúan con la imposibilidad de acceso físico a tres tipos básicos de laboratorios: a) los de cómputo especializado, b) los “ligeros” como el de electrónica y c) los “pesados” como los de procesos de manufactura. En general, los de cómputo son los menos problemáticos y en el otro extremo “los pesados”. Los laboratorios “ligeros” presentan una alta especialización, pero relativa portabilidad. Ante la sorpresa social de un confinamiento, se requirió afrontar el problema de “rediseño” de las materias o cursos a nivel individual y de forma urgente. Aquí describimos nuestra experiencia en las áreas relacionadas con esta sencilla clasificación de los laboratorios.
En un curso de microcontroladores, que requiere de equipo de cómputo, software y hardware especializado, Karina Raya afirma que uno de los retos fue investigar ¿cómo conducir una práctica de laboratorio sin contar con el dispositivo físicamente?, lo cual permitió identificar los simuladores que pudieran ayudar a recrear un sistema de control. Después de seleccionar el simulador, la siguiente tarea fue pensar en ¿cuál es el mejor método para compartirlo con mis estudiantes?, para esto debo conocer la forma en la que aprenden.
En el grupo que impartí clase su mayoría eran visuales y kinestésicos, pero los auditivos se vieron beneficiados al momento de implementar videos con instrucciones o música de fondo, mientras que para los visuales y kinestésicos un simple video sin sonido le permitió entender mejor la práctica que en la clase virtual donde se conectaba en tiempo real los componentes del circuito. En contraste en la materia de análisis numérico la estrategia consistió en utilizar Excel y Matlab como herramientas de trabajo durante la clase y además de dejar disponibles presentaciones con ejemplos guiados.
Figura 1. Cuadro de video instruccional sobre uso de sensor de ultrasonido con microcontrolador Arduino (Raya Díaz, 2020).
Actualmente mi reto se ha incrementado al impartir una materia orientada a la configuración de servidores en el cual no todos mis estudiantes pueden crear una máquina virtual para instalar distintos tipos de sistemas operativos, esto debido a la capacidad de almacenamiento, procesador y memoria de estas, añadiendo que una videoconferencia en tiempo real consume bastantes recursos computacionales. ¿Cómo solucionarlo? La primera opción es utilizar laboratorios virtuales que se ofrecen de forma gratuita por Microsoft, pero desafortunadamente no están disponibles debido la pandemia del COVID-19, ya que esa compañía está protegiendo a sus trabajadores encargados de esos servicios.
En algunas ocasiones los cursos requerían de instalaciones especializadas que habitualmente sólo existen en los laboratorios en las universidades o los reactivos utilizados no pueden ser utilizados en el hogar por cuestiones de seguridad. Este es el caso de las materias de Procesos Químicos y Térmicos, o Mecánica del Medio Continuo. En general parece que las materias de ingeniería tienen más factibilidad en un modelo a distancia que las de ciencia.
Por otra parte, en la materia de ingeniería experimental donde se requiere instrumentación especializada y el desarrollo de artefactos de medición, Luis Miguel Martínez describe el reto de la enseñanza a distancia de un curso adaptado previamente a los recursos limitados en los laboratorios de ingeniería en el campus de la Ibero en Tijuana, implicó no contar con equipos de medición especializados como osciloscopio, fuente de poder o puente de medición. Si bien el componente de teoría de las sesiones pudo ser implementado a través de plataformas síncronas o asíncronas, el componente práctico que representa aproximadamente el 80% del curso, se implementó tomando como referencia el concepto de “tecnología apropiada”. Este concepto sugiere la adaptación de la tecnología a los recursos disponibles en un ecosistema determinado y escalando (de mayor a menor) la inversión capital (cfr. Bolay 2012).
El problema de fondo de la migración del modo de impartición del curso es que su definición es la de una materia que permite al alumno aprender a través de la experimentación de técnicas, de materiales o de métodos relacionados a las leyes físicas y químicas elementales. Antes del confinamiento, el tema era el análisis de la calibración de un dispositivo para determinar la incertidumbre las mediciones que se podían realizar. Al tener un juego de datos previos anotados en las bitácoras fue sencillo realizar el análisis y aplicar las técnicas de metrología apropiadas. Sin embargo, el diseño e implementación de los siguientes experimentos fue necesario evaluar a) el objetivo del experimento para determinar las competencias a desarrollar, b) los materiales y herramientas con que contaban los alumnos en sus casas y c) el material digitalizado que les permitiera adquirir el conocimiento necesario para plantear, diseñar, implementar y evaluar el desarrollo de un instrumento.
Uno de los ejemplos más exitoso fue el desarrollo de una báscula para medición de masa a partir de un diseño probado desde hace más de 150 años y que implementaron con diversidad de materiales. Para su calibración se usó un estándar secundario con una taza medidora y agua. La incertidumbre obtenida es comparable a la que se podría haber logrado en el laboratorio en condiciones más controladas y con materiales de ingeniería.
Un elemento de éxito a considerar es la disponibilidad de simuladores de circuitos electrónicos, eléctricos y electromecánicos existentes. En el curso utilizamos Multisim Live que es un simulador de circuitos en línea gratuito. Este incluye el software SPICE, que les permite a los alumnos crear, aprender y compartir circuitos y dispositivos electrónicos en línea.
Figura 1. Báscula desarrollada con el concepto de tecnología apropiada con materiales comunes, calibrada con agua. (Fotografía Karla Huerta, 2020).
3. Recursos utilizados en la migración digital
En esta sección listamos algunos recursos que se utilizaron en los cursos y que pueden ser ubicados en la taxonomía descrita por el llamado “triángulo didáctico” (Kansanen, 1999).
4. Conclusión
La exigencia de una migración forzada de un modelo presencial a uno digital en los cursos de ingeniería que requieren experiencia práctica en el laboratorio implicó diversos retos ante todo la carencia de recursos especializados a disposición de los alumnos. Por su parte los docentes implementamos un entorno de aprendizaje complejo utilizando recursos gratuitos en Internet y la producción de materiales digitalizados para favorecer el aprendizaje. Se aprovechó el concepto de tecnología apropiada para focalizar el desarrollo de las competencias del currículum en el método, principios y técnicas sobre los materiales y equipamiento.
Encontramos que la motivación de los alumnos requirió un trabajo sustancial de los académicos y coordinadores. Se requirió capacitar a los alumnos en el uso de las herramientas que surgieron como sustitutos de la experiencia en el laboratorio y por supuesto nivelar la disparidad en el conocimiento y habilidad previa. Adicionalmente, se observó la dificultad para mantener la atención durante las videoconferencias, la adaptación de la evaluación de los aprendizajes y la asesoría necesaria para mitigar el impacto emocional entre los estudiantes.
5. Referencias
6. Sobre los autores
Giovanni Martínez de la Fuente
Grado: Licenciatura | Programa: Estudios Empresariales
El año 2020, sin duda, va a pasar a la historia como un antes y un después de diferentes aspectos de vida diaria de la humanidad en los 5 continentes de nuestro planeta. Cuando menciono diferentes aspectos, me refiero a:
Es increíble que de un día para otro el mundo entero se organice y solidarice con la finalidad de detener la propagación de un virus y nos pongamos todos en cuarentena en nuestras casas. Para lograr lo anterior los gobiernos de todo el mundo ordenaron cerrar fábricas, oficinas, fronteras, templos e iglesias, eventos deportivos de toda índole (incluyendo las Olimpiadas); así como escuelas y universidades.
Abordando el ámbito de escuelas y universidades, el reto que enfrentamos los diferentes actores fue enorme; cuando menciono actores me refiero a:
Me gustaría compartir con mis lectores los retos que me enfrenté como maestro de la Universidad Iberoamericana para poder salir adelante con mis materias y que mis alumnos además de aprender los temas del programa pudieran:
Sin duda alguna, el apoyo que recibí por parte de la Universidad y de mis superiores fue espectacular y sin precedentes. De no haber sido por el apoyo, no hubiera podido lograr mis objetivos con los niveles de excelencia que logré. Por mencionar algunos me gustaría agradecer:
Al inicio de la cuarentena yo me dirigí a mis alumnos por medio de correo electrónico, dejándoles tarea para que me las enviaran por misma vía. Después la Universidad me otorgó acceso y capacitación a Teams; el cambio fue radical para bien. Ya podía interactuar con mis alumnos en tiempo real y con todo el salón, pero surgieron varios retos en esta nueva etapa.
El primer reto fue para mi, que tenía que estar hablándole a una computadora, viéndome en todo momento; mis colegas maestros saben a qué me refiero; y los que no, les explico que es muy diferente dar la clase presencial con los alumnos en el aula teniendo en todo momento la certeza de atención e involucramiento de los alumnos, poder desplazarme por el salón, utilizar el pizarrón y hacer partícipes a los alumnos sobre el tema que estoy exponiendo. Al dar la clase de manera virtual hablándole a una computadora, viendo tu cara y tus gestos en todo momento y sin saber que está pasando del otro lado de la pantalla con mis alumnos fue un reto muy grande.
La manera que enfrenté este reto fue primero capacitándome para conocer la herramienta (Teams), traté de no verme mucho en la pantalla; y lo más importante me comprometí con la Universidad, mis alumnos y conmigo mismo de sacar adelante el semestre de la mejor manera.
Mi aprendizaje de esto fue que debo estar dispuesto a desaprender y adaptarme a los cambios. Debo evolucionar, conocer y utilizar las herramientas tecnológicas que me ofrece la Universidad.
Referente a mis alumnos, el reto para que estuvieran motivados e involucrados en la clase, implementé que al momento de pasar lista cada uno de ellos:
Mi aprendizaje fue, que todos los alumnos tienen algo muy importante que aportar. Que todos quieren exponer su punto de vista y que mis alumnos estaban muy comprometidos en sacar adelante su semestre.
En el aspecto de que trabajaran en equipo, el reto fue muy interesante; debido a que se les dificultaba juntarse para avanzar en su proyecto. El proyecto consistía en entregar un plan de negocios de una empresa de nueva creación. Lo que implementé fue que durante la clase les daba 20 minutos para que trabajaran en equipo y me enviaran el avance, o lo subieran a la plataforma de Teams. En esos 20 minutos yo apoyaba al equipo que tuviera dudas y los asesoraba.
Mi aprendizaje en esa situación fue que al motivar a mis alumnos y apoyarlos para que no se atrasen, ellos ponen de su parte y terminan por cumplir con los avances esperados. Inclusive se eleva el nivel de la clase porque están viendo a sus compañeros de otros equipos los avances que tienen y no se quieren quedar atrás.
Para mantener la atención durante la clase, lo que hice fue que de manera aleatoria les preguntaba a mis alumnos, que pensaba sobre lo que les estaba exponiendo; que me digiera con sus palabras lo que había entendido. Los que no estaban poniendo atención, se disculpaban y me pedían que les volviera a explicar. Esto lo hice en todas las clases con todos mis alumnos.
Mi aprendizaje es que no puedo, ni debo, dejara de involucrar a todos mis alumnos en todas mis clases.
Referente al reto que no se atrasaran en el avance de la clase, de la manera que lo enfrenté , fue como lo comenté anteriormente:
Mi aprendizaje es que en todo momento debemos de estar involucrados alumno-maestro para poder llevar el curso con buen ritmo y que no se atrase el programa original de la materia.
Me gustaría concluir y hacer énfasis en lo siguiente: no importa el tamaño del reto, ni la situación por la que estemos atravesando; si nos comprometemos como personas y estamos dispuestos a desaprender, tomar la ayuda que nos ofrecen; nos capacitamos y damos nuestro 100%, siempre, siempre, siempre vamos a salir adelante. Y recuerden: sean Felices
Por Cynthia Gómez
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño
En el momento en que comenzamos a ver que la pandemia nos iba a orillar a dar clases prácticas de forma virtual, los maestros de diseño que impartimos materias prácticas entramos en pánico y lo primero que pensamos fue “es imposible”, “no se puede”, “los alumnos adquieren conocimientos en el taller de la mano de su maestro”, “es mejor que suspendamos las clases y retomemos cuando regresemos”... y así, un sin fin de pretextos. Pero, conforme fueron avanzando los días nos dimos cuenta de que no podíamos sentarnos y esperar, si no que teníamos que reinventarnos, diseñar nuevas estrategias y enfocarnos en el contenido esencial de nuestra materia para poder transformar las aulas al mundo digital. Lo cual implicó un enorme reto, por que salimos de la universidad, de nuestros talleres pensando en que regresaríamos en 15 días y nunca en que no íbamos a regresar.
Con el paso del tiempo fuimos implementado estrategias que nos ayudaron a adaptarnos a la nueva realidad. Pero ¿cuál era nuestra nueva realidad? Por un lado, vivimos como maestros nuestra propia realidad, que era estar en casa con hijos tomando clases a distancia, organizando espacios para que toda la familia pudiera conectarse al mismo tiempo sin molestar las clases o el trabajo y además, teniendo que hacer las labores del hogar. Asimismo, tuvimos que idear nuevas formas de enseñar y transmitir el conocimiento a los alumnos de forma virtual, teniendo que comenzar por familiarizarnos con plataformas que no conocíamos como Teams o Zoom.
Por otro lado, el impacto emocional al que nos enfrentamos, teniendo que lidiar con emociones y frustraciones de los alumnos por estar encerrados en casa. De la misma manera, las de nosotros como maestros al tener que dar consuelo, esperanza y animo en cada clase que se hacia a distancia.
Las estrategias que seguimos fueron las siguientes:
Todas esto nos llevó a reflexionar sobre cómo los seres humanos podemos adaptarnos a los cambios abruptos que se nos presentan, aunque al inicio de la pandemia los maestros pusimos barreras y pensamos que era imposible, con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que debíamos cambiar nuestra forma de pensar y proponer herramientas que nos ayudarán a que los alumnos ante esta crisis emocional pudieran adquirir los conocimientos que nuestra materia requería.
Asimismo, nos dimos cuenta de que primero había que atender la parte emocional en nosotros y en los alumnos para seguir adelante con el semestre. De tal manera, que los alumnos estuvieran motivados para realizar los proyectos con los recursos que contaban en casa. Pero, que no sintieran que por no estar en la universidad estaban dejando de aprender lo que tenían que aprender. Así que, estuvimos muy cercanos a ellos, acompañándolos en todo momento desde casa.
Por ultimo, aprendimos que muchas veces no es necesaria tanta infraestructura física para poder lograr que los conocimientos sean adquiridos, puesto que como maestros de materias prácticas de diseño estábamos muy acostumbrados a trabajar con los materiales tradicionales de la disciplina telas, madera, vidrio, papel y no teníamos acceso a estos, así que tuvimos que adaptarnos a lo que tenían los alumnos a su alcance y generar nuevas propuestas de representación para el diseño.
Por Cimenna Chao Rebolledo
Grado: Posgrado | Programa: Educación
I. ¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Durante el semestre de Primavera 2020, impartí la asignatura de Educación Socioemocional a las estudiantes de últimos semestres de la Licenciatura en Pedagogía. La Educación Socioemocional, por definición, es un campo que se ejerce y se enseña desde el enfoque de la pedagogía activa y experiencial, y en ese sentido, la presencia grupal y las actividades vivenciales son fundamentales para para experimentar, aprehender y aprender los qué, cómo y porqués de este campo disciplinar. Normalmente, la impartición de esta asignatura incluye la puesta en práctica de estrategias pedagógicas encaminadas al desarrollo de habilidades socioemocionales tales como, el autoconocimiento, la autorregulación, la autonomía, la empatía y la colaboración, entre otras, mismas que posteriormente se traducen en diseños pedagógicos e intervenciones, o prácticas en campo, de los estudiantes.
Ante la contingencia sanitaria derivada de la pandemia por COVID 19, la posibilidad de continuar con dinámicas vivenciales e intervenciones en campo se vio completamente trastocada, las intervenciones en campo fueron canceladas, y con ello la posibilidad de ver en acción el diseño de una intervención en Educación Socioemocional. Ello implicó reorientar el curso y sus objetivos hacia un espacio de aprendizaje propicio y pertinente con las circunstancias presentes, pero que pudiera cumplir con el propósito rector de esta disciplina: vivenciar y movilizar de forma activa los conocimientos, habilidades y actitudes que conforman a la Educación Socioemocional.
Para ello fue necesario trabajar colectivamente para asegurar la participación activa de las estudiantes, así como su disposición empática para realizar actividades vivenciales en el espacio virtual, mismas que anteriormente cobraban su significado y potencia a través del acompañamiento y la presencia física grupal en el aula.
En el caso de las intervenciones y prácticas de campo, en un inicio se contemplaron escenarios de intervención remota, pero no se lograron compaginar los tiempos académicos con los tiempos disponibles para la práctica virtual, ya que las múltiples tareas que enfrentan actualmente estudiantes y docentes, y la dispersión de los tiempos escolares, no fueron propicios para disponer de horarios síncronos para realizar una intervención de este tipo.
II. ¿Qué hice ante ese reto?
Ante la imposibilidad de realizar una intervención en campo, o remota y síncrona, se analizaron escenarios de práctica asíncrona que permitieran, desde el distanciamiento social, generar una propuesta creativa para poner en práctica las destrezas asociadas a la Educación Socioemocional, y que permitieran aprovechar los tiempos de clase de forma efectiva y sustantiva.
Derivado de lo anterior, se llegó a la propuesta de construir una página web con recursos didácticos, actividades, herramientas y estrategias educativas, para implementar en casa o en la escuela (o aula virtual) la Educación Socioemocional, y fomentar el desarrollo de las habilidades socioemocionales. Esta página además, serviría como un recurso inmediato para quienes ante la contingencia y el distanciamiento social, requirieran activar o poner en práctica estrategias para cultivar habilidades socioemocionales y abonar al bienestar emocional y físico de sus hogares o comunidades escolares.
De este modo, el tiempo lectivo se utilizó de forma estratégica, por un lado, durante las sesiones de clase síncronas (por Zoom) se continuaron trabajando las propias habilidades socioemocionales, las de las estudiantes junto con la profesora, y se asesoró y orientó el diseño de las actividades, y del sitio web que las alojaría. El resto del tiempo de clase, se aprovechó para que las estudiantes propusieran e investigaran de forma autónoma y autoorganizada el tipo, la organización y secuenciación de las actividades y la creación del sitio web.
Se conformaron seis equipos de trabajo, y cada equipo investigó y propuso herramientas y estrategias educativas para una población específica. Se diseñaron propuestas y materiales para preescolares, población escolar, niños y adolescentes, y para adultos y adultos mayores. Si bien no se pudo intervenir en un contexto específico, las estudiantes aprovecharon la oportunidad para investigar, conocer y aprender a diseñar una intervención en Educación Socioemocional, y sobre los requerimientos para su implementación en escenarios y poblaciones diversas.
Como parte de las investigaciones para el diseño de las actividades y materiales, se analizaron escenarios de inclusión y adaptación de estrategias y herramientas para dar atención a poblaciones con discapacidad auditiva o visual, de manera que el sitio incluyera adecuaciones para trabajar las habilidades socioemocionales en estas poblaciones.
El sitio web quedó conformado por seis pestañas interactivas que contienen diversas fichas con las descripciones de las actividades propuestas, así como los materiales que acompañan a cada estrategia, y una breve introducción y justificación sobre el proyecto.
El sitio web se puede acceder desde la siguiente liga: https://edusocioemocional2.wixsite.com/ed-socioemocional/objetivo
III. ¿Qué aprendí de la experiencia?
El cambio súbito en las actividades académicas, derivado de la contingencia por la pandemia, representó un reto en múltiples dimensiones, tanto académicas como personales, para los estudiantes y para los docentes. Implicó una reorientación de la planeación académica, en tanto a re imaginar horizontes posibles para la expresión y cristalización de los aprendizajes, así como una reorganización de las actividades domésticas y laborales-administrativas, para generar espacios y tiempos estratégicos para atender los aspectos prioritarios de cada ámbito. La transición a la educación a distancia canceló algunas posibilidades y supuestos de trabajo, pero trajo consigo nuevas oportunidades de enseñanza y aprendizaje, y develó medios instruccionales que tradicionalmente no se ocupaban en esta asignatura.
A pesar de que los cambios repentinos pueden llegar a generar tensión y expectativas negativas, éstos pueden traer consigo también respuestas de adaptación que alimentan a la creatividad y al pensamiento crítico y reflexivo. La posibilidad de adaptación depende de que podamos flexibilizar y reconfigurar las estrategias y acciones encaminadas a alcanzar los objetivos propuestos: el medio puede variar, pero la meta se sostiene y se puede expresar de formas diversas.
En términos académicos, las estudiantes y la profesora aprendimos que podemos generar espacios virtuales para la interacción afectiva y efectiva, y para el aprendizaje significativo. Aprendimos que podemos crear propuestas de intervención educativa con alcances insospechados desde la virtualidad y la ubicuidad del internet. Y finalmente, pero no menos importante, tomamos consciencia de la importancia que puede tener una asignatura como la Educación Socioemocional en momentos de crisis e incertidumbre, y, por lo tanto, de lo valioso que resulta el trabajar, crear y proponer desde y con las emociones. Paradójicamente, mientras aprendíamos sobre la Educación Socioemocional, aprendimos con la Educación Socioemocional a transitar de la crisis a la oportunidad, para crear y alcanzar las propias metas, pero también para aportar y alivianar las necesidades actuales de nuestra comunidad.
Aprendimos que la Educación Socioemocional más allá de ser una disciplina curricular específica, es un espacio para aprender a ser, a hacer, a convivir y a aprender en proximidad y a distancia.
Por Juan Carlos Erdozáin Rivera
Por Tonantzin González Cervantes
Grado: Licenciatura | Programa: Contaduría y Gestión Empresarial
El presente trabajo tiene la intención de compartir la experiencia docente obtenida durante la etapa de contingencia con motivo de la Pandemia del COVID 19.
Uno de los grandes retos como profesora semestre a semestre, es encontrar una forma nueva (innovar) de cómo transmitir a los estudiantes el contenido (conocimiento) de cada una de las materias que imparto, cambiar la dinámica, implementado proyectos, modificando los existentes, entre otras cosas, con la finalidad de que siempre haya algo que aprender por ambas partes.
Uno de los grandes retos que enfrenté el pasado marzo, cuando recibimos la noticia de que las clases presenciales se suspendían, fue: ¿Qué hacer para continuar con mis clases? Esta pregunta tenía muchas vertientes, por lo que empecé a ordenar mis ideas.
A continuación explico cómo fue que resolví cada una de las interrogantes que me hice:
¿Cómo voy a impartir mis clases?
Esta pregunta fue la primera que me vino a la menta con la finalidad de no interrumpir el curso ya que estábamos en el mejor momento del mismo, ya se había encontrado el canal de comunicación y las clases se venían desarrollando de manera armoniosa.
Tomé la decisión de usar la plataforma Zoom, que ya conocía y de manera personal se me hace muy apropiada para establecerla como salón de clases a distancia, lo que hoy se conoce como sesiones sincrónicas
Por lo que de inmediato hice la contratación de la plataforma, con la finalidad de no ver interrumpida la clase cada 40 minutos, y procedí a hacerles la invitación a mis alumnos por medio de la plataforma académica de Brightspace, indicándoles que solo deberían de dar clic en la liga que les estaba compartiendo en el aviso.
La invitación indicó, que nos veríamos vía Zoom en la siguiente clase, para las de horario de lunes y miércoles, el lunes y la de los días martes y jueves el martes.
La finalidad de conectarnos en la siguiente clase de manera inmediata fue, la de platicar con mis alumnos de lo que estábamos viviendo que no entendíamos, o al menos yo no y que esa situación del país me inquietaba. Tratar de comentarles que esto no les iba a afectar en su proceso de formación y que más adelante les compartiría las modificaciones que se podrían presentar, mientras tanto, esta liga en la plataforma Zoom iba a ser nuestro salón de clase y por último, capacitar a mis alumnos en el uso de la plataforma de Zoom para aquellos que no la conocían y que consideré pertinente darles una pequeña guía.
¿Cómo me voy a comunicar con mis alumnos?
Esta interrogante, fue una gran inquietud, porque si bien, siempre he utilizado la plataforma académica de Brightspace como un medio de comunicación, esta no era de manera instantánea como yo la quería, por lo que vino a mi mente el uso de Remind, con todo y la agilidad de esta, no cumplía con mis expectativas, por lo que por primera vez me di la oportunidad de usar el chat de WhatsApp con mis alumnos. Les comparto gratamente cumplió muy bien mis requerimientos y me ayudo para el acercamiento con ellos.
A final del día, ya teníamos comunicación por Brightspace, por el chat de WhatsApp en el grupo y de manera individual, fuera de clase y durante la misma; en las sesiones sincrónicas usaríamos además de la comunicación directa , es decir, de viva voz a distancia, el chat de Zoom ayudó mucho para las dinámicas de grupo que más adelante comentaré.
De esta manera se pudo resolver el problema de comunicación con mis alumnos y esto me llevo a poder platicar muy de cerca con ellos, conocer sus inquietudes y miedos quizá, platicar como se sentían y tener este acercamiento a distancia con los alumnos que desgraciadamente ya en el confinamiento por parte de la Ibero, tuvieron la desgracia de contagiarse de COVID-19.
¿Qué modificaciones/ajustes debo de hacer al contenido?
Esta pregunta si la consideré un gran reto, la experiencia que tenía con relación a la impartición de clases en sesiones sincrónicas, era que los alumnos se distraían con cualquier cosa o bien realizaban tareas de otras materias durante la sesión, la ventaja que yo tenía en ese momento, era que mis materias son muy numéricas, pero esto también tendrían problemas de perderse fácilmente.
Revisando el contenido de los temas por abordar bajo la modalidad de sesiones sincrónicas, cambie la estructura de mis presentaciones, así como, elaboré pequeños casos y ejercicios con la finalidad de que estos se pudieran resolver en cada sesión como parte del aprendizaje y a su vez me ayudara para hacerlas más dinámicas.
¿Cuál va hacer la dinámica de mi clase?
Con la finalidad de hacer las sesiones dinámicas, las estructuré de tal manera que pudiera mantener la atención de los alumnos durante la misma, buscando que en cada sesión se cumpliera con el objetivo de aprendizaje del tema o subtema.
Reflexionando en el tiempo de duración de 100 minutos para cada sesión/clase como mínimo, me apliqué haciendo una distribución del mismo en varias etapas que explicaré más adelante; es muy importante mencionar que el requisito primordial fue el tener la cámara activada de todos los participantes para considerarles la asistencia, de lo contrario era falta. Se preguntarán ¿qué pasa con el micrófono de los alumnos que entraban a la sesión después de que ya se había iniciado la clase? Para solucionar este pequeño detalle, configuré la plataforma de Zoom con sonido al ingreso solo para mí, micrófonos apagados (mute) y cámaras activas, para que de esta manera yo pudiera registrar quien entraba, Independientemente de que ya estando en la sesión ellos podían activar su micrófono para hacer alguna pregunta o comentario sobre el tema que estábamos abordando o bien, podían hacerla a través del Chat de Zoom,
Las sesiones las organicé en varias fases que son: bienvenida, introducción, desarrollo del tema, actividades académicas, dudas y conclusiones. A continuación, explicaré cada etapa, mencionando el tiempo aproximado para cada una.
Las actividades académicas se fueron cambiando durante el semestre, ya que en algunos casos era contestar preguntas teóricas para que nos ayudaran a cerrar el tema, la solución de ejercicio, mini-casos; etc.
Para tener la oportunidad de participar y responder las preguntas, durante esta etapa todos nos apoyamos con nuestras pantallas Zoom, estableciendo coordenadas para poder jugar, a continuación explicaré la dinámica
Una vez que todos los participantes tenían uniformadas sus pantallas en los mismos renglones y columnas, la profesora le preguntaba a un alumno al azar sus coordenadas, p.e. Miguel: proporciona tus coordenadas: y la respuesta fue, renglón dos, columna tres. A David (ubicado con la flecha) le tocaba responder la pregunta, si su respuesta era correcta, proporcionaba sus coordenadas a Miguel y él a su vez seleccionaba al siguiente participante, pero si David tenía la respuesta equivocada, se abría la opción a responder la pregunta al resto de los participantes. De esta forma estaban todos atentos porque no sabían quién era el siguiente participante y así sucesivamente, esto dio la pauta a tener puntos acumulados durante todas las sesiones que al final del semestre, se consideraron de manera ponderada para el cálculo del promedio final.
También otra forma de trabajar esta sección fue, la solución de problemas o mini-casos, una vez que tenían la respuesta, la enviaban en privado por chat de Zoom y una vez que todos ya tenían una respuesta, alguien el que quisiera explicaba la solución y los que la tuvieran correctos se hacían acreedores a un punto.
Esto al final de día, dio la pauta para que los alumnos estuvieran presentes en las sesiones y además activos con la finalidad de acumular puntos.
¿Cómo voy a evaluar a mis alumnos?
Considerando que nuestro modelo requiere de una evaluación numérica para la medición del aprendizaje, no fue la prioridad, ya que la preocupación se centró en que los alumnos realmente aprendieran el contenido de la materia. Pero es importante aceptar que si era una gran inquietud y conforme se fueron desarrollando las sesiones, fui tomando la decisión de incluir con un porcentaje considerable estas actividades académicas de mis alumnos, que ellos aceptaron de muy buen agrado cuando se los di a conocer.
Como parte integrante de la evaluación del curso al inicio del mismo, se les presento el diseño de un trabajo final que consistiría en una investigación. Esta actividad se respetó cambiando la clásica presentación en PowerPoint o Prezi, a elaboraran un video en alguna plataforma, con la finalidad de que aprendieran y disfrutaran el uso de la plataforma que escogieran, y fue así como los alumnos diseñaron sus videos y además, agregaron al final una actividad académica para confirmar el conocimiento.
A través del juego pudimos confirmar el conocimiento.
Estas son las caras de satisfacción de los alumnos al término de la presentación de sus presentaciones finales.
Como no había certidumbre en el país en el momento en que concluyó nuestro periodo académico, les propuse a mis alumnos no deshacer el grupo del WhatsApp para que tuviéremos un canal de comunicación mientras tanto no regresáramos a la universidad y nos pudiéramos ayudarnos en un momento dado, y que en cuanto regresáramos a la normalidad, es decir, que ya nos saludáramos en la universidad lo desapareciéramos, la respuesta fue favorable.
Con la finalidad de dar un buen cierre al curso en la última sesión llevamos a cabo una comida virtual, que consistió en comer todos juntos a la hora de clase para intercambiar nuestros aprendizajes o inquietudes y me da gusto comentarles que fue una bonita convivencia.
No quiero dejar de mencionar que la participación y actitud de mis alumnos contribuyó para que esta experiencia fuera muy benéfica para todos.
Conclusiones
Esta etapa de confinamiento nos llevó a tener una estrecha comunicación y un acercamiento muy cálido entre los alumnos y la que escribe, lo que nos llevó a nuevos aprendizajes en todos los aspectos.
Lo que me dejo un buen sabor de boca fue la gran aceptación al cambio por ambas partes.
Gracias a mis alumnos del periodo académico “Primavera 2020”
Por Ricardo Cuevas Miranda
Grado: Licenciatura | Programa: Derecho
Soy Ricardo Cuevas Miranda, profesor de la materia de Sucesiones, en la licenciatura en Derecho, en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, respecto a las clases virtuales del semestre que corrió en Primavera 2020, mi experiencia es la siguiente:
¿Cuáles fueron mis retos a enfrentar? Y ¿qué hice ante ellos?
Comencé, como seguramente todos mis colegas, sin saber mucho de qué es lo que teníamos que hacer; que si usar Teams o Zoom, o incluso, como algunos profesores, valerse de las redes sociales como Instagram o hasta Facebook, en mi caso, seguí la recomendación del departamento y utilicé ZOOM. De hecho, la Universidad me ayudó a programar mis clases con la licencia que contrató para poder tener las dos horas continuas sin tener que salir cada 40 minutos y volver a conectar, como es en la versión gratuita de dicho programa.
En mi caso, en un principio las clases eran totalmente expositivas, no ideaba cómo poder hacer que el grupo interactuara, sin embargo, como les mencioné a mis alumnos: no quería que estas clases virtuales se convirtieran en Stand Up Comedy o mucho menos en una telesecundaria, así que, la misma dinámica que seguía en clases presenciales, debería ser seguida de forma virtual, esto es, preguntando a alumnos en específico, pidiendo a alguno de ellos que leyera algún artículo de la ley y hasta en el pase de de lista, se generaba cierta interacción, y debido a que nunca exigí a los alumnos que compartieran su cámara, solo así podía tener la certeza de que estaban atentos a la clase y no hubieran dejado su sesión iniciada sin estar presentes.
La misma exigencia en clase presencial fue la que se tuvo de manera virtual, cabe mencionar que hubo un alumno que se quedó sin derecho a presentar examen final y por tanto, reprobada la materia, por no asistir al mínimo de 80% de asistencias al curso que exige el reglamento, otros que por llegar tarde a clase se quedaron sin presentar alguna evaluación, etc. Suena absurdo que hasta virtualmente hubiera retardos, pero así fue, alumnos que se conectaban media hora después de comenzada la sesión.
Poco a poco me fui haciendo más profesional; adquirí un micrófono lavalier, por lo que fuere donde diere clase, en casa o en la oficina, no habría eco ni problema con el tono de la voz, así que ya sea que estuviera a centímetros del monitor o incluso hasta seis metros alejado, los alumnos me seguirían escuchando de la misma manera. Así también, para que no estuvieran sólo viéndome la cara “literalmente”, instalé un pizarrón desde mi oficina, y así, las clases se sentirían como presenciales, podría hacer anotaciones e incluso caminar hasta donde me permitiera la visión de la cámara. Asimismo, me servía de tres monitores para dar la clase; en uno de ellos podría ver cómo me veían los alumnos, en otro tenía mis apuntes casi como "acordeón" y en un tercero la ley específica de la materia o alguna presentación.
Las presentaciones pasaron de ser una herramienta accesoria a una necesidad de primer uso, así que en toda sesión me di a la tarea de preparar presentaciones, adquirí membresías de programas para crear vídeos o presentaciones más didácticas e interactivas como Genially y Powtoon y probé algunos juegos para ofrecer puntos de participación en Kahoon.
Gracias a los curso de la DEAMET, que tomé los semestres pasados, ya venía utilizando de manera profesional Brightspace, por lo que, de cierta manera, ya estaba preparado para este cambio. Así que, para evaluar, creé todo tipo de actividades en Brightspace; desde elaborar cuadros comparativos, resúmenes, ensayos, etc., e hice una evaluación semanal durante el tiempo que duró la cuarentena, mediante la creación de cuestionarios en línea. Si ven mi Brightspace, en la parte de evaluaciones hay una lista larga de porcentajes que por mí mismo quizá, no hubiera podido calcular. Se respetó la forma de evaluar que se les dio a los alumnos a principio de semestre, incluso, la evaluación final, se llevó a cabo de manera oral, esta vez con un monitor de por medio y con un sinodal como respaldo.
Esto es un screenshot de todo el desglose de trabajos, participaciones y exámenes durante el curso.
¿Qué aprendí de la experiencia?
Al final del semestre, la cuarentena logró forjar aún más mi disciplina y me motivó a dar más de mí, agrandando mi pasión por la docencia, todo esto para conseguir la meta de la universidad, que como egresado llevo presente a cada momento CREAR LOS MEJORES PROFESIONISTAS PARA EL MUNDO.
Por Susana del S.G. García Morales
Grado: Licenciatura | Programa: Diseño Gráfico
1) ¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Especialmente durante las primeras semanas de la conversión a distancia, estuve checando el sentir de mis alumnos, sus emociones, inquietudes, adaptación al cambio, etc. Según lo que ellos me expresaron en diversas conversaciones que realizaba antes de iniciar clase, mi sentir fue que estaban ansiosas, con un exceso de carga de trabajo, la dificultad de organización, entre los temas más importantes. Además de que esto me permitió realizar ajustes en mi programa y forma de trabajo, me incentivó a tomar más en cuenta el estado emocional de mis alumnos y aunque no soy experta en el tema, si me ayudó a tomar una postura más humanista ante la situación. Igualmente me permitió medir mejor mis tiempos, buscar ser más clara, ayudarles a organizarse mejor, entre otras acciones.
2) ¿Qué hice ante este reto?
Como mi tesis de doctorado consiste en el uso de Storytelling o narrativas digitales como herramienta de evaluación, decidí utilizarla como una herramienta para expresar las emociones y reflexiones de esta contingencia como parte de la actividad del cierre del semestre. Cabe mencionar que estoy por concluir mi programa de doctorado por lo que he podido desarrollar experiencia en el uso de la herramienta con estudiantes de la Ibero por lo que me sentía cómoda con el manejo que tengo de la herramienta y de la capacidad de mis alumnos para manejarla y poder realizar la tarea. Fue una actividad personal y solo se compartía con el grupo si la persona lo autorizaba. Finalmente, no hubo tiempo de compartir pero la retroalimentación del grupo fue positiva por el ejercicio emocional que representó y porque permitió reflexionar sobre sus aprendizajes sobre el tema. Ya que utilizo storytelling en el semestre las alumnas ya estaban familiarizadas con la herramienta y contaban con una rúbrica para su desarrollo. Esto permitió que la experiencia fuera más productiva y no añadiera complejidad a la situación. Una alumna tuvo una defunción en su familia por Covid y ella me pidió exentar la entrega, lo cual sin problema lo permití. Abajo se muestra la rúbrica y los elementos solicitados para la realización de la historia, los cuales fueron compartidos al inicio del semestre junto con una presentación de la herramienta para que los alumnos tuvieran suficiente conocimiento de la misma para su realización en el contexto de la materia.
3) ¿Qué aprendí de esta experiencia?
"ste fue un gran recordatorio para mi sobre la importancia de los temas humanistas en la educación, a todos los niveles. Me permitió balancear mejor el equilibrio que debe existir entre la persona y el estudiante, de la misma forma a mí como docente. En particular, me parece que resultó un ejercicio catártico para las alumnas, aspecto que considero indispensable como profesora, en particular en el contexto de la educación humanista de la Ibero. También me permitió recordar el sin número de recursos que uno como docente puede tener o bien aplicar ciertos recursos de formas más innovadoras, especialmente en tiempos inéditos y que demandan más creatividad de lo habitual.
Rúbrica y elementos de la historia
Por Abraham Daniel Hernández Fabián
Grado: Licenciatura | Programa: Programa de Desarrollo Curricular y Evaluación
Planeación didáctica ante la incertidumbre permanente: el caso de Sistema Educativo Nacional del Colegio de Pedagogía de la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Para un profesional de la educación es de suma importancia vincular los aspectos profesionales, académicos y docentes. Por razón, quien escribe comparte su experiencia docente desde un ámbito público, a la vez que vivencia las dificultades a las se están enfrentando las instituciones educativas de educación superior con el tránsito de la educación presencial a las modalidades a distancia y en línea.
Como integrante del Programa de Desarrollo Curricular y Evaluación (PDCE) perteneciente a la Dirección de Servicios Dirección de Servicios para la Formación Integral (DSFI) de la Universidad Iberoamericana, nos enfrentamos a la actualización de los planes de estudio que sin lugar a duda debe incorporar el aprendizaje que se está originando en los distintos niveles de implementación curricular, en particular en las aulas universitarias. Por esto, como diseñador del currículo y profesor universitario me enfrento al reto de asegurar que los planes respondan a las exigencias disciplinares, sociales, tecnológicas, entre otras, al mismo tiempo que reflexiono sobre sus implicaciones en el aula, desde un punto de vista experimental.
Espero que las siguientes palabras sirvan de guía o de inicio de un debate para el aprendizaje en colectivo.
Contexto de la Facultad
Históricamente la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es un referente nacional e internacional en el campo de las humanidades. Cuenta con una matrícula de cerca de 11, 684 estudiantes en sus 16 licenciaturas escolarizadas, 6 en el sistema abierto y 2 a distancia, atendidos por 1,799 académicos, de los cuales sólo 277 docentes son de tiempo completo. Por lo que uno de los principales problemas con los que se enfrenta la facultad es la saturación de las instalaciones, ya que éstas fueron diseñadas para atender a un poco más de 2 mil estudiantes. El Colegio de Pedagogía se caracteriza por tener un gran número de estudiantes, más de mil estudiantes asisten cada día la facultad para asistir a sus clases.
La Facultad semestre con semestre atraviesa por una serie de tomas estudiantiles, que en algunos casos es de 24, 48 o hasta 72 horas, debido a la solidaridad con otros movimientos estudiantiles, sociales o bien para la exigencia de la atención a un problema específico. La última toma, tuvo una duración de poco más de cinco meses entre los meses de noviembre de 2019 y abril 2020. Este toma fuera realizada por las Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía y Letras (MOFFyL) para exigir la atención la atención de violencia de género que presenta esta institución. Durante las tomas estudiantiles las clases presenciales son suspendidas. Las clases en la modalidad a distancia son un tema polémico.
Contexto de la asignatura
La asignatura Sistema Educativo Nacional se encuentra en el cuarto semestre de la licenciatura en Pedagogía, perteneciente al área de Política educativa. Le antecede la asignatura de Legislación y Política Educativa en tercer semestre, y le sigue la asignatura de Organismos Sistemas Internacionales de Educación. Por la cantidad de estudiantes en el Colegio, se abren cerca de cinco grupos en distintos horarios.
Para este fin, se analizará el caso del grupo 0002 con una sesión de cuatro horas los días viernes de 7 a 11 de la mañana. La media de estudiantes cada semestre ronda entre los 35 y 40 estudiantes. Actualmente en el semestre 2019-2, son de más de 50.
Debido a que la asignatura se imparte en una sola sesión los días viernes, se ve afectada por los días festivos en la Universidad, así como por las tomas estudiantiles, lo que reduce significativamente el número de sesiones. En el calendario están destinadas 16 sesiones más dos semanas para la evaluación. Sin embargo, periodos anteriores se han tenido sólo 8 sesiones al semestre, lo que significa casi la mitad del curso. Por estas razones, antes de cada inicio de semestre, se tiene que realizar una planeación didáctica ante la incertidumbre permanente.
Planeación del curso para el semestre 2019-2.
El inicio del semestre 2019-2, se vio doblemente afectado por la toma estudiantil de las MOFFyL y por la pandemia de la enfermedad COVID-19. Esto obligó a transitar de manera inmediata a las modalidades a distancia y en línea. Los retos a los que se enfrenta un docente en la educación pública son múltiples y de distintos ámbitos.
Para iniciar con la planeación didáctica de la asignatura fue necesario conocer e identificar las necesidades de las y los estudiantes en distintos ámbitos: educativo, tecnológico, familiar, laboral, limitaciones o dificultades, estilos de aprendizaje, entre otros, por lo que se aplicó un breve cuestionario con ayuda de Google Forms. Entre los resultados destacan:
Esta información permitió determinar que es necesario centrarnos en las estudiantes y no en el contenido de la asignatura. De esta manera, se consideró realizar actividades de manera sincrónica y asincrónicas, para que aquellas estudiantes que presentaran alguna dificultad pudieran organizar sus propios horarios de estudio. En la sesión de presentación del seminario, se llevó a cabo una evaluación diagnóstica con ayuda de las presentaciones de Google y Slido para conocer el grado de conocimientos de las estudiantes sobre Legislación y Política Educativa, debido a que como se explicó líneas atrás, el semestre anterior no fue concluido. También se consensaron los acuerdos de la asignatura para poder tomar las decisiones pertinentes.
A continuación se describe brevemente los elementos que conforman la asignatura:
Reflexiones finales
Como se mencionó líneas atrás, la planeación particular de una asignatura con la características descritas y en una institución que se ve permeada por movimientos estudiantiles y políticos inesperados es un reto. La breve experiencia docente de quien escribe, ha demostrado que es necesario estar preparado para enfrentar y adecuar el curso ante las diversas situaciones que se pueden presentar día con día. Si bien, algunas ocasiones ya se habían impartido algunas sesiones virtuales, la contingencia sanitaria obligó a transitar completamente en la modalidad a distancia. Lo que implicó, además de tratar de brindar los conocimientos básicos y elementales del curso, a adecuarnos a las características y dificultades de una población estudiantil tan diversa. Si bien, se emplearon diversos recursos tecnológicos disponbiles de manera gratuita, uno de los principales retos es concentrar todo la información y actividades de enseñanza y aprendizaje en una misma plataforma eductativa que permita ser consultada de manera remota y de ser posible, con la posiblidad de hacerlo de manera off-line. Otro sería, una mayor capacitación en el manejo y aplicación de los recursos, debido a que el aprendizaje ha sido de manera empírica. En síntesis, debemos estar preparados para enfrentar la incertidumbre permanente.
Fuentes consultadas:
Linares, J. Segundo Informe de Actividades 2018-2019. UNAM-FFyL, 2019. [Disponible en línea: https://www.planeacion.unam.mx/informes/PDF/FFyL-2019.pdf]
Coronavirus, Education Research, and Education: Relevant AERA Journal Articles. [Disponible en línea: https://www.aera.net/Education-Research/Issues-and-Initiatives/Coronavirus-Education-Research-and-Education-AERA-Journal-Articles]
Por De Gortari Ludlow Jimena
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil
El taller de proyectos que impartimos se llama Rehabitar la Pre existencia, consideramos que trabajar la preexistencia supone un ejercicio de investigación, aproximación urbana y diseño a partir del reconocimiento, análisis y diagnóstico del territorio y el palimpsesto construido. Con base en la identificación de variables naturales, históricas, patrimoniales, modernas, sociales y culturales, el alumno realizará un proyecto cuyo programa se determina a partir del escrutinio e identificación de lo ya existente; lo que funciona, inhibe y/o potencializa una intervención contemporánea. Para ello, tenemos seis objetivos fundamentales con los que trabajamos en cada clase:
El principal reto que enfrentamos en nuestro curso fue el paso de explicaciones basadas en el trabajo gráfico, en donde profesor y alumno interactúan y se comunican con trazos en las láminas que se van desarrollando, y en esta ocasión debimos estimular a los alumnos a que hicieran oral un proceso que ha sido básicamente gráfico, y trasladado en una plataforma virtual. Fue fundamental la posibilidad de compartir pantalla, enviar las láminas, incorporar nuevas herramientas y poder tener “control” sobre lo que veíamos. La parte motivacional fue fundamental en nuestras clases, fue el saber cómo estábamos todos, incluidos quienes estamos a cargo de la clase. Para poder expresar el cómo iban sobrellevando los días y cómo estaba su vida en relación con la Universidad pero también, en relación, con sus familias, que todos nos escucháramos al inicio de cada sesión permitió una dinámica de compañerismo y acompañamiento que fue de mucho apoyo para todos.
Imagen 1: Láminas Estudiante: Marco Agonizante
Otro aspecto esencial fueron los acuerdos tomados de forma colegiada, en relación a la recalendarización de las entregas, el formato de las revisiones, la necesidad de comprometerse a cumplir con lo acordado. Al respecto creo que otro aspecto fundamental fue la decisión de integrar en nuestros análisis a la pandemia para poder dar respuesta a algunos de los cuestionamientos que nos seguimos haciendo, para dimensionar la tragedia, para ubicarnos en el espacio social y cultural desde donde la miramos, para plasmar en los trabajos parte de la experiencia de lo que estamos todos viviendo.
Por supuesto que todos tuvimos nuestros momentos complicados, los más difíciles fueron cuando en alguno se percibía el desánimo, y en esos casos procuramos no presionar durante la sesión y buscar un contacto posterior para saber si algo estaba pasando; simplemente como apoyo y sin expresarles que podríamos solucionarles su desconsuelo. Sugerimos a todos que llevarán un diario de cómo iban viviendo la pandemia porque seria importante que se pudieran leer en un futuro y sentirse orgullosos de cómo habían sobrellevado el día a día, diariamente (cada día) comentábamos las noticias que iban saliendo sobre todo en función del territorio y el vaciamiento de las ciudades.
Tuvimos su atención la mayor parte del tiempo, aunque fuimos flexibles o quizás más bien empáticos, en donde quedaba claro que los alcances y la seriedad del curso no serían modificados pero que podían presentarse situaciones emocionales que podían condicionar el trabajo a realizar. Creo que pese a todo logramos construir un espacio neutral, reconociendo las diferencias de las vidas de cada uno, vistas a través de los encuadres de las conexiones.
Imagen 2: Láminas Estudiante: Carolina Maciel
La pandemia nos permitió hacerles sensibles el (al) espacio de privilegio que ocupan, en donde lograron mirar esos sitios de trabajo como no los habían visto antes, a pesar de haberlos visitado previo al confinamiento. Entendieron, seguramente porque lo viven y no solo es una problemática vista desde fuera, cómo la desigualdad de esta ciudad en la que viven marca destinos y la posibilidad de ser más responsables en esas miradas y esas posibles soluciones o ideas.
Otro aspecto fundamental es que sí nos lo tomamos muy en serio, pero también buscamos el espacio para reírnos de nosotros mismos, no fue algo que hubiéramos decidido pero sin restar la importancia al curso y al trabajo que realizamos nosotros mismos, los profesores, encontramos que para todos, ese espacio que construimos los martes y viernes de 2 a 5 de la tarde era también un lugar en donde encontrarnos y liberarnos un poco del pesar y desconsuelo que encierran estos días.
Este semestre fue un reto que, considero solo se logro con el esfuerzo de alumnos y profesores, dimos más horas que las previstas porque pasar el dibujo a la palabra fue complicado en un inicio y así fuimos poniendo en práctica nuevas herramientas, pero lo logramos. Pienso esto por los comentarios expresados al finalizar el curso, la autoevaluación de sus trabajos y de la mancuerna de profesores lo expresa. Sin duda todos echamos en falta nuestro taller y los pasillos que en entregas finales son un lugar muy especial, los plumones de colores, los planos y los materiales por el suelo, pero supimos enfrentarnos a esta tragedia sin afectar la calidad académica y lo más importante cuidando la salud emocional de todos.
Nos queda hacia el futuro mucho camino por recorrer, que el aprendizaje es continuo porque la situación es insólita y entender que como docentes además de transmitir y generar conocimiento con los estudiantes, tenemos la responsabilidad social de apoyar en la formación de ciudadanos que contribuyan en la construcción de un país menos desigual y más solidario.
Por Carmen Morales Muñoz, Bladimir Lombillo Rodríguez, Pedro Martínez Monroy, David Agustín Franco y Felipe Reyes Ortega
Grado: Cocurricular | Programa: Deportes y Promoción de la Salud
Introducción
La Coordinación de Deportes y Promoción de la Salud, ante esta situación del Covid-19, estuvo atento a las indicaciones oficiales para saber cuáles serían las acciones por desarrollar. Al comprender que todo se iría en línea nos dimos a la tarea de comunicar a las y los instructoras/es así como a las y los entrenadores que era muy importante el que se diera continuidad a todas las actividades físicas que se estaban llevando a cabo, solo que ahora en línea. A partir del primer día -17 de marzo de 2020- en donde ya el alumnado no fue a la universidad, solo 2 maestros continuaron sin parar sus actividades en línea. Sin embargo, las ideas fluctuaban entre videos grabados, videoconferencias o programas de entrenamiento enviados por WhatsApp. En ese momento, la Coordinación de Deportes, tomó la decisión de que todas las actividades deportivas debían darse vía Zoom como canal principal. El reto ante el uso de la tecnología fue lo primero con los que nos enfrentamos la mayoría; sin embargo, prevaleció una actitud positiva ante el reto, por lo que gracias al apoyo de la Coordinadora de Actividades Físico Recreativas, quien fue la que apoyó en todo momento al personal de deportes, se logró comprender el uso de la videoconferencia Zoom; así como la atención directa de parte de ella para todo el público que escribía con todo tipo de dudas a Deportes@ibero.mx. Con esto, se pasaron todas las actividades deportivas presenciales en línea, excepto los torneos internos por razones obvias.
Las Actividades Físico-Recreativas, los entrenamientos de los Equipos Representativos, así como la guía de los instructores del gimnasio de pesas, se transmitieron por diversos canales, entre estos: YouTube, la página Facebook de Deportes Ibero, así como la página oficial de la Ibero. Por otro lado, el uso de Teams es una herramienta con la que algunos docentes han dado el paso para mejorar sus esquemas de trabajo.
Este gran reto, ha sido llevado por toda la Coordinación de Deportes, así como por el personal de instrucción deportiva quienes han mostrado: Consciencia ante la situación actual y saber que la actividad física es primordial en estos momentos de confinamiento. Han sido Competentes al enfrentar el reto tecnológico siendo para muchos un tema que no conocían. Creativos al transferir sus clases a espacios reducidos nunca utilizados y adaptarse a poco o nulo material de su actividad. Comprometidos con su alumnado, con la universidad, así como con ellos mismos para continuar con sus clases. Compasivos con quienes ha sufrido pérdidas de familiares, así como con quienes muestran situaciones emocionales nunca antes vividas. Y, finalmente Contemplativos en la acción al estarse preguntando, al igual que todos y todas con el futuro incierto que vivimos con de esta situación.
La Coordinación de Deportes tiene un compromiso fuerte de seguir atendiendo a toda la comunidad universitaria a través de sus actividades físicas, así como con personas externas, familiares o amigos quienes quieran sumarse a estos entrenamientos. Coordinamos 5 grupos para que escribieran sus experiencias directas, y sean compartidas a la comunidad iberoamericana, de tal forma que les dejamos estos escritos.
Atentamente;
Dr. Oscar Mendiola Cruz
Coordinador de Deportes y Promoción de la Salud
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
El escenario al que se enfrenta el mundo, no hace falta entrar en detalle gracias a lo global del conflicto, nos pone en una situación idónea, si no es que obligada, para reflexionar sobre ciertos paradigmas actuales. Gracias al confinamiento, nos encontramos ante una postergación forzosa de lo que en lo cotidiano era lo “urgente” para encontrarnos ante lo importante, ello significa bajar la velocidad de la vida que llevábamos para observar cuestiones que antes pasaban desapercibida y ello se traduce de diversas maneras en los distintos individuos. A los padres nos obligó a convertirnos en malabaristas donde el reto, no era solamente mantener el equilibrio entre familia, trabajo y las actividades del hogar sino incluso ¡pasar el sexto año de primaria!; a otros nos mostró lo difícil que es estar en silencio con nosotros mismos, lo fácil que es aburrirnos y que, por más preocupados y ansiosos que nos sintamos, lo único que podemos hacer es relajarnos y esperar; y a la mayoría de los docentes, nos mostró lo importante de las TIC’s (tecnologías de información y comunicación) y lo desconectados que estamos con dichas dinámicas; a los entrenadores nos retó a salir de nuestra zona de confort, nos mostró que la comodidad que teníamos con las dinámicas dominadas nos hizo estancarnos y, en cierta medida, nos quitó la creatividad. Al final, como individuos el reto fue mantenernos ecuánimes y humildes para conciliar las situaciones anteriores. Maravilloso fue percatarnos de que quizá nuestras prioridades se habían inclinado y alejado de lo importante, pero ahora que estamos en ello, nos descubrimos capaces de mantener el equilibrio entre los diferentes aspectos de la vida y que ciertas dinámicas que nos despojaban de la mayoría del tiempo y dábamos por sentadas, son innecesaria, sobre todo en lo laboral donde incluso la idea de la presencia como base del sistema de trabajo se tambalea ante el incremento de la productividad en los periodos de Home Office.
¿Qué hice ante este reto?
Después del desconcierto inicial, la negación, la ira, el miedo, la negociación y la depresión, como en todo duelo, la aceptación se presentó como único camino. Debimos utilizar diferentes métodos para controlar el estado emocional, como la meditación, el mantenernos ocupados o el poner atención a nuestras emociones (las cuales teníamos bastante olvidadas) para entenderlas y aprender a manejarlas. Como docentes, debimos trabajar rápidamente para solventar los vacíos en habilidades tecnológicas, en pocos días adaptamos nuestros programas de una cómoda dinámica del aula, a lo virtual: un reino bastante nuevo que no sólo implicaba habilidades nuevas, sino una forma completamente diferente en la planeación e impartición de las clases. No contábamos ya con lo físico como aliado o el público cautivo, en el caso especial de los entrenadores extrañamos el material deportivo, los compañeros y al espacio. Debimos pensar en ejercicios que estimularan la atención de los estudiantes-atletas y que fueran acordes con las condiciones generales de los individuos. Esto implicó no sólo un regreso a la teoría, sino una constante investigación y un echar a volar la imaginación para encontrar creativas soluciones a las complicaciones prácticas de los entrenamientos, no sólo a distancia, sino en solitario.
¿Qué aprendimos de la experiencia?
En este momento de la pandemia, gracias a que vemos a aquellos que nos aventaja en el proceso somos un poco más optimistas, pero a la vez comenzamos a percatarnos no sólo de que falta un poco más de lo que tenemos previsto para salir del aislamiento, sino que probablemente la realidad a la que volvamos será una nueva normalidad. Al menos tenemos por hecho que los meses que sigan al levantamiento progresivo del distanciamiento social, no serán como lo que conocemos y, aunque se nos acuse de soñadores, nos gustaría pensar que lo que esta crisis global nos enseñó son lecciones que perdurarán y evitarán que regresemos a como éramos antes; que, aunque se reactiven las actividades, las dinámicas cambien. La familia, el ejercicio, los hobbies, los amigos y nosotros mismos no debemos ser avasallados por otras áreas de la vida, hay espacio y tiempo para todos; que debemos tener una preparación emocional para ser resilientes, lo que implica una mayor atención a nuestra salud e inteligencia emocional; que no olvidemos que podemos crecer al salir de nuestra zona de confort; que el ser creativos y mantenernos actualizados es indispensable pues el manejo de las TIC’s se considera ahora una forma de alfabetización y el constante aprendizaje e investigación mantendrá un interés en nuestras áreas de trabajo, lo que se transmite como entusiasmo a nuestros alumnos; que como entrenadores realizar las rutinas con nuestros atletas no es exponernos al escrutinio sino una forma de motivación tanto a los alumnos como personal y nos ayuda a mantenernos en forma física; que no debemos dar nada por sentado, los cambios son repentinos, y no debemos olvidar lo importante.
Por José María Wilford Nava Townsend
Grado: Licenciatura | Programa: Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil
Imparto dos materias, una es en equipo, con la Maestra Pilar Álvarez López y corresponde a un taller de Proyectos Arquitectónicos en el área mayor de la carrera de Arquitectura (alumnos de 5° a 7° semestre), aunque se abordan conceptos teóricos, la materia es fundamentalmente práctica. La otra, es una materia, por el contrario, es en su estructura, un acercamiento puramente teórico ya que se aborda la historia y la teoría de la arquitectura de la modernidad (Revolución Industrial hasta sus consecuencias actuales).
LOS RETOS
Dada la naturaleza polar entre las dos materias, no hay un reto, hay dos.
Para la materia práctica, que es una materia que se desarrolla en un taller, con participación activa de ambos profesores, directamente sobre el proceso de proyectación arquitectónica con las múltiples variables que le rodean, el reto fue ¿cómo traducir esa experiencia presencial, de atención directa en interacción intensa con el estudiante? Tomando en cuenta, además, que no es un solo profesor quien debe estructurar la adaptación, son en este caso dos.
Para la materia teórica, parecería más sencillo, pues en una visión superficial, sería relativamente fácil dejar mayor peso a lecturas y dinámicas de investigación derivadas a reportes de trabajo entregables y evaluables por escrito… pero no es así, ya que el enfoque personal que doy a la materia, es a partir del análisis de los procesos del contexto histórico (sociales, económicos, ideológicos) que producen la arquitectura, su expresión, sus sistemas constructivos y el espacio que se habita, y cómo estos procesos se vuelven imperantes en la toma de decisiones de un arquitecto o constructor específico, o de todo un movimiento que genera época. Esto implica generar en el aula, dinámicas de análisis casi tan directas e interactivas como la de la materia de proyectos, que además se refuerzan con visitas de campo a edificios emblemáticos de la época analizada en nuestra ciudad, así que la pregunta realizada para la materia de taller, es aplicable a la teórica… aunque las evoluciones son inevitablemente distintas.
Los Cuestionamientos Compartidos.
Entre los puntos críticos que comparten las dos materias, se encuentran inevitablemente aquellos referentes a las herramientas tecnológicas apropiadas para ejercer la comunicación a distancia, porque al final del día, en una situación como la vivida, el mantener dicha comunicación es el principal reto… sin ella, no hay nada más. Así que, en mi caso, tanto con mi colega Pilar, como en mi materia individual, desde la semana del 9 al 13 de marzo anticipamos la necesidad de tener que traspasarnos a un formato a distancia… ¿Cuáles serían las plataformas más adecuadas? ¿Las más ágiles? ¿Estarían todos nuestros alumnos en posibilidad de conectarse? Esta última pregunta era al menos para mí, la más inquietante de todas, ya que asumimos que, por ser IBERO, todos tenemos al alcance de nuestras manos la herramienta tecnológica, pero no es así.
Desde luego para la materia teórica, impartida individualmente, estaba Brightspace, que ya usábamos en el curso… pero conociendo la plataforma, realmente debo decir que no era suficiente ni para la materia individual, cosa que se comprobó a nivel institucional rápidamente, pues no está diseñada su capacidad, para que toda la universidad esté conectada al mismo tiempo… Por otra parte, en la materia que se imparte en equipo, y que es de taller, Brightspace resulta limitadísima, al menos a como está configurada en nuestra institución, ya que los profesores no pueden compartir un mismo espacio, cada uno tiene el suyo según su “grupo oficial” y los alumnos que en el taller presencial se mezclan y hacen equipo juntos, están asignados sólo a dicho grupo en la plataforma. Sabíamos, por lo tanto, que era imprescindible dar la mayor cantidad de alternativas en cuanto a plataformas de comunicación.
A pesar de que la institución recomienda el no uso de WhatsApp para la comunicación académica, ambos cursos tienen una base de trabajo de campo acompañado por el profesor, y tener armado un grupo en esta plataforma es imprescindible no sólo para comunicar contenidos y organizar actividades en una visita de campo o viaje de trabajo, también para tener mayor seguridad y apoyo entre los mismos miembros del grupo, protegiéndonos unos a otros, durante el trabajo fuera de las aulas… en ocasiones me impresiona que administrativamente la universidad, tras tantos años de actividades de este tipo, no las comprenda y no las entienda como parte indisoluble del proceso formativo. Así que, en ambos casos, WhatsApp resultó la primera, más directa, y más fácil solución para mantener contacto con los alumnos. Sin esperar, tanto en una materia como en la otra, se acordó que, de no regresar tras el puente del 16 de marzo a la actividad presencial, tendríamos una serie de comunicados por la aplicación ya mencionada, para generar acuerdos.
Mientras tanto, comenzó la búsqueda de alternativas: Skype, Teams, Zoom, Drive… y el proceso creativo de diseñar cómo se llevaría a cabo al menos la primera sesión, para, a partir de ella, ajustar y revisar el curso completo… también asumimos que, viendo lo sucedido en otros países, lo más probable es que no regreseríamos al universo presencial durante el semestre Primavera 2020. Lo único que era cierto, es que se requería una evolución.
LAS ACCIONES EVOLUTIVAS
Llegó el día de implementar acciones: el 17 de marzo, de forma inmediata, seguíamos el curso de Taller de Proyectos. Se eligió como plataforma para esta primera ocasión, Skype, ya que todos la conocíamos. Se definió una cita y una hora para cada equipo (en el Taller de Proyectos trabajamos por equipos de dos o tres alumnos) y establecimos la comunicación… No, no era la plataforma ideal, teníamos que usar algo que nos permitiera ser más intuitivos, que nos diera más variables de interacción. Estando abierto el diálogo con los alumnos, acordamos Teams, pues esta herramienta nos permitía, además, llevar un registro de las sesiones, armar un solo grupo para los dos profesores, compartir pantalla de muchas maneras, utilizar “pluma” electrónica con lo cual nos permitiría hacer cróquices y anotaciones en tiempo real, sobre las propuestas de los alumnos.
Aprovechando que la clase de Proyectos era en martes y se repetiría en viernes, y que mi clase de Historia era en viernes, me di a la tarea de conocer lo mejor posible la plataforma para hacerla operativa el viernes, mi colega Pilar, hizo lo propio.
El viernes 19 tanto la clase de Historia como la de Proyectos utilizaron Teams.
De buenas a primeras, lo más sencillo en la de historia fue compartir pantalla y pasar una presentación en PPT con la clase, similar a lo que hacíamos en el formato presencial, donde yo exponía y preguntaba durante la exposición, para volverla una charla y generar participación. Ese mismo día me di cuenta que, al no ver a los alumnos mientras compartía pantalla, la dinámica era burda, obsoleta y muy poco motivadora, había que cambiar.
En cuanto a proyectos, asignamos citas por equipo en Teams, subieron sus propuestas proyectuales a la sección de bitácora, que es la que nos permitía dibujar en tiempo real, compartiendo pantalla sobre sus diseños, para el ejercicio crítico-analítico y tuvimos el acierto de solicitar que se subieran los trabajos a la carpeta compartida que ya manejábamos desde principio de semestre, en la plataforma Google Drive. Fue un acierto ya que Teams funcionó muy bien en video llamada pero la plataforma no da mucho margen en cuanto al “peso” en MB de los archivos, así que se volvía torpe y complicado. En cambio, en DRIVE, usando archivos PDF, podíamos usar también pluma electrónica. Esto nos permitió darnos cuenta de que, combinando TEAMS y DRIVE, al mismo tiempo, no saturábamos una plataforma y se agilizaba notablemente el trabajo de revisión.
El siguiente paso, en clase de Historia fue muy laborioso. De las presentaciones que ya tenía yo organizadas para todo el curso en PPT, hubo que rediseñar una especie de carpetas-álbum de imágenes, donde yo pudiera usar un software de dibujo y analizar en tiempo real, las imágenes de los edificios históricos dibujando sobre ellas, con los alumnos replicando dicho análisis en sus bitácoras (instrumento físico utilizado en el curso para que, a través del croquis, el alumno desarrolle capacidades de análisis), mismas que compartirían posteriormente, en formato escaneado. Al mismo tiempo, la contextualización histórica se hacía dando unos 20 minutos de la sesión, para que por equipos “navegaran” por la red buscando los datos que se derivaban de preguntas puntuales elaboradas por mí, y compartidas con ellos. Para estas dinámicas, el recurso o herramienta a usar era libre, los chicos rápidamente armaban sus propios grupos en Whats y luego compartían en Teams y Drive lo colectado. Cada equipo conjuntaba con los demás y convertían los datos en información del contexto histórico. De esta forma, analizábamos la parte arquitectónico-espacial-constructiva, juntos bajo mi guía, y ellos desarrollaban el contexto histórico con los aspectos sociales, ideológicos, económicos y demás, por su propia cuenta compartiendo al final todo el trabajo. Este cambio fue muy bien recibido por los alumnos y, con leves ajustes cada vez, lo continuamos hasta el final del curso.
Conforme nos fuimos familiarizando con las herramientas, tanto en Proyectos como en Historia, las sesiones se hicieron más fluidas. Tuvimos sesiones por cita, pero también colectivas en Proyectos donde todos opinábamos sobre el trabajo de los demás (profesores y alumnos) y evaluamos cada sesión para llevar un registro de proceso.
En historia, además de lo ya narrado, diseñamos los alumnos y yo, un proceso para elaborar los exámenes. Así, los responsables de los reactivos eran los mismos alumnos, mientras que yo supervisaba fuentes e información correcta y fidedigna. Todos debían conocer los reactivos de todos, así como las fuentes. El ejercicio terminó siendo una guía colectiva para presentar el examen y el resultado fue extraordinario cuando se aplicó éste, pues todos habíamos estudiado juntos.
LO APRENDIDO, LO CONFIRMADO
La experiencia con ambas materias me ha dejado muchas reflexiones, algunas de ellas corroborando inquietudes previas a la contingencia, que a lo largo de los años han ido formando una postura muy autocrítica en cuanto a métodos y dinámicas de enseñanza, así como su evaluación, se refiere. Otras reflexiones son nuevas, redireccionan algunas de esas posturas y evalúan la posibilidad de otras.
Confirmo la visión que, en un ejercicio colectivo con varios colegas, ya había publicado en DIDAC hace algunos años: para la enseñanza y formación referente al espacio habitable (la arquitectura, el urbanismo, el territorio) es necesario construir un proceso de pensamiento creativo crítico que debe pasar por las siguientes fases:
LA CRISIS: Cuestiono todo aquello que doy por asentado, pues nada es fijo ni permanente. Al cuestionar rompo prejuicios, elimino zonas de confort y abro las posibilidades sensibles a otras realidades diferentes a la mía, busco alternativas.
LA METAMORFOSIS: A partir del cuestionamiento y la búsqueda de alternativas, debe haber una profunda reflexión que me permita transformar mi propia visión de la realidad para poder intervenir e interpretar espacialmente los requerimientos de habitar de los demás, en sus propias realidades (no la mía). La evolución, la transformación de mí como persona, para dar un mejor servicio al futuro habitador de mis espacios.
LA CONSOLIDACIÓN: Implica reconocer las nuevas alternativas, documentarlas, compartirlas colectivamente como información. Implica desarrollar las habilidades y métodos para las nuevas herramientas y sumar éstas, con las herramientas anteriores, todo suma, nada se desecha. Entre más variables maneje, más consolidado será mi conocimiento, mi habilidad y mejores serán mis actitudes como un servidor profesional: documentar, entrenar, aplicar.
LA SÍNTESIS: Desarrollado el conocimiento, la habilidad y la actitud, se presenta un ejercicio de síntesis de esta nueva realidad personal, en nuestro caso, es una síntesis llamada espacio habitable, arquitectura, espacio construido, ciudad, manejo espacial de territorio. Debe ser incluyente, crítica, evolutiva. Por lo tanto, una vez llegado a este punto, generar la conciencia de que vuelve a la crisis, pero en una espiral. Es la búsqueda de la verdad la que nos hace libres.
La experiencia a distancia, como todo, nos da nuevos elementos, pero nos quita otros. Lo que sigue es sumar, no restar. No hay fórmulas, no debe haber zonas de confort, no hay tradiciones inamovibles, no hay materias teóricas versus materias prácticas, no hay créditos que valgan más que otros y desde luego, no hay áreas de conocimiento, el conocimiento es uno, infinito y complejo, es en nuestra limitación como seres humanos, que sólo podemos ver parcialidades del mismo. Sin una visión holística general, ninguna parcialidad puede desarrollarse a profundidad.
En el capítulo de los alumnos, al menos en mi caso, he aprendido que, prácticamente todos han sido mucho más resiliente y proactivos de lo que muchos colegas hubieran esperado. He aprendido que partiendo de la confianza en ellos, es más fácil conseguir resultados que bajo la actitud de vigilancia policiaca y presunción de que no son responsables; y lo digo abiertamente, he aprendido que la retórica escuchada muchas veces (y en ocasiones también utilizada por mí, pues todos caemos en ese pozo alguna vez) de que los alumnos de ahora son peores, que no saben leer, que no se involucran, es falsa: son mejores, leen diferente, y se involucran en el mundo que quieren crear, no en el mundo que les queremos imponer.
Quiero cerrar la reflexión sobre el aprendizaje de la experiencia con algo que se ha dicho en muchos foros, que es evidente y que debería ser el punto de partida en cualquier paso que demos después de esta realidad que nos ha tocado vivir: el mundo que nos ha llevado a esta situación es un mundo altamente polarizado, discriminatorio y excluyente: no todos pueden darse el lujo del confinamiento, y por ende, menos el de compartir a distancia. En cuanto a lo que nos toca, que es la formación, si no se tiene acceso a las herramientas, las estructuras de comunicación a distancia pueden crear el universo más excluyente, más discriminante que haya inventado hasta hoy el ser humano y, como formadores e investigadores, debemos evitar a toda costa que esto suceda.
Mtro. José María Wilford Nava Townsend
Profesor de Tiempo Completo
Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil.
Universidad Iberoamericana A. C.
Por Gil Armando Sánchez Soto
Grado: Licenciatura | Programa: Administración de Negocios Internacionales
El inicio
De pronto viene la instrucción por parte de las autoridades universitarias, “a partir del día 23 de marzo entramos en una etapa derivada de las acciones que se propusieron por parte del Gobierno Federal para cuidar nuestra salud y la de los demás, la iniciativa de la Ibero dar clases de manera virtual para asegurar la continuidad de los programas”, se nos dieron algunas recomendaciones para solucionar de una manera inmediata la impartición de las clases. Éstas pueden ser a través de algunas plataformas como: TEAMS de Microsoft una plataforma de comunicación y colaboración, con chat, reuniones en video, almacenamiento de archivos; ZOOM un software de video llamadas y reuniones virtuales con chat y la posibilidad de compartir archivos; la otra, Brightspace (BS), la plataforma de aprendizaje que utilizamos en la Ibero desde el año 2017. Ésta es una plataforma amigable que permite que incorporemos estrategias educativas innovadoras de múltiples herramientas apoyándose en tecnologías, estas herramientas se pueden manejar en smartphones, tabletas, notebooks, computadoras de escritorio.
En mi experiencia me orienté por manejar BS por las siguientes razones:
Plataforma relacionada con actividades con los alumnos en todas sus materias, por lo que asumo que la conocen, al menos en elementos básicos como contenidos, evaluación, comunicación, asistencia, elementos que ya consideraba en la plataforma para cada grupo.
Cursos tomados en la DEAMeT dentro del programa permanente de formación técnico-pedagógica.
BS nos permite conocer las estadísticas del comportamiento de cada alumn@.
BS nos permite tener foros e interactuar entre profesor-alumn@s, alumn@s- alumn@s.
BS tiene muchas herramientas que aún no he explorado ni explotado, pero revisando sus herramientas hay mucho potencial con la herramienta.
BS permite monitorear a los académicos y compartir lo que se enseña y su actividad.
El Reto
Para el académico tomar cursos rápidos esenciales o básicos en la DEAMeT para poder arrancar la continuidad de una semana a otra.
Como académico me preguntaba el grado de conocimiento o dominio de la plataforma de BS en los alumnos, ¿Qué experiencia tenían para trabajar con las herramientas de la plataforma?, ¿Cómo incentivar a los alumnos ante los cambios rápidos?, ¿Cómo sería su sentir en el aislamiento al que nos íbamos a enfrentar? Había cambios repentinos aunados a un cúmulo de noticias que nos bombardeaba todo el día, se notaba miedo, angustia, incertidumbre. ¿Qué hacer en este contexto? Para impartir clases vía virtual de manera rápida, en una época de confinamiento que a pesar de existir no se había dado tan intensamente. ¿Cómo atender la desigualdad digital? ¿Qué hacer cuando los alumnos no saben utilizar las herramientas tecnológicas?,¿cómo usar las plataformas o planear clases atractivas, dinámicas a distancia, y de manera no presencial? ¿qué hacer para que los acontecimientos se convirtieran en oportunidades y se generara una riqueza humana, espiritual, de respeto por la vida, la dignidad, la ayuda hacia los demás, el compromiso, las ganas de ver un mundo mejor y no gris? Éstos eran los retos a los que de manera personal se enfrentan y se seguirán enfrentando, cada día con mayor conocimiento.
Hechos ante los retos
Tomar curso básico para trabajar en la distancia, principalmente de aquellas herramientas que no conocía.
Pedir asesoría sobre tecnologías de aplicación virtual.
Comunicación muy estrecha principalmente a través de correos electrónicos, respetando las directrices establecidas por la Ibero en la utilización del WhatsApp.
Plantear la forma de asegurar la continuidad del curso con los alumn@s, sin disminuir la calidad, contenidos temáticos, ritmo de trabajo utilizando la Plataforma de BS.
Preguntando en las sesiones al finalizar ¿cómo se sienten con respecto al acontecimiento del COVID19? ¿cómo se sienten con el manejo de la herramienta? con respecto a las preguntas me daban información de su sentir personal, que con el hecho de manifestarse se percibía alivió, que bajaban su estrés y al mismo tiempo en grupo nos alimentábamos de diferentes sentires y puntos de vista.
Con respecto al manejo de la herramienta su retroalimentación me permitió ir moldeando el abordaje del curso, atender sus inquietudes y flaquezas con respecto a la herramienta, conocer de sus opiniones de aplicar ZOOM como herramienta complementaria para aclaraciones, explicaciones, dudas y consejos personales sobre algún acontecimiento personal.
El manejar BS y ZOOM permitió conocer las preferencias, los dos grupos que impartí se inclinaron por BS, les gustaba mucho la parte de los FOROS.
El mantener una cercanía virtual con el grupo y entre los miembros que lo integran manifestaron una mayor cohesión y cercanía entre ellos.
Se percibió una mayor confianza para abordar no sólo temas académicos sino temas de índole puramente humanos.
Les comparto parte de la dinámica que manejamos en la plataforma de BS.
Exámenes elaboración y programación con restricciones, preguntas de opción múltiple, aleatorias, pasar a la segunda pregunta una vez que se resolvió la anterior, calificación inmediata al concluir la última pregunta.
Se cumplieron los objetivos del programa, sustituyendo en el desarrollo dinámicas de una clase presencial principalmente por la vía de preparar la sesión y subirla como lectura en documento, la participación se generaba a través de los distintos foros y por la conexión de Zoom.
Aprendizaje.
Fueron varios los aprendizajes y reflexiones en varias vías.
Respecto a la tecnología hay que prepararse y aprovecharlas porque siempre hay que estar un paso adelante para enfrentar las contingencias.
Respecto a los alumnos, mantener una cercanía profesional entre dicente-docente, el acercamiento nos humaniza, aunque éste sea de manera virtual.
Ser empáticos siempre. Esto nos da un entendimiento y comprensión mayor.
Tener un programa dinámico, planeado para contingencias en donde consideremos la tecnología como elemento esencial para la enseñanza.
Contar con elementos de vinculación tecnológica como accesos a bases de datos, lecturas, biblioteca, hemerotecas.
Conocer sobre las emociones y estar vinculado con los profesionales que puedan ayudar.
Conocer para proporcionar alternativas de desarrollo integral que ayuden, mejoren y hagan más llevadera la vida sin salir de casa.
Aprender y dar tips de ser resilientes para enfrentar nuestros miedos, angustias, ansiedades y esto nos lo puede dar la reflexión sobre lo que realmente tiene valor en nuestras vidas, de saber aprovechar los acontecimientos y darle un giro a nuestro favor como oportunidades que nos llegan para crecer.
Manejarnos con inteligencia emocional, perseverancia, con un pensamiento crítico.
Adaptarnos a las disposiciones de los que saben sobre los cuidados de nuestra salud.
Ejercer la virtud de la obediencia para salir ganadores en que no contribuir con conductas que después nos pongan en un arrepentimiento.
Ser solidarios y subsidiarios hacia los demás, desde nuestra trinchera, siempre tenemos algo qué aportar.
Ser creativos para enfrentar nuestras debilidades y una de ellas es que cada día nos adentramos más a lo digital.
Detenernos un momento a reflexionar para no perdernos en el mar de la desinformación y buscar con destreza aquello que es un bien para nuestras responsabilidades.
Comunicarnos, poner en común utilizando diferentes medios.
La dificultad de desacostumbrarnos cada vez nos costará menos si la hacemos parte de nuestra vida y la aceptamos.
Esto es algo que se me vino después de haber terminado una experiencia de enseñar a distancia; los tiempos y los protagonistas darán cuenta de estas experiencias, que no sólo fueron de un lado, como me dijo un alumno: “¿Usted ha pasado por varias crisis, había tenido una igual?”, mi respuesta fue NO, no es lo mismo una crisis económica que atenta contra los bienes materiales, que una crisis que atenta contra tu vida. A lo que afirmó: “Mi papá me respondió lo mismo al hacerle la misma pregunta.”
Por María de Lourdes Ramos Suárez
Grado: Licenciatura | Programa: Física y Matemáticas ‖ Matemáticas aplicadas al diseño
Mi nombre es María de Lourdes Ramos Suárez, colaboro en el Departamento de Matemáticas, impartiendo la asignatura “Matemáticas aplicadas al diseño”.
El primer reto que tuve, fue ubicar el momento que estaba viviendo, en primera instancia, de salir a disfrutar de un puente largo con la familia, y regresar con la mentalidad de llegar a tu trabajo académico de forma normal, y te encuentras con un cambio tan radical de no poder asistir a clases presenciales.
Mi primera reacción fue subir actividades a la plataforma Brightspace, sin embargo no tenía comunicación directa con los estudiantes, en realidad no sabía cómo hacerlo, posteriormente tomé la decisión de capacitarme me inscribí a los cursos de Zoom, Teams, uso de la plataforma Brightspace, etc. Para mí fue un gran apoyo los cursos a los que nos invita DEAmet y el apoyo de soporte técnico para ayudarme ante cualquier situación que se me presentara en la plataforma.
También adquirí un pizarrón blanco que coloqué de forma fija en una pared de mi casa, en ese espacio fue el lugar donde pude tener conectividad con mis estudiantes y lograr las clases a distancia.
Por medio de la plataforma Brightspace, en los iconos de comunicación y noticias les informé a los jóvenes día y hora que tendríamos las clases en línea y cómo entrar a las mismas. También fue un medio que me sirvió para puntualiza cada acuerdo que teníamos durante nuestras sesiones de clases. Era importante que quedaran las noticias en la plataforma, para los estudiantes que por alguna situación no se conectaban, entonces ellos podrían visualizar los acuerdos de tareas, de trabajos finales, fechas de entrega de actividades, etc.
Evidencia:
Las actividades de las clases las subí a la plataforma Brightspace, les solicité a los estudiantes que subieran a la plataforma una evidencia de que habían tomado apuntes de la clase, así mismo tareas, guía de examen, etc.
Los estudiantes estaban informados que todas las actividades se registraban en la lista de desempeño diario, también las actividades que se realizaron en la plataforma Brightspace se calificaron en la misma, devolviendo los comentarios y calificaciones correspondientes.
Examen Parcial
Elaborar el examen en la plataforma se me complicó mucho, el tiempo lo tenía muy reducido, aunque tomé el curso, sentí que no dominaba al 100% esta área de la plataforma para elaborar el examen. Finalmente subí la evaluación, y vi la luz cuando aparecieron las herramientas necesarias para poderlos calificar.
Proyecto Final:
Como parte de las actividades los estudiantes deberían de entregar un proyecto final, el cual consiste en elaborar un producto vendible, nuevo o mejorado, en el cual la transversalidad de las asignaturas de matemáticas y diseño interactuaran de forma creativa. A los estudiantes se les entregó una secuencia didáctica con las competencias institucionales a desarrollar. Así mismo los indicadores de proceso y producto, como la escala estimativa con la cual se les evaluaría.
Los trabajos se presentaron mediante una exposición de los mismos, en la clase virtual mediante el procedimiento de compartir pantalla.
Imágenes de algunos trabajos:
La herramientas que se utilizaron durante la contingencia fueron:
Tuvimos presente en todas las clases que lo más importante somos las personas y que teníamos que cuidarnos siempre.
La comunicación siempre fue abierta y sincera, recuerdo que les comenté que teníamos que posponer la fecha del examen, porque aún me faltaba conocer cómo lo aplicaría en la plataforma.
Los acompañé todo el tiempo, contestando en forma y tiempo a sus necesidades, mediante correo electrónico, mediante la plataforma Brightspace, o bien en las sesiones virtuales
Por Fabiola Jaqueline Hernández Rubio
Grado: Licenciatura | Programa: Física y Matemática
Durante este giro un poco esperado o quizá inesperado para algunos se entró sin querer a la “realidad virtual” que ya nos venían enseñando los libros y películas de ciencia ficción por mencionar algunos: un mundo feliz de Aldous Huxley, volver al futuro de Robert Zemeckis. Sin embargo bien dice el dicho la realidad siempre supera la ficción. Y efectivamente no estábamos preparados del todo para esto.
El reto para mí como docente fue cómo superar la ansiedad que me generó esto, cómo tratar de esconderla frente a mis estudiantes, cómo realizar clases de calidad vía remota sin bajar la exigencia y abarcar nuestro programa de estudio, pero recordando que ellos también habían entrado en shock por la situación actual. Durante las primeras clases online me percataba que no prestaban atención del todo algunos estudiantes, otros sí y preguntaban, participaban, algo semejante pasa en las aulas de forma presencial, pensaba yo.
Durante la primera clase realizada en Teams dado que no estaba acostumbrada a esto me estresé mucho por la situación no sabía cómo hacerla y decidí que trataría de hacer lo de clase mis notas escritas a mano y las convertí en pdf, compartí mi pantalla y fui pláticando del tema, explicando ejemplos. Para ser la primera estuvo bien. En el transcurso de la cuarentena fui tomando cursos brindados por parte del departamento de TI de la universidad. El viernes antes de salir de vacaciones de semana santa impartí la clase de valores aplicados de acuerdo a la carrera que estudían, como ellos y ellas pueden aportar a la sociedad, la cual consistió en un debate, aproveché para de alguna manera generar conciencia en ellos y ellas de que que todos nos tenemos que volver autodidactas y de hacer todo lo que se pueda desde donde estemos y con lo que contemos. Esta clase la empecé con un fragmento de texto del Dr. Napoleón Hill y Judith Williamson de su libro Vitaminas de éxito para una mente positiva el cual modifiqué y sumé nombre de mujeres en la ciencia (debido a que se les olvidó a los autores) para motivar a mis alumnas, y el cual compartiré a continuación:
La mente puede alcanzar todo aquello que puede
concebir y creer.
Napoleón Hill
DEMOS GRACIAS POR NUESTRAS BENDICIONES
Expresemos nuestra gratitud por lo que ya poseemos, en lugar de quejarnos por lo que deseamos, pues es un hecho bien conocido que las oraciones de gratitud por las bendiciones que uno posee atraen aún mayores bendiciones.
Complementemos las bendiciones que tenemos en el presente con un espíritu de cooperación amistosa, recordando que este espíritu, en los pensamientos y en las acciones, fue lo que nos dio la libertad la riqueza como nación.
Animemos a los líderes a utilizar sus talentos y sus recursos financieros para hacer de éste un mundo más grande, de modo que nuestros hijos y las generaciones futuras puedan disfrutar bendiciones y libertad.
Finalmente, que cada uno de nosotros ore para que de entre esta generación de jóvenes surja un nuevo grupo de líderes que, con sus talentos y ambiciones personales, nos proporcionen el tipo de oportunidades que en el pasado nos dieron a personas como Hipatia, Emmy Nother, Marie Curie, Lise Meitner, Hertha Ayrton, Nettie Stevens, Cecilia Payne-Gaposchkin, Maryam Mirzakhani, Katherine Johnson, Henry Ford, Thomas A. Edison, Andrew Carnegie, los hermanos Wright, el Capitán Eddie Rickenbacker, Henry J. Kaiser y R. G. LeTourneau.
Pues este tipo de mujeres y hombres nos han dado nuestro estilo de vida, nuestro gran sistema de la libre empresa, sin el cual no estaríamos mejor que los hombres primitivos, hijos de los páramos, que habitaban vastos territorios subdesarrollados antes de que nosotros hiciéramos de ellos lo que son hoy.
Tenemos en nuestras manos el último puesto de avanzada de la libertad humana. Conservémoslo con nuestra cooperación amigable y armoniosa; con ella podremos caminar hombro con hombro, hacer nuestro trabajo y cosechar nuestra recompensa con ese espíritu de humanidad que el Señor describe con tanta claridad en el Sermón de la Montaña.
Recuerda expresar tu agradecimiento
todos los días, mediante la oración
y la afirmación, por las bendiciones que tienes.
Napoleón Hill
Y para estos tiempos de contingencia también mencioné lo siguiente con mis alumn@s que es parte del libro del Dr. Napoleón Hill:
¿ANHELAS RIQUEZAS?
El hombre más rico del mundo vive en el Valle Feliz. Es rico en valores perdurables; en cosas que nadie puede robar; cosas que él no puede perder; cosas que le producen contento, buena salud, paz mental y armonía en el alma.
Ésta es su descripción de sus riquezas de cómo las adquirió:
¡Éstas son riquezas que perduran!
Pueden compartirlas todos los que estén dispuestos a imitar al hombre de Valle Feliz. Pero para imitarlo se requiere dar preparación a la mente, ya que nadie puede vivir en el Valle Feliz si se deja llevar por una mente negativa.
Bien, lo anterior fue para motivar a los alumn@s a continuar estudiando con el mismo entusiasmo que se propusieron cuando decidieron elegir su carrera y metas en la vida.
Durante el transcurso del semestre complementé las clases con presentaciones, documentos, algún video de la red para distraerlos un poco como el que muestro a continuación donde mencionan un concepto de física.
Al concluir el semestre y entregar las calificaciones les leí un par de cuentos, el enfoque de ellos era sobre las emociones y la importancia de trabajar en ellas para que no afecten nuestro crecimiento personal.
De mi parte quedé muy satisfecha por su forma de ir respondiendo al curso y como mejoraron sus notas e interés que mostraron en la materia. Esta experiencia me recordó que hay que seguir preparándose en todos los aspectos y apoyarse como universidad y sociedad.
Gracias ☺
Fabiola Jaqueline Hernández Rubio
Mtra. En ciencias
Por Melanie Slone
Grado: Cocurricular | Programa: Coordinación de Movilidad Estudiantil
Curso: Latin American and Mexican History
1. Aprender a usar Zoom:
Nos dieron algunas capacitaciones, pero para realmente aprender a usar una App, hay que usarla. Al principio, estaba muy tensa, pero después vi que no es tan difícil resolver problemas que surgen. Creo que es bueno tomar más capacitación para estar más segura, y que no se nos exija tanto al principio. Lo que aprendí de la experiencia es que no debo estar cerrada a las tecnologías y que puedo adaptarme con más facilidad si no resisto.
2. Preparar otro tipo de clase:
Ya tenía mis clases preparadas y tuve que cambiar muchas cosas, lo cual requirió de mucha inversión de tiempo. Conforme pasaban las clases, necesitaba menos tiempo para preparar, pero siempre más que para una clase en el salón. Solamente pude resolver el problema haciéndolo y dedicándole el tiempo. Aprendí que me gusta mucho dar clases y que estoy dispuesta a invertirle más tiempo. También aprendí que puedo intentar otros métodos y usar otro material que puede servir en el futuro. A fin de cuentas, aprendí además que la Ibero no me apoya mucho en este sentido. La clase se da mucho mejor si le dedico más tiempo de preparación y ni modo. También es muy importante buscar otras opciones de metodología, otras maneras de presentar el material de la clase. Para eso, hablé con otros profesores en México y Estados Unidos e investigué en sitios de Internet. También leí lo que están publicando en estas fechas sobre qué método usar en clases virtuales.
3. Mantener una conexión vital con mis alumnos:
Creo que es indispensable que los alumnos y los maestros estén en contacto cara a cara. La experiencia del aprendizaje va mucho más allá de lo que se ve en la materia. Muchos alumnos pagan bastante dinero por una experiencia personal, aun cuando pudieran leer el mismo material en casa o hasta tomar el curso en línea. ¿Por qué lo hacen? Porque el contacto cara a cara con los profesores y con sus compañeros es muy importante, no solamente para crear redes de contacto sino para aprender a trabajar en equipo, manejar emociones, llegar a tiempo, respetar a los demás, respetar espacios y tener experiencias emocionales y psicológicas cara a cara. No hay manera de resolver este aspecto.
Traté siempre de verles la cara en la pantalla y no minimizar ni cortar a nadie, aunque muchos no pudieron usar su cámara. Traté de llevar a cabo un poco de diálogo y formar grupos pequeños de trabajo para que tuvieran un poco la experiencia de tratar con personas, pero es totalmente diferente que en el salón. Aprendí de esta experiencia que el aprendizaje va mucho más allá de lo que se ve en la materia y que la tecnología no puede reemplazar esta parte. También aprendí a estar de la mejor manera posible para que mis alumnos me vieran la parte humana, preparada, estable y respetuosa. Me vestí como si estuviera en el salón y cuidé el fondo donde prendí el Zoom para que fuera adecuado para un aprendizaje serio, formal y con dedicación tanto profesional como personal. La personalidad, pasión y entrega personal del profesor son muy importantes.
4. Lograr que ellos participen:
Es muy difícil, sobre todo cuando no se ve su cara. A veces tuve que preguntarles algo directamente y pedir que prendieran la cámara. También formar grupos pequeños ayudó con esto, pero no se puede hacer durante mucho tiempo en la clase. Deben tener algo muy específico que comentar o realizar en los grupos. Es importante visitar cada grupo, uno por uno, y participar con ellos. He visto que los grupos pequeños no deben ser de más de cuatro personas. He aprendido que es necesario ser muy creativa para que participen, para que no se aburran y para que mantengan interés en los temas. Es importante llamarlos por sus nombres para que se sientan parte del grupo. Algo que empecé a hacer fue decir su nombre en voz alta al pasar lista y al responderles cuando tienen preguntas. Esto les hace sentir que los tomo en cuenta y que forman parte del grupo, que como seres humanos son importantes para mí.
No me puse histérica si no ponían tanta atención o si mostraban una falta de respeto. Tuve una alumna que se conectó desde la alberca de su casa, en traje de baño. Sin mencionar su nombre, comenté que la clase sigue siendo clase y que yo tuve que buscar una blusa y aretes; la alumna no volvió a hacer esto.
Otro método para la clase es el flipped classroom. Usé un poco esto, ya que tenían que hacer sus lecturas antes de clase, después platicarlas en grupos pequeños siguiendo una metodología llamada “Learning Thru Discussion” y finalmente escucharme presentarles el tema para redondear. Empecé a preparar una lista de puntos para que no se me olvidaran y que todo fuera más fluido. Al final, pueden aclarar dudas, hacer comentarios o compartir experiencias. Creo que sería bueno investigar más sobre el flipped classroom y usarlo más, pero para eso tienen que trabajar más por su cuenta.
5. No dejar a un lado la contingencia:
Sentí que tenía que dejarlos compartir un poco sus experiencias respecto a la pandemia. Al principio les pregunté cómo les iba, y en los grupos pequeños si los “cachaba” hablando de eso, no los obligué inmediatamente a retomar el tema de la clase. Es permitirles expresar sus inquietudes, pero no mucho tiempo. Aprendí con esta experiencia que siempre hay que enfocarse en las necesidades emocionales de los alumnos y estar abierta a cambios en la clase. También metí una sección sobre el Covid-19 a la materia, donde hablamos de cómo los países de América Latina están enfrentando la crisis y cómo su historia influye en su reacción. Esto combina lo teórico con lo real en la mente de los alumnos al tiempo que les permite expresar sus preocupaciones, pero sin exagerar.
6. Trabajar con la diferencia de horario:
Esta clase está completamente dirigida para los estudiantes visitantes de intercambio. Como casi todos mis alumnos regresaron a sus países de origen, asistieron a la clase en horarios muy variados. Para algunos eran las 6 de la tarde y para otros, las 2 de la madrugada. En realidad, no había nada que hacer al respecto. Permití que los de la madrugada vieran la clase después, lo que significaba grabar las sesiones y subirlas al drive. Tenían que escribir un reporte de cada clase. Esta opción era solamente para quienes habrían tenido que estar en clase en la madrugada. Los demás tenían que conectarse a la hora asignada. Pedí a todos estar presentes para su presentación final y sí pudieron.
Aprendí una vez más que tengo que estar abierta a todas las posibilidades, pero también ser estricta para que los alumnos se esfuercen, y esto punto es muy importante. Tienen que leer, prepararse, hacer su ensayo, preparar su presentación, estar presentes y participar en clase, aunque les resulte complicado. Hay que llevar la clase lo más cercano a lo “normal” posible y exigirles igual.
7. Resolver problemas con Internet:
Yo tuve muy pocos problemas, pero los alumnos tuvieron bastantes. Cuando no pude compartir mi pantalla, pedí a todos salir de la sesión, arreglé el problema en mi equipo, y volvimos a meternos. Cuando ellos tuvieron problemas, juntos hicimos troubleshooting para resolverlos. Aparte de aprender a solucionar muchos problemas técnicos, aprendí a mantenerme tranquila y abierta, dejar que las cosas fluyeran, sobre todo para que los alumnos se mantuvieran tranquilos. En las presentaciones, pudimos componer varios puntos técnicos y todos pudieron participar, aunque algunos sin cámara, otros sin poder compartir su pantalla (me mandaron su material y lo compartí desde mi equipo) y otros entrecortados o con otros problemas. No me enfoqué en los problemas para que ellos pudieron mantenerse tranquilos y no dejarse llevar por este aspecto. Siento que lo logré.
8. Permitirles vivir la experiencia del intercambio:
Este punto es muy importante y es particular a mi materia. Mis alumnos habían venido a México como parte de un intercambio académico, y obviamente éste se interrumpió. Como he dicho, la materia conlleva mucho más que los temas a enseñar o aprender; es toda una experiencia. Esto es todavía más cierto para estos alumnos. No pudieron visitar museos y vivir entre los mexicanos. Su aprendizaje se limitó bastante en este aspecto. No pude recomendarles visitar tal o tal museo, calle, pueblo u otro lugar porque ya no estaban en México. De todas formas, les pedí apuntar los lugares a visitar por si regresan y les recomendé regresar algún día y no permitir que esta experiencia les echara a perder la visión sobre un estudio intercultural. Mencioné varias veces que seguramente habían notado tal o cual actitud en el tiempo que sí estuvieron en México, y lo platicamos juntos. Esto es para hacerles real la historia del lugar y ayudarles a apropiarse de ésta y retener la información.
Quisiera comentar que, aun cuando estamos en la Ibero, siento que los alumnos extranjeros son poco integrados. Los extranjeros toman sus clases en un edificio aparte. En el mundo de hoy, es clave aprender a llevarse con personas de otras culturas, y estos alumnos ofrecen la oportunidad ideal para esto, tanto para su beneficio como para el de los alumnos mexicanos en la Ibero. Todos los miembros de la comunidad Ibero podrían aprovechar la estancia de los alumnos extranjeros para convivir con personas de otros países, aprender de otras culturas, compartir sus propias experiencias mexicanas, hacer networking con personas de varios países y abrir su mente y su visión de mundo.
La convivencia directa con alumnos extranjeros de todo el mundo es un plus que la Ibero podría ofrecer a todo su alumnado (y profesorado). Esta convivencia también puede darse y, sobre todo, mantenerse de manera virtual.
9. Comentarios de mis alumnos
Agradecieron que hayamos terminado el temario.
Les gustó que yo hiciera una lista de los puntos que iba a cubrir en la clase, y que la subiera al drive. Así, si hubo problemas de tecnología, tuvieron acceso al material en todo momento.
Les gustaron los grupos pequeños con guía de método, y el tiempo que asigné para esta actividad (20–25 minutos).
Les gustó que les dejara las lecturas con mucho tiempo de anticipación (de hecho, desde el principio del semestre).
Para sus presentaciones, me agradecieron el estar preparada para mostrarla desde mi equipo si no les funcionaba en el suyo. Esto se logró al pedir que subieran su presentación al drive unas horas antes de la clase.
Ayuda mucho tener la clase muy planeada, pero al mismo tiempo estar totalmente abierta a cualquier cambio, problema o necesidad de ajuste.
Por Teresa Márquez
Grado: Posgrado | Programa: Ciencias Sociales y Políticas
EL RETO: Poco tiempo hubo para reflexionar y dimensionar la situación. Al principio pensé que al coincidir la pandemia y el inicio de clases a través de plataformas, con el módulo práctico -donde los estudiantes del metodologías cualitativas para la investigación de la maestría en sociología- harían una investigación empírica después de dos meses de lectura, continuaría de manera fluida las asesorías de sus avances en las plataformas de videoconferencia. Una transición casi natural. El reto estaría -en todo caso- en trasladar el tema paraguas que ya tenía establecido para sus investigaciones, en intereses personales que se pudieran observar en la vida online.
Comenté la situación con los alumnos en las postrimerías del apartado teórico de la materia. Los invité a observar preliminarmente qué estaba pasando en las redes sociales y en la Internet en general respecto a la crisis sanitaria y revisamos rápidamente novedosas aplicaciones de técnicas cualitativas para realizar investigación social en tiempos de pandemia1. Hasta ahí no percibí que algo muy diferente fuera a pasar. Los alumnos buscarían un tema, aplicarían instrumentos de recolección vinculados a la etnografía digital (tema ya revisado en clase) construirían datos y harían un reporte final de investigación.
Sin embargo, en cuestión de dos semanas noté un acelerado agotamiento en ellos derivado de pasarse días enteros frente a la computadora escuchando noticias alarmantes, comentando en sus redes sucesos que provenían de informaciones falsas o alarmistas (o quizá demasiado realistas), leyendo para sus clases, asistiendo a ellas a través de videoconferencias por largas tres horas -o más- que es lo que dura una clase de posgrado, y viviendo su vida “cotidiana” desde sus ventanas a puertas cerradas. Yo misma sentí que era necesario que si bien no íbamos a poder impactar positivamente a nuestros sujetos de estudio como habíamos leído y discutido ampliamente en lo que iba del semestre entonces debíamos atender a la necesidad evidente de impactarnos a nosotros mismos de manera positiva a través de la investigación. La investigación cualitativa en el abordaje de Denzin & Lincoln, es un proceso de comprensión del otro desde el yo y sus circunstancias. La construcción del self es mutua en el proceso investigativo, por tanto debe explicítarse como parte de los resultados de investigación
Les propuse entonces, no entregar un reporte final donde seguramente muchos caerían en la tentación de solventar con redacción fina o rebuscada, fallas de origen como una idea concebida con desánimo, y una recolección y análisis menos convencida que convincente. Pese a su juventud, lo que pasa en el mundo online aún se mira como hechos segundarios e incluso frivolos, y hacer investigación en línea, parecía para muchos, un trabajo de segunda categoría.
El reto a enfrentar de alguna manera era el mismo, procurar que mis estudiantes aprendan algo. Ésta vez centrando en el proceso de investigación todo los esfuerzos, documentándolo profusamente, reflexionando a partir de las lecturas y la experiencia directa, y abriéndolo a la comunicación académica. Buscando con ello que antes de conocer al otro, se reconocieran ellos mismos como investigadores, con el tipo de preguntas y temas que los persiguen, sus formas de organización y de acción, y sus disposiciones para la sistematización y el análisis.
LAS ACCIONES: Éstas también fueron dándose entre lo natural y lo fortuito pues les compartí parte de mi propia forma de trabajo a través de herramientas y aplicaciones de software, y experimentamos juntos el uso de aplicaciones (apps) con los que era común encontrase esos días navegando en redes o a través del correo o conversaciones con colegas y amistades.
OneNote, para sacar mi cara de la pantalla. El trabajo que se concentró en esos días y el carácter dinámico de mis sesiones con los alumnos centrada en el diálogo a partir de sus inquietudes emergentes) dificultaban el uso de presentaciones en Power Point. Práctica a la que por otro lado, nunca fui muy afecta. Decidí entonces que para que no tuvieran que ver mi cara todo el tiempo, les compartiría mi pantalla con mis notas para la clase. Así, iniciaba sesión sea en Zoom o Teams (lo que se cayera menos en el momento) con dos usuarios, el segundo era “pizarrita” conectado desde una tableta, donde al compartir pantalla entraba a la aplicación de notas de Microsoft, OneNote y ahí empezaba mis clases desde mis notas (orden de los temas, hilos de discusión provenientes de la sesión anterior, comentarios a avances o publicaciones provenientes de nuestro grupo en Facebook, fragmentos de lecturas anteriores que quisiera retomar de cara a los sucesos reales “ahí afuera”, diagramas, etc.). La aplicación me permite además, sobre un lienzo en blanco, anotar a mano los puntos de la discusión digamos, “en tiempo real”.
Fig. 1: Notas de la clase del 29 de abril del 2020 en OneNote
La recepción de “pizarrita” fue el silencio absoluto. Pensé que había ido demasiado lejos y que mis alumnos interpretaban su acceso a mis notas para la clase como una informalidad, improvisación o descuido de mi parte. ¡Qué ocurrencia! En lugar de un ordenado Power Point, un atado de notas y garabatos. Abandoné con alguna decepción la práctica. Dos clases después, en medio del sopor de las 4pm de un verano inminente, escuché una voz titubeante del otro lado de la pantalla “¿Y Pizarrita?”. Otras voces entusiastas secundaron el pedido de presencia inmediata del usuario automarginado.
No sólo habían identificado al usuario (nunca lo hice manifiesto), sino que reconocían su aporte. Su silencio -lo entendí en sucesivas clases- no fue de indiferencia sino de atención. Mi cara el pantalla nada aportaba, un Power Point hubiera prolongado el intento árido y poco ético de continuidad del espacio-tiempo de las labores escolares. Pizarrita colocaba el trabajo de exposición en el terreno digital, reconociendo el nuevo contexto de trabajo, al tiempo que aportaba a la discusión el origen algo desordenado en su representación, del pensamiento y de las relaciones que busca establecer entre teoría, ética, referente empírico y conceptualización.
Google Keep y la documentación visual del proceso. Las fichas de cartulina del número 3, han sido injustamente olvidadas por la historia escolar. El post-it primero, y el Word después desplazaron este instrumento democrático de anotación y clasificación. Por otro lado, la libreta de notas parece ser algo que ya no tiene espacio en la mochila de estudiante. Hacerlos escribir siempre ha sido una suerte de deber para mí. El trabajo de mediados de semestre fue un documento estrictamente académico que debía presentarse en riguroso APA de principio a fin. Se trataba de una elaboración comparada a partir de las lecturas. Pero la documentación de un proceso implica otra forma de escritura. Más informal sin ser individualista. Todo momento de la investigación debe ser susceptible de ser comunicado en cualquier momento a una audiencia amplia. La documentación debe implicar un ejercicio iterativo de búsqueda de claridad en medio del registro, la acumulación y la clasificación.
Keep es una aplicación de notas de supermercado que se puede compartir en tiempo real con quien está en casa a modo de recordatorios o tareas pendientes. Al menos así lo presenta el desarrollador y el 99% de los tutoriales en YouTube. Sin embargo también pueden registrar actividades, información, memos y recolección de datos propios de un proceso de investigación. Su eficiencia para ser compartidas en tiempo real ponen la aplicación por encima de OneNote, y al ser parte de la Suite G., no implica costos como EverNote. Por tanto, introduje la herramientas con mis estudiantes. No la conocían y nuevamente afloró la desconfianza. Desde quienes simplemente les parecía absurdo presentar notas en lugar de “sendos” reportes en Word, hasta quien se oponía en trabajar con el navegador de la marca (Chrome) por protección a sus datos personales. Salvados los obstáculos, los estudiantes empezaron a elaborar notas sobre su diseño de investigación. En algunas capturaban la situación que dio origen a la idea, por ejemplo la liga a algún post, o el recorte (pantallazo) de alguna noticia. En otras escribirían la aproximación a un objetivo y en otra ensayaban la formulación del objeto de estudio. Rotulaban la ficha con una nomenclatura que desarrollamos (Tipo de ficha, nombre del estudiante, nombre de la ficha, fecha). También usaban la función etiqueta y nombre para identificar el tipo de ficha. Después de haber hecho todo esto y estar seguros del contenido, me las compartían. Al hacerlo inmediatamente aparecían en mi tablero. Yo las comentaba y en tiempo real ellos veían mis comentarios y preparaban más fichas como respuesta. Nada se borraba. Si mi comentario solicitaba una corrección del rumbo, el alumno lo absolvía pero dejaba el trazo de su decisión. Así podía saber de donde venía la nueva trayectoria y en su momento usar esa “documentación” para justificarla en algún reporte.
Produjeron fichas de diferentes tipos, a cada tipo le correspondía una etiqueta y un color de su elección. Estos eran, diseño, contexto, materiales, datos, análisis, memos, definiciones, etc. El “envío” era al menos cada dos días. De esa manera buscaba que entendieran que la investigación es algo que se hace a través del tiempo, y no el día anterior a la entrega.
Fig. 2: Vista de mi Keep con las notas de alumnos comentadas
Los alumnos pudieron identificar mediante visualización la cantidad de información que se genera en una investigación y el valor de ordenarla y clasificarla para producir densidad y elementos argumentativos dentro del dato. Debo decir que las presentaciones que hicieron compartiendo las pantallas de sus Keeps fue de las mejores que he visto principalmente porque pude identificar la retroalimentación que ellos mismos se había generado. Trabajar visualmente ayuda a pensar, no sólo a “presentar”.
Un streaming para no dejar de experimentar. Una transmisión en directo de pantalla, es algo que nunca había hecho. Desde el inicio abrí un grupo privado en Facebook con los estudiantes para mantener comunicación abierta a todo los miembros dado que cada vez es más raro que alguien se aparezca en el horario de asesorías. Como ahora además era imposible, el grupo en “face”, se potenció. Alguien me habló o por ahí me encontré -no lo recuerdo- con una aplicación que me permitía llevar a Pizarrita a otro nivel, o al menos al grupo del “face”. Esta vez, pizarrita mostraba mi proceso de valoración de avances presentados para la elaboración del trabajo de mediados de semestre. Como dije, se trataba de tarea muy rigurosa en términos académicos, no sólo en términos de la escritura como lo comenté antes, sino de la construcción y desarrollo del argumento. Por tanto, quienes así lo deseaban, podían enviarme esquemas de sus avances para recibir asesorías. Decidí pues transmitir en directo mi lectura en voz alta y valoración de las propuestas explicitando los criterios por los que pensaba que iban bien encaminados o no.
Anuncié el primer streaming sin mayores expectativas. Pensé dejárselos ahí por si alguien tenía tiempo y curiosidad, pero en realidad devolver vía Brigthspace los documentos comentados. Para mi sorpresa todos se conectaron en algún momento de los dos streaming. Generalmente permanecieron para escuchar sus comentarios y los de los compañeros, me dijeron que no sólo les interesaba lo suyo, sino ver cómo habían trabajado los otros y qué pensaba yo al respecto. En suma, querían aprender no sólo de la profesora, sino del compañero.
LECCIONES APRENDIDAS: La enseñanza no es sólo un conjunto de conocimientos acabados que se buscan compartir con los estudiantes. Al menos en un curso de metodología, el objetivo es enseñar a pensar y el pensamiento es un proceso que va del caos a cierto orden, de la observación a la conceptualización pasando por la abstracción. Es, es corto, una construcción. Las tecnología me ayudan no sólo a construir sino a entender cómo lo estamos haciendo. Facilitan la auto observación. Aprendí que abriendo la caja negra de mi propio pensamiento y procesos, les enseñaba a mis estudiantes a pensar de manera no sólo ordenada y orientada al otro, sino honesta.
Por Saucedo Monarque Luz Margarita
Grado: Licenciatura | Programa: Nutrición y ciencias de los alimentos/Matemáticas universitarias
Por Palafox Enrique A
Grado: Licenciatura | Programa: Licenciatura en Comunicación / Clases de Creatividad, Publicidad y Producción Publicitaria
Puedo decir que mi experiencia docente en la distancia ha sido hasta el momento, inmejorable.
Por años, mi mayor queja en las clases presenciales fue que los alumnos no ponían atención por estar atendiendo su celular o computadora buscando contenidos ajenos a la materia o que eran de carácter personal. Mi realidad actual es que hoy soy yo el que mantiene el 100% de su atención durante la clase puesto que les lleno en su pantalla de contenido relevante y actual, y por ello es que mi trabajo académico se ha visto mejorado en muchos sentidos.
Me considero un ente digital y multimediático. Desde hace años comencé la transición hacia lo digital por lo que el ambiente en que están pasando las cosas me es muy conocido. A lo largo de mi vida digital me he dado cuenta de que los alumnos utilizan este lenguaje de manera casi nativa, dejándonos a las generaciones posteriores en desventaja. Es por ello que desde hace años me propuse estar siempre a la vanguardia tecnológica y muy por encima del uso promedio de mis alumnos, precisamente para que nunca ellos tomaran la iniciativa o me dejaran fuera de la conversación. Afortunadamente esa situación me tiene ahora en una posición privilegiada pues utilizo la tecnología, la convergencia digital y mi gusto por estar al día como herramientas indispensables para mis clases.
Independiente de la pandemia, el mundo ya cambió y son los chicos quienes lo están cambiando. Es por ello que considero que nuestro papel como docentes ya no es el mismo que antaño y tenemos que evolucionar a ser sus guías y mentores para que ellos alcancen sus metas y no las metas que nosotros queremos que alcancen. Las empresas ya no tienen capacidad para la cantidad de chicos que están saliendo de la escuela y estos están haciendo colaboraciones entre ellos para desarrollar proyectos personales, empresas e ideas que nuestras generaciones no fueron capaces de hacer ni de soñar. Los chicos no necesitan a un profesor regañón que les diga lo que tienen que hacer. Necesitan guías que con su experiencia los ayuden a conseguir sus metas.
Yo doy clases en el departamento de Comunicación y mis alumnos aspiran a ser tic toquers, youtubers o influencers de Instagram. Ya no quieren trabajar en una agencia de publicidad, quieren brillar con su talento y las redes los ayudan a hacerlo.
Todo lo anterior lo pongo a modo de contexto porque a mí me ha funcionado de maravilla ser el coach que ellos necesitan para llevar a cabo sus sueños y anhelos.
Imparto clases de publicidad, de producción publicitaria y de creatividad y en todas ellas me ha funcionado mucho más el ser su aliado mentor, que el profesor que les quiere imponer teorías que con el paso del tiempo se quedan flojas o ya no se sostienen.
Por el tipo de temas que imparto, los contenidos más relevantes se encuentran en la red y la inmediatez de esta, me permite enseñarles a los chicos lo que pasa en el mundo de la industria de la comunicación publicitaria en tiempo real. Muchas veces analizamos campañas de publicidad o contenidos relacionados a mis materias en el momento en que están sucediendo las cosas. Eso es invaluable para ellos pues son cosas que les atañen y afectan.
A mis alumnos los obligo a usar Facebook, Instagram, Spotify y todas las redes que ellos suelen usar para analizar el fenómeno publicitario y funciona de maravilla. Los pongo a usar las redes y los contenidos de estas en favor de la clase y así es que ellos, además de cubrir con los objetivos de la clase, se mantienen entretenidos y entendiendo cómo usar estas herramientas en su trabajo profesional. Tengo que decir que los resultados son excepcionales.
Con esta implementación tengo a mis alumnos participando durante toda la semana en temas de la clase y no sólo en las 2 horas que dura la sesión. He encontrado que sabiendo utilizar estas herramientas en la academia, rinden muy buenos resultados pues los chicos entienden más, demuestran más interés y participan mucho más.
Así que, usar contenidos salidos de las redes o del internet funciona de maravilla si uno los sabe guiar a dichos contenidos. Mis alumnos me han agradecido de manera verbal en varias ocasiones este tipo de acercamientos académicos y eso jamás me había pasado en clases presenciales.
También he encontrado que la forma de trabajo actual es la evolución al aula tradicional. Las clases de hoy demandan ser participativas y hacer que los alumnos de involucren en discusiones, en análisis en debates. Que se aprendan las cosas ya no sirve de nada, lo que importa hoy en día es que entiendan y que relacionen el conocimiento en su vida personal. Que entiendan su contexto, su realidad. A nivel personal y mundial. Que sepan la importancia de su trabajo. El impacto que tiene a nivel social y cultural de lo que hacemos.
Que sepan cómo hacer mejor lo que ellos quieren hacer es fundamental y eso hago en mis sesiones en línea. Hacemos participaciones grupales de temas relevantes. Platicamos, discutimos, nos reímos, profundizamos, analizamos. Hacemos charlas horizontales en donde yo funjo como guía de temas y discusión y ellos participan. Le hemos quitado la paja y hacemos clases muy enriquecedoras en donde los chicos verdaderamente participan con interés y eso es muy importante.
Hemos generado un clima muy adecuado y agradable en las sesiones en dónde de manera horizontal aprendemos, cuestionamos, discutimos y tratamos de ver el mundo desde la realidad que nos toca. Eso me ha funcionado mucho.
Finalmente, el confinamiento y la facilidad para conectarnos la he utilizado a favor de mis clases para invitar a colegas y amigos profesionales de los temas que imparto a platicar con los chicos y eso es otro elemento que ayuda a tener muy buenas sesiones en línea.
A lo largo de los años he encontrado que tanto exalumnos como profesionales, están muy dispuestos a platicar con las nuevas generaciones y lo hacen de manera generosa y abundante. He encontrado en esto una grata experiencia de aprendizaje pues los chicos se van con más puntos de vista que los que yo les pudo dar sobre un tema en particular. En mi clase de producción publicitaria hemos encontrado una fórmula fantástica de aprendizaje en donde los alumnos producen una serie de charlas en zoom en las cuales ellos se hace cargo del total de la producción del evento bajo mi asesoría mentora, al tiempo que escuchan a verdaderos profesionales de los medios de comunicación y la manera de producir los mismos. Las charlas están disponibles en Comunicion Ibero a través de Facebook.
Muchos exalumnos han pasado por dichas charlas y no hemos tenido una sola mala experiencia pues entre la emoción de los chicos por hacerse cargo de un evento y estar platicando de manera horizontal con celebridades y piezas claves de la publicidad en Méxicon, la experiencia cognitiva y muy enriquecedora.
A nivel creativo funcionamos como una colmena en donde todos trabajos por igual con ideas y con talento personal y juntando ambos aspectos desarrollamos proyectos que a los chicos les interesa y los vuelven locos. Fomentamos en mi clase de creatividad el emprendedurismo y la colaboración por lo que los chicos no solo aprenden con gusto, sino que se han convertido en grupos muy unidos en donde en conjuntos nos apoyamos con ideas y opiniones bien fundamentadas y asertivas.
Todo lo anterior ha hecho que mi experiencia docente se haya enriquecido considerablemente desde la distancia pues creo firmemente que este es un gran momento de oportunidad en donde nosotros con experiencia, podemos colaborar con los chicos para poner un granito de arena en el mundo, ayudándolos a conseguir sus sueños y metas.
Anexo la liga de las charlas con exalumnos y que producen mis alumnos de la clase de producción publicitaria:
https://www.facebook.com/comunicon.ibero
Gracias
Mtro. Enrique A. Palafox
Por Guevara Ramos Armando
Grado: Licenciatura | Programa: Departamento de Reflexión Interdisciplinaria Los Derechos Humanos en la Sociedad Actual
¿Cómo ha sido la experiencia como académico durante la pandemia en relación con:
Las clases:
Desde el semestre primavera 2020, las clases han sido una experiencia transformadora ya que la pandemia nos hizo adaptarnos y recurrir abruptamente la tecnología u otras herramientas como plataformas digitales para implementar el curso a la distancia. En mi caso, desde el inicio he utilizado el servicio de videoconferencia Zoom con la finalidad de impartir mi clase de manera virtual con mis alumnos, lo cual me permite tener un acercamiento con ellos y tratar de suplir de alguna manera las clases presenciales con presentaciones o actividades relacionadas con los temas diversos de aprendizaje de mi materia. Puedo decir que en los dos semestres mis alumnos han tenido una muy buena asistencia puntual e interés a las clases ya que intento que participen y comenten situaciones de los temas vistos en la materia, algunos de ellos suelen mantenerse apáticos y sin encender sus cámaras pero trato cordialmente de incitarlos a que se expresen libremente y a que prendan su cámara de vez en cuando para ver sus rostros y fomentar confianza en el curso virtual.
La organización del semestre
El semestre anterior representó un gran desafío como profesor, debido a que la mitad del curso fue presencial y la otra parte tuvimos que adaptarlo, impartirlo y terminarlo en línea sin estar preparado para este cambio, pero el haber tomado algunos cursos en la DEAMET y ver videos, me ayudó a familiarizarme con algunas herramientas tecnológicas.
Para este semestre, tuvimos la oportunidad de preparar el curso con anticipación gracias a las academias de colaboración en equipos, en la cual participé durante el verano y que consistieron en transformar y diseñar con anticipación nuestra guía o programa educativo de clase presencial en la nueva modalidad a distancia. Todo este proceso fue muy enriquecedor ya que pude planear y culminar mi programa a distancia antes la fecha de entrega propuesta en las academias y sin necesidad de utilizar las plantillas, lo cual me dio confianza y seguridad para iniciar este semestre de otoño 2020.
Las dificultades y los retos
Las Dificultades pueden presentarse en la tecnología ya que muchas veces llegan a fallar las plataformas o las redes por diversas causas en medio de una clase y esto genera confusión e incertidumbre. Otra es que como profesores debemos contratar compañías de internet más eficientes o con más megabytes de capacidad para poder soportar el peso de la clase virtual, ya que muchas veces impartimos el curso y compartimos la red con otros miembros de la familia y eso hace que se vuelva lento el servicio.
Entre los retos se encuentra buscar estrategias conjuntas para superar la brecha que existe entre la educación y la tecnología. Otro es el buscar innovar cada día y cada clase para interactuar, mantener la atención e interés de los alumnos por medio de actividades virtuales que antes no conocíamos, es decir, la adaptación sin miedo a las nuevas tecnologías debe ser constante para que nuestro curso no pierda su importancia de lo que queremos transmitir o difundir a los estudiantes. También considero que debemos tener un buen control emocional en la clase, ser más tolerantes o flexibles y lograr tener empatía con los alumnos para lograr los objetivos de aprendizaje. Finalmente, otro reto importante es saber combinar nuestra experiencia docente presencial adaptándola al modelo a distancia o en línea de la mejor manera posible.
¿Qué nos ha enseñado la pandemia?
La pandemia nos ha traído muchas experiencias para reflexionar, como tratar de ser mejores seres humanos, evitar el egoísmo y ser solidarios o empáticos con los demás, ya que el miedo al virus nos convirtió en personas aisladas, en una sociedad egoísta donde solo nos importa estar bien sin importar los demás, algunas veces alejados del entorno familiar, confundiendo la palabra de distanciamiento social y olvidando que no era distanciamiento físico. Nos olvidamos de ayudar al más necesitado por temor al contagio y olvidamos que muchas personas tuvieron carencias por perder sus fuentes de trabajo y otras padecieron la enfermedad o han perdido seres queridos.
Este virus, también nos ha enseñado que no somos tan independientes y que somos vulnerables, que podemos padecerlo sin importar tu estatus social o económico, ni tu edad y que la cuarentena no es un encierro sino una forma de protegernos y aprender a valorar o disfrutar nuestra vida cada día, a nuestra familia y que las cosas materiales son necesarias pero secundarias. Que debemos estar preparados físicamente, emocional y espiritualmente para enfrentar o saber manejar todo tipo de cuestiones psicológicas negativas que se presenten como el enojo, la depresión o la ansiedad. Aprender a cuidar nuestra salud, el medio ambiente y retomar valores perdidos como el respeto por la dignidad humana, la igualdad, la solidaridad, la empatía y la humildad. Aprendimos que el trabajo a distancia existe, que es real y representa una opción para desempeñar algunas de nuestras actividades, por ello, debemos valorar nuestra fuente de trabajo y tratar de ser mejores personas, mejores seres humanos comprometidos y responsables para lograr generar una sociedad más consciente, más justa y equitativa.
Por Torres Bermúdez Erick G, Iglesias Cerdeira Melisa y Díaz Huerta Alexa
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Industrial/Materia: Diseño de Sistemas Productivos
Introducción
En este documento los autores expresamos nuestros puntos de vista sobre las condiciones de la educación a distancia, derivadas de la contingencia sanitaria, en la materia de Diseño de Sistemas productivos de la carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Iberoamericana CDMX, en el semestre de otoño 2020. Nos enfocamos en nuestras impresiones, preocupaciones y expectativas de la clase. La intención es mostrar los encuentros entre las visiones de las alumnas y del profesor a partir de objetivos comunes en la búsqueda de un ambiente propicio para el aprendizaje vía remota.
Primeramente, se da un breve contexto de las circunstancias impuestas por la pandemia a las clases de DSP. Luego se describen las impresiones de las alumnas y del profesor sobre las condiciones actuales del aprendizaje a la distancia, se expresan las principales preocupaciones, retos y experiencias. Después se muestra un ejercicio de diálogo entre ambas partes a través de una tabla —que hemos llamado de convergencia— en la que se muestran nuestras expectativas y coincidencias de las actividades, dinámicas de clase y relaciones alumno-profesor y alumno-alumno. Finalmente se concluye con una reflexión sobre las coincidencias reveladas por la tabla de convergencia y sobre la experiencia al desarrollar el presente documento.
Breve contexto de la pandemia para la clase de DSP
En México la emergencia sanitaria por el COVID-19 comenzó en marzo de 2020. El confinamiento, necesario para evitar que el problema de salud empeore, está afectando los ámbitos económico, social, político y cultural de todo el mundo. El confinamiento nos obligó a cambiar nuestras acelerados y monótonos estilos de vida, nos tuvimos que adaptar a condiciones a las que no estábamos acostumbrados.
En lo concerniente a la educación es evidente la transformación acelerada que está sucediendo. Aunque todavía no sabemos cuál será el impacto al término de la pandemia ni que tan profundo será, sí sabemos que somos partícipes de esta transformación voluntaria o involuntariamente. En la Universidad Iberoamericana de la CDMX, como en todas las instituciones de educación superior del país, se pospusieron las actividades presenciales académicas, deportivas, culturales y recreativas. Los alumnos de Ingeniería Industrial han tenido cambios radicales en la forma de tomar clases, talleres, laboratorios y conferencias; no ha habido salidas a campo ni visitas industriales.
La educación a distancia es un reto ante el cual ni los docentes ni los estudiantes teníamos los conocimientos necesarios, la tecnología se convirtió en nuestro mejor amigo y a la vez en nuestro peor enemigo. Actualmente los alumnos y profesor de la materia de DSP nos encontramos en un camino de incertidumbre donde podemos hacer las cosas muy bien o podemos quedar varados con preguntas sin resolver.
Impresiones de Alexa: ¿Y ahora qué?
Desde un inicio las cosas pasaron muy rápido, al comienzo solo había rumores de una enfermedad proveniente de China que se contagiaba con rapidez y podía implicar un confinamiento debido a los posibles riesgos a la salud. En febrero era incierto y en marzo ya era nuestra realidad. Un viernes nos despedimos de nuestros compañeros pensando que los volveríamos a ver el lunes, con la sorpresa de que hasta el día de hoy no los hemos visto.
Considero que la Universidad Iberoamericana actuó de manera correcta, seguir con clases presenciales implicaba un riesgo de salud demasiado alto para los alumnos y docentes. Si el mayor desafío que enfrentamos para cuidar nuestra salud, la de nuestros seres amados, la de los profesores y sus familias, es adaptarnos al cambio a clases en línea, aprender a usar Teams, Brightspace, Zoom y plataformas correspondientes, considero que vale la pena hacer el esfuerzo.
Antes del confinamiento me debía levantar tres horas antes de mi primera clase para poder llegar a tiempo al Iberobus y después de una hora de camino llegar con 30 minutos de anticipación a la IBERO e interactuar con mis amigos antes de iniciar clases, podía organizar mis tiempos y mis horarios sin mayor preocupación. El día de hoy esto ha cambiado, como alumno debes asumir la responsabilidad y el compromiso con las clases y con tus profesores, debes estar presente en la clase, no te puedes dar el lujo de no preguntar cuando un tema no queda claro, te estén viendo o no, es tu responsabilidad como alumno prestar atención y seguir los ejercicios, es tu responsabilidad hacer los exámenes con honestidad. Al final del día la calificación es tuya y quien podrá valorar si aprendió o tiene áreas de oportunidad eres tú. Por eso estamos estudiando una carrera universitaria, para aprender y desarrollar nuestros conocimientos. Este confinamiento es un desafío que en lo personal me ha recalcado cuanto me interesa aprender sin importar la dificultad que implica la modalidad a distancia.
Las cosas cambiaron para los alumnos y los profesores. Ahora nos toca poner a prueba nuestra resiliencia, nuestros valores y nuestras ganas de aprender cuando nadie nos ve.
Impresiones de Melisa: Que la incertidumbre no nos detenga
La pandemia fue algo totalmente inesperado, nuestras expectativas cambiaron de un día para otro. Yo me encontraba de intercambio en España y fue una de las experiencias más desafiantes que he tenido porque no estaba acostumbrada al sistema, a los profesores, ni a mis compañeros. Pasamos de estar en las aulas con horarios definidos a mantenernos en casa las 24 horas trabajando todo el tiempo en la computadora. Un cambio que nadie esperaba, sin embargo, tuvimos que adaptarnos.
Previo al confinamiento tenía un concepto de la universidad diferente, mi compromiso con las asignaturas se enfocaba en dividir mis tiempos para poder mantener la concentración. Hoy en día este concepto cambió ya que no solo basta prestar atención pues participar en clase se volvió algo complicado, la interacción se ha vuelto más impersonal y lejana, las bromas para aligerar el ambiente desaparecieron porque las clases cambiaron radicalmente. Por otro lado, la atención se volvió 100% responsabilidad del alumno ya que en clase estás prácticamente solo, sin comentar con tus compañeros absolutamente nada.
Mis preocupaciones como estudiante son que mis profesores no alcancen a notar el esfuerzo y compromiso que estoy entregando. Asimismo, no poder interactuar con mis compañeros de clase de la misma forma que era presencialmente, los malos entendidos que se generan a través de la red, la falta de confianza que existe al esconderse detrás de una pantalla, el no poder aclarar tus dudas de la misma forma que sería presencial ya sea por temor, por ansiedad, vergüenza, por no interrumpir el flujo de la clase, si los compañeros y profesores serán empáticos con la duda o algunos aspectos extras que puedan llegar a surgir.
Alumnos y profesores tenemos nuestras dificultades, por lo tanto, creo que todos debemos ser apoyo en estos momentos para lograr un aprendizaje mutuo y salir delante de la mejor forma posible.
Impresiones de Erick: Tratando de responder de la mejor manera
Desde que se nos notificó de la decisión de la Ibero de atender las restricciones de movilidad los profesores hemos tenido que cambiar nuestra forma de dar clases. Nos hemos visto forzados a pasar del aula a nuestros hogares, del pizarrón a la computadora, de la interacción presencial al uso de plataformas de videoconferencias, la comunicación con los alumnos se ha modificado radicalmente. La mayoría de nosotros no estábamos preparados para esto.
Antes de la contingencia las labores que realizaba para la impartición del curso de DSP incluían la resolución de ejercicios a mano y con Excel, revisión y discusión de casos, aplicación y calificación de exámenes en computadora. Durante la contingencia estas actividades se han transformado, si bien los temas siguen siendo los mismos, las clases a distancia requieren nuevos medios y técnicas para desarrollar actividades y evaluar a los alumnos. Por esta razón, en el segundo semestre de 2020 modifiqué mi planeación del curso. En la siguiente tabla, se desglosan las actividades que a mi juicio han sido efectivas en clase bajo este nuevo enfoque y algunas de las bondades percibidas.
Actividades exitosas y sus bondades
Actividad | Bondades |
---|---|
Resolución de ejercicios con ayuda de excel y su grabación en video | Permite que emerjan las dudas. Favorecen la conversación entre alumnos, y entre alumnos y profesor. Los alumnos pueden consultar los videos para resolver ejercicios de tarea. |
Trabajos en equipo de tarea | Permiten evaluar la comprensión de temas prácticos. Propician la interacción entre alumnos. |
Presentaciones de los alumnos de temas teóricos | Permiten ver la profundidad de las investigaciones y evaluar su comprensión. Propician la interacción entre alumnos. |
Discusión de videos cortos | Dan contexto a los temas teóricos. Favorecen la conversación entre alumnos, y entre alumnos y profesor. |
Exámenes rápidos con Kahoot | Ayudan a reforzar conceptos. A través de la revisión de aciertos y errores, se favorece la conversación entre alumnos, y entre alumnos y profesor. |
Uso de la plataforma Brightspace | Permite la organización del curso; los alumnos pueden consultar los materiales y los ejercicios hechos en clase, además pueden entregar las tareas y exámenes de manera ordenada para su calificación. |
Por otro lado, mis preocupaciones como docente que imparte clases vía remota tienen que ver con la incertidumbre de si los alumnos están atentos o no a la clase, si perderán el interés en algún punto de la sesión y comenzarán a ver que encuentran en internet, si prefieren sesiones en las que el profesor exponga el tema o ser ellos los que investiguen y presenten, si en los exámenes harán su mayor esfuerzo o buscarán una salida fácil para obtener una calificación que al final será inmerecida. Estas inquietudes nacen del hecho que no veo lo que están haciendo, no percibo sus gestos, no tengo retroalimentación de su parte sino hasta que les hago preguntas directas que muchas veces responden de forma sucinta. Adicionalmente está el problema de la calidad de la conexión a la red que con cierta frecuencia dificulta y entorpece la sesión.
Convergencia entre las visiones de alumnas y profesor
A continuación, se muestra un ejercicio por medio de una tabla en la que se describen las expectativas que las alumnas y el profesor tienen del curso. Con un sentido de diálogo se indica la convergencia de ambas expectativas; un punto de encuentro para que se construya conocimiento vía remota de la mejor forma posible.
Profesor | Alumnas | Convergencia | |
---|---|---|---|
Responsabilidad en clase | Que se asuma la responsabilidad y compromiso para construir conocimiento entre alumnos y profesor. | Atender a la clase. Hacer preguntas, esforzarse por participar e interesarse. Compromiso de manera equitativa por ambas partes para cualquier situación. |
Realizar discusiones sobre temas de la materia que promuevan el interés para hacer preguntas y participar en clase |
Dinámica y actividades en clase | Que se tenga interés y comunicación activa en torno a las actividades de clase. Ver las actividades desde su aportación a los objetivos de la materia y que se busque obtener su mayor beneficio. |
Utilizar diferentes métodos que eviten la monotonía y que oportunidades para participar. Proporcionar ayuda recíproca y ver temas de interés común. |
Aprovechar las diferentes técnicas clásicas de enseñanza y plataformas en línea para establecer comunicación activa de los temas de clase. |
Trabajos fuera de clase | Que se cumplan con los criterios de entrega. Que los trabajos en equipos se hagan en colaboración y no solo dividiéndose en partes la actividad. | Que al realizar trabajos en equipo se pueda trabajar de manera justa siguiendo criterios de rúbricas claras. Mejorar comunicación a pesar de la distancia. |
Buscar sintonía entre los integrantes del equipo para realizar un esfuerzo equitativo y que no se comprometa el cumplimiento la rúbrica. |
Relación entre alumnos y profesor | Mantener siempre el respeto por los alumnos. Ser consciente de sus necesidades y problemas. Establecer una relación de confianza, apertura y honestidad. | Posibilidad de hablar con el profesor sobre dudas, inconvenientes fuera y dentro de clase. Empatía sobre situaciones personales o problemas de clase. |
No perder de vista que, aún en la distancia, la educación es un proceso entre personas y que se debe mantener una comunicación empática y respetuosa. |
Relación entre alumnos | Tratarse siempre con respeto y con mente abierta, saber manejar conflictos de manera exitosa sin imponer, pero sin abandonar principios. | Tratar a todos los compañeros con respeto, poder seguir conociendo a gente nueva y ayudarse unos a otros sin prejuicios ni pretensiones. | Promover el apoyo entre compañeros y buscar generar un ambiente de respeto y madurez. Apelar a la ética personal sin perjudicar la autoridad del profesor. |
Conclusiones
Si comparamos la crisis actual con otras que sucedieron en años pasados en nuestro país, anteriormente las repercusiones principales fueron en los ámbitos económico y político, ahora el cambio más profundo se está dando en la sociedad. Hoy en día, tenemos una gran cantidad de información a la mano y a la vez una enorme desinformación, hemos creado nuevas relaciones “virtuales” y también nos hemos distanciado de otras “no virtuales”.
En este contexto alumnos y profesores hemos cambiado nuestra manera de pensar y actuar. Por un lado, se perdieron oportunidades, se desgastaron algunos principios y costumbres, por otro lado, estamos aprendiendo a priorizar responsabilidades y a generar nuevas rutas de acción manteniendo un compromiso equitativo. En todo caso los valores fundamentales deben guiar nuestras acciones ya sea en las aulas o en la distancia.
La tabla de convergencia nos muestra un ejercicio de diálogo a partir de cuestiones generales para la clase de DSP. No es difícil ver que alumnas y profesor apuntamos hacia los mismos objetivos, basta ordenar nuestras expectativas para que el diálogo nos revele las coincidencias. El valor de la persona y de los roles que desempeñamos deben prevalecer para no perder nuestro sentido de comunidad educativa. La relación estudiante-profesor y estudiante-estudiante, más allá de la pantalla, es indispensable para un buen ambiente de aprendizaje.
Vale la pena recordar que los profesores fuimos los estudiantes de ayer y que los estudiantes de hoy seremos los futuros profesores; ¿qué podemos aprender en nuestro presente para enseñar en un futuro? Más que nunca debemos unirnos profesores y alumnos para encontrar un equilibrio y poder salir adelante. Estamos llamados a un discernimiento de la realidad, debemos de avanzar en la construcción de aprendizajes significativos, útiles y aplicables, sobre la base de un entendimiento cooperativo. Las condiciones impuestas por la pandemia son extraordinarias, las respuestas también lo deben ser.
Por Saldaña Hernández Graciela y Sosa Rosas María Eugenia
Grado: Licenciatura | Programa: Administración de Empresas, Administración, Dirección de la empresa familiar e Introducción a los negocios
Redefiniendo la interacción entre los estudiantes y los docentes. Una mirada desde la pandemia por Covid-19.
Cuando la pandemia por COVID-19 nos sorprendió, muchas eran las preguntas que nos hacíamos; hoy, a ocho meses de distancia estamos listas para contar nuestra historia, la cual tiene que ver con impartir clases en dos modalidades distintas: en línea y a distancia.
Materias en línea
En el Departamento de Estudios Empresariales en la coordinación de Administración de Empresas, la materia en línea se ha impartido desde hace más de ocho años cien por ciento en línea. Siendo asíncrona, por mucho tiempo fue elegida por estudiantes activos en el mercado laboral, o bien realizando sus prácticas profesionales; en general, y de acuerdo a nuestra experiencia, quienes se inscribían antes de la pandemia habían cumplido como alumnos de semestres avanzados, utilizando un bagaje conceptual propio de la administración, aunque nada excepcional.
Antes de la llegada de la pandemia y muy al inicio de haber comenzado a impartir la materia en línea, se ofrecían sesiones presenciales a fin de conocernos y presentar la guía de estudios modelo, para asegurar la inexistencia de dudas, o en su caso, resolverlas. Sin embargo, se tuvo muy poco o en ocasiones, nulo quórum, parecía que los estudiantes se encontraban cómodos con la comunicación totalmente virtual.
Por el contrario, con la aparición de la pandemia sucedieron cosas distintas. Ahora, los estudiantes han presentado cambios de actitud y conductuales positivos. En principio, parecía que no habían comprendido todavía que la asignatura era en línea al cien por ciento y por lo tanto, asíncrona, pues preguntaban por el link para tener acceso a las sesiones. Por otro lado, los que sí habían comprendido la asincronicidad de la asignatura, no se encontraban seguros y preguntaban si en algún momento habría reuniones virtuales.
Sin embargo, el hecho que llama más la atención fue la diferencia que mostraron en su involucramiento, reflejado en conductas de mayor compromiso; lejos de ofrecerles sesiones virtuales ellos mismos las solicitaron y hubo mucho mayor asistencia que la acostumbrada antes de la pandemia (en promedio de 7.5 estudiantes por grupo (dos grupos)). En esa reunión, externaron su interés por conocer de viva voz los lineamientos del trabajo final, pues, aunque ya los tenían en la plataforma de Brightspace desde el comienzo del curso, todo parecía indicar que deseaban estar completamente seguros de haberlos comprendido.
Además, los trabajos de los estudiantes han mejorado sustancialmente. Por tratarse de una materia en línea, la comunicación oral y escrita es una de las competencias a desarrollar, es por ello que se hace tanto énfasis en la comprensión de los textos a estudiar, en la excelente redacción, ortografía y sintaxis. En este sentido, ha sido una condición sine qua non realizar sugerencias y comentarios de forma clara, precisa, pertinente y sencilla, aunque escasas veces poco abundantes, a los trabajos entregados por los estudiantes. No obstante, en los casos relatados, es claro que habían leído y atendido a nuestros consejos y sugerencias, lo que antes no sucedía.
Así mismo, al inicio del curso sus comentarios en los foros integradores eran muy escuetos y sin ningún valor agregado, más adelante, en la unidad tres sus comentarios no solo han sido más extensos (de siete a 15 líneas), sino llenos de contenido significativo y argumentación.
Materias a distancia
Por lo que se refiere a las materias a distancia, la experiencia aquí descrita abarca una materia de primer semestre básica que contrasta con otra materia de semestres avanzados con alumnos de distintas disciplinas ambas impartidas por medio de la aplicación Zoom.
Cuando se trata de materias de primer semestre, es indispensable ubicar a los alumnos en lo que es la dinámica de la universidad y al mismo tiempo, mostrarles el compromiso que implica ser universitarios, a través del contenido y evaluación de la materia en cuestión. En el semestre actual (Otoño 2020), hemos notado que los estudiantes están “desalentados”, sobre todo los de primer semestre, quienes se muestran desanimados porque su ingreso a la universidad, una etapa trascendental en la vida de cualquier persona, no fue como ellos lo esperaban. Por otro lado, desde nuestra experiencia observamos otro factor que refuerza ese desaliento. Nos referimos a que no concluyeron su etapa anterior en condiciones normales, perdiéndose de la graduación o del viaje de generación tan esperado, igualmente trascendente en la vida de cada uno de ellos.
Consideramos que el comenzar sus estudios de esta manera, les ha causado un shock y muchos de ellos están aún en proceso de adaptación. Derivado de la incertidumbre en que vivimos, se encuentran muy preocupados por estar aislados y estudiando de una forma diferente, sin tener la oportunidad de conocer a sus compañeros de clase, de pasear por los pasillos o pasar un rato juntos en la cafetería, en los jardines, entre otras cosas.
No hay que olvidar que no sólo buscan desarrollar competencias académicas sino también relacionales y sociales, es decir, ellos necesitan estar más en contacto directo con sus compañeros en el periodo de desarrollo etario por el que están pasando, donde la socialización es una de las partes centrales.
Por el contrario, en el caso de los alumnos de semestres más avanzados, se ha observado que, habiendo pasado por el proceso de adaptación y socialización en condiciones normales, ya formaron su grupo de amigos, conocen a varios de los profesores, y lo más importante, el ambiente de la Ibero es parte de ellos, amén de que también conocen el funcionamiento de la universidad y han hecho de esta su casa. Desde nuestra experiencia, para ellos, la educación a distancia no representó ninguna novedad y hasta cierto punto ya estaban adaptados, por lo que tuvieron menos retos que superar a diferencia de los de primer ingreso.
En estos casos, nuestra sensibilidad como docentes fue mucho más allá de la transmisión de conocimientos, también fue necesario comprender la forma en la que nuestros estudiantes se perciben entre ellos mismos, para utilizar estrategias de rapport o bien, para romper el hielo. Como ya mencionamos líneas arriba, es indispensable tomar en cuenta que los alumnos, sobre todo de primer semestre, buscan constantemente la aprobación de los demás y lejos de querer ser estereotipados quieren pertenecer a un grupo, y generar un vínculo que prevalezca y les permita desarrollarse.
Al inicio del semestre, el proceso de integración de los estudiantes fue lento, se fueron abriendo poco a poco hasta que se sintieron en confianza; dicho proceso se caracterizó por comportamientos como la timidez, algunas risas nerviosas, el no querer hablar o no prender su cámara, entre otros.
Por lo anterior, creemos que las habilidades docentes de integración juegan un papel muy importante en las clases a distancia. El romper el hielo el primer día de clases es fundamental, simplemente preguntarles cómo están les hace sentir más cercanos generando un ambiente amigable.
En este sentido se hizo necesaria nuestra creatividad para alentar la participación y el diálogo con los alumnos y tener una variedad de distintas actividades en clase, por ejemplo, entre las estrategias que nos funcionaron se encuentran: el uso de las manos cuando se realizan preguntas (thumbs up), uso de emojis, hablarles por su nombre o preguntarles cómo les gusta que les digan, técnicas lúdicas, debates, padlet, videos, trabajos en equipo, conferencistas invitados, entre otros. En algunas ocasiones, cuando estas estrategias no funcionaban, se optó por preguntarles directamente insistiendo en nuestra intención de escuchar a los que casi no hablaban.
Durante el semestre, nos dimos cuenta de la necesidad de desarrollar habilidades para percibir las emociones de los alumnos. En una situación de tanta incertidumbre como la que estamos viviendo, es cuando observamos las “caritas” y sus expresiones a través de la cámara, que nos podemos dar cuenta del estado de ánimo, la atención que prestan, si están inquietos o si están comprendiendo o no el tema que se está explicando, etc.
En nuestra experiencia, ahora los alumnos tienen más contacto con nosotros los profesores ya sea por correo electrónico, por Brightspace o incluso por teléfono. La interacción se ha hecho más cercana no sólo de parte del alumno al profesor sino del profesor al alumno creando un ambiente de apoyo mutuo.
Algo que también hemos observado en el comportamiento de los estudiantes de las materias a distancia es su mayor nivel de responsabilidad. Tenemos la percepción de que están más involucrados debido a la cuarentena pues, al tener que estar en casa y contar con más tiempo libre le dedican más horas a revisar materiales, leer, hacer tareas y trabajos, etc. es como no tener competencia con los típicos distractores tales como, amig@s, novi@s, salidas, fiestas, etc. En realidad, estos también han cambiado; ahora nos enfrentamos a otros, como el ambiente familiar, la comodidad de la recámara, la falta de un espacio adecuado para tomar la clase, y bueno…el celular sigue presente.
También en materias a distancia notamos que la asistencia en clase e involucramiento han aumentado, en comparación con semestres anteriores lo que se refleja en la obtención de mejores notas o calificaciones.
Conclusiones
¿Cómo se puede ser un docente cercano en esta nueva normalidad? ¿Cómo apoyar a un grupo de estudiantes a que se sientan cómodos pese a la distancia? ¿Será que el despertar interés en los estudiantes durante las clases tiene un tinte natural y no coercitivo? Todas estas interrogantes venían a nuestra mente al inicio de la pandemia cuando la gran mayoría de los cursos no estaban diseñados para ser a distancia y a pesar de que en un principio improvisamos, hoy podemos decir que salimos victoriosas.
Dado el uso de las tecnologías virtuales, se han abierto nuevos espacios de comunicación, la cual se ha hecho más estrecha: los alumnos se han atrevido a abrirse frente a todos gracias a la modalidad de la clase a distancia.
Las consecuencias positivas de impartir y tomar clases en línea y a distancia “hicieron importante lo no importante” desde la perspectiva del alumno y del maestro, es decir, las cosas que dábamos por hecho tomaron relevancia para modelar el ambiente de la clase y permitir su desarrollo adecuado.
El cambio en la actitud de los estudiantes ha sido positivo. Desde nuestro punto de vista, nos sorprendieron gratamente mostrando gran disposición, interés y apertura, respondiendo empáticamente tanto con sus propios compañeros como con nosotras. Esto provocó que empezáramos a percibir de manera diferente sus peticiones y justificaciones; así como también nos permitió ser más tolerantes sin dejar a un lado los límites, generando así un diálogo de apertura y empatía que permitió crear una relación constructiva en donde el vínculo alumno–profesor no fue solo académico si no muchas veces afectivo, habiendo sido no solo el facilitador sino el catalizador para el desarrollo de competencias como liderazgo, aprendizaje autónomo y trabajo en equipo, potenciando el entendimiento y la aplicación de los conocimientos.
El uso de las técnicas de acercamiento a los estudiantes fue indiscutible, sobre todo en las primeras sesiones del curso; éstas se adaptaron al nuevo entorno a distancia. Lo anterior no hubiera sido posible sin resiliencia particularmente nosotras rescatamos nuestra parte sensible, abierta, sencilla, empática y tolerante hacia los estudiantes. Por el contrario, si hubiéramos continuado trabajando en condiciones normales es muy probable que no hubiéramos desarrollado las anteriores competencias.
Finalmente, a partir de estas reflexiones concluimos que el conjunto de cambios relatados aquí puede estar reflejando una madurez emocional mayor en ambos actores y quizás sea un catalizador que abona a la construcción de una nueva relación profesores-alumnos. Para conocer su cauce final, habrá que seguir registrando datos y particularmente, observar como cierra el semestre pues es justo al final cuando los estudiantes tienen más presión y su comportamiento puede cambiar.
De hecho, lo que tradicionalmente sucedía antes de la pandemia, era que al sentir mayor presión por aumentar sus promedios finales, comenzaban a centrarse en materias en las que no tenían buen rendimiento, en detrimento de aquellas en las que iban bien con lo cual provocaba mayor estrés en ellos.
Sin duda alguna, estos hechos representan un área de oportunidad para ambos actores, el tiempo nos dará la respuesta…
Por Alfonso Cruz Ramírez
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Química/Química General
Por González Enríquez Verónica Monserrat
Grado: Formación cocurricular | Programa: Coordinación de Creación y Reflexión Artística, Talleres Artísticos. Taller de Ballet (modalidad Ballet Health)
A partir de la experiencia que hemos vivido durante los últimos ocho meses en una nueva manera de llevar a cabo las clases, presento esta reflexión acerca del objetivo de participar en una clase de ballet a distancia en medio de la pandemia provocada por el COVID-19, de la motivación que encontramos para iniciar este entrenamiento y de cómo mantenerla viva. En este sentido, el ballet ha sido una especie de guía y acompañamiento para no perder el rumbo de la vida incluso on-line.
Para algunas personas parece una locura o un acto de egoísmo el practicar ballet en un contexto tan complicado y tan complejo como el que vivimos actualmente, donde el mundo como lo concebíamos hasta hace algunos meses, se dividió en varios mundos, en los que principalmente la brecha económica se agudizó profundamente, volviendo más evidente el hecho de que para la mayoría de las personas no sería sencillo continuar trabajando, aprendiendo, conviviendo como antes… Sin embargo, más allá del aspecto formal estético que envuelve al ballet, se trata de una disciplina que definitivamente proporciona grandes beneficios a nivel físico y psico-emocional tanto en las personas que lo practican como en quienes lo ven como público, no se trata de un acto egoísta para evadir la realidad y, en un sentido más directo, el objetivo principal de participar en un taller de ballet no es sólo poder ejecutar pasos difíciles o peinarse y vestirse “como bailarina/bailarín”. A continuación, expondré algunos de estos beneficios que van en la línea del acompañamiento a las y los estudiantes, así como de la socialización y convivencia en clase.
Este nuevo modelo de clase que, dicho sea de paso, revolucionó por completo el paradigma de la enseñanza y la práctica del ballet clásico (en el que era impensable una práctica a distancia por el contacto físico al que estamos acostumbrados), nos permitió también tener ciertas comodidades, por ejemplo: no hay que desplazarse en distancias largas en el tráfico, podemos dormir un poco más en las mañanas, quienes trabajan pudieron retomar su práctica de ballet (la cual habían abandonado por falta de tiempo para trasladarse por la ciudad). En cuanto a los beneficios específicos de este entrenamiento, encontramos a nivel físico –esencialmente- el poder mantener la movilidad del cuerpo a pesar de permanecer varias horas al día en una sola posición frente a una computadora, un mayor conocimiento y manejo del cuerpo a nivel individual (es importante señalar que el estar en su entorno personal (la casa) generó más confianza en las y los estudiantes); a nivel psico-emocional, la sensación de satisfacción, el desarrollo y fortalecimiento de la perseverancia, el que las y los estudiantes sientan un acompañamiento especial y atención hacia su persona, el descubrimiento de nuevas habilidades físicas propias del trabajo del ballet clásico, sin mencionar el efecto positivo en el aspecto neurológico que tiene la música, en conjunto con los movimientos ordenados durante una secuencia de ejercicios.
Por otro lado, con un carácter ambivalente por las facilidades que nos ha brindado para seguir en contacto con otras personas pero la poca confianza que podemos tener en su pleno funcionamiento todos los días, la tecnología ha jugado un papel fundamental en estos meses, por lo que fue de suma importancia prepararme para desarrollar nuevas competencias como profesora. Principalmente, el aspecto tecnológico-digital fue algo que tuve que aprender de la manera más rápida posible, además de encontrar el gusto por la tecnología, ya que antes de la pandemia no acostumbraba manejar tantos dispositivos digitales durante tantas horas al día (una de las razones por las cuales no sabía bien cómo utilizarlos). Asimismo, para fortalecer y mejorar el desarrollo de mi clase a distancia, he tomado varios cursos, principalmente dos: uno de estrategias psicológicas para entrenadores deportivos en la Dirección General del Deporte Universitario de la UNAM, así como otro de edición de video dentro de los Talleres Artísticos de la Ibero CDMX-Tijuana.
De esta manera, hubo cambios importantes en la estructura y desarrollo de mi taller. Primeramente, para el Taller de Ballet incluí un nuevo enfoque en el que he estado trabajando desde hace algunos años de la mano de especialistas de la salud: se trata de Ballet Health, una propuesta interdisciplinaria que involucra entrenamiento funcional y la técnica de ballet clásico, donde el objetivo principal es mejorar el estado de salud a nivel físico y psico-emocional; para este año, hice las adaptaciones necesarias para impartir esta clase en línea. En cuanto a la planeación semestral, hice una reorganización de las fechas de montaje y ensayos de la coreografía (producto final del taller), ya que por el formato del curso en línea recurrimos a la grabación de videos y edición de los mismos, por lo que tuvimos que trabajar más rápido esta parte del taller para poder entregar a tiempo nuestro material y que pudiera ser editado correctamente. No obstante, después de la entrega de videos tuvimos tiempo de seguir trabajando en aspectos técnicos y artísticos (como aprender nuevos pasos y secuencias, y mejorar los conocimientos adquiridos), en este punto la motivación fue muy importante, pues al ya no tener la presión externa de un compromiso pendiente (como el de grabar el video de la coreografía) las y los estudiantes del taller de ballet se dieron cuenta de que llegaron al punto de apropiarse de este entrenamiento para su propio bienestar y beneficio a corto, mediano y largo plazo.
Al paso de los días, los aspectos que en un momento consideramos ser los principales obstáculos como la distancia o la tecnología (pues no podemos controlarla totalmente), así como otros muy específicos durante el desarrollo de la clase como la lateralidad (el uso de la derecha y la izquierda frente a una pantalla para transportarlo al propio cuerpo) o el espacio en las casas/departamentos que no es el óptimo para la práctica de ballet clásico, poco a poco se fueron transformando en aliados para convertirnos en personas más competentes en el aspecto académico, profesional y personal. La interdisciplinariedad y la pluralidad se hicieron presentes como en cada semestre, incluso probablemente más que en los anteriores, ya que definitivamente nos apoyamos al cien por ciento en los recursos digitales (tanto para impartir la clase vía Zoom, como para enriquecer el conocimiento a través de lecturas, imágenes y videos compartidos vía Teams), pero además contamos con la participación de estudiantes de otras universidades y escuelas (a mis grupos llegó gente de la UNAM, del IPN, de la Escuela Nacional de Danza Folklórica) de diversas disciplinas y edades, por lo que el intercambio de conocimientos y experiencias aún dentro del aula virtual, fue no sólo enriquecedor sino profundamente motivador para todas y todos.
Y todo esto, ¿para qué? Hablamos de los beneficios y efectos positivos que la práctica de ballet ha tenido en cada una de las y los estudiantes; sin embargo, el impacto de esta práctica va más lejos: me parece fundamental tener la conciencia de que, quienes tenemos el privilegio de permanecer sanos y trabajar en el área de la formación de futuros profesionales, o de estudiar aún en medio de un contexto de suma complicación, tenemos la responsabilidad de aportar a la sociedad lo mejor de nosotros mismos; es decir, no sólo ocuparnos de permanecer estudiando o trabajando, sino hacerlo con excelencia y además impactar positivamente en las demás personas. En este sentido, la manera en la que la práctica de ballet ayuda en el acompañamiento de las y los estudiantes, es en contribuir al fortalecimiento del aspecto físico y psico-emocional para que, a través de las competencias genéricas que se desarrollan durante el desarrollo del taller (principalmente el liderazgo socio-profesional, la creatividad, innovación y emprendimiento y el compromiso integral humanista) se mantengan ávidos de conocimiento e investigación para aportar lo mejor desde su área profesional a nuestra sociedad y al mundo entero. Permanecer en movimiento y evolución aún dentro de cuatro paredes no sólo es un privilegio, es una responsabilidad que tenemos con el mundo.
Por Rebolledo Claro A. Magali
Grado: Licenciatura | Programa: Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (Ciudad de México)/Teorías del Estado en la Licenciatura de Derecho, primer semestre.
El objetivo de esta narrativa se centra en compartir experiencias de trabajo colaborativo que contribuyeron a la planeación del curso de Teorías del Estado [1] y en el diseño de una secuencia didáctica basada en los debates grupales, en el marco de la modalidad educativa a distancia implementada en el periodo de contingencia sanitaria.
La premisa más importante desde la que parte este estudio es el trabajo colaborativo como medio sustancial para diseñar la planeación de una materia y como noción fundamental para llevar a cabo una secuencia didáctica en un curso a distancia. Se parte de esta premisa porque se reconoce que es fundamental que las y los profesores experimenten el trabajo colaborativo para poder implementar actividades de aprendizaje donde la comunidad estudiantil aprenda que el conocimiento puede construirse con un sentido colectivo [2].
De manera que la siguiente narrativa se centra en compartir experiencias que se vivieron antes del periodo de otoño del 2020 y durante este periodo de clases, las cuales se organizan en dos momentos. La primera parte se dedica a narrar los pormenores del trabajo colaborativo entre profesores en la planeación del curso de Teorías del Estado y la segunda parte expone las experiencias y resultados de una secuencia didáctica implementada en el curso mencionado, con la colaboración de estudiantes de la Licenciatura en Derecho (primer semestre).
El trabajo colaborativo que contribuyó a la planeación del curso de Teorías del Estado se hizo a lo largo de 5 semanas (mayo – junio) en el que la coordinación del Servicio Departamental del Dpto. de Ciencias Sociales y Políticas [3] convocó a los docentes de asignatura a trabajar en equipos (por cada materia) con el fin de replantear la planeación de los cursos y poder adaptarlos a una modalidad híbrida [4] y a distancia [5].
Este proceso conllevó 5 etapas importantes en las que las y los profesores estuvimos trabajando en equipos y al término de una semana de trabajo nos encontrábamos en una Reunión general donde presentábamos los resultados del trabajo desarrollado [6].
La organización fue excelente, ya que se nombraron profesores – enlace, es decir las y los encargados de organizar al profesorado que impartía la misma materia, quienes a su vez tenían una experiencia amplia en cursos impartidos en una modalidad a distancia y en línea. De igual forma se contó con la intervención de invitados (as) que compartieron sus experiencias y conocimientos respecto al diseño instruccional a distancia y sobre el uso de plataformas para apoyar la labor docente.
Las etapas de trabajo (en esta experiencia previa al periodo de clases) fueron las siguientes:
Este trabajo contó con el valioso y oportuno acompañamiento del Servicio departamental y con el trabajo de las y los profesores que pese a pertenecer a equipos de trabajo organizados por materia, brindaron en todo momento consejos, herramientas, tutoriales, retroalimentación del trabajo semanal y sobre todo motivación y muchos ánimos para comenzar una etapa desconocida y llena de incertidumbre.
Esta experiencia de trabajo colaborativo me llevó a pensar que la construcción del conocimiento en este nuevo contexto permeado por la tecnología y la educación a distancia no puede hacerse sin el trabajo colaborativo, por lo que las experiencias que se narran a continuación siguieron muchos de los ejes del trabajo en equipo llevado a cabo en el periodo previo al semestre de otoño del 2020.
Por la naturaleza de los objetivos y competencias de la materia de Teorías del Estado [8], el trabajo colaborativo con profesores del Depto. contribuyó a diseñar el curso a través de sesiones sincrónicas de explicación, sesiones asincrónicas de trabajo autónomo por parte de las y los estudiantes, así como sesiones sincrónicas de trabajo en equipo y sesiones de trabajo colaborativo en equipos con el acompañamiento de invitados externos.
Sobre estos dos últimos tipos de sesiones se requiere precisar para compartir una secuencia didáctica basada en la implementación de debates grupales [9].
Los debates grupales son herramientas centrales que no sólo permiten el trabajo en equipo, sino que conllevan un ejercicio de problematización de la realidad política contemporánea que se alimenta del fortalecimiento de competencias como la comunicación oral y escrita a través de la argumentación. De esta forma, la secuencia didáctica que se llevó a cabo para realizar esta actividad formó parte de un proceso en el que se fueron indicando a las y los estudiantes los siguientes momentos de trabajo colaborativo:
El resultado de los debates grupales fue realmente enriquecedor, ya que los estudiantes expresaron haberse divertido con esta actividad, haber aprendido de las ideas de sus compañeros, así como desarrollar habilidades de investigación y trabajo en equipo que fortalecieron su formación.
Se considera que gran parte del éxito de esta actividad, se debió a la experiencia previa de trabajo colaborativo con profesores del Departamento de CCsP, ya que muchas de las etapas consideradas en este ejercicio previo, se replicaron en la secuencia didáctica de los debates grupales, llenando de sentido cada momento en este proceso de formación colectiva del conocimiento.
Para concluir esta narrativa, me parece fundamental referir algunos de los comentarios que los estudiantes hicieron en torno a esta actividad y que significan un aliciente para fomentar el trabajo colaborativo en diferentes espacios formativos:
Notas
[1] Esta es una materia que oferta el Servicio departamental de la coordinación de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (Ciudad de México) para estudiantes de primer semestre de la Licenciatura en Derecho.
[2] Esta premisa fue abordada de manera sustancial por la Dra. Carmen Gómez Mont en la conferencia “Información, COVID -19 y construcción de conocimiento: desafíos para la educación en tiempos de crisis” en el marco del IV Foro de Docencia Universitaria y Tecnologías digitales, organizado de manera virtual por el equipo de la Dirección de Enseñanza y Aprendizaje mediados por Tecnología (DEAMeT- UIA) el 11 y 12 de noviembre del año en curso.
[3] A cargo de la Dra. Teresa Márquez Chang.
[4] La modalidad híbrida comprende sesiones a distancia (mediadas por plataformas) y sesiones presenciales (en el aula).
[5] La modalidad a distancia se caracteriza por el acompañamiento del profesor a través de plataformas que permiten una conexión sincrónica o asincrónica, pero siempre basada en la constante presencia social del profesorado, quienes ocupan el papel de guías en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
[6] La organización de este trabajo se hizo por medio de la plataforma Teams. La Dra. Teresa Márquez nos ayudó a acercarnos al conocimiento de la plataforma y a organizarnos por medio de los canales donde podíamos compartir consejos, tutoriales, reseñas de Webinar, los contenidos de un canal de YouTube, así como infografías y otros contenidos visuales que apoyan nuestra labor docente. Del mismo modo se crearon canales por materia, donde las y los profesores trabajamos a lo largo de la semana en las tareas que habían sido asignadas.
[7] Los módulos posibilitan mejores condiciones de estudio y aprendizaje autogestivo para las y los estudiantes, que no dependen de un lugar de residencia o trabajo establecido, así como de un agente experto que posibilite de manera única y unidireccional el proceso de enseñanza-aprendizaje. De este modo la organización de un curso en módulos de contenido, parte de los principios del sistema modular como un modelo que permite un diseño instruccional en una modalidad semipresencial y presencial, ya que estructura “guías didácticas y conocimientos objetivados (aquello que se quiere enseñar) que son reconfigurados por el maestro a través de la didáctica a fin de convertirlos en objetos de enseñanza” (Clavijo y Bocamen, 2006:72). La diferencia entre módulo y temario es que en el módulo se organizan los temas de un curso académico y los diferentes materiales de un curso. El temario solo nos indica cuáles serán los tópicos del curso.
[8] Cabe mencionar que la importancia del curso de Teorías del Estado dentro de la formación disciplinar de las y los estudiantes de Derecho radica en el abordaje del Estado como problema del orden social vigente en todas las geografías y temporalidades, un abordaje de orden metodológico y epistemológico.
[9] Quisiera reconocer al profesor Erick Israel Vázquez quien fue el que me invitó a colaborar en la realización de debates intergrupales durante los semestres de primavera y otoño del 2019. Gran parte de la estructura de esta actividad fue compartida por él y se fueron haciendo algunas modificaciones operativas en el contexto de educación a distancia en el periodo de primavera y otoño del 2020.
[10] Los muros colaborativos son una herramienta virtual para compartir opiniones o reflexiones grupales a través de pizarras donde el estudiante puede participar y ver las intervenciones de sus compañeras y compañeros. Las plataformas que puedo recomendar son Padlet y Conceptboard.
[11] Un ejemplo de este ejercicio es el siguiente: a partir de la elección del tema “Juicio a los expresidentes en México” se formuló la pregunta ¿Es el juicio a los expresidentes una vía eficaz para combatir la corrupción (política, policial, ministerial y financiera) en México?
Referencias
· Billorou, N. (s.a.). Diseño curricular de programas modulares BC. Recuperado en: http://pep.unc.edu.ar/wp-content/uploads/sites/46/2017/02/Dise%C3%B1o-curricular-flexible.pdf
· Clavijo y Bocanumen, T. (2006). El módulo como herramienta de aprendizaje en el proceso docente educativo en la modalidad semipresencial y cursos intensivos en las regiones (Tesis de especialidad). Universidad de Antioquia, Medellín. Recuperado en: http://ayura.udea.edu.co:8080/jspui/handle/123456789/291
Por Elizalde Castillo Ma. Alejandra, Avilés González Daniela, Barrera Maciel Laura, Buelna Del Castillo María Gisela, Cruz González Diana, Cruz López Rosa Martha, Luna Orozco Xche
Grado: Posgrado | Programa: Maestría en Orientación Psicológica Internado I y II
Por Hernández Dávila Carlos Arturo y Jabbour Abboud Ginger
Grado: Licenciatura | Programa: Licenciatura en Comunicación Departamento de Reflexión Interdisciplinaria
Soy Carlos, profesor de asignatura en la Ibero.
Les diré que, a menos de 20 kilómetros lineales desde la Ibero, se encuentra el pueblo de San Francisco Xochicuautla en el municipio de Lerma, Estado de México. Este lugar ha sido el destino de varias generaciones de estudiantes que se han vinculado con la comunidad al menos desde el emblemático año de 2007. Ese año, el gobierno del Estado de México, entonces en manos de Enrique Peña Nieto, pactó con el Grupo Higa la construcción de una carretera que uniría al municipio de Naucalpan con el aeropuerto de Toluca. Una vez anunciado este megaproyecto, diversos pueblos se unieron para formar el Frente de Pueblos en Defensa de la Madre Tierra, agrupando a las comunidades de santa Cruz y San Francisco Ayotuxco y Magdalena Chichicaspa (Huixquilucan), así como Huitzizilapan, Xochicuautla y San Nicolás Peralta (Lerma).
Desde entonces, se multiplicaron los conflictos por una carretera que los pueblos no pidieron y que, posiblemente, tampoco necesitaban. Estos, muy pronto, conocieron las estrategias de compra de voluntades, división y aislamiento que los gobiernos municipal, estatal y federal ejercieron en su contra, lo que provocó que hacia el año 2014 la única comunidad que se mantuvo firme en su decisión de no conceder el paso por sus inmediaciones fue San Francisco Xochicuautla y, por cierto, no toda. Hubo división y circularon pagos en dinero en efectivo de manera discrecional. Se rompió la unidad y se abrió el boquete de una dolorosa (y al parecer irreversible) fractura interna.
Ajenos a la manipulación y compra de apoyos, e ignorando incluso a sus propios vecinos que aceptaron las indemnizaciones otorgadas por el gobierno estatal, un pequeño grupo mantuvo vivo su Consejo Indígena Otomí en Resistencia. Pero este sector también empezó a debilitarse ante el embate de amenazas judiciales hasta quedar en franca minoría frente al poder estatal. Cuando la carretera sólo necesitaba unos cuantos kilómetros para quedar consumada, este grupo decidió, luego de un proceso de reflexión y discusión, dejarse acompañar por un diverso grupo de expertos (entre los que contamos a SERAPAZ, el Centro Miguel Agustín Pro, entre otros) para proponer un proyecto alternativo al trazo inicial de la carretera, que respetara los pasos de las peregrinaciones a los sitios sagrados que los otomíes visitan para solicitar la lluvia, así como los pasos de fauna y los escurrimientos de las aguas de los manantiales.
Les contaré además que el proyecto alternativo solicitaba diversos beneficios para la comunidad en general (mejoramiento de escuelas, de calles y de tanques de agua, así como la creación un hospital). La idea de quienes mantenían la resistencia era negociar en condiciones de dignidad, a fin de que el gobierno no se limitara a repartir dinero dividiendo al pueblo, y dejando heridas que muchos años costaría sanar. Gracias a esto, en Xochicuautla se aprendió, con dolor, que la estrategia de dividir y vencer es permanente. Un pueblo siempre dividido en más fácil de doblegar. Con lo mínimo de fuerzas y apoyos, los hombres y mujeres de Xochicuautla reiniciaron conversaciones con el gobierno estatal. Insisto: no era la mejor salida, pero ellas y ellos buscaron la más digna de todas. No ser vencidos, ni humillados ni ignorados, era su lema.
Yo visitaba y documentaba la lucha del pueblo desde el año 2011. Fue así que, a mi ingreso como profesor en la Ibero en el 2014, pensé que “Xochi” era un buen lugar para instalar un aula donde los estudiantes pudieran ver más allá de lo evidente. Fue así que lo mismo en el periodo de primavera que en el de verano y otoño, varias decenas de alumnos y alumnas de la Ibero han caminado por acá, y han subido los cerros sagrados, hablado con la gente, compartido elotes, hongos, habas y tortillas, en visitas que no eran días de campo sino muy honestas jornadas de reflexión.
Declaro que la apuesta resultó plena de sentido.
Soy Ginger. Ahora es a mí a quien leerán.
Empiezo preguntando ¿De verdad los pueblos originarios son sólo fuente de curiosidad exotizante? ¿Hay algo más hondo en ellos que nos interpela más allá de nuestra pequeña y básica zona de confort? ¿La valoración de los pueblos indígenas se reduce sólo a admirar sus artesanías y su comida? Yo no sabía qué pensar. Me alegro ahora de haberme construido no sólo una opinión, sino además una postura política más activa.
Cuando ingresé en la Ibero en el año 2017, mi idea sobre la comunicación estaba asociada al marketing. A pesar de mi origen libanés, no me había permitido a mí misma reflexionar sobre mi condición migrante y sobre el dilema de la alteridad, la interculturalidad que hace de México un país heterogéneo. Las clases sobre “Introducción al Entorno” con Carlos en Xochicuautla tenían varios propósitos: entender lo que es una comunidad indígena (tantos años estudiando sobre mayas y aztecas sin tener la oportunidad de hablar y conocer a los pueblos indígenas vivos hoy) y también comprender la relación de estos pueblos con el estado mexicano. ¿Por qué en México se habla tanto y tan bien de los indígenas muertos, de museo, y se desprecia tanto a los que exigen justicia? Ese viaje en el año 2017 fue un encuentro muy extraño: confieso que no entendía muy bien lo que sucedía, y además me costó trabajo descubrir por qué ese pueblo, su defensa del bosque y del agua, tenía que ver con “mi entorno”. Yo vivía en la ciudad de México y creía que mi entorno eran los 20 kilómetros cuadrados que recorría desde mi casa hasta la Ibero. Lo que vi y escuché me conmovió muchísimo. Prometí regresar.
En los años 2018 y 2019 visité este pueblo varias veces, así como el pueblo vecino de Huitzizilapan, con ocasión de su carnaval. El idioma otomí, la extraordinaria hospitalidad en cada casa, la forma en cómo las mujeres sobre todo luchaban y luchaban y luchaban sin descanso -o al menos sin reconocerlo abiertamente-, me hizo pensar que la formación universitaria exigía, para ser congruente con el espíritu ignaciano, dejarse afectar, implicarse más allá de visitar a los hombres y mujeres en sus fiestas patronales. En los pueblos, nunca nadie me hizo sentir extraña. Nunca nadie me hizo a un lado o me cerró la puerta de su casa. No necesitaban que yo llegara con cosas, despensas, apoyos materiales: las y los otomíes de esta región de México (insisto: a menos de media hora de Santa Fe) me convencían que aquello que había leído sobre el “México Profundo” no era un “rollo”, sino una realidad que exigía ser escuchada.
¿Qué hacer con mi formación universitaria para visibilizar la lucha por el bosque, el agua, el aire? No se trataba de dar “voz a los sin voz”, porque yo no era nadie para dársela a una cultura tan antigua. Y también porque si alguien tiene voz fuerte eran ellas y ellos, desde que hace casi cuatro mil años llegaron a poblar estas montañas.
En estos años de formación decidí que contar historias en documentales era algo que me gustaba muchísimo. Usar las cámaras y micrófonos para registrar, ilustrar, contar historias, ser puente entre personas que no se conocen. En este contexto es que me involucré como becaria del proyecto de Diálogo Socrático, del Departamento de Reflexión Interdisciplinaria: decidí colaborar modestamente para que la justicia y la palabra llegaran a más y más y más lugares.
Nuevamente me leerán a mí, Carlos.
La carretera de la ignominia fue inaugurada en solitario el 10 de octubre del 2020. En plena pandemia, el gobernador Alfredo del Mazo y dos alcaldes, dieron el banderazo de salida de esta carísima autopista sin avisar a los pobladores en resistencia si los acuerdos pactados serían honrados. En ese contexto, y sabiendo que sobre todo las mujeres de la resistencia habían sido especialmente agredidas física y verbalmente, le pedí a Ginger (quien conoce y es conocida en la comunidad) que realizáramos un documental sobre ellas en estos momentos, donde viven una mezcla muy amarga entre derrota y esperanza. Elegimos ir en una fecha muy emotiva como es el día de Todos Santos (1 de noviembre), teniendo en cuenta que las mujeres colocarían sus altares y ofrendas en sus casas, esperando la llegada de niños y adultos difuntos, aguardando que trajeran fuerza a sus corazones. Por supuesto que llegamos en un momento muy delicado y así fuimos advertidos: a nuestras preguntas sobrevendrían lágrimas, insultos al gobierno, miradas tristes, silencios: hablar no sería fácil, pero callar ya no era para ellas una opción. A Ginger y a mí se nos sumó Karina Álvarez, alumna de la Escuela nacional de Antropología e Historia (ENAH) y muy involucrada en el proyecto de Diálogo Socrático.
El equipo estaba hecho.
Cierro yo, Ginger.
Visitamos a varias mujeres que nos abrieron sus casas y sus corazones para llorar y explotar contra lo que nunca pidieron. Escuchamos sus palabras llenas de coraje, de rabia, por el ruido que ahora se abatirá sobre una comunidad que antes fue bosque y monte. Escuchando el paso de grandes vehículos, más de una lloró y fue necesario interrumpir la entrevista. Escuchamos la historia de David, el joven guerrero que murió en un accidente durante un viaje para pedir solidaridad para el pueblo. Una abuela me abrazó, llena de lágrimas, agradecida por visitar “su pobre casa”. En cada casa de las entrevistadas no faltaron ni el chocolate ni los tamales que no podíamos despreciar. Nadie nos pidió nada a cambio por su testimonio. Ahora presentamos nuestro pequeño documental que no es sino un testimonio de un grupo de mujeres rotas, pero no destruidas, que luchan contra aquello que se llama “progreso” pero que para ellas significaba, lisa y llanamente, destrucción. Era evidente que se sentían cansadas y engañadas. Dejaron en esta lucha 13 años de sus vidas. Algunos de sus hijos eran bebés y hoy son adolescentes, y les reclaman si todo lo vivido valió la pena…Y ellas no pueden responderles como ellas quisieran. Y, entonces, nuevamente, el silencio vuelve a ser doloroso.
El documental está listo y lo presentamos como la muestra de una experiencia colaborativa profesor-alumna de la Comunidad DIDAC, aun sabiendo que excedemos el tiempo de video. Y de verdad lo lamentamos: necia como es, a veces la realidad no se ajusta a los tiempos de las convocatorias. Lo que aprendí como alumna es que el país al que llegué desde Líbano a mis tres años de edad, sigue clamando justicia, paz y reconciliación. Mi cámara registró estos rostros y estas voces, pero ¡hay tanto de qué hablar! En estos días, en pleno centro histórico de la Ciudad de México, muchos niños de origen mazahua han sido descuartizados sin piedad alguna. Y a menos de cinco cuadras, en Palacio nacional, nadie ha dicho nada por ellos. Xochicuautla es parte del “entorno” de la Ibero. Las injusticias que se viven ahí son nuestro problema.
En el pensamiento otomí, la diferencia entre vivos y muertos (ánimas) es que los primeros tienen “fuerza”, en otomí nzäki, literalmente, “el poder que sale de los árboles”. Si el bosque es sagrado, sagradas son también quienes lo defienden incluso con su vida.
Esperemos que el nzäki y la verdad nos hagan cada día más libres.
Por Torres González María Fernanda, Rocha Jiménez Pamela Magdalena, Torres Bermúdez Erick Guillermo, Pérez Vicente Hugo Alexer
Grado: Licenciatura | Programa: Ingeniería Industrial/ Proyecto de investigación
Resumen
Este escrito consiste en compartir las experiencias de alumnas y profesores en un proyecto de aplicación real relacionado con el Control Estadístico de Procesos (CEP) en una planta de remanufactura de motores de una empresa automotriz; el objetivo es determinar la eficacia de la implementación de las mejoras propuestas en la primera fase del proyecto que se estudió en otoño 2019. El presente trabajo se inició en el semestre de otoño 2020 en el contexto de la pandemia por COVID-19, por lo que toda la interacción entre los participantes ha sido vía remota a través de plataformas digitales de comunicación. La estructura del presente escrito inicia con una descripción general del trabajo, después las experiencias individuales desde la perspectiva de cada integrante de equipo, le sigue las herramientas de trabajo, retos y desafíos presentados y las conclusiones finales.
Introducción
Al inicio del proyecto se estructuró un plan de trabajo con las actividades principales a realizar. Dichas actividades fueron: investigación documental sobre el CEP en la industria automotriz, análisis estadístico usando el lenguaje de programación R y el software Minitab para analizar y construir a partir de los datos, las cartas de control de los años 2019 y 2020 otorgadas por la empresa bajo estudio. Los propósitos del trabajo son: realizar un análisis comparativo de las cartas de control X-R y de la capacidad del proceso y examinar las decisiones administrativas de la empresa desde la mejora continua; finalmente, se pretende que con el trabajo realizado se pueda publicar un artículo científico en el que participen estudiantes, profesores y profesionales de la industria.
Experiencias individuales de los integrantes del equipo
María Fernanda Torres: Mi experiencia en este proyecto ha sido muy enriquecedora. Este proyecto comenzó a mediados de septiembre y empezó con la determinación del plan de trabajo y las responsabilidades de cada integrante. A partir de la fecha de inicio hemos estado teniendo reuniones semanales o quincenales en donde en cada reunión se fijan las tareas y actividades a realizar durante la semana. La comunicación con mi compañera y los profesores ha sido bastante buena y tanto el profesor Hugo como el profesor Erick, nos han brindado un gran apoyo para resolver dudas y cuestiones técnicas del proyecto. De igual manera, las actividades acordadas para la semana permiten tener gran flexibilidad para llevar a cabo el proyecto.
Cabe recalcar que a partir de la realización de este proyecto he puesto en práctica mis conocimientos adquiridos en diversas materias de la carrera, reforzando aquellas competencias alcanzadas en materias como Control y Gestión de Calidad. Con este proyecto reforcé conocimientos claves sobre las herramientas de calidad como los gráficos de control, CEP y capacidad del proceso. Estos temas los había visto a mediados de la carrera, pero gracias a este proyecto, pude ejemplificar, analizar y profundizar en estos temas, reconociendo la importancia de la obtención de dichas competencias para la aplicación de éstas en el ámbito profesional.
Pamela Rocha: Trabajar a distancia y de manera virtual en este proyecto en particular ha sido una experiencia muy gratificante, no sólo porque el tema abordado es sumamente interesante, sino porque la cohesión que presentamos como equipo es formidable. En el caso de este proyecto, considero que la complejidad de llevarlo a cabo hubiera sido mayor de no contar con las herramientas tecnológicas con las que contamos actualmente. Actividades que van desde la invitación a participar en el proyecto, hasta las reuniones concurrentes que hemos tenido como equipo, han sido realizadas virtualmente por lo que reitero la importancia de herramientas como el internet y los dispositivos electrónicos.
Personalmente, esta ha sido una vivencia de sumo aprendizaje en el aspecto académico y debo recalcar mi profundo agradecimiento hacia los profesores Hugo Pérez y Erick Torres por su paciencia, diligencia y disposición por la enseñanza. Considero pues, que este tipo de trabajos colaborativos entre alumnos, profesores y empresas conforman una oportunidad única para que todos los involucrados desarrollen habilidades orales y escritas, pero sobre todo para que los estudiantes aterricen y vean aplicados los diversos conceptos que fueron adquiridos en clase, ya que, desde mi punto de vista, esta es la única forma con la que el alumno puede visualizar la utilidad de la teoría.
Hugo Pérez: La investigación es una labor que requiere de trabajo en equipo. La distancia no ha sido un obstáculo que haya impedido alcanzar los objetivos planteados al inicio del proyecto, eso sí, ha implicado una planeación más detallada de la acostumbrada. Pamela y Fernanda son alumnas que decidieron participar en este proyecto a pesar de las circunstancias actuales. Sin ser ambas alumnas de mis clases en este semestre, quisieron unirse y colaborar en este proyecto de investigación en sus ratos libres; he visto en ellas, el compromiso, entusiasmo, interés y responsabilidad en todas las sesiones virtuales, entregables comprometidos y una participación activa en el proyecto. Después de conciliar agendas por correo institucional, iniciamos nuestras sesiones de trabajo de una hora por Zoom después migramos a Microsoft Teams y los documentos de trabajos como artículos científicos, borrador del artículo, plan de trabajo, entre otros, se han compartido y trabajado desde el OneDrive de la Ibero. Este proyecto ha sido una oportunidad más interactuar con alumnos desde otra realidad; en consecuencia, se tuvieron algunos problemas de conexión a internet o simplemente cambios del horario de reuniones por situaciones externas, sin embargo, la disposición del equipo ha sido bastante flexible y dinámica para no descuidar los acuerdos establecidos. Pienso que el presente escrito evidencia que es posible trabajar a distancia y con un objetivo común, nos ha ayudado a todos a conseguirlo.
Erick Torres: Es muy grato ver la disposición que tienen Pamela y Fernanda para realizar una actividad extraescolar de investigación que, a pesar de que les demanda tiempo adicional a las materias que actualmente cursan, la llevan a cabo con responsabilidad y ánimo. Su iniciativa en la toma de decisiones y autoaprendizaje han permitido que el proyecto avance sin contratiempos.
En nuestro trabajo, las plataformas digitales de comunicación, los softwares que pone a nuestra disposición la universidad y los que son de libre acceso, han sido grandes aliados. Si bien hemos tenido algunas dificultades con la conexión a internet, siempre resolvemos y no nos hemos detenido por ello. A lo largo de las sesiones de trabajo que hemos tenido nuestras habilidades individuales se han complementado: organización, aplicación de estadística en la ingeniería, redacción, comunicación, uso de softwares, colaboración, entre otras. Es importante destacar que hemos mantenido un ambiente de cordialidad y respeto que nos ha permitido identificarnos todos como miembros de un equipo con un objetivo en común, más allá de barreras entre estudiantes y profesores.
Ma parece que esta experiencia colaborativa ha profundizado los conocimientos que las alumnas han adquirido en el aula y les permite aplicarlos en un contexto empresarial, complementando su formación. En lo personal considero que el trabajo en problemas reales, con compañeros académicos y alumnos, es sumamente valioso ya que nos acerca a la característica de “utilidad” del modelo jesuita en el que participamos.
Fotos del equipo
Las siguientes imágenes son ejemplo de la participación de todos los integrantes en la elaboración del trabajo vía la plataforma de Microsoft Teams.
Herramientas de trabajo
Las herramientas utilizadas en la elaboración de este proyecto se muestran en la siguiente tabla:
Retos y desafíos
Los principales retos enfrentados en el aspecto organizacional han sido: la determinación del horario de las videoconferencias y problemas de conexión a Internet. Al principio, agendar las videoconferencias era complicado debido a los distintos horarios tanto de las alumnas como de los profesores. Para resolver esta situación se consideró fijar la reunión a una cierta hora (viernes a las 15:00 horas) y en caso de que se llegara a presentar algún imprevisto avisar con anticipación para no perder la comunicación de los avances de la semana y que los cuatro estuviéramos enterados del cambio del día y hora. Por otro lado, las fallas de conexión a Internet han sido constantes especialmente en las videoconferencias, aunque el problema sale de nuestro alcance, se ha resuelto gracias a la paciencia y comunicación por parte de los cuatro integrantes; de esta manera se ha creado un ambiente de respeto y apoyo hacia la otra persona.
Conclusiones finales
La pandemia del coronavirus ha ocasionado un gran cambio en la forma de aprender y de interactuar con los demás. Esto ha llevado a que se busquen nuevas formas de realizar trabajos, proyectos y reuniones a partir de medios digitales. El uso de plataformas como Teams y Zoom para darle seguimiento a los proyectos ha tenido diversas ventajas en el uso del tiempo y del espacio, pero no podemos dejar de reconocer que sí se han presentado diversos retos técnicos; sin embargo, estos se han podido solucionar a partir de la organización del equipo creando un ambiente de respeto y de apoyo para con todos los integrantes del equipo.
Nuestras recomendaciones para la colaboración en proyectos entre alumnos y maestros incluyen la elaboración de un plan de trabajo lo más detallado posible que englobe las especificaciones de los entregables, anotando cuándo es la fecha límite, qué se tiene que hacer y el impacto en las demás actividades. De igual manera, se recomienda la unidad en el equipo y el fortalecimiento de la comunicación, ya que ésta última resulta clave para administrar un proyecto a distancia
Por Ramírez Bonilla Laura Camila, Amador Tardiff Gloria, Calderón Parra Isaac
Grado: Licenciatura | Programa: Licenciatura en Historia y Coordinación de Prácticas Profesionales/Prácticas Profesionales
La situación sanitaria que atravesamos ha traído cambios importantes en nuestro estilo de vida y en la manera de interactuar con nuestro entorno; prácticamente de la noche a la mañana nos encontramos ante una situación que nos exigió evolucionar en la forma de trabajar, relacionarnos y, sobre todo, en la forma en la que se imparten clases y en el desarrollo de habilidades y competencias en los estudiantes.
A raíz de este panorama, desde la Coordinación de la Licenciatura en Historia y en colaboración con la Coordinación de Prácticas Profesionales, se llevó a cabo, con el grupo de estudiantes que cursaban la materia de Prácticas Profesionales durante el semestre de primavera 2020, una dinámica de simulación de video entrevista laboral, con el objetivo de preparar a las y los estudiantes a estas nuevas experiencias que deberán enfrentar para su desarrollo profesional en un futuro cercano, brindándoles retroalimentación de su desenvolvimiento durante el ejercicio.
El objetivo general de la materia de prácticas profesionales en la Licenciatura en Historia es que los estudiantes puedan adquirir experiencia profesional mediante 108 horas de práctica en áreas de desempeño de historiadores e historiadoras, con el fin de fortalecer el currículo y la práctica profesional de las y los estudiantes durante su desarrollo académico.
Para poder cursar la materia de prácticas profesionales, es necesario que las y los estudiantes seleccionen una empresa dentro del directorio de empresas de la Coordinación de Prácticas Profesionales o bien, consigan alguna otra de su interés en la cual puedan desarrollar proyectos relacionados con su Licenciatura que les permita poner en práctica las habilidades que se requieren para cubrir sus horas de prácticas profesionales y también, alcanzar un desarrollo profesional óptimo.
A la par del cumplimiento de sus labores profesionales, los estudiantes deben de realizar actividades propias de la materia y algunas otras que les permita generar nuevas competencias y conocer más sobre las áreas y servicios que ofrece su Universidad, entre otras, asistir a las pláticas impartidas por el Centro de Empleabilidad Ibero (CEI), en las que les apoyan a crear y estructurar su CV, capturarlo en el sistema CEI, participar en la feria de empleabilidad que se realiza de manera virtual cada año, entre otras, sin embargo, la situación sanitaria en el mundo, nos obligó a mudarnos a un modelo de teletrabajo que no estábamos acostumbrados.
Queda claro que ya sea por esta pandemia o por otros factores evolutivos de las empresas e instituciones o externos como el clima, la demografía, los psicográficos, entre otros, la “nueva realidad laboral” es el contacto a través de medios digitales. Las reuniones virtuales se han convertido en el medio más utilizado para mantener la unión entre los equipos de trabajo, participar en conferencias y talleres, o para tomar una clase.
Partiendo de este contexto, surgió la oportunidad de crear una nueva dinámica virtual que permitió adentrar a las y los estudiantes a esos posibles escenarios virtuales que muy probablemente enfrentarán al tener una entrevista en la realidad post Covid-19.
Desarrollo de la simulación de entrevista laboral virtual.
Los 3 estudiantes enviaron su CV a una dirección de correo electrónico (simulado) presentándose y solicitando una entrevista laboral en la empresa que más llamaba su atención, tuvieron que investigar previamente sobre la empresa que les interesaba, como en todo proceso de selección se enfrentaron al periodo de espera que se toma la empresa para dar respuesta a la solicitud.
Una vez que la empresa revisó cada CV, los alumnos recibieron una carta por parte del área de Recursos Humanos, comunicándoles que habían quedado entre los finalistas en el concurso de la plaza a la que postularon, en esa misma carta se convocó a una video-entrevista con el coordinador del área en mención, la cita fue el lunes 14 de mayo, a las 13:30 horas en punto y sin prórroga.
Para tal ocasión se les pidió exponer su aporte profesional a las respectivas áreas en las que estaban concursando.
Video entrevistas.
Las video entrevistas estuvieron conformadas por:
Aspirantes
Reclutador 1: Dra. Laura Camila Ramírez Bonilla
Reclutador 2: Lic. Isaac Calderón Parra
Observador: Mtra. Gloria Amador Tardiff
Durante la entrevista de cada aspirante con su reclutador, también estuvieron presentes el resto de los participantes con la cámara apagada fungiendo como observadores, solamente la última aspirante tuvo una entrevista con ambos reclutadores.
Durante cada entrevista se realizaron las preguntas más comunes que las empresas realizan a los aspirantes, también, cada aspirante tuvo oportunidad de tener una retroalimentación con su reclutador y el observador.
Este ejercicio permitió a las y los estudiantes observar cómo se lleva a cabo una video entrevista y tener una retroalimentación por parte de sus compañeros, los reclutadores y el observador, permitiéndoles identificar la evolución que se ha realizado para lograr funcionar en este nuevo entorno digital, desde el hecho de adaptar un espacio físico en casa para realizar la entrevista, y considerar aquellos elementos que pueden ser mejorados o modificados.
Las y los estudiantes lograron familiarizarse con una dinámica real de video entrevista laboral, conociendo la estructura y también experimentando como reaccionaron a cada una de las preguntas que los reclutadores les hicieron, también, recibieron una retroalimentación de su desenvolvimiento por parte de sus pares, la Coordinación de la Licenciatura en Historia y la Coordinación de prácticas profesionales; toda la dinámica quedó grabada para que los estudiantes que participaron puedan tener acceso a ella.
Por Flores Jiménez Domingo Rogelio
Grado: Formación cocurricular | Programa: Talleres Artísticos/Escritura Creativa
¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Un taller de la naturaleza de Escritura Creativa tiene varias particularidades. Entre estas, está la tendencia a que los participantes sean personas muy sensibles que no han encontrado la manera de expresarse (situación común a cualquier taller literario), y que los ejercicios de escritura terminen siendo catárticos o empáticos. Semanas antes de la contingencia, se llevó a cabo la jornada de Un día sin nosotras, evento que impactó mucho en el las y los participantes, principalmente por la movilización y el preocupante tema de la violencia de género. Sin embargo, se habló y se escribió al respecto de una idea: ¿qué pasaría si la realidad cambia? Creo que la proximidad entre estos hechos y la contingencia que nos ha obligado a aislarnos, ha impactado notablemente en la población estudiantil. Especialmente con las alumnas.
Con la implementación de las clases a distancia he notado una menor participación en las personas más jóvenes. Al haber talleristas de distintos niveles en el taller (licenciatura, posgrado, ex alumnos y trabajadores), he podio notar que quienes se han adaptado mejor a las sesiones vía remota, son las personas de mayor edad; incluso quienes no están familiarizadas con las aplicaciones, han hecho el esfuerzo por conocerlas y participar. Creo que más que desinterés, la población más joven experimenta ansiedad y estrés ante la situación de salud pública, el aislamiento y la incertidumbre. Cabe mencionar que en los alumnos varones, hasta ahora, ha habido una participación nula.
¿Qué hice ante ese reto?
La manera de trabajar en el taller, en su modalidad presencial, se caracteriza por la interactividad. Constantemente se hacen ejercicios durante la sesión, y los alumnos y alumnas participan con la lectura de sus propios escritos. Con la implementación de las clases vía remota pude notar una menor participación, pero no necesariamente un ausentismo. Las personas que están conectadas a la sesión participan menos, o incluso no participan, pero sí mantienen comunicación por escrito y llevan a cabo más lecturas que en la etapa presencial. Mi hipótesis es que se sienten mayor comodidad en leer y analizar textos, que en elaborarlos, situación inversa al taller de manera presencial. Esto con la población más joven. Las talleristas que son docentes o ex alumnas, por el contrario, han asumido una mayor participación, o incluso liderazgo dentro de la sesión.
Ante esta situación, he motivado la participación voluntaria y he incrementado las lecturas, mismas que yo proveo de manera electrónica. También he notado que la parte teórica de los ejercicios de creación literaria les interesa más que durante las sesiones presenciales.
¿Qué aprendí de la experiencia?
Creo que la situación actual nos demanda incentivar el trabajo reflexivo, introspectivo, meditativo. Por lo que he experimentado en las sesiones a distancia (poca participación, pero notable atención), creo que es buen momento para concentrarnos en las posibilidades auditivas de las sesiones a distancia (también he notado que las alumnas y alumnos prefieren bloquear su cámara de video, aunque sí participen). También creo que la parte introspectiva y reflexiva, eventualmente permitirá una catarsis emocional y la realización de trabajos por escrito hechos con mayor profundidad.
Por Aveleyra Fernández Verónic, Ulloa Sigfrido, Ocaña Raquel, Machuca Adriana, Acosta Marcos, Hernández Liliana, Becerra Iris, Zulueta Otilia, Salazar Leobardo
Grado: Formación cocurricular | Programa: Coordinación de Creación y Reflexión Artística/Talleres Artísticos de Cerámica
Por Díaz Franco Edgar Cuauhtémoc
Grado: Licenciatura | Programa: Departamento de Psicología
I ¿Cuál fue el reto a enfrentar?
Me parece que la capacidad para la adaptación en el traslado de las clases presenciales a las clases en línea dependió de muchos factores donde la naturaleza de la materia y sus objetivos son dos importantes. En mi caso, desde el semestre de transición P2020, pasando por el verano 2020 y el semestre que termina O2020 he tenido asignadas materias con diferentes características: “Personalidad Disfuncional I” que es una materia tanto teórica como descriptiva cuyo objetivo se centra en el conocimiento de criterios diagnósticos de las diferentes manifestaciones de la ansiedad más los trastornos de la personalidad donde se introduce el concepto de Personalidad Disfuncional; “Teoría y Técnica de la Entrevista”, materia mitad teórica, pues inicia con la conceptualización de la entrevista y mitad práctica, pues en su plan de trabajo se incluye el ensayo de prácticas de entrevistas que logramos adaptar totalmente a la modalidad en línea sin mayor dificultad; “Taller de sexualidad humana”, su dificultad fue que la materia implica la participación por parte de los estudiantes en el abordaje de los temas. Pensé que representaría para mí la mayor dificultad, no obstante, para mi sorpresa fue la materia en la que menos dificultad encontré en la transición; “Práctica de Vida Adulta y Vejez”, materia totalmente práctica además “extramuros” lo cual representó un verdadero reto en el semestre O2020
Decidí trasmitir mi experiencia de las clases a distancia en esta contingencia sanitaria basándome en una reflexión global y no particular de cada materia, centrándome principalmente tanto en la observación autocrítica como en la observación de mis alumnos incluyendo, naturalmente, las vivencias que generosamente me compartieron.
Desde el inicio de la transición de una modalidad presencial a una virtual surgieron retos inmediatos, de carácter concreto, como la forma de comunicación, el uso de recursos tecnológicos y el reencuadre de la dinámica de las clases. Después fueron emergiendo otros retos, día con día, por períodos, de carácter específicamente emocional y reactivos a la demanda de adaptación, algunos se pudieron resolver en lo inmediato, otros más tarde y otros condicionaron respuestas inefectivas que se cronificaron. De esto es en lo que más se apoya mi reflexión.
Considero que una materia que se presenta a los alumnos con coherencia en sus contenidos y en la organización de los tiempos para su estudio genera seguridad y confianza a lo largo del semestre, en particular en aquellas materias que en la “tradición de boca a boca” se consideran difíciles como en el caso de materias teóricas donde hay muchos conceptos a manejar, pero una buena introducción y tips para clasificar la información son importantes en la coherencia de contenidos aparentemente difíciles
En las materias de psicología ayuda mucho centrar al estudiante en la comprensión de las personas que tienen un padecimiento psicológico, un malestar, en otras palabras, centrarlos en el sufrimiento del ser humano y sus conflictos los acerca a la comprensión sin hacer juicios de valor sino descripciones clínicas objetivas con una visión ética y científica. Además, a los alumnos que están interesados en el área clínica esta aproximación les resulta atractiva, quizá, en mi caso, fue por esta aproximación inicial del semestre que los alumnos pudieron advertir sus reacciones ante la transición y describirlas posteriormente.
Pude reconocer, en todos nosotros (alumnos y maestros) “un sentimiento de incertidumbre” cuando de pronto vino la pandemia y la necesaria restricción de asistir a la universidad de manera presencial se instauró. En el ambiente se imaginaron distintos escenarios; si se suspendiera el semestre y tendrían que volver a cursarlo, si las clases en línea tenían información abundante con solamente presentaciones pues se desconocían las plataformas de zoom o Microsoft teams en donde todo el salón se pudiese conectar al mismo tiempo.
Hubo alumnos que me comentaron de las reacciones iniciales de los profesores quienes cambiaron porcentajes de evaluación o aumentaron considerablemente la carga de trabajo excusándose en que la universidad se los pedía porque ahora los alumnos tendrían más tiempo, cosa que evidentemente no era cierta pues se dejó de considerar que los alumnos tenían otras clases y una vida personal, generando malestar e incomodidad en los alumnos, incluso, dijeron que algunos de los profesores mostraron rigidez ante la necesidad de cambiar y se defendieron ante la idea de tomar clases a través de una plataforma virtual. A propósito de las tareas una alumna comentó: “Lo que sentía ante otra tarea era una irritabilidad que ya hasta me parecía chistosa”.
También la percepción de las clases en línea fue que eran “MUY pesadas”, Algunos alumnos inhibieron su participación, recuerdo a una alumna que estaba por terminar sus estudios de la licenciatura que el verano pasado no había inscrito materias porque quería disfrutar las últimas de la licenciatura en presencia de un catedrático y de poder aprender mucho más a través de una interacción directa.
Vinieron las alteraciones; la aparición de desinterés, irritabilidad, ansiedad, tristeza, desapego debido al tiempo que de pronto tenían que pasar frente a la computadora, en algunos casos, no pocos, de al menos 8 horas (de las 7 am a las 3 pm casi diario) “sentada en el mismo lugar viendo un objeto inerte frente a mí. Al finalizar me levantaba a comer y volvía a sentarme frente a la computadora al menos unas 3 o 4 horas para hacer tarea”. También se hicieron presentes los desajustes del sueño y las sensaciones de cansancio “sin realmente hacer nada”, la merma en la capacidad de atención y concentración “mi mente no integraba los conocimientos o lo que se me decía como algo relevante—se distraía con cualquier otra cosa y no podía mantener la atención sostenida en el Zoom, no podía tomar notas—había algo que me detenía de hacerlo (aunque suenen como excusas)”.
No obstante, también se filtró una sensación de que ese malestar se atenuaba al no desperdiciar la oportunidad de escuchar tanto a los profesores como a los compañeros en las clases en línea principalmente cuando se trataban temas importantes. Definitivamente El COVID-19 fue algo que rompió la dinámica que se creó inicialmente y que los llevó al fastidio.
Por otra parte, los alumnos también agradecían la flexibilidad para impartir online el curso, aunque juzgando que aprendieron “lo que tenían que aprender” señalando una desilusión porque se perdió la oportunidad de “vincularnos con el profesor” pues mencionaban que las materias interesantes se enriquecen por quien las imparte.
En el aspecto académico, me pareció interesante observar que había un temor en la transición, y quizá una amenaza de que se perdiera ese “momento enriquecedor” de la clase con la explicación profunda, a fondo e invaluable del significado de cada padecimiento con ejemplos que vienen de “la voz de la experiencia”, de la narración de casos y la explicación con diagramas que sintetizaban cómo es que experimentaban las personas su padecimiento junto con la oleada de preguntas que venía después de una explicación dada ya que en el periodo presencial, se había formado un ambiente de reflexión no exclusivamente académica con tintes filosóficos, éticos, económicos y hasta políticos, en donde se explicaban también las posibles implicaciones para los profesionales en formación en el contexto actual de nuestro país, subrayando que se percibía la preocupación por parte de los profesores por el desarrollo de los alumnos en su esfuerzo por que asimilaran los contenidos. Aunque en la transición a la plataforma en línea este espíritu se conservó, lo que mantuvo la clase interesante, enriquecedora y dinámica; la “ola de preguntas” que antes solía aparecer en la clase se fue disminuyendo poco a poco, aunque “jamás cesó” pero existía el temor de la merma en lo académico.
Desde el aspecto relacional, la modalidad de clases presenciales había favorecido ya una interacción entre profesores y los alumnos, éramos como uno mismo o al menos “aliados” en el objetivo de aprender, pero la cuarentena y las plataformas virtuales nos posicionaron en lados opuestos de la pantalla empujándonos a un sistema del “impartidor de la clase y el receptor de la misma”, dando la impresión inicial que las clases online parecían “poco serias”, aun y cuando formalmente se sabía que tenían impacto en la calificación. No obstante, se volvió a equilibrar la relación maestro-alumno pues todos buscamos, más o menos de manera voluntaria, comprendernos y establecer una alianza de trabajo frente a las dificultades que nos presentaba a ambos la plataforma virtual, también influyó que los profesores en momentos bajaron la exigencia un poco y por momentos pudimos relajarnos todos.
II ¿Qué hice ante ese reto?
Tener un esfuerzo sostenido y permanente por adaptarme a las circunstancias ya que esto implicó el uso y capacitación de “emergencia” en herramientas tecnológicas actuales que inicialmente no fueron sencillas de utilizar. Recurrir a los servicios de la universidad que francamente no conocía o bien no utilizaba en todo su maravilloso potencial. Pero quizá lo más importante: flexibilidad al cambio y dejarme guiar por quien sabe, incluidos naturalmente los alumnos, pudiendo hacer los ajustes al plan de trabajo prácticamente de “de un día para otro”. Pude lograr que mis alumnos mantuvieran por cerca de dos horas la atención en una pantalla, cosa que pensé imposible de lograr, incluso ellos también lo lograron cuando pudieron exponer sus trabajos grupales en línea cosa que me dijeron que era inimaginable.
Di prioridad a no perder el contacto con los alumnos y mantenerlos informados, lo más que perdí fue una clase por problemas con el internet. Me propuse que la clase no perdiera interés a pesar de ser en línea, que los temas llamaran su atención, fueran ágiles y amenos en particular con los conceptos que fueron difíciles de aterrizar, incluí más ejemplos de casos reales lo que favoreció su aprendizaje.
Principalmente lo que hice fue dedicar tiempo para la reflexión de lo que nos pasaba a todos, de la atmósfera de amenaza a la salud y curiosamente eso permitió la consolidación de mis clases, alenté a que los alumnos hablaran de manera abierta sin prejuicios sobre lo que estábamos viviendo lo que favoreció un sentimiento de libertad y la necesidad de investigar más utilizando los recursos virtuales de la biblioteca. Nos informamos sobre el coronavirus y de las consecuencias psicológicas que se reportaban eligiendo fuentes confiables de información. Pusimos interés en el cómo nos sentíamos, cómo íbamos, y dimos “tips” para estar mejor tanto de manera personal como con los familiares y amigos.
III ¿Qué aprendí de la experiencia?
Me parece difícil contestar esta pregunta pues considero que aún seguimos aprendiendo, pero en el inicio de la pandemia y del traslado a las modalidades en línea he aprendido que con independencia de tener un buen producto educativo y la capacidad tecnológica para enfrentar las vicisitudes de la pandemia, es fundamental la sana relación entre los maestros, los alumnos y la institución, así con todas sus combinaciones, porque en esta interacción es que formamos una comunidad en pro del desarrollo de las potencialidades humanas en torno principalmente a la educación. Me parece que nuestra comunidad ha demostrado que el esfuerzo en conjunto permite sortear las mayores dificultades como el reto de educación que planteó el escenario de la pandemia. Nuestra experiencia reciente es una evidencia de que la humanidad puede, unida, enfrentar los desafíos que ha dejado rezagados.
Aprendí que estimular la reflexión de los alumnos a partir de la comprensión de un momento histórico y contemporáneo del que nadie puede sustraerse, permite mantener la motivación en un escenario de clase, porque compartir lo que afecta a cada uno despierta ideas en los otros que antes no se había pensado o bien había evitado, además permite identificarnos con empatía lo que favorece el conocimiento, la comprensión y la solidaridad entre todos. En esta contingencia, particularmente con los estudiantes de psicología, resaltar la importancia de la ayuda psicológica para que la gente pueda cambiar favorece la congruencia de los profesionales en formación con su forma de actuar, sentir y pensar.
No es que no lo hubiera pensado antes, pero ahora desde esta contingencia volví a reflexionar en la gran capacidad de adaptación del ser humano sin importar la edad, la condición social o el nivel educativo, incluso en situaciones verdaderamente desventajosas. Aprendí en educación que independientemente de las condiciones, son muchas las maneras de enseñar y aprender. Me sorprendió advertirme entusiasmado desempeñando dos actividades casi simultaneas; aprendiendo de mis alumnos sobre adaptación y tecnología mientras enseñaba los contenidos de las materias. De lo que me doy cuenta es que en esta contingencia de manera general y en particular en el campo de la educación hay mucho que relatar, reflexionar, enseñar y aprender todavía.
Por Márquez Pérez Diego, Bailón Rodríguez Ximena, Garibay Requena Maria José, Gómez Martínez María José, Ruiz Shuayre Alejandra, Sánchez Olvera Paola, Sanchez Valdez Alondra Viridiana, Villegas Aguirre Itzel
Grado: Formación curricular | Programa: Danza moderna